Ravi y Anoushka

Ravi y Anoushka Shankar

Ravi y Anoushka Shankar in Vienna Opera House, by Patrick van IJzendoorn (CC BY)

Aunque hasta mediados del siglo pasado el sitar era prácticamente desconocido en el mundo occidental, hoy en día no hace falta haber viajado a la India para saber reconocerlo. Gracias a su peculiar aspecto exterior (una caja de resonancia hecha con media calabaza, un mango muy largo y ancho con más de 20 cuerdas repartidas en dos puentes -uno para las 6 o 7 cuerdas tocadas directamente por el ejecutante y el otro para las restantes cuerdas, que resuenan por simpatía cuando las anteriores producen un unísono o una octava con ellas- y un gran número de trastes curvos y móviles), a su sonido extremadamente sugestivo (caracterizado por las mismas resonancias simpáticas, su timbre metálico y los continuos bends propios de su técnica de ejecución) y sobre todo a la grandiosa labor de difusión de Ravi Shankar (una actividad concertística de más de siete décadas en importantes salas de conciertos y festivales en todo el mundo), hoy en día no sólo los etnomusicólogos sino también el gran público conocen el sitar.

Ravi Shankar falleció anteayer, a los 92 años. A pesar de la avanzada edad y los problemas cardíacos y respiratorios que padecía desde hace unos años, seguía actuando en público. De las palabras con las que su familia anunció el triste suceso en su web oficial, se infiere que el concierto que ofreció en la ciudad californiana de Long Beach el pasado 4 de noviembre no hubiera sido el último si la cirugía a la que fue sometido la semana pasada para implantarle una válvula artificial y mejorar su calidad de vida hubiera tenido el éxito deseado.

Muchos músicos occidentales quedaron fascinados por la personalidad musical de Ravi Shankar: además del caso más conocido, el Beatle George Harrison, al que dio clases de sitar, algunos grandes intérpretes de música clásica quisieron colaborar con él. Entre ellos destacan el flautista Jean-Pierre Rampal, el director André Previn, con el cual grabó su concierto para sitar y orquesta junto con la orquesta sinfónica de Londres, y el violinista Yehudi Menuhin, de cuya colaboración nació el mítico álbum West meet East, premiado en el 1967 con el Grammy a la mejor actuación de música de cámara y en cuyo título Shankar se inspiró para darle nombre a su propio sello discográfico.

Anoushka Shankar, la hija menor de Ravi Shankar (la mayor es la cantante Norah Jones), también es una virtuosa del sitar. Ha sido su alumna desde su infancia y desde los 14 años participaba en las giras de conciertos del padre. De él ha heredado, además de la extraordinaria técnica, una gran capacidad improvisativa y una rica expresividad.

Por ley de vida, Anoushka Shankar ya no podrá volver a tocar con su padre, algo que, si cabe, suma todavía más tristeza al dolor que estará sintiendo por la enorme pérdida afectiva y en el que desde aquí la acompañamos. De todas formas estoy seguro de que le queda un gran consuelo en todo lo que de él ha aprendido y que en ella pervive. Para muestra, Anoushka interpretando junto al violinista Joshua Bell Raga Piloo, la misma obra que ya hemos escuchado por Ravi a dúo con Menuhin.

Nos ha gustado

En 4º, después de escuchar en el jukebox con algunas audiciones del Cascanueces, la Danza del hada de azúcar fue elegida por votación. Aquí tenéis varias versiones: ¿ cual os gusta más ?

La de la película Barbie en Cascanueces.

Una original del Ballet Cascanueces

La que hicieron para la película Fantasía

Una interpretada con un curioso instrumento: la armónica de cristal

La que hizo Joe, el cantante de Pomplamoose.

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Chang, Heifetz y Franck

Sarah Chang

Sarah Chang before performing, by Silvio Bacchetta (PD)

Tal como decíamos en otro post, cuando hablábamos de su Zigeunerweisen (Aires gitanos), el gran violinista pamplonés Pablo de Sarasate compuso varias obras con las que podía lucir su grandiosas habilidades técnicas y expresividad musical para agasajar al público con exhibiciones de virtuosismo.

Poco años después del estreno de Carmen de George Bizet, al ver que la popularidad de esta ópera iba extendiéndose cada vez más, considerando además su ambientación española, Sarasate no dejó escapar la oportunidad de componer una obra que recogiera sus mejores melodías, transformándolas en una sucesión ininterrumpida de pasajes de bravura que seguramente deslumbrarían a los que tuvieron la suerte de asistir a alguno de sus conciertos: la Fantasía Carmen, op.25.

En el siguiente vídeo podemos escuchar una brillante y muy expresiva interpretación de Sarah Chang -a la que felicitamos por ser hoy su 32º cumpleaños- dirigida por Plácido Domingo.

Hoy hay más efemérides relacionadas con el violín: hace 25 años fallecía uno de los violinistas más importantes del siglo XX, el lituano Jasha Heifetz, al que ya tuvimos ocasión de escuchar en otra entrada de este blog interpretando el concierto de Mendelssohn.

Heifetz debutó en público con sólo 7 años y sabía muy bien lo que más le gustaba a su público, por eso transcribió un gran número de obras famosas con la intención de deleitar a los oyentes con melodías conocidas, como por ejemplo Summertime de Gershwin.

Estas obras hoy en día sólo se usan como bis, pues su interés musical es bastante limitado ya que las cualidades de Heifetz como compositor no pueden compararse mínimamente con las de intérprete, tan grandes como para transformarle en una auténtica leyenda del violín. Sirva como ejemplo el siguiente vídeo, una grabación histórica en la que, acompañado por otro mito musical del siglo XX, el pianista Arthur Rubinstein, interpreta la Sonata en la mayor para violín y piano de César Franck, del que hoy celebramos 190 años desde su nacimiento.

¡Feliz cumpleaños, maestro Barenboim!

Daniel Barenboim

Daniel Barenboim, by Ecemaml (CC BY-SA)

Mi ideal de artista es una persona comprometida con los demás, una persona que posee, además de unas grandes cualidades técnicas y estéticas que le permiten transmitir a los otros sus propias ideas y sentimientos, también una inmensa empatía para experimentar lo que siente el otro, su felicidad y su dolor, sus anhelos y sus miedos.

Daniel Barenboim es un maravilloso ejemplo de gran artista. En palabras de Edward Said: “es una persona capaz de entender y experimentar el sufrimiento de los demás, deseoso de hacer ese gran esfuerzo, aunque sea realmente muy duro, especialmente cuando uno sabe que es vulnerable, porque el sufrimiento no es monopolio de nadie.”

Dos grandes mentes, dos grandes corazones, dos grandes personas, Barenboim y Said se unieron para realizar un proyecto en el cual se complementaban de manera perfecta: uno judío y el otro palestino, uno músico y el otro filósofo, pero sobre todo ésto dos grandes filántropos buscando, a través de la música, la única vía para conseguir una solución a los problemas de convivencia del ser humano: el conocimiento recíproco. Nació así en 1999 la West-Eastern Divan Orchestra, compuesta exclusivamente por jóvenes mediorientales.

Es muy fácil decir que la música rompe barreras o que amansa a las fieras, pero que nadie crea que es fácil sentar en el mismo atril de una orquesta a dos personas que han sido educada para un recíproco odio atávico, a las que han transmitido la idea de que el otro es un ser desalmado cuyo mayor deseo es hacerle mucho daño a ellos y sus familias o incluso han experimentado directamente el sufrimiento de la violencia, el miedo del terrorismo (de ambos bandos) o la humillación del castigo inmerecido. Es muy difícil, sin duda.

Sin embargo, Barenboim cuenta que “este proyecto destruyó de golpe los clichés vacíos que tenían estas personas”, que han llegado a sentir no sólo el respeto debido al excelente músico que tienen al lado, sino auténtica admiración hacia personas que ni siquiera imaginaban que pudieran existir en ese país tan profundamente odiado.

Tanto las dificultades como los logros se entreven en el documental Knowledge is the Beginning, galardonado con el Emmy al mejor documental sobre arte de 2006. Os aconsejo vivamente que lo veáis, al final de esta entrada, sin que os desanime la necesidad de leer los subtítulos en español, pues el audio está en inglés, alemán y judío, pues está lleno de testimonios muy emotivos de varios jóvenes músicos. El más elocuente está relatado por el mismo Barenboim, quien cuenta cómo una chica de Ramallah, muy emocionada, le agradeció repetidamente su presencia allí diciendo “You are the first think that come from Israel that I see that is not a soldier nor a tank” (usted es la primera cosa que viene desde Israel y que veo que no es un soldado o un tanque).

Se puede odiar o recelar de manera tan fuerte sólo algo que se desconoce por completo o hacia lo cual se tienen prejuicios tan fuertes que impiden conocer más allá de la superficie. De nuevo cito a Said, en su discurso de agradecimiento por el premio Príncipe de Asturias de la Concordia que compartió con Barenboim: “La ignorancia no es una estrategia para la supervivencia sostenible”. Sin duda, el conocimiento es el comienzo.

Barenboim, al ser preguntado sobre el carácter político de la West-Eastern Divan Orchestra, lo niega -quizás porque lamentablemente hoy en día la palabra política ha adquirido un valor muy negativo debido a la corrupción de muchos de los que se dedican profesionalmente a ella-, afirmando: “hago lo poco que puedo, es mi profesión, soy músico. No es política, es empatía”. Ciertamente, tanto su proyecto como su persona desbordan música y empatía, además de modestia, pero en esto disiento con él: sí es política, la política que me gusta, la que se hace pensando en las personas -algo que necesitamos tanto como el agua-, la que se hace con coherencia y valentía, aunque pueda provocar situaciones incómodas, como la que se puede ver casi al final del documental con la ministra de Educación de Israel.

La orquesta, que empezó sus andanzas en Weimer (Alemania), a partir de 2002 se estableció en Sevilla, abriendo sus puertas también a músicos españoles. La razón por la que se eligió Andalucía, tal como afirman los autores del proyecto, es que el sur de España ha sido el único lugar de la historia donde la convivencia entre árabes, judíos y cristianos funcionó durante varios siglos, una herencia de la que tenemos que estar orgullosos y no dejar de sentir y asumir la responsabilidad.

Daniel Barenboim cumple hoy 70 años.

Para él van mis más sinceras felicitaciones y mi más profunda admiración.

Misterio en el campanario

Después de saber que Tchaikovsky se inspiró en el folclore ruso para algunas de sus composiciones, en 4º estamos investigando sobre canciones típicas de Candás. Sara nos cantó Candas tiene tres cosas y Mael Hay una playa hermosa. Y nos preguntamos sobre la música que suena en la Iglesia de Candás cuando el reloj de la torre da las horas en punto.

Se trata del tema Que lleves en esa saya.

¿ Que lleves en esa saya 
que tanto vuelo le das ?
Llevo roses y claveles
para el Cristo de Candás.

Aquí hay varias versiones. ¿ Cuál te gusta más?

Felpeyu. Grupo asturiano de música folk
Descargar fichero de audio (Felpeyu.mp3)

Celestina “Ca Sancho” y Ambás
, presentador del programa Camín de Cantares (TPA)

Descargar fichero de audio (Ambas.mp3)

Banda de Música de Candás

Descargar fichero de audio (Banda-Musica.mp3)