Los veinticuatro violines del rey: la primera orquesta permanente de la historia

El Barroco es un periodo muy breve pero muy importante para la música. En sólo 150 años se inventó la monodia acompañada, el bajo continuo, la ópera, el concierto, las arias, el virtuosismo, el violín tal y como lo conocemos...y la orquesta.
La primera de todas se llamó Los veinticuatro violines del rey y su creador no es otro que el gran Jean Baptiste Lully (1632-1687)
El rey al que aludía era Luis XIV (también conocido como el "rey sol"), el lugar Versalles y el siglo el XVII
Pero ¿cómo suena una orquesta que ya no existe, cuyos instrumentos se perdieron, y la forma de tocarlos cayó en desuso?
Te lo cuentan en este artículo y lo puedes ver y oír en el vídeo que lo ilustra
Y por si quieres hacerte una idea de cómo se veía la orquesta en tiempos de Luis XIV aquí te dejo este vídeo de la película Tous les matins du monde, que cuenta la historia de Marin Marais discípulo de Lully dirigiendo la orquesta tal y como la concibió Lully.




Para empaparnos un poco más del espíritu de Lully y de su orquesta de los 24 violines del rey os he preparado este WIX con la partitura, el midi, y el acompañamiento de la Marcha para la ceremonia de los Turcos, perteneciente a El burgués Gentilhombre, comedia ballet escrita a medias con Moliere, el gran dramaturgo francés.


Vals para orquesta de variedades

Dmitri ShostakovichLa historia de la música está llena de errores de todo tipo: desde la atribución de una obra a una persona diferente del verdadero autor (como es el caso de la Sinfonía de los juguetes de Edmund Angerer, erróneamente atribuida a Haydn o a Leopold Mozart, o la famosa bagatela Para Elisa, cuyo autor probablemente no sea Beethoven, sino otro Ludwig que se apellidaba Nohl) o errores de catalogación, consistentes en opus o hasta en títulos equivocados.

Aunque estos malentendidos se dan con más frecuencia en las obras más antiguas -como es el caso de las dos citadas, ambas de más de 200 años- no faltan ejemplos bastante más recientes. La pieza que veremos hoy es de Dmitri Shostakovich, un compositor ruso cuya vida transcurrió enteramente en el siglo XX.

Su abundante producción musical incluye todo tipo de composiciones clásicas: sinfonías, óperas, sonatas, cuartetos, suites, ballets, etc. Además, Shostakovich también se dedicó a la música para el cine, escribiendo las bandas sonoras de más de 30 películas.

Justamente gracias al cine, a la película Eyes Wide Shut, obra póstuma de Stanley Kubrik, se ha hecho famosa una pieza a la que Shostakovich no dio mucha importancia en su momento, tanto es así que no conocemos la fecha exacta de su composición, seguramente posterior a 1956. Se trata de un vals de una obra identificada durante años como la Suite para orquesta de jazz nº2, hasta que en 1999 el descubrimiento de una partitura para piano de esta última volvió a cuestionar la identidad de la obra que contiene nuestro vals, a continuación en la versión de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam dirigida por Riccardo Chailly, la misma que acompaña las imágenes de la película de Kubrik.

Aunque tanto en los créditos de la película y en la carátula del disco de la banda sonora como en la gran mayoría de las demás grabaciones y partituras aparezca el título equivocado, ahora sabemos que se trata del Vals nº2 de la Suite para orquesta de variedades, cuyo primer tema he arreglado para flauta dulce. No es muy sencillo de tocar debido a que sus compases más rápidos están justo en el cambio de octava, pero puede ser útil justamente para ensayar esa dificultad a la vez que se disfruta de una pieza muy sugestiva.

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