A veces se piensa que basta con tener los libros de estudios y ejercicios para, ejecutándolos una y otra vez, obtener de forma inmediata sus beneficios, pero realmente hay que encararlos correctamente para que resulten de plena ayuda.
Ya he mencionado algunas veces que tener un profesor que nos guíe es irremplazable, ningún método autodidacta puede suplantarlo. No sólo porque alguien debe corregir los errores de los que nosotros aún no somos conscientes, sino porque necesitamos saber cómo, cuándo y porqué hacer cada ejercicio para que éste sea efectivo.
En estos tiempos de confinamientos y pandemias, es probable que mucha gente se haya puesto a intentar aprender todo tipo de disciplinas buscando e indagando entre los cada vez más inabarcables recursos de internet, en muchos casos de forma totalmente autodidacta. Afortunadamente también existen ahora opciones intermedias, entre el puro autoaprendizaje y los afortunados que pueden tener unos estudios amplios y profundos en Escuelas y Conservatorios, basadas en la videoconferencia y la comunicación on-line.
Lo que hoy os traigo vale un poco para todo el mundo, aunque es especialmente interesante para los estudiantes de violín que os estáis buscando la vida en estos momentos por vuestra cuenta. Son una serie de vídeos explicativos acerca de unos cuantos métodos y libros de estudios y ejercicios de violín francamente buenos, realizados por el violinista profesional y pedagogo Pedro Gilabert.
Pedro lleva ya un tiempo desarrollando esta serie de vídeos explicativos sobre diversos métodos de aprendizaje y estudios en los que explica pormenorizadamente cada ejercicio detallando de forma precisa en qué debemos fijarnos, cómo afrontarlos y qué objetivos buscamos. No por nada a su web la ha llamado “El violinista inteligente”.
Me gustan especialmente sus vídeos sobre el libro “Basics” de Simon Fischer, que es un método relativamente moderno y tiene un enfoque en los ejercicios muy interesante. No está en español, de modo que tener estos vídeos tan trabajados es un gran complemento al libro de Fischer. En su web también trata ejercicios de los métodos Suzuki, además de los estudios de Wolfhart y Hans Sitt.
Muchas de sus explicaciones nos pueden servir de idea para afrontar otros estudios o ejercicios. Y es que confieso que yo también he sido de los que, con las prisas de tener poco tiempo, me ponía la partitura delante y me ponía a tocar sin pensar en nada más. Como si la repetición mecánica y chapucera me fuera a ayudar. Pero no, debemos estudiar antes el ejercicio, su estructura, qué detalle técnico busca fortalecer, cómo ejecutarlo, etc.
Si estáis siguiendo o trabajando con alguno de estos materiales, no dejéis de ver estos libros ni de seguir la página de Pedro Gilabert.
El mundo de la enseñanza de violín se mantiene en buena parte aferrada a métodos increíblemente antiguos: métodos, técnicas y ejercicios concebidos en el siglo XIX para una cierto tipo de música siguen formando los cimientos del aprendizaje para muchos violinistas que, tal vez, están interesados en otros estilos, en otros periodos en los que se necesitan también otras aptitudes.
Y no me malinterpretéis, los Sevcik, Carl Flresch, Wolfhart, Kreutzer, etc… son magníficos materiales para trabajar, y pueden ser una base valiosa para cualquier violinista. Pero, si te interesan otros estilos y músicas contemporáneas, necesitarás otro enfoque y otros materiales.
El Método Suzuki, que nació en 1945, y por tanto tiene un enfoque pedagógico menos espartano y más centrado en el repertorio, también tiene sus flaquezas. A las frecuentes críticas que se le hace de no formar bien técnicamente a los niños, se le añaden las de estar muy basado en la música barroca y clásica de origen alemán e italiano, y de omitir aspectos hoy importantes como la comprensión armónica, la improvisación o el ritmo.
Y es que, a pesar de que se han publicado materiales complementarios de este método (variaciones, acompañamientos, versiones para grupos, etc…) El Método Suzuki continúa básicamente siendo el mismo que hace… ¡75 años ya!
Y es una cuestión importante porque, dado que el Método Suzuki se ha convertido en una herramienta ampliamente utilizada, al menos en los primeros años de aprendizaje, para muchísimos niños (y mayores), no estaría de más un enriquecimiento de sus materiales y fundamentos: ya Mark O’Connor, con su propio método, ha sabido incluir algunos aspectos nuevos interesantes: la importancia de la música popular de diversas culturas, la inclusión de los acordes en los temas para poder trabajar con ellos e improvisar, técnicas rítmicas modernas como el chop, diversas versiones del mismo tema según niveles de dificultas, o sugerencias para trabajar la musicalidad, la emoción y la inspiración a la hora de tocar.
Por eso me ha interesado este nuevo proyecto basado en el Método Suzuki que parece prometer un enorme enriquecimiento, mediante la creación de un montón de nuevos y divertidos materiales, principalmente en unos acompañamientos de los temas totalmente distintos, inspirados en estilos musicales de todo el mundo y todas las épocas.
Ha sido lanzado hace poco en kickstarter y ya ha alcanzado su objetivo de financiación básico, de modo que podemos darlo prácticamente por seguro. En este vídeo, su promotor nos lo explica (en inglés):
SuperNova es una emocionante creación de David Cutler que reinventa dramáticamente las 17 piezas de Suzuki Violin School, Volumen 1. Si bien las melodías permanecen prácticamente sin cambios, los acompañamientos de la sección rítmica son virtuosos, exploratorios y súper divertidos, inspirados en diferentes géneros musicales de todo el mundo.
Si eres un profesor de música, un intérprete, un estudiante, un padre o un ex alumno con una exposición previa al repertorio Suzuki, prepárate para inspirarte.
SuperNova tiene una serie de prioridades educativas:
INSPIRACIÓN. Conecta las familiares melodías del método Suzuki con la estética contemporánea.
EXCELENCIA ARTÍSTICA. Demuestra el más alto nivel de maestría musical, animando a los estudiantes a alcanzar esos estándares.
DESARROLLO TÉCNICO. Utiliza una escritura fácil y familiar para desarrollar técnicas avanzadas de cuerdas.
PRECISIÓN RÍTMICA. Fortalece el “ritmo” y el pulso al tocar con la sección de ritmo.
CREATIVIDAD. Proporciona estructuras para que los artistas tomen decisiones personalizadas.
VERSATILIDAD. Integra géneros de música clásica, jazz, popular y otras músicas del mundo.
RENOVACIÓN REVITALIZANTE. Presenta contextos emocionantes con el mismo repertorio.
COMPROMISO MULTINIVEL. Ofrece un marco atractivo para que convivan y toquen estudiantes avanzados, intermedios e incluso principiantes.
AUTOCONFIANZA. Desarrolla la autoestima y la confianza, haciendo que los músicos en ciernes se sientan como estrellas de rock.
DIVERSIÓN. Interpretar música debe ser divertido: Aunque Supernova está dirigido a violinistas intermedios o avanzados (Suzuki Book 2-5 0 superior), los valientes estudiantes del Libro 1 incluso han defendido estos escenarios.
Grabaciones de alto nivel.
El conjunto de grabaciones de SuperNova completo incluye 68 pistas interpretadas por un elenco de grandes intérpretes.
17 pistas con la melodía.
Si bien las notas y los ritmos interpretados por la violinista Rebecca Hunter se mantienen fieles al original, ella hace que cada pieza sea “suya” agregando elementos personalizados como articulaciones frescas y ornamentaciones.
17 pistas con improvisaciones.
Uno de los grandes violinistas improvisadores del mundo, Christian Howes, ofrece impresionantes improvisaciones sobre los mismos acompañamientos. Sorpréndase con su impresionante técnica, originalidad imaginativa y enfoque único, transformando esta música aún más.
34 pistas de acompañamiento.
Dos grabaciones por cada melodía del método Suzuki, -una solo con la sección de ritmo, otra que agrega un click- hace que las clases individuales y grupales cambien totalmente.
Aquí tenéis unos ejemplos de los audios:
Esta es la melodía de The Happy Farmer con otro estilo:
Happy Farmer
por Rebecca Hunter -Método Suzuki- | Supernova
Y aquí el Andantino con un estilo muy rockero.
Andantino
por Rebecca Hunter | Supernova
Y ahora una improvisación a cargo del increíble Christian Howes.
Lightly Row (Remando suavemente)
por Christian Howes | Supernova
Aquí podéis escuchar un montón de ejemplos más de los audios.
Partitura + Estrategia
La edición impresa de SuperNova incluye las 17 melodías de violín y partituras de piano, además de técnicas para creatividad y técnica. Las partes de violín contienen solo notas y ritmos, por lo que los estudiantes pueden marcar su propia elección de dinámicas, articulaciones, etc.
Ésta es una muestra del acompañamiento alternativo de piano para Lightly Row:
Lecciones on-line
Además de los materiales, y para complementar y aclarar el proyecto, Supernova ofrece cuatro cursos on-line con lecciones virtuales (en inglés, claro está) sobre:
Práctica de interpretación creativa con David Cutler (10 lecciones)
Puzzles de creatividad con David Cutler (24 lecciones)
Improvisación tonal sencilla con Christian Howes (14 lecciones)
Anatomía de un ritmo con Christian Howes (16 lecciones)
Están dirigidos a estudantes intermedios y avanzados (Libro 3 y superior) y sus profesores, incluidos aquellos con una formación clásica o una exposición previa limitada a la creación musical creativa.
Arreglos para grupos
Supernova incluye diez arreglos de cuerdas alternativos, con configuraciones flexibles, que pueden tocar solo conjuntos de violín u orquestas de cuerdas completas, y pueden involucrar comunidades de varios niveles:
Melodía del violín 1 (igual que el libro 1, que pueden tocar los estudiantes más jóvenes)
Violines 2 y 3 (para estudiantes avanzados, libro 4 y superior)
Viola (opcional, doblando el violín más bajo)
Violonchelo (opcional)
Bajo (opcional)
Acompañamiento de piano / ritmo (pistas PLAY-ALONG disponibles).
Éste es un ejemplo de arreglos con el tema Lightly Row:
Aprendiendo a improvisar
El libro de transcripciones de SuperNova es una inmersión profunda en la improvisación, y revela los secretos detrás de 11 increíbles solos de Christian Howes.
Ésta es una muestra de su creatividad improvisanso sobre Lightly Row (Remando suavemente):
¿Qué es lo que inspiró Supernova?
David Cutler nos cuenta:
Cuando mi hijo Ashton tenía 4 años, empezó a recibir lecciones de violín a través de un programa Suzuki local. Practicamos juntos con regularidad, y a menudo improvisaba acompañamientos originales que afianzaron su oído y musicalidad.
Para su primera actuación pública, Ashton tenía programado interpretar uno de los mayores éxitos de Suzuki de todos los tiempos: Go Tell Aunt Rhody. Me pidió que actuara junto a él en un estilo funk, ambos con gafas de sol.
Para mi sorpresa, el público no solo disfrutó de la variedad. Se enloquecieron con estruendosos aplausos. Así que desarrollé más el concepto.
Finalmente se convirtió en SuperNova.
Mi opinión
En general me ha parecido un proyecto interesantísimo y muy refrescante. Como estudiante Suzuki tengo la experiencia de que la repetición continuada durante meses y años de las mismas melodías e interpretadas de la misma manera pueden terminar matando cualquier emoción, y desgastar las ilusiones, tanto de alumnos como de padres y, por supuesto, de profesores.
Pero cuando se introduce la creatividad, los estilos diferentes y la diversión, cada clase y cada actuación puede ser totalmente diferente, y constituir un acicate que impulse las ganas de aprender de los niños, y de enseñar de los profesores.
Si eres un estudiante medio o avanzado de Suzuki o un profesor que imparte el método, este complemente es un must-have.
Podéis conocer más sobre este proyecto, participar en él, y/o reservar ya materiales en su sitio en kickstarter:
De entre toda la oferta que existe actualmente para aprender a tocar o perfeccionar la técnica del violín de un modo on-line, uno de los más veteranos y exitosos es el que, desde la plataforma Violin Lab, dirige con profesionalidad la pedagoga norteamericana Beth Blackerby. Beth tiene además una especial conexión con España, ya que durante dos años fue miembro de la Orquesta del Gran Teatro del Liceo de Barcelona, tras lo cual regresó a su Texas natal para formar parte del profesorado del departamento de cuerdas de la Universidad de Texas.
Ella misma nos cuenta aquí cómo germinó la idea de crear su escuela, en un emotivo descubrimiento de la pasión que encontró en los estudiantes adultos:
Me gustaría contaros porqué creé Violin Lab. Hace diez años tuve el placer de enseñar a varios estudiantes adultos de violín, todos los cuales tenían una pasión increíble por aprender y practicar. Tenéis que entender lo sorprendente que fue esto para mí. En primer lugar, yo tocaba el violín desde los 5 años, así que nunca llegué al instrumento por mi propia voluntad. En segundo lugar, se convirtió en una carrera profesional porque, francamente, no había nada más que me interesara o pudiera hacer. Pero mira, me encantó el violín. Recuerdo cómo me conmoví hasta llorar en el instituto durante un ensayo del Adagio para Cuerdas de Barber con la Orquesta del Estado .
Sin embargo, como maestra, estaba acostumbrada a mis jóvenes estudiantes particulares que, obedeciendo los caprichos y sueños de sus padres, llegaban a clase con poco entusiasmo y sin ganas saber nada sobre tocar el violín. El fuerte contraste del entusiasmo de mis estudiantes adultos fue una inspiración tal que me sorprendió la idea de crear un centro para adultos entusiastas del violín. ¡Descubrí que su entusiasmo no era exclusivo de ellos, sino de los estudiantes adultos de todo el mundo! Sentí que estas personas se sentían privadas del mundo del aprendizaje del violín, ya que no eran niños pequeños.
Así, durante el proceso de desarrollo de las lecciones en video para Violin Lab, descubrí mi verdadera pasión en la vida: encontrar la mejor y más efectiva manera de explicar los detalles y la ciencia de tocar el violín, para que cualquiera pueda aprender a tocar bien sin un proesor particular (si no tenían uno).
Si bien solo había unos pocos buenos tutoriales en video en Youtube (esto fue en el año 2007), no había sitios con un plan de estudios secuenciado. Fue y sigue siendo mi objetivo ser el mejor formador para tocar el violín en Internet. Los comentarios que he recibido de Violin Labbers me han convencido de que estoy haciendo un buen trabajo y son una inspiración diaria para crear más. Violin Lab se ha fortalecido desde 2008 y, en lo que a mí respecta, bueno, ¡mi idea es continuarlo hasta el día de mi muerte!
El planteamiento de Violin Lab es crear un sistema de estudio muy estructurado y progresivo, gracias al cual los estudiantes pueden avanzar paso a paso de forma progresiva de modo que, aunque todo el material está disponible una vez eres miembro, no desperdicies esfuerzos enfrentándote a retos que no corresponden con tu nivel. A menudo sucede, con las personas que aprenden de una forma muy autodidacta, que, en su ambición, intentan retos interpretativos fuera de su alcance o nivel (como hacer vibrato sin llegar a afinar correctamente, o querer tocar muy deprisa sin siquiera adoptar una buena postura), de manera que se frustran por su incapacidad y pobres resultados, y adquieren malos hábitos y se llenan de desánimo, a pesar de haberle dedicado mucho tiempo y esfuerzo. El caótico y vasto mundo de internet, paradójicamente, no siempre resulta útil porque se pueden encontrar infinidad de tutoriales y lecciones entre los que es fácil perderse al no llevar un sistema racional de aprendizaje.
En Violin Lab empiezan desde el principio con muchos pasos muy pequeños pero bien pensados, desde las cuestiones básicas de postura hasta las lecciones a estudiantes avanzados para alcanzar un nivel casi profesional.
Las lecciones incluyen, en su versión Basic, vídeos explicativos realizados por la propia Beth, partituras descargables en pdf, audios de demostración y acompañamiento, una herramienta de planificación de práctica, con una especie de anotador donde puedes apuntar los conceptos esenciales que quieres recordar.
También hay un espacio tipo foro donde se pueden compartir dudas, vídeos de interpretaciones para solicitar la opinión de los demás, anuncios o cualquier otra información.
Esta suscripción tiene un precio de 20$/mes el primer año (15$ el segundo y 10$ el tercero).
La pega de este tipo de suscripción es la habitual en los cursos on-line. No hay feedback fiable de tu estudios, algo indispensable en cualquier sistema de aprendizaje.
Esto se arregla en cierto modo en la suscripción Premium, en la que, además de lo anterior, se ofrece la posibilidad de intercambiar un vídeo personalmente con Beth, para que ella te corrija y oriente. Esta opción cuesta 35$/mes, (30$ el segundo año 25$ el tercero)
Y como suele ocurrir siempre, también hay una suscripción Premium Plus, en la que el intercambio personal con Beth es de una vez a la semana. Su precio es de 60$/mes (55$ el segundo año y 50$ el tercero).
Calidad de las lecciones
Sobre los consejos y lecciones en vídeo debo que decir me han parecido técnicamente impecables, concienzudos y detallados, tanto en sus lecciones de inicio como en los más avanzados. Técnica, estudios y repertorio están bien surtidos y distribuidos de tal manera que practicamente no necesitas salir de su sistema para ir adquiriendo a buen ritmo (si es que practicas lo suficiente, porque hay muuucho material) un nivel de interpretación sólido.
Además, y supongo que gracias a que Beth pasó un par de años en España, las lecciones vienen con subtítulos en español, y no con una traducción automática sino una bien cuidada y precisa (aunque he encontrado algunos videos sueltos que no venían con dichos subtítulos).
Música
Este sistema está enfocado en la música clásica. Para las personas que deseen explorar este tipo de música es perfecto, porquetodas las herramientas están enfocada a tocar este estilo, con todo lo bueno pero también con las limitaciones que esto puede suponer. Desde luego, siendo un intérprete clásico bien formado tienes aptitudes para enfrentar otros tipos de música, pero tendrás que buscar para ello en otros sitios.
Público
Las características de este curso me parecen especialmente apropiadas para jóvenes y adultos. La ventaja de poder realizar tus lecciones en el momento y lugar que mejor te convenga se adaptan bien a la ocupada vida a partir de cierta edad. En cambio, para niños pequeños no lo recomendaría: necesitan presencia humana y un trato menos “frío y profesional”. Entendedme, no es que las lecciones sean áridas o duras, pero la forma de aprender de un niño pequeño necesitan más juego, más sonrisas y más afecto para que no adquiera rechazo al instrumento.
Por lo mismo, si tu objetivo es hacer de la música tu profesión (o la de tu hijo), necesitarás una enseñanza más completa y profunda en centros de enseñanza profesionales. Pero para el típico aficionado medio que quiere probar y empezar a tocar, o para el que ya tiene conocimientos y quiere profundizar en algunas cuestiones, puede ser una buena y accesible herramienta, especialmente si en tu lugar de residencia no hay muchas opciones de profesores o escuelas.
Puntos fuertes
Profesionalidad. Las leccciones son muy correctas técnicamente,
Flexibilidad. Las lecciones en vídeo y materiales están siempre disponibles 24 horas al día y 365 días al año. Sea cual sea tu ritmo de vida, puedes encontrar tu momento para practicar y estudiar.
Ubicuidad y accesibilidad. Vivas donde vivas no tienes acceso a aprender desde una fuente fiable todos los recursos de una buena interpretación.
Materiales. Todos los materiales vienen incluidos (partituras, audios de acompañamiento…), de modo que no tienes que realizar ningún desembolso adicional.
Precio. Incluso en su opción más cara, el sistema es, en general, más barato que tener un profesor particular pagando un día a la semana o una escuela de música privada.
Carencias
Para que este sistema de aprendizaje online pudiera ser una alternativa al nivel dela enseñanza tradicional, debería cubrir algunas de estas carencias:
Faltan campos de enseñanzas musicales más amplias (armonía, musicalidad, historia, etc.).
Faltan (o yo no los he encontrado) consejos sobre relajación, condición física y mental, concentración, hábitos de estudio y práctica.
Falta el poder tocar acompañado de un profesor, algo que yo considero imprescindible.
Falta el poder tocar en grupo, con otros alumnos.
Falta exploración en otros estilos alejados de la música clásica.
Y en general, falta el trato humano haciendo música
Conclusiones
Violin Lab es probablemente el mejor sitio para aprender a tocar el violín si no puedes disponer de enseñanza convencional y lo que te gusta es la música clásica.
Sus lecciones son amenas y técnicamente ireprochables, concienzudas y bien estructuradas. Puede funcionar como un buen complemento a tu estudio habitual (en cuyo caso podría bastar la suscripción básica) y también, si tienes problemas para recibir clases de forma convencional, como tu guía de cabecera (para lo que recomiendo contratar las versiones Premium o Premium Plus). Especialmente orientado a estudiantes adultos principiantes e intermedios, si estás en esta franja de público, puedes tenerlo en cuenta.
Aunque es un programa muy completo, este sistema aún no puede sustituir del todo las clases convencionales de un buen profesor o escuela, aunque también hay que tener en cuenta que pocos profesores tienen el nivel de preparación de Beth Blackerby.
En definitiva, una potente herramienta que puede ser útil a un buen sector de aficionados al violín.
Los nuevos medios en la enseñanza musical, nacidos bajo la revolución que ha supuesto internet, con sus ventajas e inconvenientes, son una realidad irreversible desde hace unos años y en Deviolines ya los hemos analizado alguna vez. Vídeos de youtube, backing tracks, clases por videoconferencia, métodos y partituras de todo tipo descargables al ordenador, apps de móvil, etc, están siendo ya utilizadas como herramientas por muchos principiantes y, más allá de que nos gusten más o menos algunas de estas opciones, lo cierto es que, como era de esperar, no se puede generalizar y hay todo tipo de ofertas, buenas, malas y regulares, y hay que saber por quién dejarse guiar en el caótico mundo de internet.
Como muchos sabréis, soy aficionado a la música norteamericana de raíces, de modo que para este artículo he estado probando un par de cursos basados en vídeos de la página web especializada en folk PegHead Nation. Tomad bien nota de ella porque, aunque no os decidáis a adquirir ningún curso, se puede acceder sin restricciones a bastantes recursos como partituras y backing tracks, que resultan muy útiles a la hora de estudiar.
Me decidí a a probar estos cursos porque participaba una de mis violinistas favoritas: Brittany Haas, aunque finalmente el suyo me dejó un poco decepcionado, como más adelante explicaré.
Realmente, estos cursos se limitan a desbloquear una serie de vídeos pedagógicos donde los diferentes músicos/profesores explican y hacen demostraciones de sus clases, y también por supuesto se pueden descargar partituras de los temas y ejercicios. Son exclusivamente en inglés, de modo que conviene tener cierto nivel de comprensión para no perderse los detalles importantes.
Éste fue el primer curso que compré, y obviamente lo hice sobre todo por la presencia de Brittany. Está orientado a dar un repaso a los diferentes estilos fiddle que hay, sobre todo en el mundo anglosajón: Bluegrass, Texas style, Scottish, Nórdico, Irlandés, Cape Breton, Old Time, Franco-canadiense, etc. Estos estilos están representados cada uno por uno o dos intérpretes diferentes, que van explicando algunas características específicias del estilo, y lo ilustran enseñando una o dos canciones. Realmente no da para profundizar mucho en ninguno de ellos, pero sí para “sentir” los detalles y formas de interpretar de cada región o país, sus ritmos y cadencias, sus armonías.
Adicionalmente, Brittany nos enseña diversos temas de esos estilos con su toque característico: canciones suecas, noruegas, old-time, con trucos y claves rítmicas y armónicas, así como, en compañía de Darol Anger, algunos consejos sobre cómo acompañar e improvisar.
Enfín, es muy interesante explorar esos diferentes estilos, aunque estén tan centrados en el mundo anglosajón. La pega es que te quedas con un poco de hambre de saber y profundizar más en estas músicas. A veces el vídeo es apenas poco más que aprender una canción, sin mayores explicaciones sobre en qué distingue y qué es lo primordial de ese estilo.
Tras el curso de Brittany, y gracias a la oferta que te permite comprar un segundo curso por sólo 10$ (luego explicaré las tarifas), me apunté a este curso de Chad Manning que realmente me ha sorprendido positivamente por lo amplio, exhaustivo y bien realizado que está.
Aunque está orientado a dominar las claves del bluegrass, incluye lecciones genéricas sobre cuestiones básicas como la sujección del arco, la afinación, técnica de mano izquierda, el vibrato en el folk, etc.
En total, El total de vídeos/lecciones disponibles es de ¡casi 170!, y creciendo mensualmente ya que éste es un curso abierto que, al contrario del de Brittany, Chad continúa ampliando mes a mes, lo que constituye un acicate para continuar renovando el curso. Y como en el caso de Brittany, todos los temas vienen con una versión de guitarra solo acompañante para tocar por encima, partituras y archivos de audio, estos últimos descargables libremente.
Los capítulos esán englobados en los siguientes grandes temas:
Aspectos básicos del fiddle.
Canciones Old-Time.
Canciones Bluegrass.
Cómo hacer solos Bluegrass.
Escalas y acordes.
Solos de bluegrass clásicos.
Canciones de Bill Monroe.
Acompañamientos en Bluegrass.
Técnicas de práctica, física y psicología del fiddle, etc.
Esta es la lista de los temas, para que os hagáis una idea, comparándolo con el de Brittany:
Chad Manning tiene una forma de explicar tranquila y un estilo contagioso de tocar; la verdad es que no he profundizado aún más que en una pequeña parte del curso pero, si os gusta el folk americano, teniendo en cuenta el contenido que ofrece, es un curso superrecomendable.
Condiciones
Los cursos de Peghead cuestan 30$ la primera vez que contratas uno. A partir de ahí, el resto cuestan 10$ que hay que ir renovando cada mes. Ciertamente, lo conveniente es dedicarles bastante tiempo para aprovechar cada mes pagado. Si no es vuestro caso y no podéis dedicarle tiempo más que algún día de vez en cuando, con las herramientas adecuadas se podrían descargar los vídeos. Aunque ésta no es una opción muy ética, teniendo en cuenta el bajo coste, esto es cuestión de cada uno.
Conclusiones
Me han gustado bastante los cursos que he probado. Algo menos el de Brittany, de quien tenía más altas expectativas dado que es una de mis violinistas favoritas.
Pero impresionante el de Chad Manning, amplio y profundo, abarcando desde lo más básico y sencillo hasta temas y técnicas niveles intermedios. Solo echaría en falta (aunque puede que lo tenga porque aún me falta mucho para poder repasar todos los vídeos) alguna incursión en técnicas y armonías más avanzadas y difíciles, de las que se usan por ejemplo en el newgrass y en estilos fronterizos.
Los vídeos están grabados de forma muy profesional, nada que ver en general con los que se pueden encontrar gratuitamente en Youtube. Siguen un plan pedagógico racional y progresivo, para que podamos ir paso a paso avanzando.
Obviamente, son solo vídeos y partirturas: nunca podrán sustituir a un profesor o una escuela de música, que puede proporcionarnos feedback de nuestra forma de tocar importantes, algo que es imprescindible e irremplazable, y enseñarnos otras cuestiones musicales. Pero como complemento para sumergirnos en los estilos que nos gustan es una estupenda opción.
Los nuevos medios en la enseñanza musical, nacidos bajo la revolución que ha supuesto internet, con sus ventajas e inconvenientes, son una realidad irreversible desde hace unos años y en Deviolines ya los hemos analizado alguna vez. Vídeos de youtube, backing tracks, clases por videoconferencia, métodos y partituras de todo tipo descargables al ordenador, apps de móvil, etc, están siendo ya utilizadas como herramientas por muchos principiantes y, más allá de que nos gusten más o menos algunas de estas opciones, lo cierto es que, como era de esperar, no se puede generalizar y hay todo tipo de ofertas, buenas, malas y regulares, y hay que saber por quién dejarse guiar en el caótico mundo de internet.
Como muchos sabréis, soy aficionado a la música norteamericana de raíces, de modo que para este artículo he estado probando un par de cursos basados en vídeos de la página web especializada en folk PegHead Nation. Tomad bien nota de ella porque, aunque no os decidáis a adquirir ningún curso, se puede acceder sin restricciones a bastantes recursos como partituras y backing tracks, que resultan muy útiles a la hora de estudiar.
Me decidí a a probar estos cursos porque participaba una de mis violinistas favoritas: Brittany Haas, aunque finalmente el suyo me dejó un poco decepcionado, como más adelante explicaré.
Realmente, estos cursos se limitan a desbloquear una serie de vídeos pedagógicos donde los diferentes músicos/profesores explican y hacen demostraciones de sus clases, y también por supuesto se pueden descargar partituras de los temas y ejercicios. Son exclusivamente en inglés, de modo que conviene tener cierto nivel de comprensión para no perderse los detalles importantes.
Éste fue el primer curso que compré, y obviamente lo hice sobre todo por la presencia de Brittany. Está orientado a dar un repaso a los diferentes estilos fiddle que hay, sobre todo en el mundo anglosajón: Bluegrass, Texas style, Scottish, Nórdico, Irlandés, Cape Breton, Old Time, Franco-canadiense, etc. Estos estilos están representados cada uno por uno o dos intérpretes diferentes, que van explicando algunas características específicias del estilo, y lo ilustran enseñando una o dos canciones. Realmente no da para profundizar mucho en ninguno de ellos, pero sí para “sentir” los detalles y formas de interpretar de cada región o país, sus ritmos y cadencias, sus armonías.
Adicionalmente, Brittany nos enseña diversos temas de esos estilos con su toque característico: canciones suecas, noruegas, old-time, con trucos y claves rítmicas y armónicas, así como, en compañía de Darol Anger, algunos consejos sobre cómo acompañar e improvisar.
Enfín, es muy interesante explorar esos diferentes estilos, aunque estén tan centrados en el mundo anglosajón. La pega es que te quedas con un poco de hambre de saber y profundizar más en estas músicas. A veces el vídeo es apenas poco más que aprender una canción, sin mayores explicaciones sobre en qué distingue y qué es lo primordial de ese estilo.
Tras el curso de Brittany, y gracias a la oferta que te permite comprar un segundo curso por sólo 10$ (luego explicaré las tarifas), me apunté a este curso de Chad Manning que realmente me ha sorprendido positivamente por lo amplio, exhaustivo y bien realizado que está.
Aunque está orientado a dominar las claves del bluegrass, incluye lecciones genéricas sobre cuestiones básicas como la sujección del arco, la afinación, técnica de mano izquierda, el vibrato en el folk, etc.
En total, El total de vídeos/lecciones disponibles es de ¡casi 170!, y creciendo mensualmente ya que éste es un curso abierto que, al contrario del de Brittany, Chad continúa ampliando mes a mes, lo que constituye un acicate para continuar renovando el curso. Y como en el caso de Brittany, todos los temas vienen con una versión de guitarra solo acompañante para tocar por encima, partituras y archivos de audio, estos últimos descargables libremente.
Los capítulos esán englobados en los siguientes grandes temas:
Aspectos básicos del fiddle.
Canciones Old-Time.
Canciones Bluegrass.
Cómo hacer solos Bluegrass.
Escalas y acordes.
Solos de bluegrass clásicos.
Canciones de Bill Monroe.
Acompañamientos en Bluegrass.
Técnicas de práctica, física y psicología del fiddle, etc.
Esta es la lista de los temas, para que os hagáis una idea, comparándolo con el de Brittany:
Chad Manning tiene una forma de explicar tranquila y un estilo contagioso de tocar; la verdad es que no he profundizado aún más que en una pequeña parte del curso pero, si os gusta el folk americano, teniendo en cuenta el contenido que ofrece, es un curso superrecomendable.
Condiciones
Los cursos de Peghead cuestan 30$ la primera vez que contratas uno. A partir de ahí, el resto cuestan 10$ que hay que ir renovando cada mes. Ciertamente, lo conveniente es dedicarles bastante tiempo para aprovechar cada mes pagado. Si no es vuestro caso y no podéis dedicarle tiempo más que algún día de vez en cuando, con las herramientas adecuadas se podrían descargar los vídeos. Aunque ésta no es una opción muy ética, teniendo en cuenta el bajo coste, esto es cuestión de cada uno.
Conclusiones
Me han gustado bastante los cursos que he probado. Algo menos el de Brittany, de quien tenía más altas expectativas dado que es una de mis violinistas favoritas.
Pero impresionante el de Chad Manning, amplio y profundo, abarcando desde lo más básico y sencillo hasta temas y técnicas niveles intermedios. Solo echaría en falta (aunque puede que lo tenga porque aún me falta mucho para poder repasar todos los vídeos) alguna incursión en técnicas y armonías más avanzadas y difíciles, de las que se usan por ejemplo en el newgrass y en estilos fronterizos.
Los vídeos están grabados de forma muy profesional, nada que ver en general con los que se pueden encontrar gratuitamente en Youtube. Siguen un plan pedagógico racional y progresivo, para que podamos ir paso a paso avanzando.
Obviamente, son solo vídeos y partirturas: nunca podrán sustituir a un profesor o una escuela de música, que puede proporcionarnos feedback de nuestra forma de tocar importantes, algo que es imprescindible e irremplazable, y enseñarnos otras cuestiones musicales. Pero como complemento para sumergirnos en los estilos que nos gustan es una estupenda opción.
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