Cómo planificarse una jornada de estudio

Todos los músicos, estudiantes o no, suelen practicar con su instrumento prácticamente a diario. A menudo, las horas de estudio se vuelven improductivas y tenemos la sensación de que no avanzamos en nuestra interpretación. Las razones de esta improductividad pueden ser muchas, por ejemplo, la falta de concentración, de la que ya hablamos en este otro post. Sin embargo, el hecho de que no aprovechemos bien las horas de estudio puede tener su origen en la falta de organización.

La planificación es esencial para los músicos. Hay que saber planificarse a corto, medio y largo plazo. Hoy vamos a hablar de planificarse a corto plazo: la planificación del estudio diario.

Independientemente del instrumento que se toque (incluyendo también el canto), hay unos puntos comunes que todos debemos trabajar:

  1. Escalas y arpegios
  2. Técnica
  3. Repertorio 

Siempre que estudiamos, lo hacemos en función de un objetivo marcado a medio o largo plazo. Los objetivos más comunes son:

  • Mejorar nuestra técnica
  • Preparar un concierto/recital
  • Preparar un examen o audición con tribunal

Nuestra planificación diaria estará siempre supeditada a estos objetivos a medio y largo plazo. En función de ello, debemos repartirnos el tiempo que le dedicamos a cada aspecto. Veamos las distintas posibilidades:

Situación A

Nos encontramtecnicaos en un momento profesional en el que no tenemos conciertos o exámenes a la vista. Podemos dedicarnos entonces a trabajar en nuestra técnica para mejorarla, pudiendo dar menos importancia al repertorio. En este caso, dado que estudiar mayoritariamente técnica puede resultar agotador y tedioso, se puede acortar el tiempo de estudio diario.

Para estudiar técnica, primero debemos determinar qué aspectos vamos a mejorar. En función de éstos, recopilaremos todos los ejercicios y estudios que nos sirvan. Por un lado agrupamos los ejercicios técnicos en bloques – por ejemplo, Bloque 1 spicatto, Bloque 2 vibrato, Bloque 3 coordinación…ect -. Por otro determinamos de manera clara para qué nos sirve cada estudio elegido. A la derecha vemos una planificación como ejemplo.

Situación B

conciertoImaginemos que nos preparamos para un concierto o audición. Lo normal es que interpretemos una sola obra, como una sonata o un concierto solista. En este caso, podemos dividir la obra en varias partes para trabajarlas de manera individual y luego ir uniendo poco a poco.

Las escalas y la técnica no deben desaparecer de nuestra planificación diaria, pero sí podemos darle menos peso frente al trabajo con la obra que vamos a interpretar. Es importante añadir a nuestro estudio diario una sesión de grabación y visionado de dicha grabación para autocorregirnos de una forma más rápida y sencilla. Tenéis el ejemplo de planificación a la izquierda.

También, cuando se acerque la fecha del concierto, podemos realizar pases delante de compañeros, amigos y familia para trabajar la concentración en público y los nervios. Sobre cómo enfrentarse a una audición, examen o concierto tienes este otro post.

Situación C

Pongámonos en el caso de que nos estamos preparando para ingresar en una orquesta. Aquí el repertorio se amplía. Por lo general, tendremaudicionos unos 5-8 pasajes orquestales que preparar, además de uno o dos primeros movimientos de concierto con cadencia. Montar un repertorio amplio, ya sea para presentarnos a un examen del conservatorio o para opositar, siempre nos impone un poco. No debemos sentirnos superados por la presión de presentar aceptablemente todo el repertorio exigido. La clave en estos casos es la organización. 

Lo primero, no olvides ni dejes de lado el estudio diario de las escalas. Añade algo de técnica mientras las trabajas, distintas articulaciones, medidas, velocidades… etc. Si tienes poco tiempo para prepararte, es muy importante que sepas priorizar. Ten en cuenta variables como: es probable que no te escuchen los conciertos enteros, si hay fases y si te ves capacitado para superarlas, qué pasajes no has trabajado nunca… etc.

La clave está en la organización diaria del estudio. Dar más tiempo a las partes del repertorio que menos conoces,  reforzar tus puntos fuertes y sobre todo trabajar con tranquilidad y concentración para sacar el máximo partido con el mínimo esfuerzo.

¿Qué hacer cuando se tiene poco tiempo?

Trabaja escalas. Si te sobra algo de tiempo, puedes centrarte en los pasajes más complejos de repertorio y trabajarlos individualmente.

Recomendaciones generales:

  • No estudies desganado o distraído, es contraproducente.
  • No te impongas la planificación, si un día hay un punto que te lleva más tiempo del que esperabas y no puedes trabajar todo lo que te habías planificado, no te agobies ni te canses aumentando el tiempo de estudio. Simplemente aprende de lo ocurrido e intenta gestionarte mejor la próxima vez.
  • No dejes pasar los errores, porque se te grabarán y perderás eficiencia en el estudio.
  • Respeta siempre los descansos.

Puedes leer estos artículos sobre estudiar que también te servirán

 

Sobre la concentración

 

Buenas prácticas en el estudio

 

Cómo preparar un examen/concierto/audición

 

 

La cabina de estudios ideal para músicos

Un músico puede pasar muchas horas al día practicando en una cabina de estudio, camerino, o en su propia casa. El lugar de estudio y el ambiente son aspectos de obligada atención para cualquier carrera. Sin embargo, los músicos no siempre lo tenemos en cuenta. ¿Cuáles son las condiciones idóneas para estudiar?

La estancia:

La cabina de estudios en la que ensayemos debe estar completamente insonorizada por dos razones: que no molestes a los compañeros que están en las cabinas próximas y que el habitaciones-insonorizadassilencio te ayude a concentrarte. Con respecto al tamaño, debe ser lo suficientemente grande como para que no percibas con demasiada intensidad el sonido de tu instrumento o tu voz.

Debe ser un lugar ventilado, si no cuenta con ventanas, al menos que tenga un buen sistema de ventilación para evitar que te sientas agobiado o mareado por el ambiente cargado de la habitación.

Lo ideal es que sea un lugar con luz natural, pero si no es posible, la luz debe ser preferiblemente azul. La lámpara no tiene que crearnos sombras o molestarnos para leer la partitura.

La acústica:

A menudo, las cabinas de estudio son bastante pequeñas y esto provoca que haya mucha reverberación del sonido. Es preferible una acústica más seca a que se produzca este efecto. Por un lado, es mejor para afinar de manera precisa, y por otro, el sonido es más claro y podemos trabajar mejor las articulaciones. (Ojo, hablamos del lugar de estudio, las salas de conciertos son otra cosa).

El mobiliario:

Cuantas menos cosas haya, menos distracciones. Será suficiente con un atril, una silla y un espejo. El atril debe estar en buenas condiciones para que podamos ponerlo a nuestra medida.

imagenes383AParece una tontería, pero sin darnos cuenta podemos provocarnos un dolor de espalda por no tener el atril correctamente colocado. La silla ideal es la que se usa en las orquestas, ya que está diseñada ergonómicamente para músicos. No es tan descabellado exigir una. Cualquier estudiante o trabajador que tiene que permanecer sentado muchas horas usa una silla ergonómica, ¿por qué no los músicos? Por último, el espejo debe ser de cuerpo entero para que podamos observar nuestra postura de pies a cabeza.

La temperatura y la humedad:preview

Tanto para nosotros como para nuestro instrumento, la temperatura debe ser suave, en torno a los 23º. La humedad también debe estar controlada y no superar el 60%-70%.

¿Cómo hacer de tu habitación un buen lugar para estudiar?

  • Mantener el orden. Si nuestra habitación está ordenada, tendremos menos distracciones. Por otro lado, una estancia ordenada inspira más tranquilidad que una que no lo está.
  • Usar la luz natural si es posible para que incida en la partitura a estudiar.
  • Colgar un espejo en la pared que esté más despejada para que pósteres, fotos o cuadros no distraigan nuestra atención.
  • Cuando estudiemos con luz artificial, usar una lámpara de luz azul. Si la lámpara que tenemos no es suficientemente potente o produce sombras, usar una lámpara de atril para complementarla.
  • Mantener la puerta cerrada para que no molestar y que no nos molesten.
  • Ventila la habitación con regularidad mientras estudias.
  • Procura que la temperatura del cuarto sea agradable.
  • Usa una silla ergonómica. Si no dispones de ella, la silla que uses debe tener la altura que te permita apoyar bien los pies sin tener las piernas demasiado flexionadas y un respaldo que te sujete la zona lumbar (puedes usar un cojín).

Esperamos que este post te sirva para pensar en tus hábitos de estudio. Puedes leer este otro artículo en el que te contamos ocho buenas prácticas para el estudiante de música.

El músico dañino

Este post no va sobre un tipo de músico que exista como tal y que siempre se comporte de determinada manera. Va de ese músico dañino que a veces todos llevamos dentro. El de la mala actitud con los demás y consigo mismo. El que nos impide avanzar, nos daña y daña los demás.

El mundo de la música clásica es altamente competitivo. Además, esta competencia es directa y a menudo personal. Los músicos solemos conocernos entre nosotros, y tan a menudo podemos compartir escenario como enfrentarnos en una prueba de acceso, una audición, unas oposiciones, un concurso…etc. Esta relación personal-laboral es complicada de llevar. A veces surgen en nosotros actitudes negativas y dañinas, fruto de esta complicada relación.

La música inunda nuestro día a día. Es más que una ocupación o una profesión. Es un modo de vida. Por ello es normal que de esta forma tan personal de tomarnos la música surjan todo tipo de actitudes, positivas y negativas. Uno no hace más que luchar por sus logros personales, por su triunfo y por su carrera.

¿Cuáles son las actitudes del músico dañino? Como ya hemos dicho,  un músico dañino puede serlo consigo mismo o con los demás.

envidia musico

Consigo mismo:

  • Excesiva autocrítica: Para el músico dañino nada de lo que hace está a la altura. Nunca alcanza el nivel de los demás y se martiriza por ello. “No valgo” “Toco mal” “No tengo talento”
  • Ningún logro es suficiente: Por más que consiga pequeñas-grandes metas, siempre las achacará a la suerte o al contexto, nunca a su trabajo o al talento.
  • Falta de valentía: A la hora de enfrentarse a hitos en su carrera (concursos, pruebas…), siempre escogerá el camino fácil, excusándose en que no tiene tiempo para prepararse, no da el nivel…etc.

Con los demás:

  • Todos son unos enchufados menos él: Lejos de alegrarse de los logros de sus compañeros, siempre lo achacará a amiguismo, contactos… Además, alimenta este tipo de rumores.
  • Crítica destructiva: Observar y criticar es un buen ejercicio de aprendizaje. Sacar faltas por sacar es una mala práctica que sólo nos daña.
  • Incomoda a sus compañeros: En vez de apoyar a los que le rodean cuando tiene que tocar o cantar en conjunto, incomoda al compañero cuando comete algún error.
  • Esconde siempre las noticias de convocatorias para conseguir trabajo, con la esperanza de quitarse competencia, sin pensar que si sus compañeros están buscando trabajo, lo encontrarán del mismo modo que él lo hizo.
  • Se alegra del fracaso ajeno. Siempre que un compañero tiene una mala nota, un mal día de actuación… Se alegra interna o incluso externamente.

Seguro que te habrás reconocido en algunas de estas actitudes e incluso has recordado otras que también son igual de dañinas. A veces a los músicos nos sale este músico dañino de dentro. Todo esto está muy relacionado con nuestra autoestima. Cuida tu interior igual que cuidas tu técnica.


Conservatorios Superiores en España

Se acercan las fechas de prescripciones y pruebas de acceso al grado superior de música. Si estás pensando en continuar tus estudios, infórmate bien de qué te ofrecen los conservatorios del país, los profesores, los plazos de inscripción…etc.

Para ello, te hemos elaborado este mapa interactivo con todos los conservatorios superiores de España, con links a sus webs, en las que te podrás informar de todo lo que necesites.

Sigue leyendo…

Mozart in the jungle, la loca serie sobre los locos músicos

Amazon Studios ha creado recientemente la serie-web Mozart in the Jungle. El episodio piloto se lanzó en febrero de 2014, pero hemos tenido que esperar a diciembre para ver los diez capítulos de la temporada. Podéis encontrarla en la página oficial de Amazon gratis, aunque por ahí la hay con subtítulos en español…

La serie está basada en el libro del oboísta Blair Tindall Mozart in the Jungle: Sex, Drugs and Classical Music  que tenéis en versión para Kindle a muy buen precio. El motivo de que hablemos de esta serie en granpausa.com es que todo gira en torno a la música clásica.

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La historia nos sitúa entre los músicos de la New York Philarmonic. El director titular es sustituido por la nueva “sensación clásica”, el carismático y joven genio Rodrigo de Sousa. De forma paralela, la recién titulada oboísta Hailey lucha por salir adelante en la gran ciudad haciendo bolos aquí y allá. De alguna forma, su vida se cruza con la New York Philarmonic y con Rodrigo y aquí empieza la historia.

He esperado a ver los cinco primeros capítulos para poder opinar sobre la serie. Pocas veces somos los músicos el centro de atención del cine o la televisión, así que no sé si la serie me ha enganchado por la curiosidad de ver cómo nos imaginan o por el contenido en sí. Y viéndola he empatizado con lo que habrán sentido los médicos viendo Dr. House, Urgencias, Hospital Central y demás…

Al finalizar el primer capítulo, mi reacción fue: ¿Por qué los músicos siempre parecemos drogadictos, ninfómanos y, básicamente, mal de la cabeza? Achaco toda esa imagen que se pretende mostrar a que es una muestra exagerada de nuestra realidad para que la serie sea más comercial y atraiga al público. De todas formas, todas estas cosas se muestran mucho más en el capítulo piloto que en el resto, como suele ocurrir. El piloto es el gancho, y cuanto más sexo y escándalo salga, más venderá.

A pesar de que muchas veces me he reído de lo absurdo de las situaciones que se plantean, la serie aborda temas que como músico te pueden interesar. El miedo escénico y la presión de tocar en una orquesta de élite cono la NYF, la situación laboral y las condiciones de trabajo de los músicos (aunque al desarrollarse en EEUU, es distinta a la de aquí), el enfrentamiento a las lesiones, la automedicación, los trabajos en negro, la relación entre músicos, la competencia, el estudio, la obsesión por tocar perfecto, el ambiente laboral, las relaciones de afecto, la financiación de las orquestas… Una lista infinita. Y todo contando con sentido del humor. Porque, otra cosa no, pero te ríes bastante.

El ego y la autoestima son temas de fondo en todos los capítulos. Continuamente se ve en el director antiguo y el nuevo, en los músicos, en los alumnos… Todo el mundo lucha por destacar, por tener su hueco en el mundo laboral, por salir más en los periódicos, por tocar mejor en las audiciones… ¿Os suena? La competencia y las envidias, las decepciones, y la lucha, todo se adueña de los protagonistas de la serie.

Por supuesto, hay momentos bastante “increíbles”, como la fiesta del primer capítulo, en la que todos músicos “se vienen arriba” con Bizet como si de David Guetta se tratara… O el careo entre la oboísta Hailey y un flautista en la misma fiesta, con una ruleta y todo que les indica el estilo con el que tienen que retarse. Repito, ¡en una fiesta! En fin, estas y otras perlas que como digo, se van suavizando conforme la serie avanza. Pero quitando estos momentos de WTF?! algo se puede sacar.

Por otro lado, el que esta serie se haga popular no hará más que beneficiar a nuestro pequeño mundo. Todo sea por llegar al gran público y hacer que la gente se interese por la música clásica a través de cualquier vía. De momento, ha tenido buena acogida y buenas críticas. Yo animo a todo músico a que la vea, por lo curioso que es mirarse en este distorsionado espejo y porque, además, ¡es muy entretenida!