Las 6 lecciones de Yehudi Menuhin

Aunque ahora nos parezca algo ajeno, hasta hace poco encontrar información, lecciones, partituras, métodos o simplemente consejos sobre cómo tocar adecuadamente el violín dependía casi exclusivamente de tener un maestro que quisiera impartirte sus enseñanzas y de visitar la cara tienda de música. Sin internet, los conocimientos, la técnica, pertenecía a una élite de músicos que los transmitía a su círculo de elegidos. Así, se formaban clanes que perpetúaban una cierta forma de tocar, y los mejores estudiantes se peleaban por obtener la guía de los grandes maestros. Así, los Leopold Auer, Kreutzer, Enescu o Sevcik, lideraron y formaron a las grandes figuras de su época. Aunque hoy en día tener un gran maestro sigue siendo fundamental a nivel profesional, hay muchas más posibilidades de formación accesibles a cualquiera.

Precisamente, el mencionado Enescu fue el maestro de Yehudi Menuhin, el autor del libro y los vídeos que comento aquí. Y Menuhin ha sido a su vez maestro de muchos, porque su talante divulgador lo llevó a emprender todo tipo de actividades pedagógicas innovadoras en su tiempo, desde grabar vídeos de lecciones, escribir libros con un enfoque radicalmente diferente o fundar una escuela y un concurso internacional de violín que lleva su nombre.

Como curiosidad, hace poco me encontraba practicando algunas técnicas de bluegrass (ya sabéis que me gusta esa música) de la mano de uno de los vídeos que tiene Chad Manning en la web PegHead nation, Chad explicaba en ese momento algunos detalles sobre la forma de sujetar el arco y utilizarlo en este estilo, cuando se quedó pensativo y comentó algo así como: “todas estas ideas están extraídas de las lecciones de Menuhin, cuya obra pedagógica cambió radicalmente mi forma de tocar, me voló la cabeza”.

Me pareció curioso que un intérprete folk se reconociera tan influido por la técnica clásica de Menuhin, pero es que, en realidad, una buena técnica clásica te puede abrir caminos en cualquier estilo. A partir de ella, cada persona puede adaptar esos fundamentos a sus circunstancias, gustos y estilos musicales particulares.

Menuhin siempre unió el violín y la vida. Para él la música estaba unida a la moral, a la honestidad, el esfuerzo y la generosidad. Y supo ver la importancia para la interpretación de cuestiones hasta entonces secundarias que él puso en primer plano como la salud física, la higiene mental, los beneficios del ejercicio y de la dieta saludable.

El libro 6 lecciones con Yehudi Menuhin se concibió a partir de las seis películas denominadas “Violín” realizadas por James Archibald y Asociados con Menuhin de protagonista. Cada una de las películas fueron grabadas en la propia escuela de Menuhin, con niños de diferentes niveles técnicos. Cada capítulo representa una clase sobre un aspecto particular de la técnica, realizada como un documental, y en el libro han sido ampliadas e ilustradas con ejercicios adicionales y diagramas ilustrativos. El libro añade muchos detalles y concreta más ejercicios pero, lamentablemente, esta traslación a texto hace que a veces las explicaciones se vuelvan enrevesadas y difíciles de seguir, sobre todo si pensamos en las nuevas generaciones formadas con métodos audiovisuales. A ello contribuye una traducción algo dudosa (el dedo pequeño, disturbar, el pilar del dedo…).

Enfín, no puedo dejar de pensar que, si el medio audiovisual hubiera estado más desarrollado y extendido en aquella época, Menuhin habría hecho un uso más extensivo de él.

Pongamos por caso esta explicación de cierto ejercicio la mano derecha, en el epígrafe “El círculo”

Manteniendo aún la vara con la mano izquierda, deslizad el pulgar derecho hacia delante y hacia atrás a lo largo de ella, sin mover el resto de la mano y asegurándoos de que la esquina superior del pulgar permanece en contacto con la vara. De este modo el pulgar debe doblarse cuando se desliza a lo largo de la vara a la izquierda (hacia la punta) y estirarse un poco cuando se desliza hacia la derecha (hacia el talón), aunque nunca tanto como para perder una ligera curva hacia fuera. (El estiramiento del pulgar cuando se desliza hacia la punta del arco coincide con un giro de éste en el sentido de las agujas del reloj, y cuando se desliza hacia el talón con un giro en sentido contrario. Así cada movimiento está en cierto modo afectado, y a veces contradicho, por movimientos asociados.) Los demás dedos deben mantener también sus puntos de contacto con la vara y la mano debe colgar ligeramente de la muñeca.

Ahora apartad el primero, tercero y cuarto dedos de la vara y deslizad el pulgar una vez más. Esta vez, deslizad el segundo dedo en dirección contraria al pulgar, hacia el talón cuando el pulgar se desliza hacia la punta y viceversa.

Todo esto que, al menos para mí, exige bastante concentración y esfuerzo para comprender exactamente qué quiere decir, podría ser fácil y rápidamente expresado en un vídeo de pocos segundos.

Me recuerda a ese cuento de Cortázar, “No se culpe a nadie“, en el que el protagonista narra cómo se está poniendo un jersey, pero detallando cada movimiento y sensación hasta el punto de que la situación llega a ser ininteligible y desasosegante (nota al margen, ¡leed a Cortázar!).

Las instrucciones para estas lecciones indican que no deben trabajarse de modo correlativo, página a página; Los ejercicios de la Lección I deben preceder diariamente a todos los demás. Las II y III se practican poco a poco todos los días hasta dominar los elementos básicos. Los más avanzados de las IV y V serán también practicados de manera sucesiva, con un retorno recordatorio a las II y III para refrescar los conceptos básicos. La Lección VI se hará solamente incorporando todas las demás. Y el Apéndice I ofrece algunas indicaciones para ensayos y ejercicios diarios para violinistas avanzados.

Pero, aunque no sigamos estrictamente sus ejercicios, con este libro captaremos los valores y aptitudes que debemos buscar, y cómo llegar a conseguirlos, y es quizás eso lo más importante. A la manera de Dominique Hopenot en El Violín interior, Menuhin nos enseña dónde debemos centrar nuestro esfuerzo y atención (además de en la música): la búsqueda de la naturalidad del gesto, el equilibrio corporal y espiritual, la concentración, la salud, la tonicidad muscular, la respiración, el ritmo interior, todos ellos factores que no suelen aparecer en los tratados y sin los cuáles la frustración por los pocos resultados obtenidos no tarda en llegar.

No lo recomiendo para principiantes (salvo el primer capítulo), puede ser demasiado abrumador por la cantidad de ejercicios y detalles en los que obliga a fijarse. Pero es interesante para estudiantes intermedios o avanzados que busquen pulir aspectos de los que no estén satisfechos, y por supuesto para profesores, que demasiado a menudo descuidan (o descuidaban, porque eso va cambiando) toda la parte técnica, física y psicológica, para centrarse en la puramente musical, dejando al alumno a solas con sus dificultades.

Termino, os dejo algunos extractos, comentarios y los vídeos de las 6 lecciones con Yehudi Menuhin.

Capítulo 1 | Ejercicios generales preparatorios

En este capítulo se tratan aspectos básicos sin violín, como la relajación de las articulaciones, la respiración, la postura del cuerpo, estiramientos, ejercicios de balanceo, 5 ejercicios de yoga.

En el desarrollo de la técnica(…) hay tres etapas.

  1. La primera etapa es una completa blandura de las articulaciones, como en un bebé, comprobada cada una por separado.
  2. La segunda etapa es la coordinación de movimientos suaves y el desarrollo de la elasticidad y el rebote, ambos en las acciones de extensión y compresión.
  3. La tercera y última etapa es el desarrollo de la fuerza, firmeza e independencia. 

La postura considerada en sí misma da la impresión de una situación estática. Esto no es cierto de ninguna manera. No sólo es el resultado de un continuo equilibrio de fuerzas opuestas, sino que al mismo tiempo está imbuida de pulso y ritmo, el pulso de nuestro corazón y el ritmo de nuestra respiración.

Respiración

La respiración debe ser suave y no forzada, e incluso durante los movimientos más intrincados que implica la práctica del violín debe continuar tranquila. 

Quizás el mejor ejercicio inicial sea sentarse en el suelo con las piernas cruzadas una sobre otra, las manos (con las palmas hacia arriba) descansando sobre las rodillas, la columna vertebral derecha, el cuello y los hombros relajados, el tórax libre y alto, y empezar a respirar suavemente. Es útil tener un reloj para contar los segundos de cada inhalación y exhalación. Tratad de prolongar la duración de cada una sin dejar de respirar. 

Posición

Estos ejercicios deben hacerse descalzos. La base de una buena posición es un estiramiento hacia arriba desde los dedos de los pies, a través de la columna, hasta la coronilla, en el que nuestros músculos contrarrestan la tendencia natural de las articulaciones a venirse abajo, abandonándose a la fuerza de la gravedad. Esta posición erguida es un signo de buena salud en la práctica del violín, así como lo es de vitalidad y buena salud en la vida.

Después Menuhin explica ejercicios concretos de estiramientos, de equilibrio, de balanceos y de yoga (disciplina que el autor seguía con dedicación). Lo cierto es que son fantásticos (quizás algunos demasiado difíciles para personas no habituadas al ejercicio y/o el yoga) y sólo les veo una pega: realizar todo esto sin prisas y con concentración nos va a llevar bastante tiempo, tiempo que suele escasear cuando tenemos que practicar o aprender una pieza. En cualquier caso, siempre que se pueda, realizarlos nos ayudará mucho para el trabajo posterior.

Capítulo 2 | Ejercicios preparatorios, mano derecha

Una gran mayoría de los ejercicios en este libro están fundamentados en la idea de que los movimientos han de ser siempre en cierto sentido “circulares”, o con forma de onda. En este capítulo se explican una buena cantidad de micro-ejercicios para la mano derecha y los dedos. Equilibrio del arco y movimientos coordinados de los dedos principales.

Se plasman muchas de esas explicaciones enrevesadas que mencionaba anteriormente, con puntos de contacto, dedos y movimientos difíciles de entender sin ver un vídeo. No obstante, podemos llegar a asimilar el fin de último de todos los ejercicios, que no es otro que alcanzar una postura, sujección y movimiento naturales y confiados.

…hay una manera de sostener el arco a la que siempre volveremos como se describió al principio de esta lección. Aquí, el pulgar está siempre redondeado (doblado) con su articulación señalando hacia la punta del arco – si, como en el arco-abajo, el pulgar gira la vara en el sentido de las agujas del reloj o, como en el arco-arriba en sentido contrario, su posición general es siempre presionado contra la vara. Todos los demás movimientos asociados con arcos arriba o abajo son subsidiarios a esta sujeción principal. Cuando hemos desarrollado esta gran flexibilidad, debemos guardarnos de exagerar estos movimientos. De hecho se harán casi invisibles. Se sentirán por dentro, particularmente aquellos asociados con los dedos de la mano derecha. Debe recordarse que los dedos de la mano derecha casi nunca originan movimiento. Más que hacer llevan y transmiten los impulsos de las articulaciones mayores detrás de ellos.

Utilizamos estos ejercicios para desarrollar la flexibilidad y coordinación, pero tras unos miles de ejercicios debemos finalmente olvidar la “gramática” con todas sus excepciones y contrareglas y retornar a esta básica, flexible, elástica pero menos agitada manera de sostener el arco. Por supuesto que en la práctica del violín no sólo son necesarios los dos extremos (llevar el arco por el aire o aplicar una gran fuerza a las cuerdas) sino todos los infinitos grados entre ellos. Para ser capaz de responder a cualquier demanda, expresiva o técnica, que pueda presentarse en la música, el violinista debe controlar no sólo todo este campo sino ser capaz de cambiar constantemente de un extremo a otro en cualquier circunstancia.

Capítulo 3 | Ejercicios preparatorios, mano izquierda

La diferencia básica entre el uso del pulgar en el violín y en el piano es que el violinista tiene por fuerza que sostener su instrumento y el arco, y tiene que aprender a relajar dicho pulgar entre cada esfuerzo (al fin y al cabo, el pianista no tiene que sostener su piano). Es muy importante despreocuparse de la sujeción, ya que el aferramiento del pulgar contra los dedos impide la libertad de vuestros movimientos.

En el piano, el pulgar es tratado como otro dedo, y está siempre relajado cuando no toca -cuando no está pulsando un tecla- por lo que tocar el piano resulta bastante más fácil.

Hasta que aprendamos a relajar y desarrollar el pulgar, no tocaremos el violín perfectamente; de aquí mi gran énfasis en dicho dedo y en el aprendizaje de su utilización. 

Hay sólo dos puntos de apoyo necesarios para el violín: uno pasivo -la clavícula- que es relativamente fijo (el violín se mueve sobre la clavícula); el otro, activo -la mano izquierda- que está constantemente en movimiento o preparada para moverse (la mano mueve el violín). La leve presión (peso) de la cabeza sobre la barbada evita que el violín se deslice del apoyo de la clavícula.

Menuhin es partidario de no usar almohadilla salvo para personas con cuello largo. Para él, esto restringe la libertad de movimiento, pero en mi opinión no hay tal libertad si sufrimos la inseguridad de que el violín no resbalará del hombro. En cualquier caso aconseja que, si se usa, debe ser una sujeción agradable, sin presión.

Supongo que es una reminiscencia del viejo estilo. Por ejemplo, incluye este primer ejercicio, en el que se debe sujetar el violín solo entre la clavícula y la barbilla, sin almohadilla. 

Comenzad con el violín colgando en la posición entre la cabeza y la clavícula; ambos brazos deben colgar relajadamente a vuestros lados. El violín estará inclinado hacia abajo, apuntando hacia el suelo, y se evita que se deslice mediante el peso de la cabeza y un tirón hacia atrás de la barbilla sobre la barbada. Naturalmente, se necesita hacer un mayor esfuerzo con la cabeza hasta que la mano izquierda participe en la sujeción del peso, pero esta acción de la cabeza (…) será muy importante en los desplazamientos descendentes. El violín, aun cuando esté colgando, no toca el hombro, que debe estar completamente relajado para moverse independientemente del violín.

No seré yo quien se atreva a contradecir al maestro, pero obligar a hacer este ejercicio a niños principiantes es un billete seguro a llevar el violín al luthier; me ha parecido un ejercicio perjudicial, tanto para las cervicales como para la integridad del violín. Se requiere hacer fuerza con los músculos del cuello, y llevar la barbilla para atrás es un movimiento antinatural. 

El resto del capítulo continúa con bastantes ejercicios muy interesantes de, posición, coordinación, presión, etc.

Capítulo 4 | Movimiento del arco

Algunos intérpretes de gran talento, ya altamente capacitados a una tierna edad están inspirados, físicamente desinhibidos y lo suficientemente flexibles para coordinar sus movimientos. Pueden no conocer nunca las dificultades. Este estado de gracia, sin embargo, no necesariamente se mantiene en la edad adulta y tras las experiencias de la vida, a menos que se haya tenido una firme formación, se hayan recibido algunas normas a seguir de manera consciente, y -debe decirse otra vez- a menos que la música haya tenido para la persona su significado, la lleve en el oído y el intérprete tenga imaginación. 

A. IMPULSO INICIAL

El brazo derecho tira y lleva; en efecto esto produce una rotación del brazo en sentido contrario a las agujas del reloj.

Esta parte de la arcada puede aislarse como un breve sonido sf; puede darse en cualquier parte del arco o en cualquier fracción de su longitud, incluso en toda la longitud en una arcada rápida, y puede ser fuerte o suave.

B. SECCIÓN DE SOSTÉN

La porción de sostén de la arcada requiere una sujeción firme (reforzando los pilares) y un sentimiento de la resistencia de la cuerda. El brazo, muñeca y dedos funcionan como una unidad simple y articulada durante toda esta sección, que puede cubrir cualquier longitud del arco y puede ser lenta o rápida, fuerte o suave.

C. SECCIÓN DE CONEXIÓN

En la sección final el toque es absorbido por la muñeca, que está ahora relajada, y la mano adopta la forma del comienzo del arco-arriba. Esta tercera parte de la arcada todavía pertenece al arco-abajo. También esta sección puede durar cualquier cosa desde un minuto y un cambio casi imperceptible entre ambas arcadas, a un claro y rápido toque sustancial como en los ritmos vigorosos. (En arcos-arriba la mano, por supuesto, adopta la forma del comienzo del arco-abajo).

Una arcada, bien sea rápida o lenta, larga o corta, fuerte o suave, puede utilizar A, B y C a la vez en proporciones iguales; también puede predominar cualquiera de estas secciones. Cuando se hacen arcos-abajo y arriba casi exclusivamente con B, los dedos están prácticamente inmóviles y no hay “momento” o “recorrido”. El antebrazo (o cuando estemos en el talón, el codo) recorre la misma distancia que el arco en la cuerda.

Menuhin disecciona cada movimiento, cada músculo, articulación, efecto y reacción en nuestro cuerpo de forma tan detallada que resulta apabullante si lo vemos en su totalidad y no vamos poco a poco analizando sin prisas el sentido de cada ejercicio. Por lo mismo, reincidiendo en lo dicho anteriormente, si no tienes ya ciertas aptitudes asimiladas o eres un profesor que quiera utilizar estos recursos en sus clases, todos estos datos pueden llegar a ser contraproducentes.

Por supuesto, se dan consejos y se muestran ejercicios para los tipos de golpes de arco principales, siempre haciendo hincapié en el proceso físico buscado y no en las notas del ejercicio a tocar. Y es que ¿cuántas veces nos han reprendido por un pasaje mal realizado, mencionando el error a corregir y lo que debemos obtener pero sin dar pistas sobre qué cambiar o cómo trabajarlo para enmendarlo?

Éste es el capítulo más largo y concienzudo de todo el libro, un maremagnum de explicaciones y ejercicios (hasta 45 con sus variaciones). Un denso compendio de la técnica del brazo derecho analizado en cada mínimo detalle.

Capítulo 5 | Movimientos de la mano izquierda

Los mismos principios técnicos que en la mano derecha se aplicarán a la mano izquierda, las tres funciones principales de bajada de los dedos, cambio de posición y vibrato se verán no sólo relacionadas, sino procedentes de una acción de onda, variando en amplitud desde una vibración estrecha a un amplio recorrido. Los movimientos laterales en el pizzicato de la mano izquierda se incorporan también a este sistema.

Los dedos, por supuesto, tienen una función especial para la que deben estar altamente preparados. Esta preparación consiste en desarrollar la elasticidad de la extensión y el salto -como de una goma elástica y un resorte- desde la posición estirada a la comprimida o doblada lo mismo que desde la doblada a la estirada, en tres pares de direcciones sobre tres planos distintos: el horizontal, el vertical y el lateral. Incidentalmente, la analogía de la goma y el resorte no es exacta, porque el mismo dedo puede actuar como cualquiera de ellos, y aún más, lejos de proveer una respuesta invariable y automática como hacen ellos, puede permanecer relajado en cualquier posición extendida o doblada (o en cualquiera intermedia), y es capaz en cualquier momento de aplicar el poder de cualquiera, la extensión o el salto, a través de un acto controlado de la voluntad.

Os podéis inventar ejercicios con gomas y pelotas de goma para aumentar la separación y el aproximamiento entre los dedos y el pulgar.

Debemos entrenar cada dedo por separado en cada uno de los tres planos, lo mismo que desarrollar la respuesta entre el pulgar y el dedo o dedos -una relación de oposición- también en tres planos: (A) cara a cara, es decir, punta con punta, como cuando se aplican presión y resistencia diagonalmente, casi de modo vertical cruzando el diapasón y el cuello; (B) horizontalmente, en direcciones opuestas a lo largo de las cuerdas y el diapasón; (C) lateralmente, como en el pizzicato de la mano izquierda

Ejercitando la mano de esta manera en diversas posiciones sobre el diapasón y combinándolo con el poder propulsor del brazo y el cuerpo, controlaremos toda la extensión del diapasón.

Menuhin reincide en el concepto de “círculo”, de “onda”, que impregnan todos los ejercicios: por ejemplo, para practicar el vibrato el brazo, y la mano, no ejercitan un movimiento de ivaivén, sino de círculo.

Se tratarán, además del vibrato, el trino, los armónicos artificiales, pizzicatos, etc.

Capítulo 6 | Las dos manos juntas

Efectivamente, hasta ahora todos los ejercicios buscaban ejercitar una de las manos más que la otra, mientras que en esta última sección se recogen los frutos de este trabajo y se tratará la coordinación entre ambos, el equilibrio corporal, el balanceo, etc.

Hasta ahora nos hemos encontrado en la clarificación y desarrollo de los movimientos en cada miembro por separado, pero no podemos pensar en tocar el violín hasta que las funciones separadas de cada brazo se conviertan en una función, una actividad. Como el amor, que requiere que dos se conviertan en uno, así tocar el violín se convierte en algo vivo con la completa integración y coordinación de ambas manos.

Para alcanzar este estado (en el que la respiración juega también una parte esencial), toda la parte superior del cuerpo debe ser flexible, no obstante firmemente equilibrada, preparada a responder y a reconciliar, lo mismo que a iniciar y mantener los movimientos. Como hemos visto, el brazo derecho, cuando mueve con energía y velocidad todo el arco desde una posición doblada a otra extendida, va a ejercer una gran influencia en la capacidad del cuerpo para ajustarse a un cambiante centro de gravedad que el brazo izquierdo ejerce con su relativamente reducido movimiento el restringido “pendular” del ángulo del codo y su mayor énfasis en la acción individual de los dedos. Por tanto la parte superior del cuerpo va generalmente más de acuerdo con el brazo derecho que con el izquierdo.

Y seguiremos leyendo indicaciones sobre posición, movimiento, coordinación, respiración, balanceos, etc., con el enfoque humano y físico que Menuhin impregna a toda su obra divulgativa.

Apéndice | Práctica diaria y ejercicios de calentamiento.

Estas son las indicaciones generales a la hora de practicar, que podemos aplicar a sus ejercicios o a cualesquiera otros que realicemos.

l. Es bueno practicar en ambas posiciones, sentado y de pie.

2. Evitad apretar la mandíbula. Si hay una tendencia al agarrotamiento, dejad el violín y estirad la mandíbula

(a) abierta, y

(b) hacia adelante todo lo que podáis.

3. Durante la práctica concentraos de tiempo en tiempo específicamente en la respiración. En conexión con esto puedo recomendar totalmente cantar o tararear vuestra propia parte u otra mientras tocáis. Esto no sólo enfoca la atención en la respiración, sino que también -particularmente cuando cantáis otra parte- evita la excesiva preocupación con la producción de una simple línea melódica, y así se ensancha la base de la concentración musical.

4. El sonido contínuo del violín directamente bajo el oído del ejecutante puede ser fatigoso y perturbar si dura largos periodos. Para una práctica larga y concentrada recomiendo la utilización de la sordina. Aunque algunas sordinas pueden afectar los moldes básicos de las vibraciones del violín, la sordina práctica produce unos efectos secundarios mínimos, incluso si se utiliza en períodos largos ya que actúa sólo por su peso. Es una protección útil tanto para el violinista como para los que están cerca de él, particularmente justo antes de un concierto.

5. Entre cada esfuerzo en la ejecución y durante cada pausa, regresad deliberadamente a un estado de relajación y blandura en todas las articulaciones. Con el tiempo esto os permitirá incluso ejecutar así.

6. Quizá el principio más importante para observar en la práctica es la precisión y control del máximo número de detalles concurrentes. La mente debe estar continuamente activa, revisando detalle tras detalle. Recordad: cuanto más perfecta sea la práctica, más perfecta será la ejecución.

Conclusiones

6 lecciones con Yehudi Menuhin era un libro que tenía pendiente de revisar desde hacía mucho. Tiene mucho de lo que esperaba de él: focalización en la importancia del estado físico y mental, ejercicios de tonificación y relajación, la búsqueda de la armonía postural, el dinamismo, de la naturalidad en todo movimiento. 

Pero también me ha sorprendido la extenuante precisión y prolijidad de cientos de indicaciones sobre posturas movimientos de tal o cual dedo, falange o músculo, llegando a resultar a menudo difícil de descifrar, de manera que me encontraba leyendo pasajes en los que realmente no estaba entendiendo qué me estaba pidiendo exactamente.

Esto puede llegar a ser agotador y frustrante teniendo en cuenta que el mismo ejercicio nos lo podría explicar un profesor o incluso un youtuber en pocos segundos con mucha más claridad y precisión.

Por otro lado, la gran cantidad de ejercicios de preparación, calentamiento, aproximaciones a movimientos de todo tipo, etc., requiere que seas un estudiante comprometido con el instrumento con mucho tiempo para dedicarle (en ningún momento se tratan temas de repertorio, estilo, musicalidad, armonía, etc., que hay que estudiar aparte), por lo que los simples aficionados lo tendrán que tomar con precaución y para tomar ideas para corregir algún error, no como una guía a seguir exhaustivamente.

En conclusión, una gran herramienta en manos de pedagogos y estudiantes mayores intermedios o avanzados que necesiten buenos ejercicios para mejorar técnica y también, y quizás más importante, su disfrute con el instrumento.

Dónde comprar: El Argonauta

Probando cursos on-line: Peghead Nation

Los nuevos medios en la enseñanza musical, nacidos bajo la revolución que ha supuesto internet, con sus ventajas e inconvenientes, son una realidad irreversible desde hace unos años y en Deviolines ya los hemos analizado alguna vez. Vídeos de youtube, backing tracks, clases por videoconferencia, métodos y partituras de todo tipo descargables al ordenador, apps de móvil, etc, están siendo ya utilizadas como herramientas por muchos principiantes y, más allá de que nos gusten más o menos algunas de estas opciones, lo cierto es que, como era de esperar, no se puede generalizar y hay todo tipo de ofertas, buenas, malas y regulares, y hay que saber por quién dejarse guiar en el caótico mundo de internet.

Como muchos sabréis, soy aficionado a la música norteamericana de raíces, de modo que para este artículo he estado probando un par de cursos basados en vídeos de la página web especializada en folk PegHead Nation. Tomad bien nota de ella porque, aunque no os decidáis a adquirir ningún curso, se puede acceder sin restricciones a bastantes recursos como partituras y backing tracks, que resultan muy útiles a la hora de estudiar.

Me decidí a a probar estos cursos porque participaba una de mis violinistas favoritas: Brittany Haas, aunque finalmente el suyo me dejó un poco decepcionado, como más adelante explicaré.

Realmente, estos cursos se limitan a desbloquear una serie de vídeos pedagógicos donde los diferentes músicos/profesores explican y hacen demostraciones de sus clases, y también por supuesto se pueden descargar partituras de los temas y ejercicios. Son exclusivamente en inglés, de modo que conviene tener cierto nivel de comprensión para no perderse los detalles importantes.

Clases de violín con Brittany HaasFiddle styles workshop, por Brittany Haas

Éste fue el primer curso que compré, y obviamente lo hice sobre todo por la presencia de Brittany. Está orientado a dar un repaso a los diferentes estilos fiddle que hay, sobre todo en el mundo anglosajón: Bluegrass, Texas style, Scottish, Nórdico, Irlandés, Cape Breton, Old Time, Franco-canadiense, etc. Estos estilos están representados cada uno por uno o dos intérpretes diferentes, que van explicando algunas características específicias del estilo, y lo ilustran enseñando una o dos canciones. Realmente no da para profundizar mucho en ninguno de ellos, pero sí para “sentir” los detalles y formas de interpretar de cada región o país, sus ritmos y cadencias, sus armonías.

Adicionalmente, Brittany nos enseña diversos temas de esos estilos con su toque característico: canciones suecas, noruegas, old-time, con trucos y claves rítmicas y armónicas, así como, en compañía de Darol Anger, algunos consejos sobre cómo acompañar e improvisar.

Enfín, es muy interesante explorar esos diferentes estilos, aunque estén tan centrados en el mundo anglosajón. La pega es que te quedas con un poco de hambre de saber y profundizar más en estas músicas. A veces el vídeo es apenas poco más que aprender una canción, sin mayores explicaciones sobre en qué distingue y qué es lo primordial de ese estilo.

Esta es la lista de videos:
FiddleStylesWorkshopCheckList

Clases de bluegrass con Chad ManningCurso de Fiddle Bluegrass con Chad Manning

Tras el curso de Brittany, y gracias a la oferta que te permite comprar un segundo curso por sólo 10$ (luego explicaré las tarifas), me apunté a este curso de Chad Manning que realmente me ha sorprendido positivamente por lo amplio, exhaustivo y bien realizado que está. 

Aunque está orientado a dominar las claves del bluegrass, incluye lecciones genéricas sobre cuestiones básicas como la sujección del arco, la afinación, técnica de mano izquierda, el vibrato en el folk, etc.

En total, El total de vídeos/lecciones disponibles es de ¡casi 170!, y creciendo mensualmente ya que éste es un curso abierto que, al contrario del de Brittany, Chad continúa ampliando mes a mes, lo que constituye un acicate para continuar renovando el curso. Y como en el caso de Brittany, todos los temas vienen con una versión de guitarra solo acompañante para tocar por encima, partituras y archivos de audio, estos últimos descargables libremente.

Los capítulos esán englobados en los siguientes grandes temas:

  • Aspectos básicos del fiddle.
  • Canciones Old-Time.
  • Canciones Bluegrass.
  • Cómo hacer solos Bluegrass.
  • Escalas y acordes.
  • Solos de bluegrass clásicos.
  • Canciones de Bill Monroe.
  • Acompañamientos en Bluegrass.
  • Técnicas de práctica, física y psicología del fiddle, etc.

Esta es la lista de los temas, para que os hagáis una idea, comparándolo con el de Brittany:

BluegrassFiddleCheckList-1

Chad Manning tiene una forma de explicar tranquila y un estilo contagioso de tocar;  la verdad es que no he profundizado aún más que en una pequeña parte del curso pero, si os gusta el folk americano, teniendo en cuenta el contenido que ofrece, es un curso superrecomendable.

Condiciones

Los cursos de Peghead cuestan 30$ la primera vez que contratas uno. A partir de ahí, el resto cuestan 10$ que hay que ir renovando cada mes. Ciertamente, lo conveniente es dedicarles bastante tiempo para aprovechar cada mes pagado. Si no es vuestro caso y no podéis dedicarle tiempo más que algún día de vez en cuando, con las herramientas adecuadas se podrían descargar los vídeos. Aunque ésta no es una opción muy ética, teniendo en cuenta el bajo coste, esto es cuestión de cada uno.

Conclusiones

Me han gustado bastante los cursos que he probado. Algo menos el de Brittany, de quien tenía más altas expectativas dado que es una de mis violinistas favoritas.

Pero impresionante el de Chad Manning, amplio y profundo, abarcando desde lo más básico y sencillo hasta temas y técnicas niveles intermedios. Solo echaría en falta (aunque puede que lo tenga porque aún me falta mucho para poder repasar todos los vídeos) alguna incursión en técnicas y armonías más avanzadas y difíciles, de las que se usan por ejemplo en el newgrass y en estilos fronterizos.

Los vídeos están grabados de forma muy profesional, nada que ver en general con los que se pueden encontrar gratuitamente en Youtube. Siguen un plan pedagógico racional y progresivo, para que podamos ir paso a paso avanzando.

Obviamente, son solo vídeos y partirturas: nunca podrán sustituir a un profesor o una escuela de música, que puede proporcionarnos feedback de nuestra forma de tocar  importantes, algo que es imprescindible e irremplazable, y enseñarnos otras cuestiones musicales. Pero como complemento para sumergirnos en los estilos que nos gustan es una estupenda opción.

Otros cursos que podéis ver en Peghead:

Más información

Probando cursos on-line: Peghead Nation

Los nuevos medios en la enseñanza musical, nacidos bajo la revolución que ha supuesto internet, con sus ventajas e inconvenientes, son una realidad irreversible desde hace unos años y en Deviolines ya los hemos analizado alguna vez. Vídeos de youtube, backing tracks, clases por videoconferencia, métodos y partituras de todo tipo descargables al ordenador, apps de móvil, etc, están siendo ya utilizadas como herramientas por muchos principiantes y, más allá de que nos gusten más o menos algunas de estas opciones, lo cierto es que, como era de esperar, no se puede generalizar y hay todo tipo de ofertas, buenas, malas y regulares, y hay que saber por quién dejarse guiar en el caótico mundo de internet.

Como muchos sabréis, soy aficionado a la música norteamericana de raíces, de modo que para este artículo he estado probando un par de cursos basados en vídeos de la página web especializada en folk PegHead Nation. Tomad bien nota de ella porque, aunque no os decidáis a adquirir ningún curso, se puede acceder sin restricciones a bastantes recursos como partituras y backing tracks, que resultan muy útiles a la hora de estudiar.

Me decidí a a probar estos cursos porque participaba una de mis violinistas favoritas: Brittany Haas, aunque finalmente el suyo me dejó un poco decepcionado, como más adelante explicaré.

Realmente, estos cursos se limitan a desbloquear una serie de vídeos pedagógicos donde los diferentes músicos/profesores explican y hacen demostraciones de sus clases, y también por supuesto se pueden descargar partituras de los temas y ejercicios. Son exclusivamente en inglés, de modo que conviene tener cierto nivel de comprensión para no perderse los detalles importantes.

Clases de violín con Brittany HaasFiddle styles workshop, por Brittany Haas

Éste fue el primer curso que compré, y obviamente lo hice sobre todo por la presencia de Brittany. Está orientado a dar un repaso a los diferentes estilos fiddle que hay, sobre todo en el mundo anglosajón: Bluegrass, Texas style, Scottish, Nórdico, Irlandés, Cape Breton, Old Time, Franco-canadiense, etc. Estos estilos están representados cada uno por uno o dos intérpretes diferentes, que van explicando algunas características específicias del estilo, y lo ilustran enseñando una o dos canciones. Realmente no da para profundizar mucho en ninguno de ellos, pero sí para “sentir” los detalles y formas de interpretar de cada región o país, sus ritmos y cadencias, sus armonías.

Adicionalmente, Brittany nos enseña diversos temas de esos estilos con su toque característico: canciones suecas, noruegas, old-time, con trucos y claves rítmicas y armónicas, así como, en compañía de Darol Anger, algunos consejos sobre cómo acompañar e improvisar.

Enfín, es muy interesante explorar esos diferentes estilos, aunque estén tan centrados en el mundo anglosajón. La pega es que te quedas con un poco de hambre de saber y profundizar más en estas músicas. A veces el vídeo es apenas poco más que aprender una canción, sin mayores explicaciones sobre en qué distingue y qué es lo primordial de ese estilo.

Esta es la lista de videos:
FiddleStylesWorkshopCheckList

Clases de bluegrass con Chad ManningCurso de Fiddle Bluegrass con Chad Manning

Tras el curso de Brittany, y gracias a la oferta que te permite comprar un segundo curso por sólo 10$ (luego explicaré las tarifas), me apunté a este curso de Chad Manning que realmente me ha sorprendido positivamente por lo amplio, exhaustivo y bien realizado que está. 

Aunque está orientado a dominar las claves del bluegrass, incluye lecciones genéricas sobre cuestiones básicas como la sujección del arco, la afinación, técnica de mano izquierda, el vibrato en el folk, etc.

En total, El total de vídeos/lecciones disponibles es de ¡casi 170!, y creciendo mensualmente ya que éste es un curso abierto que, al contrario del de Brittany, Chad continúa ampliando mes a mes, lo que constituye un acicate para continuar renovando el curso. Y como en el caso de Brittany, todos los temas vienen con una versión de guitarra solo acompañante para tocar por encima, partituras y archivos de audio, estos últimos descargables libremente.

Los capítulos esán englobados en los siguientes grandes temas:

  • Aspectos básicos del fiddle.
  • Canciones Old-Time.
  • Canciones Bluegrass.
  • Cómo hacer solos Bluegrass.
  • Escalas y acordes.
  • Solos de bluegrass clásicos.
  • Canciones de Bill Monroe.
  • Acompañamientos en Bluegrass.
  • Técnicas de práctica, física y psicología del fiddle, etc.

Esta es la lista de los temas, para que os hagáis una idea, comparándolo con el de Brittany:

BluegrassFiddleCheckList-1

Chad Manning tiene una forma de explicar tranquila y un estilo contagioso de tocar;  la verdad es que no he profundizado aún más que en una pequeña parte del curso pero, si os gusta el folk americano, teniendo en cuenta el contenido que ofrece, es un curso superrecomendable.

Condiciones

Los cursos de Peghead cuestan 30$ la primera vez que contratas uno. A partir de ahí, el resto cuestan 10$ que hay que ir renovando cada mes. Ciertamente, lo conveniente es dedicarles bastante tiempo para aprovechar cada mes pagado. Si no es vuestro caso y no podéis dedicarle tiempo más que algún día de vez en cuando, con las herramientas adecuadas se podrían descargar los vídeos. Aunque ésta no es una opción muy ética, teniendo en cuenta el bajo coste, esto es cuestión de cada uno.

Conclusiones

Me han gustado bastante los cursos que he probado. Algo menos el de Brittany, de quien tenía más altas expectativas dado que es una de mis violinistas favoritas.

Pero impresionante el de Chad Manning, amplio y profundo, abarcando desde lo más básico y sencillo hasta temas y técnicas niveles intermedios. Solo echaría en falta (aunque puede que lo tenga porque aún me falta mucho para poder repasar todos los vídeos) alguna incursión en técnicas y armonías más avanzadas y difíciles, de las que se usan por ejemplo en el newgrass y en estilos fronterizos.

Los vídeos están grabados de forma muy profesional, nada que ver en general con los que se pueden encontrar gratuitamente en Youtube. Siguen un plan pedagógico racional y progresivo, para que podamos ir paso a paso avanzando.

Obviamente, son solo vídeos y partirturas: nunca podrán sustituir a un profesor o una escuela de música, que puede proporcionarnos feedback de nuestra forma de tocar  importantes, algo que es imprescindible e irremplazable, y enseñarnos otras cuestiones musicales. Pero como complemento para sumergirnos en los estilos que nos gustan es una estupenda opción.

Otros cursos que podéis ver en Peghead:

Más información

Probando cursos on-line: Peghead Nation

Los nuevos medios en la enseñanza musical, nacidos bajo la revolución que ha supuesto internet, con sus ventajas e inconvenientes, son una realidad irreversible desde hace unos años y en Deviolines ya los hemos analizado alguna vez. Vídeos de youtube, backing tracks, clases por videoconferencia, métodos y partituras de todo tipo descargables al ordenador, apps de móvil, etc, están siendo ya utilizadas como herramientas por muchos principiantes y, más allá de que nos gusten más o menos algunas de estas opciones, lo cierto es que, como era de esperar, no se puede generalizar y hay todo tipo de ofertas, buenas, malas y regulares, y hay que saber por quién dejarse guiar en el caótico mundo de internet.

Como muchos sabréis, soy aficionado a la música norteamericana de raíces, de modo que para este artículo he estado probando un par de cursos basados en vídeos de la página web especializada en folk PegHead Nation. Tomad bien nota de ella porque, aunque no os decidáis a adquirir ningún curso, se puede acceder sin restricciones a bastantes recursos como partituras y backing tracks, que resultan muy útiles a la hora de estudiar.

Me decidí a a probar estos cursos porque participaba una de mis violinistas favoritas: Brittany Haas, aunque finalmente el suyo me dejó un poco decepcionado, como más adelante explicaré.

Realmente, estos cursos se limitan a desbloquear una serie de vídeos pedagógicos donde los diferentes músicos/profesores explican y hacen demostraciones de sus clases, y también por supuesto se pueden descargar partituras de los temas y ejercicios. Son exclusivamente en inglés, de modo que conviene tener cierto nivel de comprensión para no perderse los detalles importantes.

Clases de violín con Brittany HaasFiddle styles workshop, por Brittany Haas

Éste fue el primer curso que compré, y obviamente lo hice sobre todo por la presencia de Brittany. Está orientado a dar un repaso a los diferentes estilos fiddle que hay, sobre todo en el mundo anglosajón: Bluegrass, Texas style, Scottish, Nórdico, Irlandés, Cape Breton, Old Time, Franco-canadiense, etc. Estos estilos están representados cada uno por uno o dos intérpretes diferentes, que van explicando algunas características específicias del estilo, y lo ilustran enseñando una o dos canciones. Realmente no da para profundizar mucho en ninguno de ellos, pero sí para “sentir” los detalles y formas de interpretar de cada región o país, sus ritmos y cadencias, sus armonías.

Adicionalmente, Brittany nos enseña diversos temas de esos estilos con su toque característico: canciones suecas, noruegas, old-time, con trucos y claves rítmicas y armónicas, así como, en compañía de Darol Anger, algunos consejos sobre cómo acompañar e improvisar.

Enfín, es muy interesante explorar esos diferentes estilos, aunque estén tan centrados en el mundo anglosajón. La pega es que te quedas con un poco de hambre de saber y profundizar más en estas músicas. A veces el vídeo es apenas poco más que aprender una canción, sin mayores explicaciones sobre en qué distingue y qué es lo primordial de ese estilo.

Esta es la lista de videos:
FiddleStylesWorkshopCheckList

Clases de bluegrass con Chad ManningCurso de Fiddle Bluegrass con Chad Manning

Tras el curso de Brittany, y gracias a la oferta que te permite comprar un segundo curso por sólo 10$ (luego explicaré las tarifas), me apunté a este curso de Chad Manning que realmente me ha sorprendido positivamente por lo amplio, exhaustivo y bien realizado que está. 

Aunque está orientado a dominar las claves del bluegrass, incluye lecciones genéricas sobre cuestiones básicas como la sujección del arco, la afinación, técnica de mano izquierda, el vibrato en el folk, etc.

En total, El total de vídeos/lecciones disponibles es de ¡casi 170!, y creciendo mensualmente ya que éste es un curso abierto que, al contrario del de Brittany, Chad continúa ampliando mes a mes, lo que constituye un acicate para continuar renovando el curso. Y como en el caso de Brittany, todos los temas vienen con una versión de guitarra solo acompañante para tocar por encima, partituras y archivos de audio, estos últimos descargables libremente.

Los capítulos esán englobados en los siguientes grandes temas:

  • Aspectos básicos del fiddle.
  • Canciones Old-Time.
  • Canciones Bluegrass.
  • Cómo hacer solos Bluegrass.
  • Escalas y acordes.
  • Solos de bluegrass clásicos.
  • Canciones de Bill Monroe.
  • Acompañamientos en Bluegrass.
  • Técnicas de práctica, física y psicología del fiddle, etc.

Esta es la lista de los temas, para que os hagáis una idea, comparándolo con el de Brittany:

BluegrassFiddleCheckList-1

Chad Manning tiene una forma de explicar tranquila y un estilo contagioso de tocar;  la verdad es que no he profundizado aún más que en una pequeña parte del curso pero, si os gusta el folk americano, teniendo en cuenta el contenido que ofrece, es un curso superrecomendable.

Condiciones

Los cursos de Peghead cuestan 30$ la primera vez que contratas uno. A partir de ahí, el resto cuestan 10$ que hay que ir renovando cada mes. Ciertamente, lo conveniente es dedicarles bastante tiempo para aprovechar cada mes pagado. Si no es vuestro caso y no podéis dedicarle tiempo más que algún día de vez en cuando, con las herramientas adecuadas se podrían descargar los vídeos. Aunque ésta no es una opción muy ética, teniendo en cuenta el bajo coste, esto es cuestión de cada uno.

Conclusiones

Me han gustado bastante los cursos que he probado. Algo menos el de Brittany, de quien tenía más altas expectativas dado que es una de mis violinistas favoritas.

Pero impresionante el de Chad Manning, amplio y profundo, abarcando desde lo más básico y sencillo hasta temas y técnicas niveles intermedios. Solo echaría en falta (aunque puede que lo tenga porque aún me falta mucho para poder repasar todos los vídeos) alguna incursión en técnicas y armonías más avanzadas y difíciles, de las que se usan por ejemplo en el newgrass y en estilos fronterizos.

Los vídeos están grabados de forma muy profesional, nada que ver en general con los que se pueden encontrar gratuitamente en Youtube. Siguen un plan pedagógico racional y progresivo, para que podamos ir paso a paso avanzando.

Obviamente, son solo vídeos y partirturas: nunca podrán sustituir a un profesor o una escuela de música, que puede proporcionarnos feedback de nuestra forma de tocar  importantes, algo que es imprescindible e irremplazable, y enseñarnos otras cuestiones musicales. Pero como complemento para sumergirnos en los estilos que nos gustan es una estupenda opción.

Otros cursos que podéis ver en Peghead:

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Un repaso al método O’Connor

Ya tengo en mis manos los dos primeros volúmenes del método O’Connor de aprendizaje de violín. Llevaba bastante tiempo queriendo hacerme con él, pero lo cierto es que no es fácil desde España y sólo he encontrado una tienda on-line que me lo enviara. Tardó un mes en llegar pero al final llegó sin ningún percance.

Y es que este método, que conocía por referencias desde hace tiempo, y del que ya escribí un artículo introductorio, me interesaba especialmente porque, a diferencia de la mayoría de métodos, libros de ejercicios o sistemas de aprendizaje de técnicas, no está basado en la música clásica ni su objetivo es dominarla, sino que, para enseñar los fundamentos del instrumento, se basa en la música popular norteamericana, con una rica tradición de interpretación de violín. Y ya he comentado a menudo cuánto me gusta el folk anglosajón.

En esencia, el método O’Connor está muy claramente inspirado por el método Suzuki. Al igual que el famoso método japonés construye, mediante canciones de dificultad creciente, un sistema basado en la escucha frecuente, la repetición y la inclusión progresiva de cuestiones técnicas.

Como en realidad Mark O’Connor lanzó su método (aparte de para enriquecerse), para competir con el método Suzuki (es simplemente terrorífico las barbaridades que este señor ha proferido sobre el método Suzuki en general y sobre Shinichi Suzuki en particular), voy a analizarlo incidiendo de forma especial en aquellos aspectos que diferencian a ambos. Y es que, si leemos los 8 principios del trabajo de O’Connor, vemos que bastantes de sus fundamentos se basan en los que fomenta el método japonés.

Ocho principios del Método de violín O’Connor.

  1. Escucha. Escucha los audios de referencia cada día. Desarrollar una buena técnica de violín depende del entrenamiento del oído. Canta o tararea los temas, con letra o sin ella. Escucha tus músicos favoritos cómo interpretan música.
  2. Práctica. Intenta practicar todos los días. No hay otra alternativa a pasar tiempo con el instrumento. Este método es accesible para estudiantes desde los 3 años en adelante. Una buena regla es practicar 5 minutos al día por cada año de la edad que tengas hasta los 12 años. Una hora diaria producirá una progresión firme. Practicar más tiempoproducirá un avance más rápido de la sensibilidad artística y física.
  3. Progresión. Estudia las canciones en el orden que aparecen. Están ordenadas cuidadosamente añadiendo capas de nuevas capacidades sobre las ya fijadas. Sigue tocando lo ya aprendido. Este método es acumulativo, no sólo lineal. Practica cada pieza hasta que te resulte fácil, no sólo hasta que sea correcto.
  4. Ejercicios. Los ejercicios pedagógicos deben complementar el estudio de las canciones. Algunos de estos materiales se incluyen en las “learning pages” así como gráficos a lo largo de los libros. Tu profesor también te ayudará a localizar los puntos de progresión de cada pieza y ayudará creando ejercicios de práctica puntual cuando sea necesario. Los dedos se muestran en las primeras canciones (recomendaciones sobre el cuarto se indicarán también más adelante).
  5. Ejecución. Toca con las grabaciones de referencia de acompañamiento. La música es un lenguaje, y se aprende mejor imitando a alguien que habla ese lenguaje. Copiar mi entonación, tono y fraseo desarrollará un buen fundamento para futuras interpretaciones y tu propia creatividad. Los audios de acompañamiento de piano se incluyen también en mis grabaciones de referencia para desarrollar un control independiente de la línea de solo, y la capacidad de tocar junto a otros. Estos audios puedne usarse también como acompañamiento para interpretaciones cuando no hay acompañante físico. La partitura de acompañamiento de piano también está disponible.
  6. Pertinencia. Familiarízate con el contexto histórico de cada pieza. Adquirir conocimiento sobre los muchos estilos de música que conforman nuestra herencia musical proporciona una coherencia a nuestro propio desarrollo musical. Los estudiantes que adquieren este hábito a edad temprana desarrollan un certero conocimiento de la historia de la música y de su apreciación, y los convertirá en músicos más completos.
  7. Creatividad. La creatividad individual se ve alentada desde las primeras fases del aprendizje mediante la inclusión de sugerencias de improvisación en las páginas de instrucción. Entender la forma musical y como se estructura una canción u obra musical se apoya añadiendo las letras, los fragmentos del tema y los símbolos del acorde (progresión armónica). Esto resulta muy importante también en el aprendizaje de la improvisación. La adquisición de un sentido de la armonía se apoya también con la inclusión de duetos que pueden ser tocados por el profesor o por un estudiante más avanzado.
  8. Expresión. Te presento a Fiddle boy. Aparecerá aquí y allá en los primeros libros. Creé esta caricatura hace años para ayudarme a describir cómo fue interpretar “The Fiddle Concerto” con orquestas sinfónicas por todo Estados Unidos. Me descubrí queriendo comuncar el lenguaje y expresión de la música tanto como de las notas y la técnica. Es un coleguita, un aydante, que hace todo de un modo un poco diferente. Le encanta expresarse, como podrás ver por su divertido peinado y su forma de tocar. Fiddle Boy quiere ayudarte a descubrir las emociones de las piezas para que puedas expresar tus propios sentimientos a través de la música que has aprendido.

Mark O’Connor, 2009

Al igual que con el Suzuki, El Método O’Connor ofrece diversos cursos y campus para formar profesores que así pueden ser “profesor certificado”. Lamentablemente sólo se imparten en EE.UU, de modo que si queréis presentaros como profesor O’Connor “pata negra” tendréis que viajar y hacer un curso para obtenerlo.

La parte buena:

  • Utiliza el color en muchas páginas (aunque no lo aproveche tanto como podría como herramienta pedagógica).
  • Las partituras incluyen los acordes de cada tema, lo que es una gran idea. Es frustrante que no haya ninguna versión o anexo del método Suzuki que lo incorpore, pero Mark O’Connor conoce la importancia de saber la progresión armónica para un violinista que no quiera limitarse a leer maquinalmente una partitura, y lo ha incluido en todos los casos.
  • Los audios de música son de libre acceso en la web del método.
  • Muchos temas se incluyen con variaciones de dificultad variable, lo que enseña al alumno que la música no es algo cerrado y fijo como parece sugerir la música clásica, sino que se pueden hacer versiones, y se anima a incorporar improvisaciones e ideas personales.
  • El método introduce entre los temas diversas explicaciones sobre compases, tonalidades, diferentes signos, movimientos de arco, etc., que complementan y enriquecen el aprendizaje de cada canción.
  • Introduce técnicas modernas, como el “chop”, que no recogen otros métodos. En el volumen II ya se incluyen las primeras instrucciones para “chopear”.
  • Hay temas que incluyen versión a dos violines, para que toquen alumno y profesor juntos. Aunque el método Suzuki tiene publicaciones complementarias que incluyen esta característica, es de agradecer que aquí los encontramos en los libros principales.
  • Muchas piezas no solamente están explicadas técnicamente, sino que también hay sugerencias sobre la expresividad, las emociones u otras sugerencias de estilo que despiertan la imaginación para tocar con los sentimientos en mente, no sólo la técnica.

Menos bueno:

  • El diseño es algo tosco. Incluso las portadas están diseñadas con un clip art pixelado.
  • Sólo he repasado los dos primeros volúmenes, tal vez luego cambie pero, al estar basado mayoritariamente en temas tradicionales americanos, hay poca variación armónica en los temas; casi siempre está en modo mayor y con muy pocos acordes.
  • Por el mismo motivo, hay poco espacio para formas de tocar muy legato o muy piano.
  • En volúmenes avanzados se incluyen temas clásicos, pero su aparición es muy escasa en comparación con su importancia relativa en el desarrollo de la técnica del instrumento.
  • Aunque los dos primeros volúmenes vienen con un CD de audio incluido, el resto ya no los incluye, y debemos extraerlos de la web. Esto no sería un problema, pero lo cierto es que todos tienen el mismo precio, lo que no me parece muy justo.
  • Aunque en los libros en sí no aparece, mis referencias son que se supone que en las clases con el profesor se debe realizar una especie de plegaria, una Promesa de Lealtad a valores musicales americanos, escrita por el propio O’Connor, y este compromiso se debe recitar todos los días antes de comenzar a practicar. O al menos esa es la idea original.
  • Sólo está en inglés.
  • Es difícil hacerse con él en España, y tampoco hay aquí (que yo sepa) profesores formados y con el certificado para impartir el método.
  • Si lo que te gusta realmente es la música clásica, este no es tu método.

Conclusión:

Tengo que decir que esta publicación me ha gustado mucho. Soy fan del bluegrass y el old time americano, y siempre he admirado a Mark O’Connor como músico e instrumentista; su talento es innegablemente inmenso y su idea de desarrollar un método que tenga en cuenta las músicas populares como trampolín de entrada al conocimiento del instrumento, una propuesta muy bien pensada. Porque, aunque se basa mayoritariamente en el tipo de música con el que él aprendió, toca otros estilos como, entre otros, el blues, el ragtime, el jazz, el gospel e incluso (de forma escasa y a regañadientes) a algunos fragmentos de música clásica europea.

Y es una pena que, siendo tan encomiable la idea y tan bien planteado el desarrollo del trabajo, esté tan impregnado de una especie de chovinismo americano. No tan visible en los libros en sí, pero muy presente en los escritos y artículos que Mark ha ido publicando en diversos medios. Desde una rabiosa campaña en contra del maestro Suzuki, al que acusa de fraude absoluto (incluso aunque su método copie una gran cantidad de ideas del suyo), a una constante y cansina proclamación de los valores de la música americana, como si sufriera algún complejo de inferioridad frente a la gigantesca presencia en el mundo del violín de la gran tradición clásica europea. Claro que eso no lo notaréis quienes simplemente estáis enseñando o aprendiendo con los libros.

Para resumir:

  • Si eres aficionado a la música popular, quieres enseñar o aprender estilos fuera del ámbito clásico, te interesa la improvisación, este puede ser tu método de referencia.
  • Si lo que te llevó al violín es la música clásica, probablemente te convendría seguir con métodos más tradicionales.

Por si os interesa adquirirlo desde España sólo lo he encontrado en la web Elderly.com (abajo tenéis la referencia). Si vosotros tenéis algún otro lugar que también lo suministre no dejéis de ponerlo en los comentarios.

Fuentes:

Dónde comprar el método desde España: