No puedo parar de preocuparme por mi próxima actuación… 4 Razones y 4 Formas de dejar de hacerlo

Todos nos preocupamos por la “materia” de nuestra vida cotidiana de vez en cuando.
La mayor parte de estas preocupaciones son bastante inocentes. Pero a veces, nuestras preocupaciones van más allá de las inquietudes pasajeras y se transforman en un tipo de preocupación más debilitante. Esto es lo que se llama preocupación de “perseveración”.

Aquella en la que nos quedamos atrapados en un bucle de preocupación, sin poder dejar de preocuparnos, y que nos hace sentir cada vez más estresados y ansiosos. Por ejemplo, como puede suceder en los días (o semanas) previos a un concierto importante o audición. Cuando estamos plagados de pensamientos como – ¿Qué pasa si me equivoco? ¿Qué sucede si tengo me quedo en blanco? ¿Qué pasa si mi arco empieza a temblar y no puedo controlarlo? 

Algunos de nosotros somos más propensos a preocuparnos que otros, por supuesto. Y algunos de nosotros tardamos más en detener nuestras preocupaciones, una vez que el vórtice de la fatalidad nos absorbe. ¿Por qué es tan difícil detener este tipo de preocupación? ¿Hay algo que podamos hacer para cortarla cuando emerge? ¿O quizás no sea algo tan malo?

Teoría de la preocupación

Un par de investigadores hicieron una revisión de la literatura científica para acercarse a una “teoría unificada de la preocupación” (no, en realidad no lo llaman así, es sólo que creo que todo suena más guay cuando está precedido por la frase “teoría unificada de …” ). Y resulta que hay ciertos factores que tienden a provocar “bucles de preocupación” y un conjunto diferente de factores que mantienen las preocupaciones. Con una mejor comprensión de estos ingredientes, tal vez podamos encontrar formas de detener estas espirales descendentes antes de que acumulen demasiada fuerza.

¿Por qué empiezan los bucles de preocupación? (es decir, cuáles son los factores “desencadenantes”)

Atención

La gente que tiende a preocuparse tiende a estar más en sintonía con las amenazas que hay a su alrededor. Es como si su “radar” de amenazas llegara a 11. Así que tienden a ver más señales de cosas malas por venir, que los que no se preocupan, que no se dan cuenta. Como por ejemplo, se fija en todas las veces que el conductor parece mirar en su dirección, y no en la sonrisa que le dedica.

Con el tiempo, este sesgo de atención comienza a sesgar nuestra visión del mundo (o conjunto), haciendo que que lo sintamos como un lugar más aterrador (que tal vez realmente sea). Después de todo, estamos notando todas las formas en que el mundo es amenazante, y pocas de las formas en que el mundo es un lugar acogedor, de apoyo e inspirador.

Interpretación

Gran parte de lo que experimentamos en el día a día es bastante ambiguo. Digamos que alguien no ha respondido a su correo electrónico durante un par de días. ¿Significa que le ofendiste de alguna manera? ¿O tal vez estaba ocupado y no han tenido tiempo para responder? Es imposible saberlo, pero los preocupados tienden a interpretar esos eventos ambiguos de una manera que amplifica la amenaza. Lo cual, por supuesto, hace difícil no inquietarse y preocuparse.

¿Por qué los bucles de preocupación son difíciles de detener (es decir, cuáles son los factores que ayudan a mantener la preocupación)

Humor

Sabemos que preocuparnos a menudo tiene el efecto de ponernos de mal humor, pero hay evidencias de que funciona de otra manera también. Que estar en un estado de ánimo negativo también ayuda a caer en bucles de preocupación.

Además, estar en un estado de ánimo negativo tiene este efecto extraño de hacernos más perfeccionistas acerca de nuestra preocupación. Donde empezamos a sentir la necesidad de preocuparnos hasta que hayamos encontrado todas las soluciones posibles para cada amenaza potencial. O hasta que hayamos solucionado la preocupación de manera tan efectiva que nos sintamos mejor. Pero rara vez (¿alguna vez?) la preocupación nos hace sentir mejor, por lo que terminamos cavando el agujero más y más profundo, lo que hace aún más difícil romper el ciclo.

Creencias

De manera similar, a veces interiorizamos creencias o “reglas” inútiles acerca de la preocupación. Al igual que la idea de que preocuparse evitará que algo malo suceda (o al menos, hará menos probable que lo malo suceda). O que si nos preocupamos de que ocurra algo malo, estaremos preparados para ello.

Hay ciertamente algo que decir sobre la planificación de la contingencia y el intentar resolver problemas antes de que ocurran. La preocupación que está orientada a la acción productiva de esta manera puede ser útil. Pero eso es muy diferente a vivir en una situación que nos causa ansiedad, repitiéndola una y otra vez en nuestras cabezas, acompañada por una cadena interminable de ardor de estómago sin respuesta que induce a pensar “¿qué pasará si…?”.

¿Cómo ponerle solución?

Así que hemos identificado dos razones por las que comienzan los bucles de preocupación, y dos razones por las que los bucles de preocupación pueden ser difíciles de detener (aparte de la más obvia de no estar adecuadamente preparada, ¡por supuesto!). ¿Cómo podemos usar este conocimiento para detener o reducir nuestras preocupaciones desbocadas? No puede haber una sola solución a todo, pero aquí hay 4 estrategias que la investigación sugiere y que puede ayudar.

Participar en actividades para mejorar el estado de ánimo

Los bucles de preocupación pueden golpearnos cuando estamos de mal humor. Lo cual no significa que debamos aspirar a irradiar alegría las 24 horas del día. Pero hay una tendencia paradójica, cuando estamos en horas bajas, a hacer cosas que realmente profundizan nuestro estado de ánimo negativo.

Por ejemplo, si nos sentimos desalentados después de un mal día de práctica o de un concierto/audición poco fructífero, y estamos empezando a preguntarnos si tenemos lo que se necesita para ganar una audición, es fácil querer desplomarse en el sofá con una caja de helado, sándwiches y ver algo en Netflix. Y eso nos parecerá apetecible y genial a corto plazo, pero será menos probable que levante nuestro estado de ánimo que ir a correr, ver a un amigo, o comenzar un nuevo pasatiempo, como el tiro con arco (!?).

Usar la regla de parar “ese sentimiento que continúa”

Esto va a sonar ridículamente simple, pero cuando te encuentres en un bucle de preocupación, tómate un momento para hacer una pausa y pregúntate si te gustaría continuar preocupándote o no. Lo más probable es que te resulte más fácil detener el ciclo y seguir adelante. Por defecto, tendemos a usar lo que los psicólogos llaman la regla de “tanto como pueda”, donde permanecemos sin pensar en el bucle de preocupación hasta que nos sintamos mejor (lo cual casi nunca sucede).

Destrucción cognitiva

Esto suena contraintuitivo, por lo que es posible que quieres leer más sobre el tema aquí (@bulletproof), aquí (@Huffington Post), o aquí (relacionado con el deporte). Se trata de retroceder un poco para observar nuestra voz interior, y reconocer que nuestras preocupaciones son sólo pensamientos, no la realidad. Esto puede ayudarnos a avanzar más rápidamente y evitar quedar atrapados en un bucle.

Aparcar las preocupaciones

Esta estrategia también sonará un poco simple, pero programar el tiempo que le dedicamos a la preocupación es un hack psicólogo clásico, que los estudios sugieren que  puede ayudar a mantener las preocupaciones lejos nuestros pensamientos. Lea más sobre esto aquí (@bulletproof).


Traducido de: Bullet Proof Musician

Autor: Dr. Noa Kageyama

Título original: Can’t Stop Worrying About An Upcoming Performance? Here Are 4 Reasons Why – and 4 Ways to Stop.

Enlace al original: http://www.bulletproofmusician.com/cant-stop-worrying-about-your-upcoming-performance-4-reasons-why-4-ways-to-stop/

 

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POESÍA, RECITAL DE CLARINETE Y PIANO EN ALCALÁ DE HENARES

clarinete_piano

Recital de clarinete y piano

Cecilia Serra, clarinete; Jorge Blasco, piano.

SÁBADO 25 DE MARZO A LAS 19:00

AULA DE MÚSICA DE LA UNIVERSIDAD

C/ COLEGIOS 10, ALCALÁ DE HENARES

Entrada 5€

Obras de Schumann, Brahms, Wolf, Mahler,
Vaughan-Williams

1ª PARTE
“Widmung” R. Schumann (1810-1856)
“Wie Melodien zieht es” . J. Brahms (1833-1897)
“Auch kleine Dinge” H. Wolf (1860-1903)
https://www.facebook.com/plugins/video.php?href=https%3A%2F%2Fwww.facebook.com%2FJuan.A.Jimenez%2Fvideos%2F10209479038188225%2F&show_text=0&width=400” target=”_blank”>”Lob des hohen Verstandes” G. Mahler (1860-1911)
“6 Studies in english folksong” R. Vaughan Williams (1872-1958)

2ª PARTE
“Première Rhapsodie” C. Debussy (1862-1918)
“A Chloris”
“L’heure exquise”
“Si mes vers avaient des ailes” R. Hahn (1874-1947)
“Sonata” F. Poulenc (1899-1963)

EVENTO DE FACEBOOK

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Clarinetistas cuentacuentos en los Didácticos del Teatro Jovellanos.

¿Te perdiste los Conciertos Didácticos de los Clarinetistas cuentacuentos en el Teatro Jovellanos? ¿Los viviste en directo y te gustaría recordarlos?

En esta entrada comparto con vosotros un montón de fotos del evento, os presento a sus protagonistas, enlazo los artículos que la prensa asturiana nos dedicó y os muestro cuatro vídeos del concierto: uno en el que explico cómo usar los móviles en los conciertos y uno de cada una de las agrupaciones que participaron en ese concierto por orden de aparición en el mismo: un monólogo en el que explico la forma de usar los móviles en los conciertos, los Clarinetistas cuentacuentos, el Ensemble de Tubas y Bombardinos, así como el Coro de Voces Blancas.

Primero los enlaces, el de La Nueva España, que contiene muchas fotos del concierto, y el de El Comercio. Muchas gracias a los profesionales de ambos diarios por dedicarnos esos espacios.

Ahora fotos de los protagonistas porque aunque el título general del espectáculo era Clarinetistas cuentacuentos, lo cierto es que no estábamos solos, ni mucho menos.

El Coro de Voces Blancas en el Camerino con su directos Jesús Gavito.



El Ensemble de Tubas y Bombardinos, con su director David Muñoz, en el escenario, a telón cerrado, justo antes de empezar uno de los conciertos..

Sonia Arango, narradora de uno de los cuentos, y Óscar Camacho, pianista del Coro de Voces Blancas y Jefe de Estudios del Conservatorio, entre bambalinas esperando su turno de actuación.

Las dos narradoras momentos antes de la actuación.

Y los Clarinetistas cuentacuentos, con el profesor de clarinete Nacho Menéndez, en la Sala de Ensayo deseando subir al escenario para empezar su actuación.

Y llegó el momento. Tras el monólogo con el que se daba la bienvenida al público y que podéis ver en el primero de los vídeos, los Clarinetistas cuentacuentos accedieron al escenario desfilando por el patio de butacas, tocando de memoria "La Marcha Militar" de F. Schubert, lo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta que parte del alumnado participante era de primer curso de clarinete y cuatro meses atrás ni siquiera sabían hacerlo sonar.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.


Después llegaba el turno del Ensemble de Tubas y Bombardinos con el que tuve el placer de narrar el cuento "Las clases de tuba", de T.C. Bartlett.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.

Mientras detrás del telón se preparaba la siguiente actuación yo invitaba a algunas personas del público a que compartieran conmigo un momento muy especial: la narración de El libro del silencio, de D. Underwood. Además hicimos un poquito de meditación y resultó muy emocionante compartir con todo el público un momento de silencio y quietud.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.

Mientras, detrás del telón ya estaban preparados los Clarinetistas cuentacuentos, unos dispuestos a interpretar musicalmente la "Suite Alpina" de B. Britten y el resto preparados para interpretar teatralmente el cuento "Por cuatro esquinitas de nada", de R. Jerome


Fotos: J. Plaza, La Nueva España.


Después llegaba el turno del Coro de Voces Blancas, de cuya actuación no tengo ninguna foto (no se puede estar en misa y repicando) y tras los aplausos y los agradecimientos finales todos los participantes ocupamos el escenario para interpretar con percusión corporal la última obra que interpretaba el coro. 

Ahora es el turno de los vídeos. 












Una experiencia única en la que pudimos disfrutar todos los participantes: público, alumnado, profesionales del teatro y de Alquisa (la empresa encargada de la proyección) y profesionales del Departamento de Educación de la Fundación de Cultura del Ayuntamiento. Una experiencia de esas que te deja buen sabor de boca y muchas ganas de seguir trabajando por la música y la salud. Muchas gracias a todas las personas que la hicieron posible. Por mucho que mis ideas sean buenas, sin su ayuda se quedarían en eso, ideas. Os dejo con otro vídeo, el de nuestra aparición en los informativos de la TPA. 

Clarinetistas cuentacuentos en los Didácticos del Teatro Jovellanos.

¿Te perdiste los Conciertos Didácticos de los Clarinetistas cuentacuentos en el Teatro Jovellanos? ¿Los viviste en directo y te gustaría recordarlos?

En esta entrada comparto con vosotros un montón de fotos del evento, os presento a sus protagonistas, enlazo los artículos que la prensa asturiana nos dedicó y os muestro cuatro vídeos del concierto: uno en el que explico cómo usar los móviles en los conciertos y uno de cada una de las agrupaciones que participaron en ese concierto por orden de aparición en el mismo: un monólogo en el que explico la forma de usar los móviles en los conciertos, los Clarinetistas cuentacuentos, el Ensemble de Tubas y Bombardinos, así como el Coro de Voces Blancas.

Primero los enlaces, el de La Nueva España, que contiene muchas fotos del concierto, y el de El Comercio. Muchas gracias a los profesionales de ambos diarios por dedicarnos esos espacios.

Ahora fotos de los protagonistas porque aunque el título general del espectáculo era Clarinetistas cuentacuentos, lo cierto es que no estábamos solos, ni mucho menos.

El Coro de Voces Blancas en el Camerino con su directos Jesús Gavito.



El Ensemble de Tubas y Bombardinos, con su director David Muñoz, en el escenario, a telón cerrado, justo antes de empezar uno de los conciertos..

Sonia Arango, narradora de uno de los cuentos, y Óscar Camacho, pianista del Coro de Voces Blancas y Jefe de Estudios del Conservatorio, entre bambalinas esperando su turno de actuación.

Las dos narradoras momentos antes de la actuación.

Y los Clarinetistas cuentacuentos, con el profesor de clarinete Nacho Menéndez, en la Sala de Ensayo deseando subir al escenario para empezar su actuación.

Y llegó el momento. Tras el monólogo con el que se daba la bienvenida al público y que podéis ver en el primero de los vídeos, los Clarinetistas cuentacuentos accedieron al escenario desfilando por el patio de butacas, tocando de memoria "La Marcha Militar" de F. Schubert, lo que tiene mucho mérito teniendo en cuenta que parte del alumnado participante era de primer curso de clarinete y cuatro meses atrás ni siquiera sabían hacerlo sonar.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.


Después llegaba el turno del Ensemble de Tubas y Bombardinos con el que tuve el placer de narrar el cuento "Las clases de tuba", de T.C. Bartlett.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.

Mientras detrás del telón se preparaba la siguiente actuación yo invitaba a algunas personas del público a que compartieran conmigo un momento muy especial: la narración de El libro del silencio, de D. Underwood. Además hicimos un poquito de meditación y resultó muy emocionante compartir con todo el público un momento de silencio y quietud.

Foto: J. Plaza, La Nueva España.

Mientras, detrás del telón ya estaban preparados los Clarinetistas cuentacuentos, unos dispuestos a interpretar musicalmente la "Suite Alpina" de B. Britten y el resto preparados para interpretar teatralmente el cuento "Por cuatro esquinitas de nada", de R. Jerome


Fotos: J. Plaza, La Nueva España.


Después llegaba el turno del Coro de Voces Blancas, de cuya actuación no tengo ninguna foto (no se puede estar en misa y repicando) y tras los aplausos y los agradecimientos finales todos los participantes ocupamos el escenario para interpretar con percusión corporal la última obra que interpretaba el coro. 

Ahora es el turno de los vídeos. 












Una experiencia única en la que pudimos disfrutar todos los participantes: público, alumnado, profesionales del teatro y de Alquisa (la empresa encargada de la proyección) y profesionales del Departamento de Educación de la Fundación de Cultura del Ayuntamiento. Una experiencia de esas que te deja buen sabor de boca y muchas ganas de seguir trabajando por la música y la salud. Muchas gracias a todas las personas que la hicieron posible. Por mucho que mis ideas sean buenas, sin su ayuda se quedarían en eso, ideas. Os dejo con otro vídeo, el de nuestra aparición en los informativos de la TPA.