El método definitivo para el violinista rítmico

Si nos pidieran que pensáramos en un instrumento para llevar una base rítmica en un grupo, nunca pensaríamos en un instrumento de cuerda frotada. Lo “frotado” es, de alguna manera, lo contrario a lo “percutido”. Imaginamos los violines como instrumentos especialistas en ligar notas infinitamente, de un modo suave y sin cortes, llevado por un pulso interior propio y romántico.

Pero a contracorriente de esta concepción hace ya bastante tiempo que han comenzado a ser bastante populares muchas técnicas alternativas de violín de carácter rítmico y percusivo, surgidas en gran parte de estilos de música no clásicos como el bluegrass o el jazz, de tal manera que es probable que cualquier intérprete con un mínimo interés por estilos populares o contemporáneos conozca o haya explorado estas técnicas.

Sin embargo, hasta ahora no había un enfoque global que unificara esta dimensión del violín (y del la viola y el chelo) como herramienta rítmica, un método que englobara y enseñara de forma unificada y sencilla todas las metodologías que de forma algo dispersa se venían aplicando. Y ha sido el gran violinista Tracy Silverman quien este mismo año ha llevado a término esa labor en un exhaustivo y amplísimo trabajo en el que recoge y simplifica de forma brillante las distintas aproximaciones a este problema que se venían haciendo, de manera que resulta muy sencillo convertirse en un “violinista rítmico” de primera siguiendo unos principios y conceptos básicos.

La ambiciosa publicación de Tracy Silverman se denomina “The Strum Bowing Method, y resume su experiencia y descubrimientos de muchos años enseñando a otros violinistas a hacer “grooving” con sus instrumentos.

Strum Bowing es un método para enseñar a los instrumentistas de cuerda cómo tocar auténticamente ritmos de la música popular contemporánea. Su concepto es simple y puede explicarse en una frase: usa el arco como si tocaras una guitarra rítmica”

Tracy Silverman

Pero ¿en qué consiste exactamente este método?

Tracy parte de los siguientes conceptos para llegar realizar cualquier groove de forma efectiva.

  • El groovon
  • La matriz (the grid)
  • Las notas fantasma o de posición (ghost notes or placekeepers notes)
  • El chop (movimiento de arco vertical)
  • La percusión 3D (arco horizontal y vertical combinados)

El groovon

Tracy Silverman ha acuñado una ocurrencia feliz: el groovon, que sería el elemento más pequeño de un ritmo. El nombre está inspirado en los protones, neutrones y electrones, que son los elementos más pequeños que forman un átomo (vale, los que sabéis física me diréis que no es así, pero tomadlo como una metáfora), así el groovon es la subdivisión más pequeña en un groove o patrón rítmico. Aunque no se escuche constantemente en un tema, siempre hay fragmentos que definen esa fracción más pequeña.

Por ejemplo, en este tema el groovon sería la semicorchea:

En cambio en el siguiente sería la fusa:
El uso rítmico del groovon nos lleva a la creación de la matriz (the grid).

La matriz

El patrón rítmico del movimiento del arco al tocar el groovon crea una rejilla. En el diagrama inferior, representando una matriz de golpes de arco, cada línea representa un groovon.

Pero ¿cómo utilizaríamos esa matriz con un ritmo por ejemplo así?
Pues tocaríamos las notas marcadas en línea más gruesa según este esquema:

Anotado de la forma tradicional, el ritmo quedaría de esta manera (las x son notas fantasma, que ahora explicaremos):

Así, se tocarían sólo las semicorcheas con notación normal, mientras que las marcadas con x no sonarían, sólo se marcaría el tempo ¿marcar el tempo sin que suene? ¿y cómo se hace eso? pues con las notas fantasma, las notas que no suenan y que probablemente nadie te ha enseñado nunca a hacer.

Notas fantasma o “ghost notes”

Desde el punto de vista clásico las notas fantasma son algo excéntrico. En rigor, es mover el brazo derecho y que no suene nada. Sin embargo, son importantes para mantener el ritmo y el swing perfectamente ajustados, e imprescindibles para un violinista que desee participar en la sección rítmica de un grupo.

Las notas fantasmas se realizan con la ayuda de las dos manos.

  • La mano derecha realiza movimientos de arco muy cortos con la presión de arco mínima.
  • La mano izquierda silencia las cuerdas mediante uno de estos dos métodos:
    • Posar el meñique dedo sobre la cuerda
    • Aplicar con el dedo que está en la nota una presión muy ligera.

La elección de uno u otro método dependerá del lugar del diapasón en el que estemos, para evitar el peligro de que al posar el dedo ligeramente se produzca un armónico. Al realizar este tipo de golpe de arco, puede que suene ligeramente el rozamiento del arco, y es algo que podemos graduar según nuestro gusto y habilidad, desde intentar el sonido cero hasta producir un sonido casi normal, pero lo importante es que no suene ninguna nota.

Aquí tenemos a Tracy Silverman con un ejemplo de su web, tocando el ritmo del pentagrama anterior:

Así, las “notas fantasma” se convierten en  “notas de posición” que nos mantienen ajustados a la matriz rítmica sin perdernos. Manteniendo el motor del ritmo encendido todo el tiempo y dentro de nuestra matriz rítmica, podremos sentirnos seguros y libres de explorar, ajustarnos al swing del estilo, improvisar, etc.

Y este concepto de la matriz rítmica lo podemos utilizar para todo tipo de música, incluso probarlo con melodías clásicas, adaptándolas a diferentes tempos y medidas.

Consejos

En este punto Tracy aporta varios consejos con los pasos para interiorizar un ritmo, que resume en el concepto GPS (Groove Proficiency System) y que serían:

  1. Vocaliza el groove. Haz el ritmo con tu voz antes de hacerlo con el arco.
  2. Rasguéalo (Strum it). Siéntelo en tu cuerpo. Encuentra el groovon.
  3. Vocalízalo. Vocaliza el sentido del golpe de arco que estás haciendo (up o down) al tocar las notas.
  4. Tócalo. Apréndelo con el instrumento.

Aquí tenemos de nuevo a Tracy enseñándonos un ejemplo sencillo del proceso:

El chop

Y bueno, llegó el golpe de arco que está en boca de todo el mundo. El movimiento vertical del arco que, combinado con el horizontal que conocemos y hemos estado viendo nos llevará a tener unos sólidos fundamentos rítmicos.

Cuenta Tracy que el chop lo crearon los fiddlers del bluegrass. Estas bandas no tienen un percusionista propiamente dicho así que diversos instrumentos realizaban sonidos percusivos. Los violinistas al principio no hacían nada de eso pero terminaron contagiándose y empezaron a hacer sus chasquidos contra las cuerdas en el centro del arco. Fue Richard Greene quien modificó esta técnica, llevándola hasta la zona del talón del arco. Green le enseñó su técnica a Darol Anger, quien desarrolló su propio vocabulario y estilo técnico y se convirtió en uno de sus grandes difusores, que ha llegado hasta extremos de espectacular virtuosismo y sofisticación en violinistas como Casey Driesen o nuestro querido Oriol Saña.

Sobre el chop ya escribí un artículo hablando de un DVD publicado por el propio Casey Driesen, pero aquí os dejo los consejos de Tracy Silverman

Las 5 reglas del Chop serían:

  1. En la zona del talón. Lo más cerca posible con cuidado de no rozar las cuerdas con la nuez.
  2. Cerdas hacia fuera. Al contrario de lo que se suele hacer al tocar clásico, las cerdas conviene orientarlas hacia el diapasón.
  3. Mano derecha suelta. La muñeca debe estar relajada.
  4. Cuerdas silenciadas con la mano izquierda.
  5. Dejar el arco sobre las cuerdas. Una vez realizado el golpe de arco, este se mantiene pegado a las cuerdas (hasta el próximo chop).

Aquí Tracy nos da un claro ejemplo de chops básicos sencillos:

Pero este artículo no va de enseñar a hacer los chops, sino de explicar los contenidos exhaustivos del libro de Tracy Silverman en todos los aspectos concernientes con el ritmo al violín.

Así, encontraremos cómo realizar el Back Beat (un acento más fuerte en las partes segunda y cuarta del compás) las diferencias técnicas de los chops en el chelo, y cómo realizar los diferentes ritmos previos “chopeados”.

Y una vez visitados las diferentes técnicas rítmicas básicas llega el momento de unificarlas todas.

El sistema percusivo 3D

La combinación de los movimientos vertical y horizontal

El siguiente capítulo afronta el reto de combinar los movimientos horizontales de los golpes de arco horizontales (notas fantasma incluidas) con el movimiento vertical de los chops. Hay que hacer algunas adaptaciones: mientras los ritmos en horizontal las hacíamos más a la mitad a la punta del arco (para tener mayor control de las notas fantasma), la inclusión de los chops nos lleva a utilizar el arco en la parte inferior del arco junto al talón.

La combinación de ambos golpes de arco y el uso de dobles cuerdas nos permite realizar ritmos enriquecidos con melodía y armonía, algo que ningún batería podrá soñar hacer.

Las posibilidades son infinitas, tantas como acordes diferentes y ritmos posibles, y las variaciones e improvisaciones también de modo que podemos vernos abrumados. Conviene ir poco a poco desde lo más sencillo, introduciendo lentamente pequeñas alteraciones, añadidos e improvisaciones hasta que vayamos encontrado nuestro propio camino.

Conclusión

Este artículo sólo es un mínimo extracto de todos los ejemplos y contenidos que The Strum Bowing Method incluye. Además de infinidad de detalles y ejercicios veremos consejos sobre improvisación, mini-artículos de grandes violinistas, tanto clásicos como modernos, la aplicación del método a la música clásica, etc. Adicionalmente, muchos de los ejercicios están ilustrados con decenas de vídeos demostrativos, de libre acceso, realizados por el propio Tracy ejecutando y explicando cada ejercicio.

Pero si esta vasta publicación te llega a parecer poco, aun puedes adquirir su anexo: 22 estudios rítmicos (22 grooves studies), otro libraco con un montón de pequeñas piezas que te permitirán perfeccionar todo lo aprendido.

Este manual es un hito pedagógico en el mundo de la cuerda frotada. Porque, aunque ya existían publicaciones y métodos que abordaban de forma puntual diversos aspectos del violín como instrumento rítmico (como los chops, ritmos de estilos contemporáneos concretos, golpes de arco especiales, etc), ninguno abordaba la cuestión de un modo global, con una filosofía aplicable a cualquier tipo de o estilo de música. Plantea una base y unos conceptos muy sencillos a partir de los cuales podremos desarrollar nuestras capacidades para dominar el tempo sin liarnos dándole vueltas a donde y cómo realizar cada movimiento de arco. Es una herramienta que trabaja con módulos técnicos separados que se combinan conformando una visión global de la cuestión rítmica, un aspecto demasiadas veces ignorado por los instrumentistas de cuerda.

Creo que es imprescindible para todo músico de estilos contemporáneos y populares, para estudiantes medios o estudiantes avanzados que no hayan abordado nunca la cuestión del violín desde la sección rítmica, así como para aquellos que desarrollen una labor didáctica, profesores, estudiosos, especialmente en violín moderno pero también muy recomendable para aquellos orientados al clásico, porque puede enriquecer y refrescar mucho su visión del repertorio histórico.

La parte negativa no está relacionada con la obra en sí, que es impecable, sino con el método de comercialización, que implica unos costes muy altos, sobre todo si lo encargamos desde Europa.

A día de hoy, el método con el envío incluido desde EE.UU alcanza los 55$. Pero es que además lo más probable es que la aduana retenga el envío en exija el pago de tasas por importación que pasan de los 20€, de modo que se te puede poner la compra en casi 70€. Si incluyes los 22 Estudios (versión violín) tendrías que sumar unos 10$ más, alcanzando casi los 80€.

De modo que, si conocéis a alguien que vaya a realizar un viaje a EE.UU intentad aprovecharlo porque allí el método se vende por unos 35$, y sin problemas de tasas en aduanas.

Este es un problema que ya hemos comunicado a Tracy Silverman varias personas, sugiriéndole que en algún momento incluya la opción de venta por descarga de PDF. Esta es una solución peligrosa porque ya sabemos que este sistema puede favorecer la piratería, pero es evidente que un método descargable permitiría muchas más ventas a nivel internacional.

Obviamente el libro está en inglés encuadernado en espiral y está ilustrado con pinturas muy vistosas de Rachel Kice. Incluye colaboraciones, con consejos y opiniones de grandes violinistas como Darol Anger, Martin Hayes, David “Doc” Wallace, Bob Phillips, Richard Greene, Mimi Rabson, mark Wood, Casey Driessen, Danny Seidenberg, Julie Lieberman, Christian Howes, Rachel Barton Pine, etc.

En definitiva, para mí un imprescindible para todo apasionado del violín, con la pega del elevado coste de comercialización, que esperemos se arregle en algún momento.


Fuentes:

Tracy Silverman

Tracy Silverman

Violinista

Al redefinir el papel del violín en la música contemporánea, Tracy Silverman ha contribuido significativamente al repertorio y al desarrollo del violín eléctrico de 6 cuerdas y lo que él llama “tocar el violín postclásico”.

Aclamado por BBC Radio como “el mayor exponente vivo del violín eléctrico”, el innovador trabajo de Silverman desafía las fronteras musicales. Anteriormente primer violinista con el innovador Turtle Island String Quartet, Silverman fue nombrado uno de los 100 alumnos distinguidos por a prestigiosa The Juilliard School. Como violinista eléctrico de concierto, Silverman es el tema de varios conciertos para violín eléctrico compuestos específicamente para él por el ganador del premio Pulitzer John Adams, “Padre del minimalismo” Terry Riley, Nico Muhly y Kenji Bunch, así como el compositor de 3 conciertos propios para violín eléctrico.

Realmente eclécticas, las composiciones y actuaciones de Silverman han sido grabadas por Nonesuch Records, Naxos Records y Windham Hill Records; ha grabado con The Nashville Symphony bajo Giancarlo Guerrero, The BBC Symphony con John Adams, The Detroit Symphony con Neeme Jarvi, con el compositor / pianista Terry Riley, la banda de rock Guster , la banda de música contemporánea Paul Dresher Ensemble, la leyenda del jazz Billy Taylor, el percusionista ganador del Grammy Roy “Futureman” Wooten, y el Cuarteto de cuerdas Calder, entre muchos otros. Silverman ha actuado como solista con la Filarmónica de Los Ángeles bajo la batuta de los directores Esa-Pekka Salonen y Gustavo Dudamel, la Orquesta del Festival de Cabrillo con Marin Alsop, Carl St. Clair y The Pacific Symphony, The Montreal Symphony, The Stuttgart Staatsorchester y muchos otros. Ha actuado como solista en el Carnegie Hall, el Walt Disney Concert Hall, el Royal Albert Hall, el Avery Fisher Hall, el Adelaide’s Festival Theatre, el Auditorio Ibirapuera de Sao Paulo, el Hollywood Bowl, el Brucknerhaus de Linz y el Musikverein de Viena, e hizo su debut con The Chicago Symphony a la edad de 13 años. Las orquestas y los grupos de música de cámara han realizado las obras originales de Silverman a nivel internacional.

En televisión / internet y radio se encuentran una actuación en solitario en los conciertos de Tiny Desk de NPR, un perfil en CBS News Sunday Morning con Charles Osgood, Performance Today de NPR , Sunday de St. Paul y varias apariciones en A Prairie Home Companion de Garrison Keillor .

En las notas de “The Dharma at Big Sur”, John Adams escribe: “Tracy ha desarrollado su propio estilo único de tocar el violín, una maravilla de expresividad”. Mark Swed, de LA Times, se mostró entusiasmado con “Inspiring. Silverman pertenece a una clase propia. “El John von Rhein del Chicago Tribune se entusiasmó: “Un virtuosismo deslumbrante. Te sorprenderás de que alguien pueda tocar un violín de esa manera” y Anthony Tommasini, del New York Times, escribió: “Agilidad en el flow y expresividad con insinuaciones de Jimi Hendrix”.

Silverman, un viejo defensor de la educación musical, es el autor de The Strum Bowing Method, un método de gran demanda y es profesor de cuerdas en la Universidad de Belmont en Nashville, TN.

Las 12 reglas para la vida de Jordan Peterson (versión para músicos)

Aclaremos una cosa antes que nada: no soporto los libros y guías de autoayuda. Son compendios de slogans sencillos y banales para enderezar nuestras decepcionantes vidas evitando esfuerzos, esfuerzos que supuestamente ya han realizado estos amables escritores que han navegado por la vida escudriñando los engranajes que abren las puertas del éxito.

Dicho esto, lo cierto es que, a menudo, estos consejos, cuya mayor virtud tienen es la de hacer ricos a sus autores, albergan ideas lógicas y sensatas que simplemente necesitábamos que nos recordaran, porque estamos demasiado liados con miles de estímulos exteriores, estímulos basura en su mayoría, como para darnos cuenta de que básicamente estamos haciendo algunas cosas mal, que quizás padres y abuelos tengan algo de razón en lo de abrigarte, ser educado, amable, estudiar, ordenar tu cuarto…

Ordenar tu cuarto, lo más tedioso que puede haber en la adolescencia. Llegabas a preferir el caos, el desorden, la suciedad, el azar. Ordena tu cuarto es la frase más famosa de un libro llamado “12 Reglas para la vida. Un antídoto contra el caos”, de Jordan Peterson, un profesor de psicología clínica de Toronto que se ha hecho muy famoso gracias a, además de por su libro, a un activismo social muy intenso en foros, redes sociales y plataformas de vídeo y podcasts en temas sociales, políticos y religiosos muy sensibles y controvertidos hoy en día, como el feminismo e ideologías de género, la corrección política o la censura. La fama de Peterson alcanzó una gran expansión internacional tras la aprobación una polémica ley en Canadá, que él y otros consideraban que limitaba la libertad de expresión en las universidades. El caso más mediático en el que se vio involucrado Peterson está relacionado con las avanzadas políticas de género en Canadá, que tuvieron su plasmación más relevante en la propia Universidad de Toronto de Peterson, en la que se conminaba a todo el profesorado y personal acatar la política según la cual es obligatorio dirigirse a los estudiantes transgénero con el pronombre que estos decidan (pronombres de género neutro habitualmente) .

Jordan Peterson consideró que esta imposición era una limitación a la libertad de expresión, y de este enfrentamiento y los subsiguientes encontronazos mediáticos con la comunidad de los llamados Social Justice Warriors, se fue definiendo la imagen de Peterson como la de un paladín de cierto liberalismo (económico y social), que algunos definen como pura y disimulada Alt-right (la nueva extrema derecha) y otros como resistencia y rebelión contra la opresión de la corrección política y las ideologías de género.

Esto es un lugar de música y no voy a pronunciarme sobre este tema, del cual tengo opiniones encontradas, pero quería que tuvierais en contexto al autor de las reglas que voy a subvertir porque, aunque no creo que una vida pueda sostenerse siguiendo una serie de reglas leídas (creo que cada vida debe encontrar las reglas particulares que dicha vida enseña), sí que me han parecido interesantes aplicadas al ejercicio de la música, a una vida que debería combinar orden y caos para ser creativa pero también efectiva y exitosa.

Estas son las 12 reglas para la vida de Jordan Peterson, reconvertidas y reinterpretadas por mí en 12 reglas para los músicos. Puede que os parezcan consejos un poco a la antigua usanza, muy de padre conservador (ordena tu cuarto…), pero yo tengo que reconocer que me parecen consejos sensatos.

 1. Ponte recto y echa tus hombros atrás.

Como si fuera en la mili vamos. Si eres violinista ya deberías saber la importancia de una postura erguida y correcta. Y no sólo para evitar problemas físicos, sino también para que nuestra postura influya positivamente en nuestra actitud. Porque igual que sabemos que nuestro estado psíquico influye en nuestro cuerpo, también se ha demostrado que la postura y actitud corporal influye en nuestro estado anímico. Un cuerpo a la defensiva y encogido nos predispondrá a la introversión y a la incomunicación. Elévate y ábrete. Sin exagerar, claro, tampoco se trata de ir andando por ahí de forma antinatural y ridícula.

2. Trátate a ti mismo como si fueras alguien del que fueras responsable de ayudar.

El viejo enemigo de la auto-compasión. “No me sale esto, me cuesta demasiado, no puedo hacer el vibrato, todo es patético…” Si tuvieras que ayudar a alguien que se queja así seguramente lo ayudarías y animarías ¿no es así? Pues igual o más importante es que seas amable, servicial y proactivo contigo mismo. Intenta solucionar los problemas propios como si ayudaras objetivamente a otro. Además, piensa que lo que hagas para mejorar tú mismo será también positivo para los que te rodean.

3. Hazte amigo de aquellos que quieren lo mejor para ti.

Ya sabemos que hay personas tóxicas o negativas, y en música eso puede afectar muchísimo. Mantente alejado de los que te apartan, deprecian o se ríen de tus tentativas, tus propósitos de crecer, de mejorar, de practicar, de conseguir tus objetivos, ya sea aprender, tomar iniciativas, aventurarte, trabajar duro en tu sueño musical. Cultiva la compañía de los que te apoyan en tus buenos proyectos.

4. No te compares con los demás músicos; compárate con quien eras ayer.

Siempre somos una mierda comparados con otras personas, pero nuestra única referencia debe ser quien fuimos. Sólo intenta mejorar día a día y pensar en el próximo objetivo y en lo enriquecedor que es el proceso.

 5. No permitas que tus hijos hagan cosas que causen que los detestes.

Vale, esto sí suena algo rancio pero creo que es un buen consejo para algunos padres actuales (de hijos que estudian violín, pongamos), que son por un lado sobreprotectores, por el otro pusilánimes y débiles a la hora de orientar a sus hijos: horas de uso del móvil u otros dispositivos electrónicos, comportamiento en sociedad, empujarles a practicar. Si no presionas en estos y otros aspectos sólo por no tener conflictos con tus hijos, terminarás educando a una persona con costumbres y actitudes negativas para sí mismo y los demás, y no le habrás hecho ningún favor. Por supuesto, no se trata de obligar a la fuerza, pero sí deben saber lo que consideras correcto, y hay un equilibrio entre el amor y la amabilidad con la rigidez. Se rebelarán a menudo (es lo que deben hacer) pero tus consejos terminarán calando en ellos.

6. Ordena tu casa antes de criticar el mundo

Todos somos propensos a infravalorar a otros, a menudo como un mecanismo de compensación para ocultar nuestros propios defectos. Ésta es una de las expresiones más frecuentes de Peterson. Con “tu casa” o “tu cuarto” Peterson está hablando en realidad de “tu vida”. Si quieres cambiar tu entorno primero intenta que tu vida sea digna de orgullo. Busca actividades, trabajos enriquecedores, repara tus relaciones rotas, pide disculpas a quienes hayas ofendido, haz amigos y contactos. Recuerda la regla 2: lo que hagas para mejorar será positivo para los demás, especialmente para tus seres cercanos.

7. Busca lo que es relevante, no lo que es fácil o conveniente.

No hay forma fácil de conseguir resultados en la música, el camino al éxito siempre es arduo y requiere esfuerzo y a veces renuncias. “Dejarse llevar por lo cómodo es fácil, pero recuerda que no hay viento a favor para las personas que no saben a dónde se dirigen”.

8. Di la verdad, o al menos no mientas.

Ser sincero, no hacer músicade forma impostada, debería ser un auténtico mandamiento para todo intérprete. “La mentira es como una droga; a corto plazo produce efectos que pueden parecer positivos, pero en el largo plazo te puede destruir y no te llevará más que a tener problemas, tapando una mentira con otra y haciendo que acabes siendo rechazado por todos.”

9. Asume que la persona que escuchas puede saber algo que tú no sabes.

Al tocar en grupo sé humilde y escucha a los demás. Dialoga con ellos. aporta tu verdad pero aprende del resto.

10. Se preciso al tocar.

No toques las cosas más o menos. Busca que suene lo que deseas que suene, no lo que sale. No pases por encima de los errores sin más.

11. No molestes a los niños cuando juegan.

Cuando los niños juegan o tontean con el instrumento, no trates de reprimirlos o encorsetarlos. No intentes modelar a los niños tratando de imponerles tus gustos o ideas. Déjales que se desenvuelvan libremente.

12. Si ves un gato en la calle, acarícialo.

Jordan Peterson termina relajando la tensión. Después de tantas reglas de comportamiento las dos últimas son todo lo contrario, una liberación y una invitación a la espontaneidad, la improvisación y el libre albedrío. Porque las reglas también están para saltártelas. “Aprende tus limitaciones. La vida humana es corta y frágil, aprecia la belleza y vive el momento. El destino es importante, pero no merece la pena si no disfrutas del viaje. Podríamos decir: no dejes que las reglas sean tu cárcel.


Fuentes:

Imagen de portada: 

Hokum: aprendiendo armonía e improvisación a través del Folk.

  • Guitarrista: OK, este tema está en Do, es el típico I-IV-V7, hacemos una vuelta I-IV-I-V7-I, luego Jesús haces un solo, improvisa algo molón ahí, después otra vuelta, estribillo, otro solo, esta vez de armónica, otra vuelta con el banjo, y terminamos en séptima.
  • Yo: Vaaaaale (ay dios mío, quiero una partitura).

Los que hemos aprendido a tocar el violín fuera de los Conservatorios, con profesores particulares o en escuelas de barrio, no solemos tener una formación musical teórica más allá de poder leer partituras fielmente y tocar de memoria algunas escalas y arpegios. Cuando empecé a probar tocar el violín en compañía de gente, en grupos de música no clásica, me di cuenta de que mi forma de afrontar la interpretación no tenía nada que ver con la de los guitarristas, bajistas u otros músicos de la banda. Y tuve que cambiar totalmente mi planteamiento a la hora de tocar.

Por suerte, de niño practiqué un poco la guitarra y recordaba algunas nociones que me permitían entender algo de la progresión de acordes y las estructuras de las canciones. Miraba de reojo al guitarrista qué posiciones de las manos adoptaba para ver en qué acorde estábamos.

Aun así, desde entonces siempre que puedo estudio los mecanismos de la armonía, cómo se forman las escalas, los acordes, las diferentes funciones tonales, los modos… tenía muchos conceptos confusos. Con paciencia, dedicándole un poco de tiempo de vez en cuando a algunas lecturas, practicando despacio con mi instrumento y conversando con otros músicos, he ido aclarando conceptos. En especial, tocar en grupo me ha hecho madurar mucho como músico.

Por eso me parece tan valioso el libro que os presento hoy aquí: “Hokum: Theroy and Scales for Fiddle Tunes and Fiddle Improvisation”, un libro que parte de la música fiddle (música folk, se entiende) para enseñarnos, progresivamente y mediante ejercicios prácticos, los conceptos básicos de la música modal: nos enseñarán, poco a poco y con una curva de aprendizaje muy bien medida:

  • Las escalas principales (mayor, menor, pentatónica, escala dominante, blues…).
  • Cómo se forman los acordes simples, sus intervalos.
  • Las funciones tonales I, IV y V de los acordes, y sobre todo la piedra angular de la armonía en la música occidental: el movimiento armónico de los acordes  V-> I.
  • Los acordes de séptima, cómo se forman, y cuando usarlos.
  • Los acordes alterados: extendidos, disminuuidos, aumentdos, como se forman y cuándo usarlos.
  • Las principales escalas y modos alternativos (dórica, frigia, mixolidia…)

Todo esto además lo plantea de un modo eminentemente práctico, que es en mi opinión la única manera de que interiorizar los conceptos no solo de un modo racional sino intuitivamente; sólo se enseñan las tonalidades y progresiones más comunes en la música popular. No encuentras más de cuatro sostenidos en ningún ejercicio, casi todos basados en temas conocidos de la tradición folk y celta. Es un libro con el que puedes aprender teoría colocándolo en el atril y con el violín al hombro. Aunque hay algunas parrafadas largas, la mayor parte de lo que aprenderemos será con ejercicios sencillos con los que progresivamente iremos adentrándonos en conceptos que, hasta entonces, nos parecían incomprensibles. Si eres de los que, cuando ves encima del pentagrama algo como G#7b9 y te quedas como pensando para qué leches es eso, este libro te va a ayudar a resolver tus dudas sin todo ese esfuerzo ingrato que esperas.

Eso sí, es imprescindible leer bien el idioma inglés.

Aquí podéis adquirir on-line el libro:

 

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Hokum: Theory and Scales for Fiddle Tunes and Fiddle Improvisation
Composed by Leon Grizzard. Squareback saddle-stitched, Theory & Harmony. Fiddle Tunes. Book. Published by Mel Bay Publications, Inc (MB.98057).

Pero voy a dejar que sea el propio autor, Leon Grizzard, quien describa el objetivo de su obra:


He escrito este libro por tres motivos principales:

  1. Enseñar teoría musical y escalas aplicadas a canciones fiddle de las tradiciones americana y celta.
  2. Enseñar a improvisar con el violín.
  3. Mostrar materiales adicionales que ayuden a los violinistas en otros estilos populares.

Este no es un libro de licks, ni de transcripciones de los grandes solos de temas fiddle, para que los estudies y los emules. Este libro te enseñará la estructura teórica de las canciones para fiddle, o de los solos de fiddle; las escalas y arpegios que los fiddlers usan hoy en día, aunque ellos no lo sepan. Si actualmente ya improvisas o tocas variaciones de temas conocidos, ya estás usando esas escalas y arpegios, sólo espero que el libro te ayude a entender ese lenguaje, que de algún modo ya dominas gracias a tu oído, y ayudarte a entender cómo funcionan y porqué.


Gracias a Google Books, podéis echarle un vistazo al libro antes de comprarlo:

Aproximación a canciones con la Escala Mayor.

En general, trataremos los sonidos del modo mayor: las tres notas básicas de los acordes mayores; la escala pentatónica mayor y la escala mayor. Veremos cómo esas tres expresiones del “sonido mayor” se encuentran mayoritariamente en las canciones fiddle. Haremos ejercicios que te permitirán tocar diversos arpegios y escalas de memoria y combinando unos con otros.

Para improvisar, el planteamiento es cambiar de escala cuando se cambia de acorde (Apunte mío: no estoy de acuerdo con este planteamiento: aunque en rigor no es incorrecto, significaría no sólo cambiar de escala, sino de modo, dependiendo de la función tonal del acorde, lo que es confuso, y en realidad él luego en los ejercicios no lo desarrolla así).  Al tocar sobre el acorde de C (Do), tú tocas alguna especie de escala de Do; cuando tocas sobre un acorde de F (Fa), tocas una especie de escala de Fa; y cuando tocas sobre un acorde G7 (Sol séptima), tocas una escala de Sol dominante. Esto no es tan complicando de aprender como parece al principio. Un puñado de arpegios y escalas cubrirá la mayoría de los temas populares en las tonalidades más importantes: D, G, A y C.

Además de este acercamiento a los acordes, improvisarás simplemente tocando melódicamente en la tonalidad en la que te encuentras (por ejemplo, al tocar el tema Liberty en D, puedes meterle mano con la escala D mayor, en todos sus cambios de acorde). Pero aun teniendo en cuenta esto, es importante tocar las notas adecuadas de la escala D mayor. Por ejemplo, si tocas sobre un acorde de D en la tonalidad de D, e intentas tocar usando solamente las notas G, C#, B y E, no sonará tan armonioso como si tocaras las notas del acorde de D: D, F# y A, sobre todo en tu frase. Tiene sentido. A menudo, te hablaré de tocar acordes basados en la escala, cambiando de escala con cada cambio de acorde, y aun estarás tocando todas las notas de la tonalidad en la que está la canción; el punto está en la selección de notas.

Por supuesto, los cambios de acorde en los temas fiddle no están grabados en piedra; hay variaciones, y mucha ambigüedad sobre cuál es el mejor o más correcto acorde.  En cualquier caso, con las canciones en tonalidad mayor, la armonía básica es sugerida claramente por la música, incluso aunque la progresión de acordes pudiera ser abrillantada. Terminarás dominando a fondo los acordes de la música fiddle, y estarás en posición de elegir inteligentemente las mejores opciones sobre cambios de acordes y qué escalas usar.

Un modesto ensayo

Algo bonito de la música fiddle es su antigüedad. Mientras investigaba (léase: metía la pata), encontré algunas cosas que no conseguía encajar en ninguna parte y habrían complicado el texto demasiado. Lo que sigue no es una lección, sino un resumen de lo que creo que he descubierto y puede proporcionarte experiencia cuando leas sobre este tema en cualquier otro sitio.

¿Hay una base natural en las escalas y la armonía?

Yo creo que la respuesta es sí, con algunas dudas sobre cuán lejos esto te puede llevar. Existe una relación absolutamente natural entre una nota y la nota una quinta superior a ella. Es un reconocimiento casi universal en la música que indica claramente que los humanos tenemos cierta predisposición a preferir la quinta justa. Es agradable a nuestros oídos y constituye el intervalo armónico más estable después de la octava. Al oído humano le resulta comparativamente más fácil lidiar con las vibraciones producidas por intervalos con relaciones sencillas entre sí, como las de 1:2 de una octava, o la relación 2:3 de una quinta justa. Además, la quinta justa es el segundo armónico, tras la octava. Para aquellos de vosotros que no tenéis conocimientos sobre esto: cuando una cuerda o columna de aire vibra lo suficientemente deprisa como para oírlo como una nota, la vibración no sólo se produce con la frecuencia a la que vibra la nota fundamental, sino también a otras frecuencias, llamadas armónicos. Podemos oír entre seis y ocho de estos armónicos, y su intensidad relativa es la que proporciona a cada instrumento su timbre característico; es decir, que un violín suene como un violín y una flauta suene como una flauta. La cuarta justa es la inversión de la quinta justa, y también se la ha considerado como un intervalo especial, aunque no sea un intervalo tan estable. Y todo esto ha sido probado en experimentos de laboratorio.