Este curso he empezado mis clases de clarinete, las de Reeducación corporal y las sesiones de Clarinetistas cuentacuentos, de una forma diferente. Con una adivinanza. La misma para todo el alumnado: desde peques de 7 años hasta adultos.
A los primeros les explicaba que era una adivinanza difícil. A los segundos...también. Los primeros estaban acompañados por sus padres en mi clase en el momento de acertar la adivinanza. Tanto a unos como a otros, una vez resuelto el acertijo y explicado y debatido, les invitaba a plantearlo en sus casas, en sus colegios, en sus trabajos. Se trataba de la siguiente adivinanza:
El texto es de Sean Covey, hijo de Stephen Covey, el famoso autor del best seller "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva". Sean, su hijo siguió la estela del padre y a él le debemos otros dos libros muy importantes para el desarrollo y crecimiento personal abordado desde edades tempranas. Les he dedicado
la última entrada de mi blog. Te invito a que la leas para descubrirlos.
Después de plantear, y explicar a los más pequeños todas las frases de la adivinanza, les invitaba a comprender hasta qué punto estamos hechos de hábitos y cómo podemos hacerlos nuestros verdaderos aliados. Y ese trabajo está dando sus frutos.
Este curso el corcho de mi aula está presidido por frases, dibujos, listados de hábitos de mi alumnado. En cuanto tenga una revisión personal con cada uno de ellos en las tutorías empezaremos a profundizar y concretar aún más de qué va todo esto de los hábitos y habrá llegado el momento de presentarles el siguiente árbol.
Desde que salió a la luz la primera edición de "Los 7 hábitos de la gente altamente efectiva" ha llovido mucho. El propio Stephen Covey, en la aplicación de su filosofía y en su continuada evolución personal llegó a la conclusión de que existe un 8º hábito que engloba o da sentido a todos los demás: se trata de encontrar tu propia voz e inspirar a otros a que encuentren la suya.
Se me ocurren muchos lugares en los que poner en práctica ese 8º hábito tanto en mi vida personal como en la profesional. De su puesta en acción no hago otra cosa que cosechar grandes y reconfortantes experiencias de mejora tanto propias como de otras personas. Desde hace años me declaro "Coveyista". ¿Te animas a sumarte a esta corriente? Cuando lo hagas te darás cuenta de que hasta ese momento estabas viviendo a medio gas. ¿A qué esperas? Mientras tanto y para el trayecto...¡Mucha música y mucha salud!