Puede ser que ya cantes bien. La gente te lo dice y tú te escuchas en grabaciones y te gusta.
Pero te gustaría hacerlo mejor.
Quizás sientes que ejerces demasiada fuerza al cantar, o que cuando haces notas agudas nunca sabes si te van a salir bien o no, …
Pero también puede ser que te encuentres en el proceso de aprender a cantar desde cero.
En cualquier caso, es muy común pensar que eres un caso especial y que no puedes mejorar, que esa es la voz con la que has nacido.
Si sientes que no estás mejorando, quiero que leas detenidamente esta lista que he preparado para ti y que hagas un examen de conciencia para ver si fallas en alguno de los puntos.
#1: ¿Practicas cada día?
Esto es básico. Más que básico.
Para mejorar tu voz, no te queda más remedio que practicar cada día.
Y cuanto más utilizas tu voz, más importante es.
Piensa que mejorar en el canto para ganar potencia o para ganar agudos no consiste en que tus cuerdas vocales generen más masa muscular para sonar más fuerte, ni tampoco consiste en “ir estirándolas” para llegar cada vez un poco más agudo.
En realidad consiste en establecer nuevos patrones musculares en tu voz, es decir, tienes que aprender a coordinar los músculos de tu laringe de forma diferente a como lo haces ahora.
Y para conseguir esto no hay nada mejor que la repetición constante.
Es como nace la memoria muscular.
#2: ¿Practicas de forma dirigida?
Pero no sólo tienes que practicar de forma regular.
También tienes que practicar en la dirección correcta.
Por ejemplo, por mucho que practiques 1 o 2 horas al día, de nada servirá si lo que haces es gritar sin permitir que tus cuerdas vocales hagan los ajustes necesarios para cada nota de tu rango.
Con eso lo único que vas a conseguir es reforzar malos hábitos que luego te va a ser aún más difícil quitarte de encima.
Si recibes clases de canto, necesitas tener la grabación de tu clase y practicar con ella, cada día.
#3: ¿Tienes algún tipo de entrenamiento personalizado de forma regular?
Para conseguir esa práctica dirigida, necesitas a alguien que te sepa guiar correctamente.
Como te decía antes, si tienes un profesor de canto, él o ella te dará los ejercicios que necesitas y con la grabación podrás practicar en los problemas vocales que tienes ahora para que en la próxima sesión puedas seguir avanzando.
La regularidad también es muy importante, porque de nada sirve que hagas una clase cada dos meses.
Si tienes que elegir entre duración de sesión y frecuencia, es mejor aumentar la frecuencia y bajar la duración, y te voy a decir por qué.
De nuevo, lo que quieres es instalar nuevos hábitos que sustituyan a los hábitos que te perjudican.
Y los hábitos van cambiando a medida que avanzas en tu entrenamiento, pero no sólo eso.
También puede ser que una semana estés gritando y en la siguiente estés aplicando demasiada poca fuerza.
Ya sea con clases de canto o con una guía tipo nuestro Sherpa Vocal, necesitas un par de oídos expertos que entiendan lo que tu voz necesita en cada momento.
Los programas más autodidactas como Vox Tools también tienen su utilidad, pero es importante que de vez en cuando te asegures de que lo estás haciendo todo bien pidiendo ayuda a un experto de la voz.
#4: ¿Estresas demasiado a tu voz?
Si crees que lo estás haciendo todo bien pero te cuesta cantar, quizás te estás esforzando demasiado.
El tema es que es imposible hacer ejercicios que instalan nuevos hábitos sin cometer errores.
Cada vez vas a hacerlo mejor, pero es irreal pensar que lo vas a hacer todo a la perfección.
Por ejemplo, si tiendes a tensar demasiado o a poner demasiada fuerza en tu voz, lo más probable es que necesites ejercicios para quitar esa fuerza.
Pero esa fuerza no va a desaparecer desde el principio.
¿Bajará su intensidad? ¿Sentirás mucha más facilidad? Sí (si no la sientes es que algo va mal), pero no la vas a eliminar por completo.
Y es por eso que necesitas tomar pequeños descansos durante tu práctica, ya sea con ejercicios o con canciones, porque esos pequeños errores se van acumulando y van estresando a tus cuerdas vocales.
Si te pasas es cuando acabas cansado y con la voz “tocada”.
Si vas a practicar durante mucho rato, descansa entre ejercicios.
Si vas a cantar después de practicar, descansa al acabar tus ejercicios.
Si vas a cantar directamente, descansa entre canciones o cada 10 minutos, pero eso sí, ¡antes calienta la voz!
#5: ¿Intentas hacer canciones demasiado difíciles para ti en estos momentos?
Siempre queremos lo que no tenemos, ¿verdad?
Es necesario marcarse objetivos que están fuera de tu zona de confort, fuera de tu alcance actual.
Es la forma de mejorar.
Pero también hay que tener cuidado de no pasarse.
Sólo porque consigas hacer ciertas notas durante los ejercicios o consigas cierta potencia, no quiere decir que puedas aplicarlo directamente a una canción.
Tómate tu tiempo y pide a tu guía vocal que te aconseje sobre qué canciones te vienen bien para practicar con el nivel técnico que tienes ahora, sin importar el estilo de música de estas canciones.
#6: ¿Sólo cantas sin de hacer ejercicios?
Si lees nuestro blog de forma habitual espero que sepas a estas alturas que esto no es buena idea.
El propósito de los ejercicios es aislar cada problema vocal que puedas tener y trabajar en él de la forma más aislada posible, es decir, que el resto de problemas no entren en juego durante el ejercicio.
Esa es la forma de ser consciente tanto del problema como de la solución.
Este es el motivo por el cuál es mucho más difícil cantar canciones que hacer ejercicios.
En una canción tienes muchísimos factores que pueden desequilibrar tu voz y hacer que recuperar ese equilibrio sea muy difícil o imposible.
#7: ¿Sólo haces ejercicios sin practicar canciones?
Por el contrario, tampoco vas a poder avanzar si no aplicas en canciones lo que aprendes en tus ejercicios.
Puedes ser muy bueno haciendo escalas, pero eso no te garantiza que puedas cantar canciones.
Lo ideal es ir utilizando los ejercicios que más te ayudan para ir trasladando los hábitos correctos a las canciones.
Es un trabajo que requiere tiempo y paciencia, pero es lo que más hará destacar a tu voz y más libertad te dará para expresarte.
#8: Por último, las cosas llevan tiempo
De esto he hablado mil veces, e incluso escribí este artículo.
La cuestión es que puede ser que lo estés haciendo todo correctamente y que simplemente necesites tiempo.
Pero es aquí donde quiero que hagas examen de conciencia y te digas a ti mismo si realmente estás haciendo todo lo posible por seguir estos pasos.
¿Cuando no llegas a una nota le añades fuerza, por poca que sea?
¿No eres constante con tus ejercicios y tu práctica?
¿No pides la ayuda de expertos para que te den las herramientas que necesitas en cada momento?
Siento ser duro, pero creo que es mejor decir la verdad: si como mínimo no te tomas todos estos pasos en serio y trabajas de verdad, no puedes esperar que tu voz vaya a mejorar ni que vayas a aprender a cantar.
Y te lo digo así porque quiero que te pongas las pilas y, si esto es lo que quieres, empieces a hacer lo necesario para conseguirlo.
#9: ¡Bonus! No te dejes intimidar por las personas que lo hacen mejor que tu
Es probable que conozcas como mínimo a una persona que cante muy bien, probablemente de forma natural, y eso te intimide.
Quizás le has pedido consejo y no te ha sabido ayudar o, peor aún, te ha dicho que no vales.
Por favor, no te dejes intimidar por ellos.
No todos, ni mucho menos, pero la mayoría de cantantes “naturales” que he conocido no dedican tiempo para el trabajo de su voz.
Por ese mismo motivo, si perseveras y practicas de la forma correcta sin rendirte, no me extrañaría que acabaras siendo mucho mejor que ellos algún día, además de que podrás cantar por más años.
¡Espero haberte ayudado a seguir mejorando como cantante con este artículo! ¿Me ayudas a seguir escribiendo muchos otros compartiendo este en las redes sociales? ¡Gracias!
Imagen: Algunos derechos reservados por Key Foster
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