Falla y las castañuelas

Falla y las castañuelasAquí en Andalucía no hay una sola persona que no sepa lo que son las castañuelas. Bueno, a lo mejor alguien puede dudarlo un momento, para luego decir: “¡Ah, los palillos!”, que es como también se les conoce en muchas comarcas andaluzas.

En efecto, este instrumento se utiliza tanto en el folclore español que, fuera de nuestras fronteras, su sonido se asocia a esta tierra, a pesar de que ni fue inventado ni se usa exclusivamente en España: fueron los fenicios los que lo crearon y difundieron en muchos países de la cuenca mediterránea.

Lo que puede sorprender a muchos andaluces, y españoles en general, es ver a una mujer ocupando la posición del solista, al lado del director de una orquesta sinfónica, con sólo un par de palillos, “igualitos a los que toca mi niña cuando va a clase de sevillanas…”.

Uno de estos momentos de protagonismo de un instrumento, por otro lado, tan humilde, se lo debemos a Manuel de Falla, uno de los más importantes compositores españoles, quien nació hace exactamente 133 años en Cádiz. Allí fue donde, jovencísimo, recibió una influencia, la de su niñera, que le marcó de por vida:

[...] en mi primerísima infancia, cuando yo sólo tenía dos o tres años [...] los cantos, las danzas y las historias de la Morilla me abrieron las puertas de un mundo maravilloso.

En La vida breve, una ópera escrita por Falla en su juventud, nos adentra dentro de ese mundo maravilloso, el de la música popular andaluza, dentro del granadino barrio del Albayzín, declarado por el UNESCO Patrimonio Mundial de la Humanidad con este nombre.

Lucero Tena es la intérprete de castañuelas en la Danza española nº1 de esa ópera.

La entrada Falla y las castañuelas ha sido publicada primero en educacionmusical.es.

Dos violinistas, un asteroide

David OistrakhHace exactamente 35 años desaparecía uno de los mejores violinistas del siglo XX, David Oistrakh, que había nacido 66 años antes en Odessa, por aquel entonces perteneciente al Imperio Ruso y actualmente a Ucrania. A pesar de haber sufrido varios ataques cardíacos, siguió realizando giras de conciertos agotadoras y, fue en una de éstas, en la ciudad holandesa de Amsterdam, cuando su corazón dejó definitivamente de latir.

Diecinueve años más tarde, uno de los asteroides del cinturón principal, situado entre las órbitas de Marte y Júpiter, fue bautizado 42516 Oistrach (sic) en honor de David Oistrakh y de su hijo Igor, también violinista. La diferencia entre la manera en que escribimos el apellido de los violinistas y el nombre del astro se debe a la transliteración del cirílico.

Me resulta difícil elegir un vídeo entre los muchos disponibles en YouTube, documentos de grandísimo valor musical, dudando entre una de las muchas obras dedicadas a él por sus respectivos compositores (uno de los dos Conciertos o la Sonata de Shostakovich, por ejemplo, o la Sonata de Prokofiev, o quizás el Concierto de Khachaturian…) u otra de las obras de su inmenso repertorio. Al final me he decidido por una grabación de 1970 del Triple Concierto de Beethoven, junto con otros dos grandiosos músicos, Mstislav Rostropovich y Sviatoslav Richter: una rara ocasión de escuchar a tres auténticos colosos de la música unidos.

La entrada Dos violinistas, un asteroide ha sido publicada primero en educacionmusical.es.

Gould y Bach por el espacio interestelar

Glenn GouldEl 4 de octubre de hace 27 años Glenn Gould fallecía en su ciudad natal, Toronto, en Canadá, a causa de un íctus al que sólo sobrevivió  una semana. Acababa de cumplir los 50 años y, a pesar de haber interrumpido su carrera concertística en 1964, año de su última actuación pública, llevaba una intensa actividad musical, consistente sobre todo en la grabación de discos y programas de radio y televisión.

La técnica extraordinaria de Gould le permitía tocar con extrema rapidez (cuando era necesario) sin renunciar a claridad y limpieza de sonido. A eso contribuía su manera de sentarse: estaba siempre muy bajo con respecto al piano, utilizando, en vez de un taburete regulable u otro tipo de asiento específico para su instrumento, una pequeña silla con las patas recortadas, conservada actualmente en la Biblioteca Nacional de Canadá.

La contrapartida era la limitada potencia del sonido que podía conseguir, por no poder aprovechar todo el peso de los brazos. Pero eso no era un problema por el tipo de música que prefería tocar, y cuyas interpretaciones han pasado a la historia. Me refiero a la música de Bach, y sobre todo a las Variaciones Goldberg.

No sólo su manera de sentarse al piano salía de lo habitual: hay más cosas que le valieron a Gould la consideración de excéntrico, como por ejemplo su manera de abrigarse, independientemente del calor que hiciera, por miedo a resfriarse, o su imposibilidad a resistirse a canturrear mientras tocaba, lo que traía de cabeza a los técnicos de sonido para que no saliera su voz en las grabaciones, cosa que raramente conseguían.

Aún así, sus discos son de un valor musical y artístico, además de histórico, inconmensurable. Una de estas grabaciones, el Preludio y fuga nº1 del Clave bien temperado de Bach, está viajando por el espacio interestelar, en la Voyager I, contenida en un disco de cobre revestido de oro que incluye este y otros logros de la actividad humana, a modo de tarjeta de visita para eventuales extraterrestres que pudieran encontrarla.

La entrada Gould y Bach por el espacio interestelar ha sido publicada primero en educacionmusical.es.

In memoriam Alicia de Larrocha

Alicia de LarrochaAlicia de Larrocha, una de las más grandes pianistas de su generación y sin duda la más importante a nivel internacional de todos los pianistas españoles, falleció ayer en Barcelona a la edad de 86 años.

Apreciada intérprete de un amplísimo repertorio pianístico, dedicó gran parte de su actividad concertística y discográfica a la difusión de la música española para su instrumento, de la que, indudablemente, ha sido, y sigue siendo, la máxima autoridad a nivel mundial.

En el escenario desde los 6 años de edad hasta su último concierto público, en 2003, Alicia de Larrocha ha marcado una época para la música y el pianismo español, con un estilo que sobrevivirá en las interpretación de sus discípulos, directos o indirectos.

La recordamos con la magnífica interpretación de la Danza ritual del fuego de El amor brujo de Manuel de Falla que nos ha dejado en el siguiente vídeo.

La entrada In memoriam Alicia de Larrocha ha sido publicada primero en educacionmusical.es.

Recordando a Jimi Hendrix

Jimi HendrixHace 39 años fallecía Jimi Hendrix, uno de los más grandes guitarristas de la historia de la música, cuando todavía no había cumplido los 28 años.

Su fama, una auténtica leyenda, sólo en mínima parte se debe a su prematura desaparición. En efecto, su tan breve como intensa aparición en la escena musical marcó el comienzo de una nueva manera de tratar la guitarra eléctrica, de la que supo sacar sonoridades totalmente nuevas: la distorsión llevada al extremo y su combinación con el acople y el wah-wah son sólo los aspectos más evidentes de su incesante investigación tímbrica.

Siendo zurdo, montaba las cuerdas de su Fender Stratocaster al revés de como estaba previsto por sus constructores. Así, las pastillas proporcionaban un timbre más claro a las cuerdas graves y con más cuerpo a las cuerdas agudas. Muy probablemente ésto no haya sido premeditado al comienzo por Jimi Hendrix, quien posiblemente sólo buscaba mayor comodidad al tocar; sin embargo, cuando ya hubiera podido “corregir” este problema y encargar una guitarra construida expresamente para tocarse del revés, siguió utilizando las estándard con las cuerdas invertidas, manteniendo así su personalísimo timbre.

Otro “truco” de Hendrix era la afinación baja, medio o hasta un tono más grave de lo normal. Éste era otro elemento que influía en el timbre, haciéndolo globalmente más cálido, más de blues, y además le permitía un bend más amplio, debido a la menor tensión de las cuerdas.

Una de las actuaciones inolvidables de Hendrix fue su participación en el Festival de Woodstock, en 1969, que cerró tocando 18 canciones, entre las cuales la que tal vez sea la pieza más famosa de toda su obra: Purple Haze.

Esta canción, al igual que muchas otras de las que nos ha dejado Jimi Hendrix, ha sido versionada por numerosísimos músicos, entre los cuales un cuarteto de cuerda estadounidense que se dedica sobre todo a la música contemporánea, el Kronos Quartet.

Con cuatro instrumentos acústicos -dos violines, viola y violonchelo- que estamos acostumbrados a escuchar en música clásica o romántica, sin utilizar distorsión ni efectos electrónicos, los componentes del cuarteto Kronos consiguen recrear una atmósfera que sin duda os sorprenderá.

La entrada Recordando a Jimi Hendrix ha sido publicada primero en educacionmusical.es.