Cantantes del siglo XXI: Maribel Ortega

Maribel Ortega
Hoy contamos en la serie de entrevistas "Cantantes del siglo XXI" con Maribel Ortega, una gran persona y soprano que está desarrollando una intensa carrera y que posee una voz de cualidades extraordinarias. 

¿Cuál es la primera experiencia que recuerdas con la música? 
Cuando era pequeña, en casa, cantaba a todas horas y hasta inventaba canciones. Supongo que fue la influencia de mi madre, cantante aficionada, que nos deleitaba con su voz y nos cantaba romanzas de zarzuela, arias de ópera, canciones populares (nos dormía con la Nana de Falla y la de Federico García Lorca). También nos ponía discos de Alfredo Kraus, Plácido Domingo, José Carreras, María Callas... 

¿En qué momento decidiste que querías ser cantante? 
Yo creo que siempre quise cantar, nací con esta inquietud. Pero supongo que con 16 años me empezó a picar el gusanillo de aprender a cantar en serio. En aquella época cantaba en una coral con varios miembros de mi familia materna. Aunque recuerdo una anécdota anterior, viendo a Montserrat Caballé en la televisión hablando del canto y de los ejercicios que hacía ella con un libro sobre el diafragma. Recuerdo que era un sábado y justo al terminar el programa me fuí a mi dormitorio con el libro más grande que encontré para poner en práctica lo que ella decía. No recuerdo el año, pero yo era muy pequeña. 

¿Qué personalidad musical crees que te influyó más en tu carrera? 
Aparte de mi madre, he encontrado mucha gente que me ha influenciado positivamente. Tengo un recuerdo muy cariñoso de mi primera maestra de canto en Jerez, María José Sánchez (ya fallecida) que me animó a dejarlo todo e intentar abrirme camino en este mundo. Yo tenía 28 años cuando la conocí y siempre me apoyó incondicionalmente. Luego conocí a Enriqueta Tarrés, cuando me trasaladé a Barcelona. Ella se convirtió no solo en mi maestra, si no en mi consejera y mentora. Le debo muchísimo, ha creido en mí incluso cuando todo estaba en contra. A nivel profesional, Mirna Lacambra fue la primera persona que me dió la oportunidad de debutar como solista, interpretando a Norma en 2006 para los Amigos de la Òpera de Sabadell y también el tenor, Jaume Aragall, del que he recibido siempre buenos consejos y al que admiro muchísimo. 

¿Cuáles son tus cantantes o músicos favoritos? 
Mis gustos musicales son muy variados, o por lo menos intento que lo sean, pero van cambiando según la época de mi vida. De más joven, me gustaban Queen, Enya, Whitney Houston, Elvis Presley, junto con María Callas, Teresa Berganza, Barbara Hendricks, Leontyne Price, Franco Corelli, Mario del Mónaco... Actualmente, escucho más música sinfónica y compositores rusos, como Tchaikovsky y Rachmaninov. 

¿Cúal era el estilo o el compositor que más te gustaba estudiar de joven? 
Me gustaban Pergolesi, Purcell, Haendel... y compositores españoles, como Falla y Obradors.

¿En qué repertorio te sientes más a gusto en la actualidad? 
Desde siempre me he sentido muy cómoda con Verdi, pero a medida que mi voz se ha ido desarrollando, encuentro más satisfacciones con Puccini y Wagner. 

¿Qué opinas de la situación actual de los músicos y los cantantes? ¿Qué crees que debería cambiar? 
Nos encontramos ante una situación muy delicada en todos los niveles. Con la crisis y la subida del IVA, la cultura se está resintiendo muchísimo. De siempre he pensado que no ha habido suficiente apoyo a los músicos en este país, partiendo de los inicios, en la formación y luego, en el desarrollo profesional de cada disciplina. No se tiene un concepto empresarial de la cultura, como camino válido para generar empleo y aumentar el desarrollo económico de un pais. 

Creo que el cambio debería venir desde la educación, integrando la música como asignatura indispensable en nuestras escuelas, no sólo por el desarrollo cultural de la sociedad sino también por los beneficios que aporta al desarrollo cognitivo y emocional de los niños, nuestro futuro. Para que este cambio se realice, nuestros políticos también tienen que cambiar de mentalidad y apostar por el desarrollo cultural de nuestro país, tomando ejemplo de países como Alemania o Francia. 

 ¿Qué proyectos musicales tienes en mente realizar? 
Hace un año produje con otras dos artistas de mi ciudad un espectáculo denominado El beso de la musa, homenaje a las mujeres que inspiraron a Verdi y Wagner y me gustaría volver a ponerlo en marcha. Además de un recital de canciones de Rachmaninov que he montado recientemente. Aparte de las producciones de ópera que están ya confirmadas: Turandot, Aida, Nabucco, Walkiria... 

¿Qué consejos o recomendaciones darías a los que empiezan ahora a estudiar canto? 
En primer lugar que tengan paciencia, ya que el canto necesita tiempo, como cualquier otra carrera. Que tengan humildad para aprender de todos y que no se rindan ante las dificultades. Pero sobre todo, al ser el canto una profesión multidisciplinar que engloba no sólo la voz, que intenten desarrollar al máximo los otros aspectos, como la expresión corporal, el solfeo, los idiomas y su dicción, al igual que una buena autoestima, imprescindible para abordar con éxito cualquier objetivo en la vida. También rodearse de gente positiva y buenos maestros que nos ayuden a encontrar nuestro camino artísitico y sacar lo mejor de nosotros. 

¿Quieres añadir algo más sobre tu relación con la música o con el canto? 
El canto se ha convertido en mi camino de crecimiento y desarrollo en la vida. Es un don que comparto con lo demás y gracias al cual, me conozco mejor y conecto con mi parte más creativa y espiritual, disfrutando al máximo de la sensibilidad y grandeza de la música. 

Podéis conocer más y visitar su web:

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Los hilos de la creatividad

Cuando estudiamos canto tenemos que ser sistemáticos, pero no podemos olvidar que en el estudio tiene que haber un componente de creatividad siempre, es decir, un pensamiento flexible que nos permita hacer los ejercicios de maneras diversas, abordar las obras desde una óptica siempre variada.

Descubriremos más posibilidades de la voz si exploramos al máximo todos sus recovecos. Si entendemos la clase de canto como una especie de "laboratorio" donde probar, ensayar, descubrir, encontrar, y sorprendernos con aquello que, siempre, seguro, nuestra voz nos permite hacer. 

De nada sirve hacer siempre los mismos ejercicios vocales independientemente de las necesidades del momento o de las competencias que se quieran adquirir, es decir, si queremos aprender a hacer, por ejemplo, picados, el inicio de la clase nos tiene que llevar a poder abordar ejercicios de este tipo. 

El resultado siempre es producto de una secuencia de trabajo y si siempre se trabaja de la misma manera siempre se obtiene el mismo resultado (y no se avanza en el increíblemente vasto mundo de la técnica vocal). 

A la hora de abordar las obras debemos ser muy creativos, buscar diferentes caminos, entender que puede haber más de una solución a un problema, hacer la interpretación nuestra encontrando la solución que más se ajusta a nuestra personalidad y a nuestras características vocales. Está bien tener referencias externas de otros cantantes pero la interpretación realmente válida será aquella que esté filtrada por nuestra mente y nuestro corazón.

Logopedia: Qué debe saber un profesor de canto

En muchas ocasiones el profesor de canto se va a encontrar con adultos o niños que pueden presentar algún problema en el habla y/o la voz y cuya solución pasa por el diagnóstico cualificado de un logopeda y/o otorrinolaringólogo.

Desde esta bitácora se ha defendido siempre el trabajo coordinado de los diferentes profesionales que trabajan con las voces y es por ello que recomiendo acercarse a publicaciones que nos aclaran qué es normal o mejor dicho qué es una voz sana y qué no lo es para poder trabajar de una manera constructiva y respetuosa con el alumno. Si además, como sucede en mi caso, se trabaja con niños el conocer las posibles dificultades que puede presentar un alumno puede ayudar al equipo de pedagogos a afinar las propuestas de enseñanza-aprendizaje y sobre todo a entender qué va a poder hacer en cada momento el niño.

Recientemente he tenido ocasión de leer "Cómo intervenir en logopedia escolar: resolución de casos prácticos", una publicación coordinada por Fernando Penafiel y Juan de Dios Fernández,  en la editorial CCS.

Esta publicación está dividida en tres grandes bloques.

Una primera parte que establece un marco general en el que se tratan las bases anatómicas, fisiológicas y patológicas del lenguaje, la adquisición y el desarrollo del lenguaje, al evaluación del habla y la voz, los códigos lingüísticos, la prevención temprana, etc...

Una segunda parte en el que se describe el marco organizativo y funcional de la labor de un logopeda en función de que trabaje en primaria, secundaria, en un centro específico o en un servicio de zona.

Y la tercera parte, y más interesante, el estudio de casos que nos da unas pautas a tener en cuenta en función de los casos que pueden estar determinados por las características del alumno (primaria, secundaria, diferentes tipos de discapacidades) o dificultades (alteraciones del habla, alteraciones del lenguaje) o contextos sociales.

Considero fundamental el trabajo interdisciplinar entre profesionales y es necesario que los profesores de canto conozcamos y estemos implicados en la educación vocal ya que en muchas ocasiones el trabajo de la voz cantada o participar en actividades musicales ayuda a muchos niños a mejorar y corregir sobre todo las alteraciones del habla y del lenguaje.

Os recomiendo su lectura para entender el valioso trabajo que realizan estos profesionales, los logopedas, y de qué manera se les puede apoyar en su labor.

Qué es una ´voz profesional´?

Este concepto de voz profesional tiene que ver con el uso de la voz que hacen las personas para desarrollar su trabajo. No tiene el mismo efecto una leve disfonía en un/a cantante que en un administrativ@, porque el primero puede ver comprometido su trabajo y el segundo puede ser que no.

Según este criterio existen cuatro niveles de empleo vocal:

1. Aquellas personas en las que una ligera perturbación vocal puede tener consecuencias desastrosas: los cantantes y los actores.

2. Aquellas personas a las que una moderada disfunción vocal les impide su trabajo: sacerdotes, conferenciantes y operadores de telefonía.

3. Aquellas personas a las que una disfonía grave les impide su labor: maestros, médicos, abogados...

4. Aquellas personas que no dan un uso profesional y por tanto no les impedirá hacer su trabajo con plena eficacia: oficinistas, reponedores...

Te invitamos a reflexionar en qué grupo de estos cuatro te enmarcarías para que tengas en cuenta los cuidados de la voz que debes realizar.

Para más información remitimos a la publicación "La evaluación clínica de la voz. Fundamentos médicos y logopédicos" de J. C. Casado y J. A. Adrián, Ed. Aljibe.