Hoy te traemos un artículo invitado de Esther Justel, de Vox Technologies, en exclusiva para granpausa.com Puedes visitar su blog en este enlace.
¿Eres de los que piensan que su voz no tiene nada más que ofrecerles? ¿O estás dispuesto a darte una oportunidad? Debes saber que como con cualquier otro instrumento, se puede mejorar con la voz, ¡pero hay que trabajar duro! Para ello, es esencial que tengas la motivación adecuada, así que échale un vistazo a este artículo si te cuesta encontrar esa motivación.
En cualquier caso, si estás leyendo esto es porque te preocupas por tu voz y te interesa saber lo que puede ofrecerte. Tengo buenas noticias para ti: puedes sacarle mucho más provecho del que pensabas.
Como no todos somos iguales, es necesario distinguir entre dos claros casos:
Tienes talento natural
Puede ser que tengas suerte con tu voz, que te sea muy sencillo afinar cada nota, que rara vez te afecten disfonías o resfriados a la voz. Quizás alguna vez hayas notado que has forzado la voz pero te has recuperado en cuestión de pocos días sin problemas. Parece que tu voz lo aguante todo, pero ten cuidado, porque puede que no siempre sea así. Aunque tu voz responde así de bien de toda la vida, sabes que tienes limitaciones. Es posible que las hayas aceptado y por ese mismo motivo nunca has hecho nada para mejorar. Te digo todo esto porque estas eran mis circunstancias hace años, nunca entrenaba mi voz, nunca calentaba antes de cantar y siempre me conformaba con lo que tenía.
Como es lógico, había cosas que mejorar, ¡siempre las hay! Había canciones demasiado agudas para mí, en las notas sostenidas se me acababa el aire muy rápido, había canciones que me costaba más cantar que otras o que incluso no podía cantar, pero pensaba que eso era normal, que cada voz es como es.
A pesar de mis convicciones me convencieron para apuntarme a clases de canto y estuve yendo durante un año entero sin que nada cambiara en mi voz, así que me borré de las clases. Me apunté con otro profesor a regañadientes y ahí sí empecé a notar cambios y mejoras. Todo mi planteamiento cambió, porque a partir de entonces pasé de ponerme directamente con lo divertido, que es cantar, a practicar primero, calentar la voz y hacer ejercicios específicos para mejorar mi voz.
Todo eso es un rollo porque tú lo que quieres es cantar. Sin embargo, si te tomas un tiempo para mejorar tu voz, esa evolución te va a animar muchísimo y cuando te dispongas a cantar vas a notar cómo disfrutas mucho más pudiendo hacer cosas que antes te resultaban imposibles.
¿Qué pasa cuando tienes que partir de cero?
El caso contrario es cuando tienes muchos problemas vocales. Te cuesta acertar con el tono de una canción o desafinas a ratos, te quedas disfónico con mucha facilidad y los resfriados rara vez no te afectan a la voz. Seguramente te habrán dicho una y otra vez que tu voz es fea, que lo dejes, que no vales… Pero si estás aquí, leyendo este artículo, es porque no estás dispuesto a aceptarlo y porque quieres luchar para conseguir la voz que quieres.
Te pasa lo mismo que en el caso anterior, tú lo que quieres es cantar y ya está y puede ser que te cueste aceptar que antes de ponerte directamente a cantar tienes que practicar con tu voz. ¡Lo sé! Como te decía antes, es un rollo, pero si lo haces, después vas a disfrutar mucho más cuando cantes y aún más importante, vas a dejar de sufrir.
Así que, ya tengas talento natural o no, si quieres mejorar tu voz, vas a tener que practicar. Si eres de los que le cuesta hacerlo, en este blog podrás encontrar muy buenos consejos para aprovechar al máximo el tiempo de estudio. Y créeme, puedes aprender a cantar partiendo desde cero.
¿Qué 4 bases técnicas ha de seguir un cantante en cualquiera de estos dos casos?
Lo que está claro es que tengas talento natural o no, para sacar el máximo potencial a tu voz has de seguir unas normas: paciencia, practica, … (aquí puedes ver un artículo con doce leyes que ha de seguir todo cantante) Y tienes que trabajarla con ejercicios específicos.
Lo que quiero decir con específicos es que no vale que busques por Internet unos ejercicios de canto cualquiera y que te pongas a practicar cada día como un loco. Si haces esto, puede que aciertes y puede que no. Necesitas saber qué clase de ejercicios son los adecuados para tu voz y por qué. Pero aún más importante, debes hacerlos bien y con consciencia.
Te podría dar ahora mismo un montón de ejercicios, pero si no los haces correctamente y/o no tienen un objetivo claro para tu voz, lo más probable es que no te sirvan para nada o peor aún, que te hagan adquirir hábitos que no quieres tener. Lo que sí que te va a ayudar es que te diga las 4 bases técnicas que tienes que tener en mente a la hora de programar tus prácticas vocales:
1ª Base: Expón el problema
Para empezar, es necesario encontrar los problemas que pueda haber en tu voz. Tienes que identificar tu primer puente, ya que es muy importante para tu voz. Haz clic aquí para saber más sobre él.
Muy resumido: antes de tu primer puente estarás en tu voz de pecho y después de él estarás en tu voz de cabeza.
Es necesario saber dónde está este puente para ver cómo se comporta tu voz cuando estás en él, ya que eso te dirá cómo tienes que trabajarlo: ¿Suena demasiado ligero (airoso), suena demasiado pesado (gritado/forzado), se te rompe la voz (un gallo)?
Si encontramos algún problema en el primer puente, nos vamos a centrar en él el tiempo que sea necesario hasta que lo arreglemos y podamos seguir avanzando.
2ª Base: ¿Qué hay que cambiar?
Si se te rompe la voz, la mayoría de veces es buena señal, porque significa que no fuerzas y que estás utilizando tu voz de pecho y tu voz de cabeza cuando debes. El problema es que estás cambiando de coordinación demasiado abruptamente (es como cuando en un coche con marchas sueltas el embrague de golpe, el coche hará un traqueteo y se calará).
Si tu voz suena demasiado ligera, necesitas trabajar en tu voz de pecho, ya que todo indica que estás arrastrando tu voz de cabeza a las notas graves.
Si tu voz suena demasiado pesada en el primer puente, tienes que quitarle mucho peso y librarte de las tensiones, es decir, necesitas trabajar en tu voz de cabeza.
Como ves, saber qué ejercicios utilizar depende mucho de ti y de tu voz, y eso que ahora te estoy hablando en términos muy generales. Podrás seguir avanzando una vez tu voz ya esté libre y sientas que te cuesta muy poco trabajo hacer una escala que te lleve de un lado de tu puente al otro, como ésta:
3ª Base: Conecta tus registros
Depende de cómo se comporte tu voz, es posible que notes que tienes algo así como “dos voces”, puedes cantar lo mismo de dos maneras diferentes, con una notas que fuerzas la voz, pero con la otra sientes que te falta potencia y si empiezas con más fuerza, hay un cambio brusco en medio. Toca trabajar en que no se perciba ningún quiebre en tu voz a la hora de atravesar tu primer puente.
Esto lo vas a conseguir manteniendo tus cuerdas vocales aducidas (juntas) durante todo el rango. Un truco para conseguirlo: Reduce el volumen en las notas agudas.
Si lo haces bien, asegurándote de imitar el sonido correctamente, éste ejercicio te puede ayudar con eso:
4ª Base: Practica con canciones
Los ejercicios sirven para crear coordinaciones nuevas en tu voz y reeducarla, pero una canción suele ser mucho más difícil de abortar. Es por eso que debes ir poniendo a prueba tus nuevas habilidades utilizando canciones que contengan notas que puedas hacer cómodamente en los ejercicios.
Quiero que estés preparado, porque si todavía no estás a punto, es posible que vuelvan a surgir los problemas.
¡Ten paciencia! No lo vas a conseguir en un día, una semana, un mes, … hace falta tiempo y hace falta trabajo, pero has de tener en cuenta la importancia de trabajar en los ejercicios para que luego las canciones salgan mucho mejor.
Así que, crea un ambiente adecuado para practicar, relájate, ármate de paciencia ¡y a practicar!
Y una vez tengas controlado el primer puente, toca pasar al segundo y así sucesivamente. Has de trabajar todos los puentes de tu voz de la misma manera y paso a paso.
¿Quieres saber más sobre la voz? En este artículo tienes un buen punto de partida.