He escrito este artículo con un objetivo claro en mi mente.
Ahorrarte frustraciones.
Sospecho que te voy a decir cosas que no quieres oír, pero es necesario que lo hagas.
Tratar la voz como instrumento no va a hacer que cantes mejor, pero sí te va a ayudar a conseguirlo sin sufrir.
Mejorar en el canto puede llegar a ser realmente duro
Básicamente por dos razones:
- Expone mucho como individuo, nos hace sentir vulnerables.
- La mayoría de la gente tiene ideas preconcebidas de que sólo se puede cantar bien si se nace sabiendo y no se puede aprender.
- Lo queremos todo y lo queremos ya.
Contra el primer punto sólo se me ocurre una solución: trabajar en tu técnica vocal para que no sea un problema.
Es más fácil decirlo que hacerlo, pero eso te dará la confianza de que tu voz va a responder en cada momento tal y como quieres.
Si eres de los que piensa que el segundo punto es cierto, por favor, lee esto.
Para saber cómo superar el tercer punto, sigue leyendo.
Piensa en la voz como instrumento musical, no como algo mágico que ocurre en nuestra laringe
Es algo que hemos dicho ya muchas veces en algunos artículos de nuestro blog, pero creo que vale la pena entrar en profundidad en este concepto.
Quizás puede costar de buenas a primeras verlo así, ya que la voz no es algo que podamos ver y tocar como una guitarra.
Sin embargo, te aseguro que aprender a tocar la guitarra y aprender a cantar se asemejan mucho más de lo que parece.
Bueno, no sólo aprender, si no seguir aprendiendo, que es algo muy descuidado e incluso más importante.
#1: No se aprende a tocar la guitarra en dos días
¿Qué te hace pensar que a cantar sí?
El hecho de que puedas hablar no quiere decir que sepas cantar, y tampoco quiere decir que no sepas.
Mucho menos quiere decir que no puedas mejorar.
Para tocar la guitarra tienes que empezar a entrenar los músculos de tus dedos a hacer movimientos a los que no estás acostumbrado, y además necesitas precisión.
Empiezas por aprender acordes y escalas, y los tienes que ir practicando una y otra vez.
Cuanto más practicas, tus músculos van grabando esos movimientos y poco a poco se hacen más naturales.
Cada vez utilizas menos músculos de los necesarios, lo que te permite tocar cada vez más relajado, y cada vez mejor.
Pero esto lleva mucho tiempo.
¿Qué podemos decir? ¿Una media de dos o tres años para conseguir un buen nivel?
Puedes empezar a tocar canciones mucho antes, pero todo depende del nivel al que quieras llegar, está claro.
Lo importante es tener claras las pretensiones y ser consciente de que el proceso de aprendizaje es necesario.
Con la voz pasa exactamente lo mismo.
Nos sentimos torpes cuando intentamos hacer algo que no nos sale, nos frustramos, tensamos más de lo necesario, …
¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
#2: Te defiendes bien con la guitarra, pero quieres hacer cosas más complicadas
¿Tapping? ¿Sweep picking?
Son técnicas de guitarra bastante difíciles de conseguir.
Aunque necesites la misma base que para tocar una canción con sólo acordes o punteados, es necesario hacer cosas diferentes para conseguir hacerlas.
Por no decir que necesitas de nuevo un buen montón de horas ( estamos hablando de meses ) para aprender esas técnicas e ir mejorando en ellas.
Probablemente mejorando durante toda tu vida.
Si intentas esas técnicas sin tener una buena base, vas a dar palos de ciego sin parar y no vas a conseguir progresar.
Con la voz pasa exactamente lo mismo.
Queremos hacer notas agudas con potencia, o quizás hacerlas suaves para luego incrementar el volumen gradualmente, …
¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
#3: No se aporrea una guitarra, tus dedos “vuelan” por el mástil
En todos los instrumentos se busca la relajación.
Es algo primordial.
No puedes tocar con libertad y expresarte con el instrumento que has elegido si estás en tensión constante.
Si intentas compensar esas tensiones innecesarias con fuerza bruta, lo que vas a conseguir es un sonido sucio y dejarte el sueldo en cuerdas de guitarra y púas.
Es por eso que tienes que repetir una y otra vez los ejercicios adecuados mientras tu cuerpo y tu cerebro van entendiendo cómo pueden hacer todos esos movimientos sin necesidad de tensarse constantemente.
Tu cuerpo aprende a su ritmo y eso es algo que ni tu ni yo podemos cambiar.
Con la voz pasa exactamente lo mismo.
Queremos hacer melodías complicadas, melismas impresionantes, …
¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
#4: Es más difícil de lo que parece hacer que todas las notas suenen limpias
Cuando empiezas a tocar la guitarra te dicen: pulsa este traste y toca esta cuerda para hacer un LA.
En ese momento parece fácil y lo pruebas.
Eso se parece a todo menos a un LA.
La cuerda parece que esté haciendo la nota que toca, pero suena con mucha suciedad.
Esto es porque no se trata simplemente de poner el dedo más o menos en un sitio. Se trata de precisión.
Y si ya te cuesta con una simple nota, imagínate con un solo.
Lo que hay que hacer es aceptar que va a sonar mal durante un tiempo, a veces más del que uno querría.
Poco a poco tu cerebro va a empezar a entender dónde debe ir el dedo, con qué presión y en qué momento.
Primero tus notas sueltas irán mejorando, luego tus escalas, acordes, …
Con la voz pasa exactamente lo mismo.
Queremos que todas las notas suenen consistentes, que suenen igual que nuestra voz de pecho y que además podamos aguantarlas durante mucho tiempo y con vibrato.
¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
#5: Nunca dejas de aprender
Con la guitarra nunca dejas de aprender cosas nuevas.
Cada vez puedes tocar más rápido.
Más limpio.
Con más feeling.
Puedes abarcar más estilos.
Puedes acercarte cada vez más al nivel de tus artistas favoritos.
Y llega el día en el que no te quieres parecer a ellos y quieres empezar a ser tú mismo.
Es algo que no acaba nunca.
Es algo que por lo general todo el mundo entiende que es así.
El camino no tiene destino. El destino es el propio camino.
Con la voz pasa exactamente lo mismo.
Queremos cantar como el cantante de moda, o como el cantante que ha marcado un antes y un después en la música.
¿La solución? Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
Una pequeña diferencia
Hay una diferencia importante entre ambos campos y es que hay gente que sin haber estudiado canto sabe cantar bien.
Esto puede parecer un don, pero por mi experiencia cada vez estoy más convencido de que es una maldición.
He visto mucha de esta gente cantar cada vez peor y darse cuenta de que ya no puede cantar como antes.
Esto es realmente frustrante porque no saben encontrar el camino de vuelta.
Si tienes la suerte de tener facilidad para el canto, no la desperdicies.
Te recomiendo no pensar que tienes un don.
Piensa que tienes un regalo que debes aprovechar.
¿Cómo lo aprovechas?
Sigue el mismo camino que el resto de los “no privilegiados”.
Piensa que estás mejorando tus habilidades con la guitarra, no con la voz.
Si te ha gustado mi forma de ver el entrenamiento vocal me encantaría que lo compartieses en tus redes sociales. ¡Gracias!
Imagen: Algunos derechos reservados por imadoofus123
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