Al 1840 va inventar el primer saxo, amb només 15 anys.
«Mejor que cualquier otro instrumento, el saxofón es susceptible de modificar su sonido a fin de poder dar las cualidades que convengan o de poder conservar una igualdad perfecta en toda su extensión. Lo he fabricado de cobre y en forma de cono parabólico. El saxofón tiene por embocadura una boquilla de caña simple. La digitación es como la de la flauta y la del clarinete. Por otra parte, se le pueden aplicar todas las digitaciones posibles». Así lo describió el propio Sax, según recoge Malou Haine en su obra «Adolphe Sax (1814-1894). Su vida, su obra, sus instrumentos de música» (Éditions de l’Université de Bruxelles, 1980).
Un saxo per pintar