Fecha fin de plazo para enviar la solicitud: 4 de Noviembre de 2016
Fecha de las audiciones: 11 de Noviembre de 2016
Toda la información en este enlace.
Fecha fin de plazo para enviar la solicitud: 4 de Noviembre de 2016
Fecha de las audiciones: 11 de Noviembre de 2016
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Hace unos dos años que decidí presentarme a audiciones de orquesta. Bueno, decidí conscientemente, porque mi subconsciente y mi cuerpo no estuvieron muy de acuerdo. Ya había experimentado antes lo que llamamos “miedo escénico”, en algunos conciertos y exámenes. Los típicos nervios, temblores, pero con el paso de los años había conseguido mantenerlos al margen y afrontar este tipo de situaciones con cierta entereza.
No sabía lo que me esperaba con las audiciones, y cualquier músico que las haya probado una sola vez, sabe de lo que hablo:
Lo cierto es que la primera vez que me presenté a unas audiciones iba desprevenida. No había estudiado demasiado, me centré en la programación que pedían para la primera fase y no pensé demasiado en cómo prepararme mentalmente. ¿El resultado? En mi vida recuerdo desastre semejante. Temblé como si tuviera una falla sísmica en cada articulación del cuerpo. No sabía ni qué estaba tocando, y lo único que pensaba era “¿por qué no me paran de una vez y me dejan acabar con esta tortura?” Se me hizo eterno, y mientras tocaba buscaba de reojo la puerta de salida.
Tardé unos cuantos meses en volver a una audición. De repente, me aterrorizaba la idea de tener que pasar por la misma situación. Tomé varias medidas, no hay que dejar vencerse por ese miedo, no me refiero al escénico, me refiero al miedo al miedo.
Busqué artículos, leí libros, vi vídeos y hablé con mis profesores. De todo esto aprendí varias cosas:
Con estas premisas me puse manos a la obra y me presenté a varias audiciones bastante seguidas. Los temblores siempre estaban ahí. Incluso las primeras veces que audicionaba para mis familiares. La situación de las audiciones siempre me superaba: nunca me sentía suficientemente preparada, no controlaba mi mente ni mi cuerpo, sólo pensar que en unas dos/tres semanas tenía que audicionar me creaba ansiedad… Pero decidí no rendirme y seguir trabajando ese miedo. Al menos, observé que cuantas más hacía, más momentos de autocontrol encontraba durante la prueba.
En un año audicionando aprendí mucho. Cada audición que hacía me daba pistas de lo que estaba haciendo mal y bien, lo que funcionaba y lo que no. Investigando un poco más y observando a otros participantes, empecé a plantearme las técnicas de relajación. Al principio, imaginé que intentando relajarme sólo antes de cada audición sería suficiente, peor no es así.
Cuando una audición se acercaba, empezaba a sentir ansiedad. Al igual que el miedo en el momento de la audición te hace temblar o bloquearte, esa ansiedad de las semanas previas también provoca tensiones musculares. Me di cuenta de que, aunque consiguiera estar relativamente tranquila durante la audición, la tensión acumulada me hacía emitir un sonido que no me identificaba, y la música no fluía.
Para mí, la técnica más completa que he podido aprender y practicar es el yoga. Primero por mi cuenta, y luego yendo a clases, aprendí meditación, a concentrarme en mi equilibrio físico y a relajarme a pesar de tener una postura relativamente tensa. Cada vez noto más sus efectos, tanto física como mentalmente.
Además, me obligué a hacer cosas que me incomodaban, como tocar en la calle (sola), improvisar con público…etc. Trabajaba la relajación en esos momentos en los que estaba tensa al máximo.
Una vez empecé a relajarme, a mentalizarme y a controlar más la situación de las audiciones, me dí cuenta de que no estaba estudiando correctamente. El repertorio suele coincidir en casi todas las audiciones, y acabas aburriéndote, sin saber cómo estudiarlo o qué mejorar. A lo hora de la verdad, llegaba con zonas o pasajes inseguros, y estos pasajes me provocaban temblores y miedo, así que me dije “¡Se acabó!”
Con la seguridad que el estudio concienzudo me dio, y con todas las herramientas que fui aprendiendo, añadí una vuelta de tuerca a mis rutinas y técnicas “anti-miedo”
Esto es lo último que he aprendido. La verdad, llevas xxx años tocando, trabajando, estudiando… Toda la vida dedicado a lo mismo. Si te dicen que te aprendas una pieza de memoria, simplemente hazlo. Sepárate del atril y toca, verás como puedes. Si te dicen que improvises sobre una armonía, hazlo. Sabes hacerlo, después de tantos años de música. Si te dicen que toques delante de un tribunal, simplemente hazlo. No hay excusas “es muy duro”, “es muy difícil”, “me pongo nervioso” “es que.. es que.. es que”. Olvídate de todo lo que crees saber sobre tus capacidades, y simplemente hazlo, porque puedes hacerlo.
Después de todas estas técnicas, trucos y procesos, por fin logré tocar en una audición controlando todo lo que hacía. Pude tocar con todo mi potencial, con seguridad, ganas, y disfrutando que es lo más importante.
¿La conclusión? Se puede conseguir. E, independientemente de los resultados, te sentirás satisfecho de poder librarte de esas sensaciones que te impiden dar lo mejor de ti. ¡Merece la pena trabajar por ello!
Plazas de violín, viola, violonchelo, contrabajo, flauta, oboe, clarinete, fagot, trompa, trompeta, trombón y tuba.
Fecha fin de plazo para enviar solicitud: 4 de Noviembre de 2016
Fecha de las audiciones: 12-13 y 19-20 de Noviembre de 2016
Toda la información en este enlace.
[Imagen principal de http://www.imujer.com/salud/7516/5-razones-por-las-que-la-envidia-perjudica-tu-salud-mental-y-fisica]
Hoy traducimos este interesante artículo de Linda Dessau. Nuestra intención traduciendo artículos al español es que todos los músicos de habla hispana puedan acceder a la gran cantidad de información en inglés que hay por la red. ¡Disfrutad de la lectura!
Los celos… ¿Lo sientes? ¿Los ves en los demás? ¿Dificulta tus relaciones con otros músicos? ¿Minan tu confianza? ¿Bloquean tu creatividad? Aquí te dejo algunas preguntas para ayudarte a aclarar estos sentimientos en tu vida diaria.
En general, cuando tengo una emoción fuerte hacia una persona específica es o bien porque esa persona representa algo que no tolero o porque esa persona encarna algo que me gustaría poder hacer o tener. Recuerdo que cuando estudiaba en el conservatorio estaba increíblemente celosa de una compañera, cantante. De lo que era total y dolorosamente consciente (aunque por entonces nunca lo habría dicho) era de que esta persona era capaz de expresar plenamente tanto su sensibilidad como su talento, y yo no podía. Yo era una cantante mejor en casa, en mi habitación, que cuando estaba frente a otras personas, y eso es lo que no podía soportar de la situación. Al hacer lo que yo no podía, ella evidenciaba mi principal obstáculo. Era prácticamente imposible tener una buena relación con ella.
¿Qué oportunidades tengo para colaborar con ella, para conseguir un apoyo mutuo y un intercambio de ideas? ¿Puedo abrirme a recibir ayuda de esta persona – retroalimentación, apoyo y amor? ¿Qué puedo, a su vez, dar a esta persona? Incluso el más famoso, el músico más exitoso es un ser humano igual que tú. Encuentra la conexión. ¿Qué puedo dar a un músico que es más original que yo?
Nunca voy a sonar como este otro músico, o cualquier otra persona. Puedes escuchar a músicos que te influyan, de manera inevitable harás comparaciones, pero mis palabras nunca sonarán exactamente igual que las de los demás, porque mi “historia”, mi vida, mis experiencias, mis cualidades, fortalezas y desafíos son completamente únicos en mí. Cuando honro mi singularidad, mi confianza crece, y se hace inútil compararme con los demás – no hay comparación. Esta cita de Martha Graham explica lo que quiero decir:
“Hay una vitalidad, una fuerza de vida, una energía, una aceleración, que se transmite a través de cada uno en sus acciones, y porque sólo hay uno como tú en todo el mundo, esta expresión es única. Y si la bloqueas, nunca existirá a través de cualquier otro medio y se perderá. El mundo no lo tendrá. No es tu trabajo determinar lo buena o mala que es, ni lo valiosa, ni cómo se compara con otras expresiones. Es tu trabajo expresarte de manera clara y directa, para dar a conocer esa parte de ti.” – Martha Graham, citado por Agnes DeMille, Martha: Vida y obra de Martha Graham
Si estoy celoso de alguien que gana un concurso de composición, puedo preguntarme: ¿en cuántos concursos de composición he entrado? Si soy celoso del tamaño de su base de fans, puedo preguntarme: ¿cómo estoy atrayendo nuevos fans y cómo estoy profundizando mi relación con los que tengo ahora? Si estoy celoso de la cantidad de canciones que han escrito, puedo preguntarme: ¿qué estoy eligiendo hacer con mi tiempo en vez de escribir canciones?
A veces en la vida nos aferramos a las emociones mucho después de que hayan servido a su utilidad. Se convierten en algo confortable, familiar y más seguro que trabajar para llegar al lado contrario. Y sin embargo, también pueden abrumarnos y bloquear nuestra creatividad. Prueba la sensación análoga.
Los celos tienen mucho que enseñarnos. Así que cuando aparezcan en tu vida, préstales atención. Si notas la envidia en los demás, ponte en su lugar y ayúdales a sentirse identificados. Revela tu humanidad. Que sepan que tienes algo que ofrecer.
Fecha fin de plazo para enviar solicitudes: 29 de Septiembre de 2016
Fecha de examen por determinar
Plazas:
2 Profesores de Piano
1 Profesor de Trompeta
1 Profesor de Trombón
1 Profesor de Clarinete
1 Profesor de Violín (Jornada completa)
1 Profesor de Violín (Jornada parcial)
Toda la información en este enlace.