No es garantía suficiente para un alumno que quiera estudiar canto que el profesor solamente sepa cantar. Enseñar a cantar implica que el profesor debe poseer un vasto cuerpo de conocimientos en relación a la anatomía, la fisiología, la psicología, la pedagogía, la didáctica y un largo etcétera, además de saber cantar... No se puede enseñar nada que no se sepa hacer.
Tradicionalmente la profesión no ha estado suficientemente regulada de manera que cualquiera que quisiera o le apeteciera, podía autoproclamarse "profesor de canto", incluso conozco casos de docentes que se han inventado completamente su currículum.
Aconsejo a todos aquellos que quieran aprender a cantar que pregunten en la Asociación Española de Profesores de Canto por aquellos profesionales avalados por la misma, de manera que puedan evitar posibles abusos y prácticas perjudiciales para las voces de los alumnos.
En este blog hemos hablado en anteriores ocasiones de las cualidades que debería reunir un buen profesor de canto. En última instancia es responsabilidad del alumno permanecer o no continuando su proceso con un determinado profesor.
En el caso de percibir que no se mejora sino que la voz está cada vez peor, se debería pedir el asesoramiento de un médico otorrino o foniatra, el cual, con sus informes podrá determinar si el trabajo vocal que se está llevando a cabo es el adecuado. Lamentablemente, el intrusismo se encuentra en todas las profesiones y el mundo del canto no es una excepción. Tenemos, sin embargo, como colectivo herramientas para señalar a aquellos "profesores" que realizan una mala praxis.