Hoy me he levantado con la triste noticia del futuro incierto del Instituto Valenciano de la Música.
Desde este blog me gustaría resaltar que dicha institución ha hecho una gestión de los recursos más que eficiente y que cuenta con un grupo de profesionales con una amplia y contrastada experiencia.
Fui becada por el mismo en dos ocasiones para perfeccionar mi formación con cantantes de la talla de Montserrat Caballé o Luciana Serra y a raíz de mi condición de becaria tuve en los primeros momentos de mi carrera más oportunidades de cantar ante un público, ofreciendo varios recitales que me hicieron crecer como cantante.
La primera vez que me presenté a las becas pensé que no me seleccionarían puesto que eran muchos y de muy diversas especialidades instrumentales y vocales los que concurríamos a las becas, con baremos estrictos y sobre todo con una prueba delante de especialistas de cada especialidad. Fue una gran alegría recibir la noticia de que se me había concedido la misma y a partir de ahí siempre tuve una relación muy amigable con los trabajadores del IVM.
Pude contar con la ayuda de los fondos (libros, discos, partituras) de la maravillosa biblioteca que tiene la institución. Gracias a la lista de distribución que gestiona su bibliotecaria pude dar voz entre la comunidad musical de los eventos en los que participaba. Conté con la ayuda y el asesoramiento de su personal en mis primeras iniciativas profesionales y he de decir que en determinados momentos fueron decisivas.
El Instituto Valenciano de la Música está compuesto por un equipo de profesionales valiosísmos y comprometidos, que han sabido adaptarse a las circunstancias con honestidad y transparencia. Son personas que trabajan creyendo que la música es importante en la vida de las personas.
Desde este blog y en mi condición de becaria me gustaría decir que si Culturarts absorbe y elimina parte de esta plantilla estaremos perdiendo todos porque cuesta mucho que una maquinaria de este tipo ruede y funcione de la manera en que el IVM lo ha hecho. Me gustaría resaltar que cuesta mucho construir y muy poco destruir. No permitamos que el trabajo realizado por esta institución desaparezca de la noche a la mañana.
Una vez más gracias al personal del IVM.