"El Piano como Arte",
Penny Putnam y Shauna Holiman
Penny Putnam y Shauna Holiman
Penny Putnam y Shauna Holiman hacen esculturas basadas en partes de pianos, normalmente con restos y trozos reales de estos instrumentos. Se asomaron a mirar dentro de pianos viejos y abandonados y encontraron arte bajo la tapa, pero en vez de surgir de las cuerdas en forma de sonido, hallaron nuevos materiales para crear esculturas sorprendentes. Qué curioso que de materiales de deshecho surjan nuevas formas. ¿Es rizar el rizo? hacer esculturas de un instrumento musical hecho trizas.
S. Holiman dice "El interior de un piano es hermoso" y P. Putnam: "Cada tecla es única" (BBC).
Dicen no poder asumir todos los pianos viejos de los que se quiere desprender la gente, y los animan a quedarse, al menos, con el marfil de las teclas blancas (son de marfil las teclas de pianos carísimos o muy antiguos). ¿Qué está pasando con los pianos antiguos? Un piano acústico es difícil de mantener, y caro. A veces se heredan y nadie se preocupa por aprender a tocar. El piano acaba siendo un mueble o un objeto de decoración en el mejor de los casos. Si un piano no es tocado ni cuidado se queda sordo, ya no puede ser afinado ni sonar, pesa una barbaridad y ocupa sitio. ¿Y para qué sirve un piano que no suena y que además nadie sabe tocar? Por otro lado, cada vez más la gente adquiere pianos electrónicos, son más prácticos y baratos, y ofrecen nuevas posibilidades. Cuando alguien piensa en vender su viejo piano no encuentra compradores. En Estados Unidos y en el Reino Unido están surgiendo propuestas de almacenamiento, fundaciones de cuidado de pianos o de envío de estos instrumentos a países desfavorecidos económicamente, donde al parecer, sÍ demandan pianos para tocar.
Penny Putnam y Shauna Holiman rescatan piezas de pianos y les dan una nueva vida artística en forma de esculturas, un arte que se reencarna en otro.
S. Holiman dice "El interior de un piano es hermoso" y P. Putnam: "Cada tecla es única" (BBC).
Dicen no poder asumir todos los pianos viejos de los que se quiere desprender la gente, y los animan a quedarse, al menos, con el marfil de las teclas blancas (son de marfil las teclas de pianos carísimos o muy antiguos). ¿Qué está pasando con los pianos antiguos? Un piano acústico es difícil de mantener, y caro. A veces se heredan y nadie se preocupa por aprender a tocar. El piano acaba siendo un mueble o un objeto de decoración en el mejor de los casos. Si un piano no es tocado ni cuidado se queda sordo, ya no puede ser afinado ni sonar, pesa una barbaridad y ocupa sitio. ¿Y para qué sirve un piano que no suena y que además nadie sabe tocar? Por otro lado, cada vez más la gente adquiere pianos electrónicos, son más prácticos y baratos, y ofrecen nuevas posibilidades. Cuando alguien piensa en vender su viejo piano no encuentra compradores. En Estados Unidos y en el Reino Unido están surgiendo propuestas de almacenamiento, fundaciones de cuidado de pianos o de envío de estos instrumentos a países desfavorecidos económicamente, donde al parecer, sÍ demandan pianos para tocar.
Penny Putnam y Shauna Holiman rescatan piezas de pianos y les dan una nueva vida artística en forma de esculturas, un arte que se reencarna en otro.
...¿Sonarán estas esculturas cuando se quedan solas en las salas de exposiciones?...
"Dragon" es uno de los trabajos de Penny Putnam y Shauna Holiman. Para visitar la web de Piano as Art pincha en la imagen.
En el siguiente vídeo se las ve trabajar en sus obras.
Debo reconocer que a mí me han entrado muchas ganas de tocar el piano.
Gracias Cath.
