Los científicos sospechan que en el caso de nuestra especie, las habilidades musicales y rítmicas evolucionaron para fortalecer lazos sociales, como un medio de coordinación e interacción. Diversos estudios con animales sugieren que con la gran mayoría de estos no sucedió lo mismo,aunque hay sorprendentes excepciones, como han demostrado diversos estudios con bonobos.
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