HILDEGARD VON BINGEN: UNA MUJER AUDAZ

Miniatura del Códice de Wiesbaden
Wikipedia.

"Después vi un aire resplandeciente de luz en el que oí por encima de todas la imágenes que he evocado, todo tipo de músicas maravillosas".

Scivias (Hildegard von Bingen)

Mujeres compositoras las ha habido siempre; otra cosa es que hayan pasado a la historia o que hayan gozado de mayor o menor fama.

Aprovechando nuestro estudio de la música medieval quiero presentaros a la que fue la primera de todas las compositoras conocidas: Hildegarda de Bingen (Alemania, 1098-1179).

Estudiosa y sabia, su producción fue muy grande y su reconocimiento aún mayor. Sí, habéis leído bien. En una época en la que la música era casi siempre anónima ella puso firma a sus obras, que no fueron pocas, por cierto.

Nació en una familia noble e ingresó de niña en la orden Benedictina donde llegaría a ser abadesa; fue una mujer inteligente, curiosa, atrevida y polifacética que además de ser compositora y poetisa, escribió sobre filosofía, ciencias naturales, física y medicina. Famosa en su tiempo por sus "visiones místicas", por su producción intelectual y por su intensa actividad, compuso un extenso repertorio musical en el que destacan obras como Ordo virtutum (un drama litúrgico sobre la virtud) o el ciclo de cincuenta y siete canciones titulado Sinfonía de la armonía de las revelaciones celestiales.

Ella misma habla en sus escritos de su vida, de sus inquietudes humanas y religiosas, de las visiones que tuvo y que la impulsaron a escribir y de su concepción de la música:

"Pero también compuse cantos y melodías de alabanza a Dios y a los santos sin enseñanza de ningún hombre, y los cantaba, sin haber estudiado nunca ni neumas ni canto".

En 2009 Margarethe von Trotta dirigió una película sobre su vida titulada Visión: la historia de Hildegard Von Bingen. Podéis verla pinchando en el enlace.

Escuchemos dos obras de esta mujer excepcional: una instrumental y otra vocal.