Las trobairitz: las talentosas mujeres trovadoras silenciadas por la historia

Os dejo este magnífico artículo escrito por Maribel Bofill el pasado 17/09/2018 en cinconoticias.com
En una profesión y en una época dominada por hombres, las trobairitz se ganaron el respeto y admiración de aristócratas y campesinos con su talento y valentía. Esta es la inspiradora historia que los cronistas decidieron ocultar durante siglos

Trobairitz: mujer trovadora
La figura de los trovadores es suficientemente conocida, pero las trobairitz han caído en el olvido de la historia. Estas trovadoras escribieron poesías de alta calidad, en las que dejan entrever una personalidad literaria marcada y diferenciada de la de los poetas hombres.
A pesar de su obra, han sido despreciadas hasta fechas recientes por los historiadores y estudiosos, que las han considerado poetas menores, cortesanas o, lo que es peor, promiscuas. Otros han negado su existencia, aduciendo que su obra fue escrita por hombres con nombre de pluma femenino.
Un oficio reservado solo para hombres

Miniatura de reina con cuatro mujeres tocando instrumentos (Talbot Master)

En la Edad Media, las mujeres tenían grandes barreras para acceder a la cultura, y las que tuvieron el privilegio de poder hacerlo, solo podían expresarse utilizando como pseudónimo del nombre de su marido.
El trovador cantaba al amor de una mujer inalcanzable. Pero en la época también había mujeres que deseaban cantar al amor. Lo triste es que, mientras que se conocen más de cuatrocientos nombres de trovadores, cantantes y poetas, se conocen pocos nombres de mujeres que desempeñaran estas profesiones. Apenas unos veinte han podido escapar del olvido de la historia.
Estas grandes poetisas fueron conocidas como trobairitz.
El concepto “trobairitz” se utilizó por primera vez en siglo XIII, y su significado era “componer”.
Hasta ese momento, las pocas mujeres compositoras solo escribían música sacra, siendo las trobairitz las primeras compositoras de música secular occidental.
Estas trovadoras pertenecían al mismo estatus familiar y social que sus colegas masculinos. Su obra solo se representaba en el ámbito privado, y su temática rompía con la tradición poética del trovador. En este caso, las mujeres reclaman al amado su afecto. Algo muy atrevido y arriesgado en la época.
Las trobairitz cantan al ideal masculino
Ilustración de los trobadores y las trobairitz

Estas nobles mujeres, a través de sus versos, hablan de la felicidad, la desazón, el deseo, la ansiedad; sentimientos provocados por un amor ferviente.
En estos versos las trovadoras buscaban perfección y belleza, describiendo los ideales que esperaban encontrar en un hombre para amarlo.
Este amor era dirigido a caballeros, trovadores y, también, a otras mujeres. Nunca a sus esposos.
La lengua utilizada en sus poemas era la de oc, o lengua occitana, lengua romance hablada en Francia, Italia y España.
Las trobairitz fueron muy respetadas, algo admirable teniendo en cuenta que el liderazgo femenino tenía poco espacio en la sociedad de la época.
Las protagonistas
El gran valor de las trobairitz es, sin lugar a dudas, un valioso tesoro de nuestra literatura. El rey Alfonso X El Sabio admiraba a las trobairitz, y en su corte ocupaban un lugar de privilegio.
De entre todas ellas sobresale María la Balteira, musa e inspiración de muchos trovadores de la corte del rey.
Otros nombres destacados fueron Beatriz de Día, esposa de Guilhen de Petieu;Alamanda de CastelnauMaria de Ventardorn, que plasma el deseo de igualdad entre hombres y mujeres en las relaciones amorosas; María de FranciaClara d’Anduza o Azalais de Porcairages.


María de Francia ha pasado a la historia por sus Lais, doce narraciones breves escritas en verso que se consideran claves de la tradición bretona.
Tratan temas amorosos en un contexto de magia y fantasía. Además, en ellas la mujer aparece como un ser dotada de igual libertad que el sexo opuesto, y son las que dan el primer paso para que una relación cobre esencia. También incluyó en los escritos la denuncia abierta contra los matrimonios concertados.
Bieris de Romans (s. XIII), dirigió sus versos a otra mujer, lo cual ha provocado especulaciones sobre su posible homosexualidad.
En el ámbito de las clases bajas también había poetisas compositoras. Se llamaban joblaresses, (juglaresas, contaderas, danzadoras; cuya misión era divertir en espectáculos con la música y el canto, a menudo con sus maridos).
No es hasta bien entrado el siglo XX, cuando se realizan análisis en profundidad de las trobairitz, dejando de lado la óptica misógina precedente. Estos estudios presentan a las trobairitz como mujeres que, por el hecho de pertenecer a un rango social alto, tuvieron acceso a la cultura.

Ilustración de las trobadoras (Emilio Villalba)

Desde su inteligencia y sensibilidad, compusieron poemas siguiendo los parámetros en auge del momento, pero lo hicieron desde su propia visión de la vida.
Tal vez fueran pocas, pero su papel fue muy importante. Estas mujeres trataron de hacerse oír en un mundo en el que debían estar calladas.
Referencias:
·        Adkins Chiti, P., (2006). El futuro de la Música. Mujeres en la Música. Inglaterra, Reino Unido. Alianza Editorial.
·        Micrologus2. (2009, may 15). Beatriz de Dia: A chantar m’er de so q”ieu no voldria. Disponible en https://www.youtube.com/watch?v=5Zah4VWPiNE&feature=youtu.be

EL NOMBRE DE LAS NOTAS

Inmersos como estamos en la Edad Media  recuperamos hoy esta antigua entrada sobre el origen de las notas musicales.

"Si las notas conocéis, pronto bien ya cantaréis" decía Fräulein María a los niños Von Trapp en Sonrisas y lágrimas (The sound of music, 1965), aquella película que muchos recordaréis.

La mayoría de nosotros conocemos el nombre de las notas musicales, sin embargo muy pocos sabemos el porqué de ese nombre, de dónde salió o quién se lo puso.
¿Porqué se llaman do, re mi fa... y no, por ejemplo, le, ti, fu, po...? ¿Porqué parecen sílabas esos nombres? ¿Tienen algún significado real o, como cantaba Julie Andrews, solo imaginario?

Aunque el tema de la notación, su historia y su evolución, es un tema arduo, largo y complejo, vamos a intentar hoy dar respuesta a esas preguntas de una manera sencilla.

Al principio - en la Alta Edad Media - las notas no tenían forma definida y mucho menos nombre propio; en el siglo X los cantos eran memorizados por los cantores (recordad que estamos hablando del canto gregoriano); para ello se servían de algunas marcas escritas (pneumas) sobre el texto de la canción que básicamente indicaban, de forma orientativa, si la melodía subía o bajaba.


En el siglo XI el monje benedictino Guido d'Arezzo (abajo) se dió cuenta de que en un conocido himno - el himno a San Juan - cada una de las seis frases comenzaba con una de las seis notas más utilizadas, en orden regular y ascendente (es decir, como en una escala): la primera comenzaba sobre el sonido que hoy llamamos do, la segunda con el que llamamos re y así hasta la sexta frase. Para memorizar esos sonidos Guido propuso adjudicarles el nombre de la sílaba inicial correspondiente.
Así, las sílabas iniciales de estas seis frases se convirtieron en los nombres de las notas: ut, re, mi, fa, sol, la.
En el siglo XVI se fijó la altura de la nota Si incorporándola a la escala (¿de dónde creéis que sacaron su nombre?) y el el siglo XVII se sustituyó el nombre Ut por el de Do para facilitar el solfeo.

El texto del himno famoso - con cuya imagen abrimos esta entrada - dice así:

Ut queant laxis
resonare fibris mira gestorum
fa
muli tuorum,
sol
ve polluti
labii reatum,
S
ancte Ioannes


(Puede traducirse como: Para que tus siervos puedan cantar libremente las maravillas de tus actos, elimina toda mancha de culpa de sus sucios labios, San Juan).

Nuestro genial monje también ideó el tetragrama (conjunto de cuatro líneas) en las que se comenzaron a escribir las notas cuadradas. Observadlo también el la imagen superior.


Todo esto se entenderá mejor prestando atención al vídeo; a ver si sois capaces de apreciar cómo cada frase empieza en una nota diferente y coincidente con las de la escala.



En este interesante documental (Historia de la notación musical) podremos ampliar la información


Entradas relacionadas:
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TROMPE L'OEIL, TROMPE L'OREILLE

SCHIARAZULA MARAZULA

Pieter Bruegel el Viejo - “El baile nupcial” (1566)
Esta pintura de  Pieter Bruegel es ideal para ilustrar nuestra entrada de hoy porque transmite a la perfección el espíritu de una fiesta popular y nos muestra la danza al son de los instrumentos (una gaita en este caso), tal como debía ser también en la Edad Media. Hablamos de música profana.

Tanto en  la Edad Media como en el Renacimiento el canto y los instrumentos formaban parte de la vida cotidiana: se cantaba en la casa, en el mercado, en la calle o en las tabernas y con frecuencia las canciones iban acompañadas de instrumentos y de baile. Casi todo lo que se cantaba también se tocaba o podía ser tocado por los instrumentos, así, una misma pieza musical podía ser interpretada por un laúd, una flauta, una viola o una gaita: había gran libertad de interpretación (como en clase, vaya).
Entre los s. XIII y XIV se desarrollaron numerosas formas instrumentales - unas más populares y otras más refinadas - que con frecuencia estaban relacionadas con actividades y temas concretos (las rondas, las labores del campo, las bodas....)
La danza que nos ocupa - Schiarazula Marazula parece tener su origen en la Italia medieval y nos ha llegado gracias a una recopilación que hizo el compositor Giorgio Mainerio en el siglo XVI. Según las fuentes consultadas, parecía formar parte de un ritual propiciatorio de la lluvia. Todo muy pagano como veis.
Para saber más sobre ella lo mejor es que consultéis los enlaces que hay después de los vídeos al final de la entrada.
Ahora vamos a escucharla en diversas versiones:





Aquí, por la orquesta de plectro (cuerda pulsada) Armonie in pizzico

También ha sido utilizada por Luar Na Lubre en su canción "A Carolina"

En cuanto tenga vuestras grabaciones las incluiremos aquí también.

Para saber más:
Schiarazula marazula (Educacionmusical.es)
Schiarazula Marazula: invocando a la lluvia