Por: Francisco Martínez, Psicólogo BCN
El trac o pánico al escenario tiene solución |
El trac o pánico al escenario tiene solución |
Hace unos dos años que decidí presentarme a audiciones de orquesta. Bueno, decidí conscientemente, porque mi subconsciente y mi cuerpo no estuvieron muy de acuerdo. Ya había experimentado antes lo que llamamos “miedo escénico”, en algunos conciertos y exámenes. Los típicos nervios, temblores, pero con el paso de los años había conseguido mantenerlos al margen y afrontar este tipo de situaciones con cierta entereza.
No sabía lo que me esperaba con las audiciones, y cualquier músico que las haya probado una sola vez, sabe de lo que hablo:
Lo cierto es que la primera vez que me presenté a unas audiciones iba desprevenida. No había estudiado demasiado, me centré en la programación que pedían para la primera fase y no pensé demasiado en cómo prepararme mentalmente. ¿El resultado? En mi vida recuerdo desastre semejante. Temblé como si tuviera una falla sísmica en cada articulación del cuerpo. No sabía ni qué estaba tocando, y lo único que pensaba era “¿por qué no me paran de una vez y me dejan acabar con esta tortura?” Se me hizo eterno, y mientras tocaba buscaba de reojo la puerta de salida.
Tardé unos cuantos meses en volver a una audición. De repente, me aterrorizaba la idea de tener que pasar por la misma situación. Tomé varias medidas, no hay que dejar vencerse por ese miedo, no me refiero al escénico, me refiero al miedo al miedo.
Busqué artículos, leí libros, vi vídeos y hablé con mis profesores. De todo esto aprendí varias cosas:
Con estas premisas me puse manos a la obra y me presenté a varias audiciones bastante seguidas. Los temblores siempre estaban ahí. Incluso las primeras veces que audicionaba para mis familiares. La situación de las audiciones siempre me superaba: nunca me sentía suficientemente preparada, no controlaba mi mente ni mi cuerpo, sólo pensar que en unas dos/tres semanas tenía que audicionar me creaba ansiedad… Pero decidí no rendirme y seguir trabajando ese miedo. Al menos, observé que cuantas más hacía, más momentos de autocontrol encontraba durante la prueba.
En un año audicionando aprendí mucho. Cada audición que hacía me daba pistas de lo que estaba haciendo mal y bien, lo que funcionaba y lo que no. Investigando un poco más y observando a otros participantes, empecé a plantearme las técnicas de relajación. Al principio, imaginé que intentando relajarme sólo antes de cada audición sería suficiente, peor no es así.
Cuando una audición se acercaba, empezaba a sentir ansiedad. Al igual que el miedo en el momento de la audición te hace temblar o bloquearte, esa ansiedad de las semanas previas también provoca tensiones musculares. Me di cuenta de que, aunque consiguiera estar relativamente tranquila durante la audición, la tensión acumulada me hacía emitir un sonido que no me identificaba, y la música no fluía.
Para mí, la técnica más completa que he podido aprender y practicar es el yoga. Primero por mi cuenta, y luego yendo a clases, aprendí meditación, a concentrarme en mi equilibrio físico y a relajarme a pesar de tener una postura relativamente tensa. Cada vez noto más sus efectos, tanto física como mentalmente.
Además, me obligué a hacer cosas que me incomodaban, como tocar en la calle (sola), improvisar con público…etc. Trabajaba la relajación en esos momentos en los que estaba tensa al máximo.
Una vez empecé a relajarme, a mentalizarme y a controlar más la situación de las audiciones, me dí cuenta de que no estaba estudiando correctamente. El repertorio suele coincidir en casi todas las audiciones, y acabas aburriéndote, sin saber cómo estudiarlo o qué mejorar. A lo hora de la verdad, llegaba con zonas o pasajes inseguros, y estos pasajes me provocaban temblores y miedo, así que me dije “¡Se acabó!”
Con la seguridad que el estudio concienzudo me dio, y con todas las herramientas que fui aprendiendo, añadí una vuelta de tuerca a mis rutinas y técnicas “anti-miedo”
Esto es lo último que he aprendido. La verdad, llevas xxx años tocando, trabajando, estudiando… Toda la vida dedicado a lo mismo. Si te dicen que te aprendas una pieza de memoria, simplemente hazlo. Sepárate del atril y toca, verás como puedes. Si te dicen que improvises sobre una armonía, hazlo. Sabes hacerlo, después de tantos años de música. Si te dicen que toques delante de un tribunal, simplemente hazlo. No hay excusas “es muy duro”, “es muy difícil”, “me pongo nervioso” “es que.. es que.. es que”. Olvídate de todo lo que crees saber sobre tus capacidades, y simplemente hazlo, porque puedes hacerlo.
Después de todas estas técnicas, trucos y procesos, por fin logré tocar en una audición controlando todo lo que hacía. Pude tocar con todo mi potencial, con seguridad, ganas, y disfrutando que es lo más importante.
¿La conclusión? Se puede conseguir. E, independientemente de los resultados, te sentirás satisfecho de poder librarte de esas sensaciones que te impiden dar lo mejor de ti. ¡Merece la pena trabajar por ello!
Hoy traemos una colaboración especial de Ana Velázquez, directora del Centro de Prevención en Artes Escénicas.
El miedo escénico o trac es un estado de ansiedad que hace que dejemos de creer en nosotros mismos.
Este miedo puede aparecer en cualquier momento y por motivos muy diferentes, incluso en carreras de éxito y totalmente consolidadas.
Conocer el lugar, saberse muy bien el repertorio, la experiencia…, son factores que disminuyen el riesgo de padecerlo, aunque no son, en ningún caso, excluyentes.
El miedo escénico se asocia a diversos síntomas cognitivos y conductuales, no sólo escénicos, sino también pre y post-escénicos que todo músico debería conocer para poder identificarlos cuando aparecen, ya que sino, corre el riesgo de autoengañarse.
Hay quien siente cansancio, temblores, sudores, urgencia para ir al baño, mareos, palpitaciones, disfonía. Otros, en cambio, sentimiento de culpabilidad o de vergüenza, irritabilidad, miedo a fallar o a equivocarse, o pánico a la opinión del público. Son distintas formas de sentir el trac. Por lo tanto, la terapia para resolverlo debe de estar acorde con el tipo de ansiedad que tenga el intérprete: física, cognitiva, emocional o conductual. Y puede ser una o varias a la vez.
Un tratamiento exitoso pasa por un equipo multidisciplinar en el que se contemplan los siguientes factores:
La neurociencia ha demostrado que el sentimiento emocional de miedo en el cerebro no es fuerte si no existen en el cuerpo los síntomas de temblor, sudor, tensión, palpitaciones, etc. Por lo tanto, si somos capaces de atenuar estos síntomas (técnicas de relajación), el cuerpo se calmará y esta información llegará al cerebro.
El trac se puede prevenir y se puede tratar. El objetivo no es eliminarlo, ya que un cierto grado de activación nos ayuda a sacar lo mejor de nosotros mismos. El objetivo es que sea nuestro aliado y esté a nuestro favor.
Como músico y especialista en medicina de las artes mi mayor ilusión es ver al músico feliz, ¡disfrutando en el escenario!
¿Quieres saber más? ¿Tratarte? ¿Recibir formación?
¿Quieres organizar un curso en tu centro de estudios?.
Contacta con nosotros.
Nuestro correo: cpa@cpae.net
Nuestra web: Centro de Prevención en Artes Escéncias.
Si te interesa el tema del miedo escénico, el CPAE organiza un completo curso sobre ello en el Conservatorio de Música de Vigo: EL TRABAJO MENTAL Y EL RENDIMIENTO CEREBRAL DEL MÚSICO.
Fechas: 18,19 Y 20/11/2016 EN VIGO.
Horario: Viernes 18-11-2016: 9:00 a 14:00 y de 15:30 a 18:30 horas Sábado 19-11-2016: 10:00 a 14:00 y 16:00 a 20:00 horas Domingo 20-11-2016: 10:00 a 14:00 horas
Duración: 20 horas.
Lugar: Conservatorio de Música de Vigo.
Precio: 200 €. 190 € para profesores y alumnos del Conservatorio Profesional de Música de Vigo.
Con: Anna Cester, médico y pianista. Autora del libro “El miedo escénico” y con Ana Velázquez, fisioterapeuta y posturóloga, especialista en medicina de las artes escénicas. Autora del libro “Cómo vivir sin dolor si eres músico”.