Hace unos días leí una entrevista que le hacían a Luis Iván Cuende, una chico de 16 años reconocido hace un año como el mejor hacker de Europa (que no cracker). Actualmente lleva su propia empresa con un compañero de su misma edad y cuando le preguntan la formación que tiene responde: "La ESO. Mis conocimientos como hacker vienen de Google. Soy autodidacta. Cuando tengo un problema, lo busco en Google y lo soluciono."
Hoy en día hay muchos docentes que piensan que son fuente única de conocimiento, y lo que es peor: indispensables para el alumnado. ¿Qué estamos haciendo compañer@s? No estaría mal despertar del aletargo generalizado que tenemos en las aulas, porque las tarimas de madera "elevadoras" de la única verdad no caben en esta sociedad donde el conocimiento es horizontal, donde un chaval de 15 años demuestra que para hacer lo que le apasiona e innovar no necesita mentores entre cuatro paredes, sino todo lo contrario, una ventana de bajo coste por donde mirar y aprender del "mundo". Eso se llama: red. Y "enredarse" es lo que mejor que un docente puede hacer por su alumnado, además de dejar de mirar su ombligo para mirar un calendario y darse cuenta de que al entrar en el aula no podemos vivir en un siglo diferente al actual. Eso se llama simplemente: falta de concordancia.
Siempre he pensado que abrir la mente, la puerta y el aula no hacen daño a nadie. Igual que pienso que quien lea esto no lo necesita hacer, y quien lo necesita, no lo leerá.
"Dejar volar la imaginación" - ¿Y eso qué es? - Digo yo que se preguntarán muchos docentes.
¿Y cuándo y cómo comenzó a interesarse por estos temas?
Con 12 años. Mi padre me llevó un CD de software libre a casa, una distribución Linux, lo instalé en el ordenador y empecé a ver que estaba muy guay, que podía modificar el software libre como quisiese, que podía adaptarlo y luego difundirlo otra vez. Empecé a ver las posibilidades que había y como estaba muy aburrido —porque el colegio es muy aburrido— empecé a dar rienda suelta a mi imaginación y a construir cosas con software.
¿No le gustan los estudios?
No. Personalmente me aburren bastante. Excepto un par de asignaturas —filosofía y educación física— las demás me parecen muy aburridas. En algunas ocasiones sí que es necesario tener una base, pero tal y como está planteado no ayuda para nada al momento que estamos viviendo de crisis. Yo creo que es un problema de base. Memorizar, por ejemplo, no tiene sentido. Como dijo Einstein "si puedes verlo todo en una enciclopedia, ¿para qué quieres memorizarlo?". También hay un gran problema de práctica, de que todo es muy teórico. En Estados Unidos venden limonada a los 10 años en la calle, aquí te pones a vender limonada con 10 años y te para la Policía... por no contribuir hacienda o cualquier movida de esas (risas).