Me llama poderosamente la atención que en los concursos televisivos de cocina, uno de los reclamos sea el alto nivel del jurado. Son reconocidos cocineros con galardones como estrellas Michelín que han demostrado su valía profesional los que juzgarán a los aspirantes, dando así una mayor credibilidad y solvencia a las decisiones que adopten.
No se me ocurre que el jurado de estos concursos del arte culinario fueran personas de otros ámbitos que se limitaran a decir "está bueno o está malo". Hacen falta muchos más parámetros para hacer un juicio de valor justo y lo más objetivo posible.
Sin embargo en muchos concursos de canto que se televisan esto no sucede así y puede estar en la mesa del jurado un actor o actriz de moda, alguien cuyo mérito principal es "ser famoso" o haber salido en revistas del corazón, periodistas o hasta el/la friki de turno... y nadie pone el grito en el cielo.
El concursante se va a llevar seguro un desengaño o decepción con el resultado, sea cual sea, puesto que estas personas
no tienen ni el criterio ni la experiencia ni los conocimientos adecuados para valorar una voz (y así observo como quien debería ganar no lo hace y viceversa, es decir, parece ser la cualidad vocal el último criterio a tener en cuenta en los concursos canoros;)
Está claro que la televisión ofrece una cierta relevancia pero en la medida en que nos prestemos a participar en este tipo de iniciativas y permitir que cualquiera valore estéticamente sin fundamentos estaremos haciendo un flaco favor a la profesión.