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A todos nos cuesta encontrar aquel camino que nos hace felices. Llenamos nuestra mente y nuestra vida de excusas y en muchas ocasiones, precisamente estas excusas son las que nos separan de aquello que más deseamos hacer.
Generalmente los artistas y particularmente los cantantes sentimos una gran motivación interna que nos lleva a vencer los miedos y a encontrar buenas razones para trascender las excusas.
Conozco muchos casos en los que los alumnos vienen a clase y son muy buenos estudiantes.
Pero... Les falta esa motivación interna que les lleve a trazar su camino pese a quien le pese y sea la circunstancia que sea. Al final es sólo cuestión de tomar una decisión.
En el caso de los estudiantes de canto me he encontrado con personas que tenían tanta pasión por el canto y la música que aprovechaban la mas mínima oportunidad para aprender, si iban a un curso escuchaban a todos los alumnos, asistían a todos los conciertos...
Si tenían la oportunidad de conocer a algún cantante aprovechaban para preguntarle y conocer sus impresiones... estos alumnos son los que tienen una motivación interna que les permite superar las dificultades y tienen la suficiente paciencia para crecer y madurar porque saben que su camino es una elección vital.
Son personas que no han decaído ante las dificultades -falta de dinero, tiempo escaso, sin apoyo familiar, etc... Y ni aún así han cejado en su empeño. Pregúntate por la verdadera razón por la que no haces aquello que deseas hacer y por tu propia felicidad, toma decisiones!!!
Da la sensación de que la lectura a primera vista es el "ogro feroz", el "lobo temido" de todos los cantantes. He reflexionado sobre el tema y una de las causas por las que los cantantes tienen dificultades en la repentización es que la mayoría de ellos comienzan sus estudios musicales tarde. La edad de oro del aprendizaje musical se produce entre los 8 y los 12 años y la mayoría de los cantantes comienzan más tarde su formación reglada.
¿Por qué debe un cantante tener una buena competencia con la lectura? El mundo profesional es una auténtica "selva" y en muchas ocasiones se le exigirá al cantante que aprenda rápido y de manera autónoma. Sin una competencia de lectura musical establecida, el cantante siempre dependerá de otros o de grabaciones que no estén totalmente acordes a la partitura. Para adquirir esta competencia no basta con estudiar un día, hay que ser regular y trabajar diferentes lecturas durante un tiempo determinado. Las lecturas deben ser progresivas y pautadas por un profesor de lenguaje musical.
La lectura se puede reforzar haciendo dictados porque es el "camino inverso". En la lectura uno lee y reproduce y en el dictado uno copia lo que escucha. Es muy común en los cantantes de jazz que escuchen y copien por escrito las improvisaciones de los grandes músicos y esto es un gran ejercicio.
Los consejos que daría a aquellos niños o personas que quieran estudiar canto son:
-aprender a tocar un instrumento o canto entre los años referidos
-asistir regularmente a las clases de lenguaje musical
-empezar con interválicas sencillas y ritmos fáciles en obras tonales que permitan fijar poco a poco el sentido de la entonación y la medida
-realizar dictados o transcribir canciones que se saben "de oído", que ya se conocen
Os recomiendo que visiteis: aulamusicaldeadriana.blogspot.com en donde encontraréis infinidad de recursos y ejercicios para el aprendizaje del lenguaje musical y perfeccionar la lectura a vista
Ya cuando un alumno llega a clase por primera vez tiene, generalmente, unos gustos musicales determinados, una afinidad hacia un tipo de música concreto. En el caso de los adolescentes, además, forma parte de su personalidad, su autoestima, su identidad, etc...
Cuando los alumnos vienen a mi clase por primera vez les pregunto qué tipo de música les gusta cantar o escuchar. Esto me da información de pautas y premisas sobre el estilo e identificación musical del alumno.
Recuerdo cómo una alumna una vez se emocionó, ojiplática :), cuando le hice hace años esta pregunta. Me confesó que "jamás nadie le había preguntado, que nadie se había interesado por sus gustos"después de estar siete años en un centro educativo musical.
Si desde el mundo musical no centramos el proceso de enseñanza/aprendizaje en los intereses que llevan al alumno a acudir a las clases de canto o música (máxime en la enseñanza no reglada) estaremos castrando toda su ilusión y la "llama" de su aprendizaje.
Parece muy obvio lo que digo, pero sé que se dan muchos casos de profesores que sólo intentan encauzar a su alumnado por un único estilo, casualmente el único que domina el profesor. No es la mejor manera de motivar a un alumno intentar "embutirle" aquel tipo de estilo que el profesor conoce, pues un profesor de canto que se precie de serlo debería ser capaz de saber enseñar diferentes estilos y géneros vocales.
Así que recuerden bien, el centro de la pedagogía vocal no es el profesor, sino el alumnado!
Es el título de la publicación que hoy os quiero comentar de Rivera Editores. Es de Carlos Gimeno, que fue profesor mío en tres momentos de mi carrera musical, en Lenguaje Musical (el anterior Solfeo), en Acompañamiento (el anterior Repentización, Transposición y Acompañamiento) y en Improvisación en mis estudios superiores.
No voy a ocultaros la admiración que siento hacia su persona como pedagogo y como músico. Guardo un gratísimo recuerdo de sus clases, que eran ejemplares porque nos enseñaban a profundizar en el conocimiento musical a partir de nuestras vivencias y de lo que ya sabíamos. Eran edificantes, apasionantes, muy amenas, y todos los adjetivos positivos que se le pueden decir a un profesor. Explicaba, pero sobre todo mostraba, hacía, ejemplificaba con su gran talento musical al piano. Aún recuerdo que en una clase nos dijo que "el conservatorio no había conseguido matar nuestra creatividad" :)
Mi primer Liederbuch, como dice en su prólogo "es una recopilación de lieder de diferentes autores que pretende ser una introducción al mundo del lied (...) todos los lieders están en Do Mayor en en La menor; el propósito de esta elección no es otro que el de estudiar a fondo dichas tonalidades como base y modelo para el posterior estudio de las demás".
Me encantan sus comentarios musicales, argumentales de los textos y las reseñas sobre los autores así como sus propias traducciones del alemán y de otros idiomas. Es imprescindible para aquellos que se quieren iniciar en el mundo de la canción de concierto porque ha realizado una precisa selección que permite que cualquier persona pueda cantarlos, es decir, la tesitura de las canciones es adecuada a todo tipo de voces, incluidos niños y adolescentes. Por ello este libro debería estar en las bibliotecas de todos los profesores de canto, de lenguaje musical y repertoristas.