Al considerar el concepto de distancia en la educación a distancia, tradicionalmente tres aspectos son considerados en primer lugar:
- Distancia geográfica, según la cual el estudiante y el profesor pueden encontrarse en lugares muy alejados entre sí.
- Distancia temporal, por la cual, en la educación a distancia asíncrona, estudiante y profesor no tienen por qué hacer coincidir en el tiempo sus intervenciones.
- Distancia intelectual, que hacer referencia a la diferencia en conocimientos y habilidades que existe entre el profesor y el alumno –en este sentido, el objetivo de la educación es reducir este espacio.
Sin embargo, uno de los enfoques teóricos más interesantes para explicar la distancia es el concepto de distancia transaccional propuesto por Michael G. Moore. El resultado de este proceso de análisis cualitativo es
la teoría de la distancia transaccional, que afirma que los diferentes programas educativos se pueden diferenciar según el grado existente de estructura, la cantidad de control ejercida por el formado o la institución educativa y el diálogo o la cantidad de control ejercida por el alumno.
Resultando así que éstos son los factores que definen el campo: A mayor estructura, se produce un aumento de la distancia, mientras que a mayor diálogo menor distancia.
Por lo tanto, la educación a distancia no está definida por la separación geográfica entre el profesor y el alumno, sino por la cantidad de diálogo y estructura existentes. En otras palabras, el docente y el grupo de alumnos pueden estar distantes si no hay diálogo, aunque se encuentran bajo el mismo techo.
De igual modo, habiendo diálogo, el docente y los alumnos pueden estar unidos, incluso si están separados físicamente por miles de kilómetros. Este estudio dinámico y sistémico de la educación a distancia ha hecho que la distancia resulte irrelevante, y ha centrado el foco de atención en:
- la comunicación a través de diferentes medios
- la construcción del conocimiento.
Es decir, donde hay comunicación significativa entre el alumno y el docente la distancia entre estos disminuye, y cuando la comunicación significativa disminuye, la distancia aumenta. Lo cual resulta pertinente para cualquier tipo de educación, sea a distancia o presencial.
Gracias a la profesora Dra. M. Eulàlia Torras Virgili por sus interesantes y claras aportaciones.