Se dice que lo prometido es deuda y yo les había prometido a mis "superflautistas" de tercero B adaptarles este himno. Se lo dedico a todo ellos y en especial a David, que se empeñó en transcribirlo pese a las dificultades que entrañaba. Finalmente, con tesón, entusiasmo y la ayuda de su móvil (que todo hay que decirlo) lo conseguimos.
Aunque la partitura sea modesta y algo tosca (tan solo están las notas), la adaptación funciona perfectamente.
Para saber más sobre la obra podéis revisar esta entrada: Haendel y la champions league.
¿Preparados para el sábado?
Ya sabéis; durante los trece primeros compases suena la introducción y en el catorce, entráis.
No tenéis más que poner la música y tocar.