"Estaba en una sala de conciertos inmensa, una sala de conciertos a cielo abierto, de un extremo a otro de la Tierra, en mitad de la típica canción que te sobrecoge, y no tenía más remedio que estar a la altura de todos esos mecheros encendidos, todas esas pantallas y todos esos miles de velas mágicas que los ángeles dirigían hacia mí. Ya no tenía derecho a compadecerme de mi suerte, y hubiera deseado tanto que Francky pudiera disfrutarlo también..."
Billie, Anna Gavalda.