Hoy os quiero dejar este testimonio de una profesora de violonchelo, que he traducido para todos aquellos músicos que no se atreven a practicar deporte o piensan que no es lo suyo. Para que conozcáis los beneficios que el deporte puede tener en vosotros como músicos y como personas.
Visitad nuestro post para descubrir qué deporte os puede beneficiar más como músico.
Publicación: The Strad
http://www.thestrad.com/cpt-latests/classical-musicians-play-more-sports/
Autor: Ariane Todes
Fecha: 2 Diciembre 2015
Título original: Classical musicians should play more sports
“Los músicos a menudo se apartan de los deportes por temor a hacerse daño, pero los beneficios superan con creces los peligros”, dice la violonchelista y entusiasta del Maria Kliegel
La combinación de la música y el deporte siempre ha estado “mal vista”. Los músicos tienen miedo de hacer deporte porque sus profesores les han dicho que no lo hagan, y se pierden los muchos beneficios que la actividad física ofrece. En mi opinión, todo el mundo debería animarse a probar el deporte. Sentado en tu habitación estudiando, repitiendo los mismos movimientos corporales extenuantes durante horas, semanas, décadas… no puede ser saludable o divertido.
Un profesor puede decirle a un estudiante o a sus padres que el deporte es malo, que te provoca codo de tenista y otras lesiones. A pesar de que el maestro probablemente nunca ha intentado probarlo y sólo sigue los consejos que escuchó de su propio maestro, el músico joven le cree. Mientras tanto, en la escuela (en clase de gimnasia), algunos profesores aceptan que los músicos son una excepción: van a concursos y clases; viajan a conciertos y clases magistrales; les dan miedo que se dañen los dedos. El personal no quiere asumir la responsabilidad, por lo que excusan a los niños del deporte, sin darse cuenta de que es bueno para ellos.
Yo siempre hice atletismo y gimnasia en el colegio, pero cuando empecé a estudiar violonchelo en serio, la gente me dijo, ‘No hagas esos deportes – te lesionan las muñecas’, y yo les creí, sin duda, por lo que los dejé. Tenía 30 cuando empecé a cuestionarme esta decisión. Solía ver a mi marido jugar al tenis, y después de un par de años de pie al lado de la cancha hablando con las otras esposas sobre los niños y la cocina, me aburrí. Estaba ansiosa por activarme y probar el tenis yo misma, así que tomé algunas lecciones, y nos divertimos increíblemente corriendo en la cancha al aire libre, aprendiendo algo completamente nuevo, y agotándonos.
Descubrí lo bueno que es encontrar otro campo, para escapar de estar siempre centrándose en una cosa. Y hay mucho en el deporte que se puede aplicar en la música. Aprendes sobre reflejos, como respirar, la velocidad, anticipar, reaccionar. Es genial aprender algo de nuevo y te ayudará a comprender a los estudiantes cuando dicen: ‘Yo sé qué hacer, pero no me sale.”
Practicar deporte te ayuda a conocer tu cuerpo: cómo los músculos, tendones y ligamentos trabajan, cómo se sienten cuando están en tensión o relajación, y cómo tratar lesiones. Muchos músicos no saben acerca de estos procesos, por lo que tienen miedo de enfrentarse a ellos. Cuando tienen una lesión tocando, a menudo entran en pánico. No pueden distinguir si se trata de una lesión o un músculo dolorido, o si tienen que ir al médico o no. Tienes que ser inteligente con estas cosas, porque ocurren – así que cuando lo hacen, es importante entender tu cuerpo. Hay un desequilibrio en cuanto a cómo los músicos funcionan a la perfección y con mucha precisión con ciertas partes de sus cuerpos, pero dejan que otras partes quedan atrofiadas.
Los músicos no tienen ni idea de cuánta alegría se experimenta al estar agotado por los músculos cansados, conciliar el sueño fácilmente porque estás físicamente cansado, sentirte orgulloso de tus logros, además de los que consigues en la música. El deporte ayuda a conocer tus límites y aceptar quién eres. Al igual que la música de cámara, es una cosa social. Los músicos pasan muchas horas solos, practicando, decidiendo si una nota es bueno o no. Si tienes un oponente o juegas en un equipo, eres parte de algo más grande. Todos los miembros tienen la misma importancia, y eso es una gran lección.
También aprenderá acerca de la relación entre su alma, su cuerpo y lo que tiene en su mano, y eso es igual tanto si se trata de un palo de golf, una raqueta de tenis o un arco. Te das cuenta de la alegría y la miseria, ganar y perder, y esto se puede medir en números en lugar de ser algo subjetivo, como es la música.
Por supuesto, algunos deportes no son buenos para los instrumentistas que usan mucho sus manos: voleibol, baloncesto o cualquier deporte donde tienes que atrapar una pelota con las manos. Y hay peligros si se exagera, o si haces mucho esfuerzo en poco tiempo y luego nada durante tres meses. Debes hacer deporte de forma regular, al igual que la práctica de tu instrumento. Y es importante contar con un entrenador para que no hagas nada malo. Los malos hábitos, tanto en la música como en los deportes, son difíciles de dejar y siempre causan problemas más adelante.
Sólo se vive una vez, y qué mejor que estar sano toda la vida y disfrutar de ti mismo. Tenemos que encontrar un buen equilibrio entre el trabajo y la vida familiar. Algunas personas piensan que el deporte y el arte no van de la mano, pero mejor descúbrelo por ti mismo. Prueba diferentes tipos de deporte, y si no encuentras diversión o no se te dan bien, no hay razón para sentirse avergonzado. Pero consideremos la frase latina “Mens sana in corpore sano”: una mente sana en un cuerpo sano.