Como los hilos constituyen el entramado de una tela, así las voces - lineas melódicas, ya sean vocales o instrumentales - forman el tejido musical; a eso nos referimos cuando hablamos de textura.
Nos referimos a textura armónica cuando las mentadas voces - simultáneas, claro - caminan a la par, al mismo ritmo, formando acordes.
Nos referimos a textura contrapuntística cuando dichas voces muestran mayor independencia sin destacar ninguna sobre las demás (todas tienen la misma importancia), cada una a su ritmo, imitándose con frecuencia unas a otras pero con libertad. Este tipo de textura polifónica se desarrolla extraordinariamente en el Renacimiento.
Pues bien, escuchemos y veamos estos dos ejemplos correspondientes a sendos genios de la música renacentista: el italiano Giovanni Pierluigi da Palestrina (al que ya todos conocéis de clase) y el español Tomás Luis de Victoria (que muy pronto os presentaré). Escuchad atentamente y analizad bien, a ver si sois capaces de percibir la diferencia.
Jesu dulcis memoria
Y para sacaros un poco de la relajación y elevación en las que estaréis sumidos después de escuchar tanta voz angélica os dejo otra muestra, muy diferente, de polifonía más moderna. O ¿es que creíais que solo la había en el Renacimiento?