Gustav Leonhardt y el historicismo musical

Gustav Leonhardt at the MAfestival in Bruges (CC Wikifalcon en Wikipedia)Los instrumentos musicales han cambiado mucho con el paso del tiempo, perfeccionando su sonoridad para adaptarla a salas de concierto y teatros de tamaño cada vez mayor, consiguiendo sonoridades más plenas, timbres más ricos y matices más finos de los mismos instrumentos de hace algunos siglos, y proporcionando al ejecutante una mayor ergonomía y una mejor respuesta del instrumento a sus intenciones, lo que ha permitido la evolución de la técnica instrumental.

Se podría objetar que eso no es del todo cierto en el caso de los violines, pues los instrumentos italianos de hace tres o cuatro siglos (Stradivari, Guarneri o Amati, sólo por dan tres nombres) suelen ser superiores en todos esos aspectos a cualquier violín moderno, pero hay que tener en cuenta el hecho de que para mantener esa superioridad han necesitado de retoques sustanciales (por ejemplo, la altura del puente y la inclinación del mástil).

Sin embargo, al igual que todas las medallas, esas innegables ventajas técnicas y estéticas derivadas de las modificaciones de los instrumentos musicales tienen un revés: la música antigua interpretada con instrumentos modernos suena bastante diferente de lo que escuchaban los contemporáneos de sus respectivos autores, no sólo por el volumen y el timbre, sino también porque las nuevas posibilidades ofrecidas por el desarrollo técnico de los instrumentos musicales, junto con el natural cambio en los gustos de intérpretes y público, han producido grandes cambios en el estilo con el que se tocan esas obras.

Con el fin de recuperar esas sonoridades, hace más de medio siglo surgió un movimiento que solemos llamar historicismo, basado en una rigurosa investigación de todo tipo de fuentes documentales y contrapuesto al tradicionalismo, que consiste en seguir las líneas marcadas por la tradición de los grandes intérpretes.

Las polémicas de los partidarios de una u otra diferentes visiones de cómo hay que acercarse a la música del pasado, a veces muy agrias, nunca me han interesado: creo que, aunque se basan en dos planteamientos muy diferentes, ambas tienen razón de existir por la lógica de sus argumentos principales, que son por un lado la búsqueda y el máximo respeto hacia las intenciones musicales del compositor y la práxis ejecutiva de la época y, por el otro, el derecho del intérprete, como sujeto creativo, a imprimir su personalidad a cada obra. Por eso escucho con gran admiración a intérpretes pertenecientes a ambas corrientes, siempre que sean buenos.

Ayer lamentablemente nos dejó uno realmente excelente, uno de los más importantes exponentes del historicismo musical, es más, uno de los pioneros  y auténtico referente universal de ese movimiento: el clavecinista, organista, director, musicólogo y docente holandés Gustav Leonhardt. A sus 83 años hacía tan sólo un mes que se había despedido de los escenarios con su último concierto público.

Lo vamos a recordar con un fragmento de una película en la que participó en 1968, Crónica de Anna Magdalena Bach, no sólo como músico, sino también en calidad de actor, interpretando el papel -y naturalmente la música- de Johann Sebastian Bach. El fragmento contiene la impresionante cadenza de clavecín del primer movimiento de Concierto Brandeburgo nº5.

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Vals para orquesta de variedades

Dmitri ShostakovichLa historia de la música está llena de errores de todo tipo: desde la atribución de una obra a una persona diferente del verdadero autor (como es el caso de la Sinfonía de los juguetes de Edmund Angerer, erróneamente atribuida a Haydn o a Leopold Mozart, o la famosa bagatela Para Elisa, cuyo autor probablemente no sea Beethoven, sino otro Ludwig que se apellidaba Nohl) o errores de catalogación, consistentes en opus o hasta en títulos equivocados.

Aunque estos malentendidos se dan con más frecuencia en las obras más antiguas -como es el caso de las dos citadas, ambas de más de 200 años- no faltan ejemplos bastante más recientes. La pieza que veremos hoy es de Dmitri Shostakovich, un compositor ruso cuya vida transcurrió enteramente en el siglo XX.

Su abundante producción musical incluye todo tipo de composiciones clásicas: sinfonías, óperas, sonatas, cuartetos, suites, ballets, etc. Además, Shostakovich también se dedicó a la música para el cine, escribiendo las bandas sonoras de más de 30 películas.

Justamente gracias al cine, a la película Eyes Wide Shut, obra póstuma de Stanley Kubrik, se ha hecho famosa una pieza a la que Shostakovich no dio mucha importancia en su momento, tanto es así que no conocemos la fecha exacta de su composición, seguramente posterior a 1956. Se trata de un vals de una obra identificada durante años como la Suite para orquesta de jazz nº2, hasta que en 1999 el descubrimiento de una partitura para piano de esta última volvió a cuestionar la identidad de la obra que contiene nuestro vals, a continuación en la versión de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam dirigida por Riccardo Chailly, la misma que acompaña las imágenes de la película de Kubrik.

Aunque tanto en los créditos de la película y en la carátula del disco de la banda sonora como en la gran mayoría de las demás grabaciones y partituras aparezca el título equivocado, ahora sabemos que se trata del Vals nº2 de la Suite para orquesta de variedades, cuyo primer tema he arreglado para flauta dulce. No es muy sencillo de tocar debido a que sus compases más rápidos están justo en el cambio de octava, pero puede ser útil justamente para ensayar esa dificultad a la vez que se disfruta de una pieza muy sugestiva.

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El jazz: Origen y evolución

El jazz es un género de música que tiene su origen en diversos ritmos y melodías afronorteamericanos. Surgió a finales del siglo XIX en USA y, con el correr de los años, se expandió por todo el mundo.

La principal característica del jazz es que se basa en la improvisaxión y la "libre interpretación". Lo habitual, es que los intérpretes ejecuten un tema conocido dentro de cierta estructura armónica, más allá de las libertades en la ejecución. 

En este enlace podemos encontrar mucha información sobre este estilo de música.

http://sites.google.com/site/musicaiesplayasanjuan/prueba/el-jazz

El jazz: Origen y evolución

El jazz es un género de música que tiene su origen en diversos ritmos y melodías afronorteamericanos. Surgió a finales del siglo XIX en USA y, con el correr de los años, se expandió por todo el mundo.

La principal característica del jazz es que se basa en la improvisaxión y la "libre interpretación". Lo habitual, es que los intérpretes ejecuten un tema conocido dentro de cierta estructura armónica, más allá de las libertades en la ejecución. 

En este enlace podemos encontrar mucha información sobre este estilo de música.

http://sites.google.com/site/musicaiesplayasanjuan/prueba/el-jazz

El jazz: Origen y evolución

El jazz es un género de música que tiene su origen en diversos ritmos y melodías afronorteamericanos. Surgió a finales del siglo XIX en USA y, con el correr de los años, se expandió por todo el mundo.

La principal característica del jazz es que se basa en la improvisaxión y la "libre interpretación". Lo habitual, es que los intérpretes ejecuten un tema conocido dentro de cierta estructura armónica, más allá de las libertades en la ejecución. 

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