De la banda sonora de la película de Ridley Scott Gladiator, de 2000.
Transcripción para flauta dulce y piano por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Un cumpleaños de película: Hans Zimmer, del blog educacionmusical.es.
Dmitri Shostakovich (1906-1975): Vals nº2 de la Suite para orquesta de variedades.
Esta suite ha sido confundida durante años con la Suite nº2 para orquesta de jazz. Il vals nº2 ha sido incluido en la banda sonora de la película de Stanley Kubrick Eyes Wide Shut.
Transcripción para flauta dulce y piano por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Vals para orquesta de variedades, del blog educacionmusical.es.
Bruno Coulais (1954): Vois sur ton chemin de Los chicos del coro.
De la banda sonora de la película de 2004 Los chicos del coro.
Transcripción para 2 flautas dulces y piano por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Los chicos del coro, del blog educacionmusical.es.
Jacques Offenbach (1819-1880): Barcarola de Los cuentos de Hoffmann.
Aria titulada Belle nuit, ô nuit d’amour, incluida en la banda sonora de la película La vida es bella de Roberto Benigni.
Transcripción para 2 flautas dulces por Massimo Pennesi. Esta partitura interactiva ha sido publicada originalmente en el post Elvis y la Barcarola de Offenbach, del blog educacionmusical.es.
Scena dal film La vida es bella
Guido (Roberto Benigni) usa la Barcarola para hacerle saber a su mujer Dora (Nicoletta Braschi) que él y su hijo Giosuè (Giorgio Cantarini) están bien.
En muchas obras literarias o cinematográficas, dentro de un contexto de ficción aparecen también personajes que realmente han existido y que no siempre salen bien parados en ese relato imaginario. Eso fue lo que ha ocurrido con Antonio Salieri, convertido en un asesino primero por Aleksandr Pushkin, en su pequeña tragedia Mozart y Salieri, y luego por Peter Schaffer y Milos Forman, respectivamente guionista y director de la película Amadeus, inspirada a su vez en una obra teatral del mismo guionista.
En un primer momento se puede suponer que los autores de esas obras se ensañan con estos dos grandísimos músicos por tenerles ojeriza y por cierta falta de documentación histórica. Sin embargo esto no es cierto en ninguno de los dos ejemplos, pues ambos tienen su explicación que se apoya en hechos o situaciones reales. En el caso de Salieri, ya lo contábamos en otro post, se debía a la demencia que sufrió el compositor italiano durante sus últimos años, por la cual se obsesionó con la idea de haber asesinado a Mozart.
En cuanto a Jelly Roll, cuyo verdadero nombre era Ferdinand Joseph LaMothe, realmente se caracterizaba por cierta soberbia y un egocentrismo tal que le llevó hasta a autoproclamarse “el inventor del jazz”, una afirmación que, más que admiración, le valió la antipatía y hasta las burlas de gran parte de sus colegas, además de las de muchos aficionados a este género musical. Por otro lado, lo que sí parece comprobado es que fue el primero en publicar una pieza de jazz, Jelly-Roll Blues, que grabó en 1924 en solitario con su piano y volvió a grabar dos años más tarde con su grupo Red Hot Peppers. Naturalmente estos rasgos desagradables de su carácter no restan un ápice a su valía como pianista y compositor, ni a la importancia que tuvo en el desarrollo del pianismo jazz, aunque sí explican la razón por la cual un intelectual de profunda cultura musical como Baricco (imprescindible su L’anima di Hegel e le mucche del Wisconsin, un ensayo sobre la relación entre músicos y público en la modernidad) eligió incluir en su monólogo a una persona real cuando todos los demás personajes son inventados, y encima para atraer sobre él todas las antipatías del público al enfrentarlo en un duelo musical con el tierno y cándido Novecento, el protagonista de la historia, interpretado magistralmente por Tim Roth.
Las tres piezas que toca Jelly Roll Morton en la película, interpretado por Clarence Williams III (quien por cierto es nieto de Clarence Williams, otro de los legendarios pianistas de jazz de comienzos del siglo pasado), son Big Foot Ham, The Crave y Fingerbreaker, todas obras del mismo Jelly, aunque arregladas por Ennio Morricone, el autor de la banda sonora, ganadora de un Globo de Oro. En el siguiente vídeo podemos escuchar The Crave ―cuya partitura podéis descargar gratuitamente en la wiki del Proyecto Petrucci, que también ofrece la de la mencionada Jelly-Roll Blues― en la versión original del mismo autor.
Jelly Roll Morton, muerto hace exactamente 72 años, nos dejó muchas más grabaciones. En el canal generado automáticamente por YouTube con los vídeos subidos por los usuarios, actualmente hay 2.190 que contienen su música, algunas de las cuales son originales, como es el caso de la que citábamos anteriormente: The Original Jelly-Roll Blues en la versión de 1926 con los Red Hot Peppers.
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