No “sonrías la nota”, ¡sonríele a la vida!

sonreír la nota¿Alguna vez te han dicho que debes sonreír la nota para alcanzar las notas agudas?

Espero que no…

Aunque es más que probable que la respuesta sea un “sí”.

Si esa acción no te ayuda por más que lo intentas, permítete parar aquí mismo.

Vamos a hablar un poco de ello.

¿Por qué puede parecer que es bueno?

Se me ocurren dos razones importantes por las que entiendo que a muchas personas les pueda parecer que sonreír la nota produce efectos positivos en la voz.

#1: Porque consigues un sonido más brillante

Esto es cierto, para el oído no entrenado.

Si cantas a la vez que sonríes, la laringe y los músculos de tu cara entran en tensión (hablo más sobre esto después).

Para conseguir una voz brillante sin tener que comprometer su salud lo último que necesitas son tensiones.

Recurrir a esto es sólo un atajo temporal.

Digo temporal porque sin duda alguna llegará el momento en el que esto te pase factura y tu voz se deteriore, pudiéndose llegar a lesionar.

#2: Porque parece que tengamos que hacer más cosas para cantar

A veces da la sensación que para cantar tenemos que hacer más cosas de las que ya hacemos.

Y esto es un problema, por varios motivos.

El primero es que antes de pensar en hacer más cosas debes pensar en dejar de hacer las cosas que te ponen trabas a ti mismo.

Dejar de gritar para llegar a las notas agudas, dejar de manipular tu laringe para conseguir el sonido que quieres, dejar de poner la lengua en posiciones extrañas, …

El segundo motivo es que si nos apoyamos en algo que se da de bruces con las leyes que gobiernan la voz, como sonreír la nota, cada vez vamos a necesitar exagerarlo más para que nuestra voz no se quiebre.

Teniendo en cuenta el caso que estamos hablando, sonreír la nota, me refiero a que cada vez que haces notas más agudas tu cuerpo te va a pedir más exagerar esa sonrisa.

¿Qué pasa en realidad cuando sonríes la nota?

La laringe empieza a subir, lo cual hace más pequeña la cavidad resonadora de esa parte de tu aparato fonador, lo que propicia que las frecuencias agudas de tu voz se potencien.

La parte mala es que al subir tu laringe, el conducto de la salida del aire también se cierra, tus cuerdas vocales se aprietan y sufren mucho estrés debido a ello.

Cuando entras en esta condición, irremediablemente tu laringe va a subir cada vez más y más a medida que haces notas más y más agudas.

Como te comentaba antes, puedes conseguir brillantez en la voz sin tener que recurrir a esto.

¡Y no hace falta que me creas sin más!

Por poner un ejemplo famoso que no paro de citar, puedes ver a Pavarotti en acción.

Seguro que no le verás sonriendo la nota, sin importar qué vocal esté cantando :)

Después de enseñarte este vídeo no tengo más remedio que invitarte a leer nuestro artículo sobre la importancia de las vocales.

Haz clic aquí para leerlo.

¿Y de dónde viene “sonreír la nota”?

Se trata de algo heredado de algunas escuelas de enseñanza clásica.

Y a su vez, algunas escuelas de canto moderno lo han heredado de éstas.

Algunas personas dicen que sonreír la nota sirve para activar los resonadores faciales.

No podría estar más en desacuerdo, y te explico por qué.

La laringe, uno de los resonadores principales, la puedes mover.

El velo del paladar y la lengua, aunque no sean resonadores per se, sí alteran otros resonadores principales, como son la laringe y la boca.

Pero no tienes ninguna forma de modificar tus resonadores faciales.

¡Por mucho que sonrías o dejes de sonreír, siempre van a tener la misma forma!

Variante: La sonrisa interna

También existe algo parecido a sonreír la nota.

Se trata de imaginar que sonríes desde el fondo de tu garganta, en tu faringe.

La explicación que existe para esto es que así abres el espacio para que tu voz resuene más.

El principal problema que suele aparecer con esto es que se tensa la raíz de la lengua, lo cual impide que tus cuerdas vocales vibren libremente.

Mala idea.

Para conseguir ese espacio hay formas más eficientes.

Ninguna de ellas pasa por alterar la forma de tu aparato fonador.

¿Quiere decir esto que no debo estudiar canto lírico?

¡Para nada!

Si estás aprendiendo a utilizar todos los registros de tu voz por igual y estás trabajando para tener una voz equilibrada, sigue así.

Y si ese es el estilo que quieres cantar, ¡perfecto!

Lo único de lo que debes asegurarte es de entender la importancia de estudiar técnica y estilo por separado.

De lo contrario te quedarás estancado en un solo estilo y te será muy difícil cambiar eso.

¡Y eso es todo! Espero haberte podido aclarar otro mito del canto. De ser así, ¿me ayudas a difundirlo compartiendo el artículo? ¡Gracias!

Imagen: Atribución Algunos derechos reservados por Bob Owen

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