Música Española para principiantes

Hoy me gustaría introduciros en el apasionante mundo de la música nacionalista española para voz. Evidentemente hay música española en todos los periodos de su historia. La que ahora voy a glosar es la relativa a la llamada Edad de Plata de la música hispánica, coincidente con el mismo periodo floreciente en la literatura.

Su origen está, ideológicamente en A. de Eiximeno, que hablaba de basarse en el folklore y en F. Pedrell, que recopiló parte del mismo y entregó el testigo a su discípulo Albéniz. Isaac Albéniz tiene una amplia y a veces poco conocida obra musical para voz y en ella encontramos óperas, ciclos de canciones, etc... Me parecen especialmente interesantes las Seis Canciones Italianas.

Granados es otro de los artífices de nuestra música desde el Romanticismo, de sobra son conocidas sus Tonadillas y Canciones Amatorias que las hay de diferentes dificultades y encarnan elegantemente la música popular y el ambiente de la España inmediatamente anterior a su época, la clásica y goyesca...


Falla merece un capítulo aparte porque su obra es muy variada dentro de lo no abundante. Destacaré sus Siete Canciones Populares, dedicadas a varias regiones. 

La obra de Turina, tan sevillana, así la de Toldrá, Mompou, Lorca, Guridi, Obradors, etc... son también interesantísimas y dignas de estudio e interpretación por todo aquel que se aventure a este repertorio tan exquisito, rico y de buena acogida entre el público, ya sea nacional o extranjero.

Os dejo un vídeo de Pilar Lorengar interpretando Granados.

Asturias de Albéniz: Análisis Musical

Asturias, de Isaac Albéniz (1860-1909), es la quinta de las ocho  piezas para piano  que forman la Suite Española Op. 47. Bajo el subtítulo de Leyenda, esta pieza fue compuesta hacia 1886 y a pesar de su título su música cita los rasgos modales típicos del folklore andaluz. En el siguiente video se puede … Sigue leyendo

Calle José Iturbi, s/n

José IturbiTengo que confesar que hasta hace unos meses no sabía quién era José Iturbi, a pesar de que ya había estado varias veces en una calle marbellí que está dedicada a él. En realidad tampoco sabía que la calle tenía ese nombre: para llegar al CEP Marbella-Coín, allí ubicado, me bastaba con las indicaciones del camino a seguir, sin necesidad de conocer la dirección.

Fue cuando empecé a trabajar en ese mismo CEP, hace poco más de cinco meses, y añadí la dirección postal a mi firma automática en el correo electrónico, cuando me surgió la curiosidad de saber quién era este señor de apellido vasco al que estaba dedicada nuestra calle. Fue una gran y agradable sorpresa descubrir que había sido un músico. Por otro lado, también me sentí un poco incómodo por no conocerlo, ya que tuvo una carrera espectacular, llegando a ser uno de los pianistas y directores más famosos de su época. Como disculpa parcial por mi ignorancia, sólo puedo alegar que hasta unos años después de su muerte -ocurrida hace exactamente 32 años, a la edad de 85- yo todavía vivía en Italia, donde su popularidad no era la misma que en España, ya que nació en Valencia, o que en Estados Unidos, donde su éxito tomó proporciones de auténtico triunfo.

En el amplio repertorio de Iturbi destacaba lo que le permitía demostrar su gran virtuosismo: los principales conciertos para piano y orquesta clásicos y románticos, que solía dirigir él mismo a la vez que tocaba la parte del solista (más adelante veremos un ejemplo) y, naturalmente, Liszt (1 y 2) y Chopin.

Obviamente, otro caballo de batalla de Iturbi era la música española, por ejemplo Falla y Albéniz:

La popularidad del músico valenciano llegó a su máxima cota en los años cuarenta, cuando participó como actor en siete películas musicales en las que se interpretaba a sí mismo. Por su contribución a la industria del entretenimiento audiovisual, tiene una estrella en el Paseo de la Fama de Hollywood.

En un fragmento de una de estas películas, Music for Millions, traducida al español como Al compás del corazón, es donde podemos verle en el doble rol de solista-director.

La experiencia cinematográfica de Iturbi terminó en esa década en la que había empezado, pero su incansable actividad concertística prosiguió hasta pocos meses antes de ese fatídico 28 de junio de 1980.

Hoy, además de esa efeméride, es una de mis últimas visitas diarias a la calle Iturbi, pues la plaza que conseguí en el CEP en la convocatoria del otoño pasado sólo era para este año y la siguiente, que a estas alturas debería ya estar resuelta, todavía no ha salido (lo cual, en este período de recortes salvajes en todos los servicios públicos, no es buen presagio). Eso sí, seguramente volveré de vez en cuando a mi CEP para aprovechar su oferta formativa y colaborar en lo que pueda.

A pesar de su brevedad, me voy contento por haber tenido la oportunidad de realizar esta experiencia tan enriquecedora, personal y profesionalmente, aunque ya presiento una gran nostalgia de mis compañeros y compañeras, que tan bien me han acogido y acompañado en este período. Para combatirla, cierro mis ojos y con mi imaginación me levanto de mi silla y recorro todo el CEP, despacho por despacho, mesa por mesa, hasta la puerta de salida para agradecerles a todos ellos y ellas, además del cariño que me han demostrado constantemente en estos últimos meses y que sean las personas tan estupendas que son:

  • a José Carlos y José Antonio, mis compañeros de “cueva” (que es como llamamos cariñosamente a nuestro despacho, por ser el lugar más recóndito del CEP), por su constante disponibilidad para solucionar instantáneamente todas mis dudas de novato, y siempre con una gran sonrisa;
  • a Yolanda, porque su dedicación me permitió disfrutar plenamente de una licencia durante la cual pude despreocuparme del todo de un curso importante del que era el asesor responsable y en cuyo estreno no pude estar presente;
  • a Elías, por su buen humor y la alegría que transmite cuando arranca a cantar (da igual ópera que flamenco), haciendo más llevaderos los momentos más estresantes;
  • a Ángel, por ser tan buen compañero y compartir sus conocimientos, tanto los propios de la asesoría como los gastronómicos y enológicos;
  • a Nono, Javier y Benjamín, por haberme apadrinado en mi primera tarea importante en el CEP, la participación en la organización del II Encuentro Provincial de Blogs Educativos. ¡Qué lujo trabajar con un equipo así!
  • de nuevo a Benjamín y Javier, por tantas cosas más que, de escribirlas aquí, el servidor se quedaría sin espacio en disco;
  • a Carmen, por confortarme con tanto cariño y calor humano en un momento muy delicado, justo después de mi primer paso hacia la asesoría;
  • a Rosa, por haberme acompañado en mi primera visita a un centro educativo. A su lado, el pellizco en el estómago era más soportable;
  • a Flores, María José, Isabel, Paz y Pepa, porque aunque haya visitado demasiado poco su despacho (ahora que es tarde es cuando me doy cuenta, y lo lamento) siempre que he podido las he estado observando en su quehacer profesional para aprender de su ejemplo;
  • a Nico, por su cercanía, su empatía y su paciencia para explicarme procedimientos y enmendar mis errores;
  • a Manolo, por su fuerte liderazgo y su gran capacidad de compartirlo, por tener unas líneas pedagógicas muy claras y saber transmitirlas, por la confianza y la autonomía que me ha dado desde el primer día. En pocas palabras: por encarnar el tipo de director que me gustaría tener hasta el día en que me jubile;
  • a María del Mar, María Dolores, Isabel y Ángeles, por la gran disponibilidad demostrada todas las veces que las he necesitado, además de por su simpatía y alegría y las sonrisas que me han regalado todos los días al comienzo y al final de mi jornada laboral.

Ha terminado mi paseo imaginario: ya estoy fuera del CEP, en medio de la calle José Iturbi.

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Una conversacion sobre interpretación de la música española con Agustín Manuel Martínez


Agustín Manuel Martínez es un apasionado de la música nacionalista española y en su haber cuenta con publicaciones e investigaciones que tienen la finalidad e difundir este legado de gran riqueza.
Son destacables la transcripciones a partitura de las improvisaciones que Albéniz y Granados dejaron registradas en rollos de cera y pianola, así como sus estudios sobre Falla, Turina, etc. Ha realizado sendos ciclos de conferencias y conciertos didácticos con la finalidad de difundir este patrimonio musical entre jóvenes y no tan jóvenes. 


I.V. Hola, Agustín.  Me gustaría saber qué es lo que te mueve a realizar actividades para divulgar esta música.
A.M.M.Tengo interés en animar a los cantantes y pianistas a investigar en el repertorio nacionalista español porque hay mucha joya digna de ser interpretada, por ejemplo de Lorca se tocan hasta la saciedad las canciones españolas antiguas pero existen otros materiales que merece la pena conocer.
Otro ejemplo, las canciones de Joaquín Nin injustamente olvidadas, las canciones de Manuel García o las del valenciano Vicente Asencio.

I.V. Y de dónde nace esta pasión...
A.M.M. Ya desde niño llamaba mucho mi atención y despertaba mi curiosidad escuchar zarzuelas por la televisión, cada semana una diferente. La primera grabación que me regalaron fue una cinta de casette con una selección de momentos de zarzuelas y mi primer disco fue el Concierto de Aranjuez de Rodrigo. Respiro música española desde que tengo recuerdo. Mi casa siempre ha estado abierta a recibir a otros músicos que siempre me han enriquecido (guitarristas, pianista, cantaores...)

I.V. ¿Que es lo que destacas de este tipo de música?
A.M.M. La música nacionalista muchas veces está basada en un sistema armónico fundamentado en la modalidad frigia por la influencia árabe en el folklore que incidió también en la música gitana o flamenca. Esto revierte en que la cadencia andaluza descendente a veces se frasee al modo clásico en diminuendo cuando en realidad en está música tiene la fuerza expresiva al final de la frase, por lo tanto muchas veces deberían interpretarse en crescendo, coincidiendo con el momento que, espontáneamente, el público jalearía con un Olé! (typical spanish, ;)).  Es prototípico un clímax al final de las frases coincidiendo con el final de la cadencia andaluza. Un ejemplo de cadencia andaluza en el final de la romanza de Las Carceleras de Las Hijas del Zebedeo de Chapí.

I.V ¿Qué más añadirías?
A.M.M. Otro elemento característico de la interpretación de la música española son los llamados tresillos españoles ayes (ay expresivos) o jipíos, especies de melismas, verdaderos lamentos sonoros,  conclusivos no solo con valor ornamental sino también estructural en la composición, que a veces son acompañadas de intenciones glosolálicas por parte de la música popular en la que se inspira.
Por eso se permite extender los melismas a gusto del intérprete según el "duende" del momento o acentuar el comienzo o alargar brevemente, enfatizando la primera nota del tresillo. 

I.V. Entonces, la melodía nos puede dar pistas sobre qué ha de ser subrayado...
A.M.M. Es importante prestar mucha atención al concepto de sensibilización, es decir, las notas atractivas que enfatizan un grado por alteración cromática de los colindantes. El semitono anterior es el que lleva más carga dinámica.

I.V. ¿Puedes decirnos algo sobre el parámetro del ritmo?
A.M.M. Destacaría los ritmos tríbacos (puntillos) de manera que a veces se alargue la nota más la larga y se acorte la segunda nota, más breve. Esta es una tradición interpretativa que proviene ya desde el Barroco que se haya documentado, debido a la imprecisión de la notación rítmica que intenta ser exacta pero es imposible que capte todas las sutilezas.
El sentido de la acentuación por ejemplo para resaltar diseños hemiólicos o sincopas así como la acentuación de partes débiles del compás que les da el impulso o el off-beat como en el jazz, por hacer un símil.

I.V. ¿Qué nos dices sobre los tempi en los que se interpreta esta música?
A.M.M. Os recomiendo hacer una escucha profunda y global de todo el legado que los propios compositores y su escuela más directa nos dejaron. La música española interpretada a un tempo más lento del que fue pensado originariamente hace que pierda colorido, interés, a veces, hasta su "bailabilidad" de la que es tan deudora en su inspiración.

I.V. ¿La música nacionalista ha sido un fenómeno breve y localizado o por contra global y extenso?
A.M.M. Se puede hablar de dos "oleadas" nacionalistas en la propagación de los elementos populares en la música culta.
La primera oleada está propiamente inscrita en el Romanticismo. Comenzó en el siglo XIX y  encontramos ejemplos representativos en las "Rapsodias húngaras" de Liszt, la "Polonesas" de Chopin... Estas obras realizaban un tratamiento del folklore libre y acientífico. En esta primera incursión la música popular era directamente, literalmente, vertida al pentagrama.En España, el precursor fue Pedrell y teóricamente, mucho antes, Eiximeno.

La segunda "oleada" transcurre en los albores del siglo XX,  paralelo al desarrollo de la musicología con Bartok, Kodály y Falla en España. Estos compositores se inspiran en el folklore para crear su propio material, toman la esencia y casi nunca copian directamente. Hacen melodías como si fueran populares pero nunca idénticas, crean su propio "folklore imaginario" .

I.V. ¿En qué fuentes has basado tus estudios sobre la música española?
A.M.M. Citaré cuatro tipos de fuentes diversas:
1. El análisis auditivo del material sonoro (música flamenca, grandes interpretaciones como las de Alicia Larrocha, Teresa Berganza, Pilar LorengarZanetti, Rafael Orozco, Felix Lavilla, Carles Trepat...)
 2. El conocimiento de las partituras de guitarra y su técnica (cómo la armonía de la guitarra va influir en la melodía dándose el caso de que a veces se producen desconexiones entre guitarra y voz en la armonía debido a que es una música de alto componente improvisatorio)
3. El análisis de las partituras
4. El estudio de la bibliografía existente, si bien no es poca, tampoco es tan grande como esta música mereciera.

I.V. Veo que has investigado mucho y todo esto daría para una conferencia o un curso sobre interpretación de música española. 
A.M.M. Parte de lo que te he comentado proviene de una charla sobre los procesos armónicos en la música nacionalista española y su relación con la interpretación.

I.V. Muchas gracias por compartir tu tiempo y tu sabiduría que estoy convencida que ayudará a orientar a cantantes y pianistas en la interpretación de este patrimonio maravilloso. 
A.M.M. Ha sido un placer poder colaborar en tu espacio al cual felicito por la gran labor que está haciendo. 


Podéis encontrar más información sobre Agustín Manuel Martínez, su obra y sus publicaciones en estos dos sitios: Página personal y en El blog "De la creatividad al piano"

Un año sin Alicia de Larrocha

Ya ha pasado un año desde que la gran pianista Alicia de Larrocha nos dejó. La recordamos hoy disfrutando de su magistral interpretación del segundo movimiento de España, Op.165 (clic para descargar la partitura) de Isaac Albéniz.

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