Nuevas Sevillanas de Antonio

Las sevillanas1 son un cante y baile típico de Sevilla, que se cantan y se bailan en las distintas ferias que se celebran por parte de la comunidad andaluza , sobre todo en la Feria de Abril de Sevilla o en la romería de El Rocío, en la aldea almonteña de Huelva, y todas las de Andalucía Occidental. También son populares en las distintas romerías y en la antigüedad, en los corralones de vecinos y patios. Su origen se encontraría en los años previos a la época de los Reyes Católicos, en unas composiciones que eran conocidas como "seguidillas castellanas", con el tiempo evolucionaron y se fueron aflamencando, añadiéndose el baile en el siglo XVIII hasta llegar a los cantes y bailes con que son nombradas actualmente.
Está incluida entre los palos del flamenco. A la Feria de Sevilla llegaron el mismo año de su fundación con el nombre que la caracteriza, aunque no fueron reconocidas legalmente con ese término por la Real Academia Española de la lengua hasta el 1884 que fue incluida en el diccionario de la lengua española. En la actualidad es el baile regional más bailado en España y fuera en el extranjero, ya que hay numerosos profesionales y academias de bailes repartidas por todo el mundo, para enseñar a bailar sevillanas, rumbas, flamenco y un largo etc de esta misma rama.

El cante

El cante, hasta la segunda mitad del siglo XX es un cante popular, cantado por el país y para el país, recogiendo en sus consonantes pasajes de la vida cotidiana y de sucesos habituales:
  • Alguna crítica simpática:
"María la morena
puso un potaje
y le salieron duros
vaya malaje"
eso sería que Maria la morena
se dormiría."
  • Historias graciosas:
"Me casé con un enano, salerito
pa hartarme de reir
¡ole ahí ese tío que va ahí!
eso si que fue de veras
que al bajarse de la cama, salerito,
se cayó en la escupidera".
  • Rocieras:
La historia de una amapola,
que escapó de entre los trigos
dicen que la vio el almendro
dicen que la vio el olivo
dicen que la vio la luna
por enmedio de un camino
y el lunes por la mañana.
ese lunes del gentío
dicen que bajó del cielo
con la Virgen del Rocío
acariciando su pelo .
  • O acontecimientos importantes:
"Por el puente Triana
pasa la Reina
no llevaba corona
tampoco peina".
Este último pasaje hace referencia al paso de la Reina Isabel II durante la inauguración del puente que lleva su nombre en Sevilla, conocido popularmente como el Puente de Triana. Un ejemplo de grupo de sevillanas rocieras son Los marismeños, que con sus canciones acompañan a las romerías andaluzas que hacen el Camino hacia El Rocío.
En las sevillanas existe una variedad infinita de temáticas entre las que podemos clasificar como las más relevantes: las regionalistas, las de tipo amoroso, rocieras, corraleras, bíblicas, boleras, litúrgicas, de feria, etc.

Autores

En la década de 1950 hacen aparición los primeros discos por sevillanas, sus pioneros fueron Los hermanos Toronjo, dos hermanos del municipio onubense de Alosno que tal vez ni imaginaran al principio lo que supondría para el futuro el registro de sus canciones. Sus sevillanas se hicieron míticas, conocidas como "bíblicas", después se decantaron por dedicarle sevillanas a la Virgen del Rocío y su romería.
A los pocos años, aparecieron en este campo de las sevillanas Los hermanos Reyes, originarios de Castilleja de la Cuesta. Con ellos llegó la revolución a las sevillanas, incluyeron cambios como la diversidad completa en la melodía, sin repetir de una sevillana a otra, dedicaron sus cantes, además de a la Virgen del Rocío, a los monumentos, a las tradiciones, a las calles, puentes e historia de Sevilla.
Un importante compositor de sevillanas fue Manuel Pareja Obregón. Un productor y compositor clave en la evolución de las sevillanas en los años 80 fue Manuel Sánchez Pernía.
También fueron interpretadas por grandes cantantes de la copla como fueron: Concha Piquer, Estrellita Castro, Gracia Montes, Paquita Rico, Lola Flores, Gracia de Triana, la Niña de La Puebla, Miguel de Molina o la cantaora María Jiménez que llegaron en algún momento incluso a realizar alguna película donde inmortalizar este cante y baile.
Como solista la primera en destacar fue La Niña de los Peines, y más recientemente ha tenido grandes éxitos como cantante de sevillanas María del Monte. A partir de la década de 1960 surgen grupos que se dedicaban exclusivamente a este tipo de cante, entre los más famosos se encuentran Los Marismeños, Los romeros de la Puebla, Amigos de Gines, Los choqueros, Los de la trocha, y un largo etcétera. La popularidad de algunos de ellos ha sobrepasado las fronteras de España.
Otros grupos y solistas que han dejado profunda huella son:
  • El Pali, uno de los más conocidos en la ciudad, apodado "el trovador de Sevilla", cantó principalmente a Sevilla y sus tradiciones.
  • Cantores de Híspalis, otros revolucionarios de las sevillanas que la llevaron a lo más alto dándole auténtica dimensión mundial, haciendo verdaderas representaciones en sus espectáculos con grandes puestas en escenas (uno de sus discos está acompañado musicalmente por la Filarmónica de Londres).
  • Ecos del Rocío, también muy conocidos hasta el día de hoy, han logrado llegar al gran público interpretando temas sensibles.
Durante la década de 1980 con la inercia de los coros de las hermandades del Rocío, surgieron los coros rocieros haciéndose muy famosos, añadieron a las sevillanas alguna característica de polifonía coral clásica. De estos los que más han destacado son: el Coro de Huelva, el Coro de Almonte, el Coro de Emigrantes de Huelva, el Coro de Triana, el Coro de Sevilla y el Coro de Coria. Separándose un poco de lo que son los coros sin dejar de ser otro, aparece Raya Real, cantando las sevillanas de manera distintas siendo conocidas sus versiones aceleradas de antiguos éxitos.

El baile

El baile, es el folclórico más popular y más conocido en España pudiéndose diferenciar entre bailes rápidos o lentos. Las sevillanas se suele bailar por pareja, salvo excepciones y experimentales combinaciones donde el baile lo ejecuta una formación de más de dos personas al mismo tiempo, al son de las cuatro coplas en que se divide la sevillana. En otros tiempos eran siete coplas las que componían la sevillana completa, escasamente se puede escuchar que haya alguien que las cante como antes. Se pueden diferenciar cuatro movimientos dentro del baile: paseíllos, pasadas, careos y remate. El fin de la última copla se hace coincidir la música y el baile haciendo los que lo ejecutan un bonito y a veces romántico y provocativo desplante.
Su compás es de 3/4, es decir, de tres tiempos. De estos tiempos, el primero es fuerte y los dos siguientes son flojos.

La música

La música que acompaña a la sevillana surge por norma de las cuerdas de una guitarra que se toca en cualquier tono, dependiendo del cantante. Los primeros sones que se ejecutan es rasgueando, hasta que el cantante o el guitarrista hace la introducción del cante.
Suele acompañarse los toques de guitarra con palmas que hacen los palmeros que acompañan al cantante o al grupo, también son típicas en algunas ocasiones, las castañuelas (o palillos como se conocen popularmente en Andalucía Occidental), pito rociero, tamboril y /o pandereta.

Fuente: WIKIPEDIA


Antonio por Sevillanas

Cuando uno es un artista el arte se nota, se siente, se necesita exteriorizar y "de sacá" fuera... por que si se deja dentro se pierde y no deja fluir la clase adecuadamente...
Un ejemplo claro en nuestro amigo Antonio, nos es la primera vez que nos entona algunacanción de su amplio repertorio. En esta ocasión le tenía preparado en mitad del aula un cajón flamenco y no hubo que decirle mucho más... mirad el resultado del "experimento".



 

Camarón por sevillanas

Monumento a Camarón de la IslaEn verano culmina en Andalucía la temporada de las ferias, comenzada en abril en Sevilla. Con ocasión de estas fiestas populares, cuyo escenario va desplazándose por prácticamente todas las ciudades y pueblos andaluces, las plazas y las calles se llenan de música y de baile.

Recuerdo que cuando llegué a España, hace ya casi veinte años, en las ferias sólo había un tipo de baile durante horas y horas, muy raramente interrumpido por otros ritmos. Las sevillanas estaban de moda con una fuerza tan grande que no sólo eran las protagonistas incuestionables de la Feria de Sevilla, sino que habían desplazado totalmente los bailes típicos de las otras provincias y localidades de Andalucía, que, pasadas dos décadas, todavía no han conseguido hacerse un espacio dentro de sus lugares de origen.

Entre las consecuencias más importantes de ese período de gran popularidad quiero destacar dos, una positiva y otra negativa: la positiva, además de muy personal,  fue que me apunté a clases de sevillanas; la negativa fue la proliferación de un montón de sevillanas del montón (valga la redundancia) compuestas e interpretadas en serie y sin la más mínima originalidad por personajes cuyos nombres es preferible omitir. Todo eso ha causado cierto desprestigio de las sevillanas dentro del mundo flamenco, hasta el punto de que muchos aficionados y ciertos flamencólogos les niegan el derecho a ser consideradas un palo flamenco, relegándolas a la única condición de baile regional. Una simple búsqueda por la Red demostrará que la polémica todavía no está resuelta y las dos tesis conviven en la actualidad.

Personalmente estoy convencido de que las sevillanas sí tienen que estar en el árbol genealógico del flamenco. Más que palabras, voy aportar un sólo argumento de mucho peso: la voz de Camarón de la Isla, uno de los más grandes cantaores de la historia, fallecido hace exactamente 18 años, acompañado al toque por Tomatito, cantando Mi barrio/Dame la mano/Toma que toma/Pa qué me llamas prima, sevillanas compuestas por Isidro Muñoz y José Miguel Évora, hermanos de Manolo Sanlúcar.

En esta interpretación, extraída de la película Sevillanas de Carlos Saura, podemos disfrutar de la variedad de matices expresivos del cantaor, que va del pianissimo más sugerente al grito más desgarrado, y del virtuosismo del guitarrista, que complementa de manera perfecta el cante, ajustando la armonía y el ritmo hasta al más pequeño de esos matices.

Desde luego, una excelente interpretación puede dar vida a una obra vacía, pero no es este el caso: baste fijarse en su riqueza armónica, que culmina en la última copla con un brusco cambio de registro, conseguido a través de una modulación inesperada, y una nueva melodía.

La entrada Camarón por sevillanas ha sido publicada primero en educacionmusical.es.