La música y… las artes plásticas


¡Llegó el momento! En unos días dan comienzo las clases y, para celebrarlo, he decidido compartir con vosotrxs la primera publicación de una nueva sección. Personalmente me gusta mucho relacionar la música con otros ámbitos y disciplinas, creo que resulta muy enriquecedor a la vez que favorece la interacción entre áreas y potencia una visión más cercana y completa de la música, es por esto que he decidido inaugurar un apartado denominado “La música y…”, en la que las actividades musicales girarán en torno a una temática concreta: la música y la literatura, la música y las emociones, la música y las matemáticas, la música y la educación física, la música y el cine… ¡y un larguísimo etcétera! En este caso he decidido comenzar por la música y las artes plásticas, ¡qué menos que conceder el honor a la asignatura con la que compartimos área! Así que… ¡vamos allá con algunas propuestas!




1. Musicalizamos cuadros.

Esta actividad consiste, como su propio nombre indica, en que el alumnado ponga una banda sonora a determinadas obras pictóricas que le serán propuestas, para lo cual podemos emplear los siguientes métodos:

  • El más rápido y sencillo, en el que únicamente deben buscar una pieza musical que les evoque a la obra que les hemos plateado.
  • El intermedio, en el que utilizarán los instrumentos escolares para crear la banda sonora del cuadro, representándola en una partitura no convencional basada en símbolos y dibujos que reflejen lo que hace cada instrumento.
  • Uno un poco más complejo, quizá más apropiado para los últimos cursos, en el que el alumnado compondrá una obra para el cuadro a través de una aplicación web como SOUNDATION.

El proceso en todos ellos es el mismo: dividimos al alumnado en pequeños grupos, adjudicando a cada uno de ellos la imagen del cuadro que debe musicalizar, y entre los diferentes miembros deberán poner el común qué les transmite la pintura y por qué, fijándose en los colores, las líneas, los diferentes elementos que aparecen… una vez hecho esto debatirán en cómo debe ser la músicaque acompañe al cuadro (triste, relajada, alegre, lenta, rápida…), siendo recomendable que vayan anotando sus ideas para posteriormente seleccionar en consenso las que consideren más apropiadas para la obra.

Una vez decidido lo que quieren, comenzarán o bien a buscar la música que la acompañará o a componerla, en función del método que hayamos escogido para realizar la actividad. Llegados a este momento es muy importante llevar unos tiempos concretos para que los grupos terminen más o menos a la par. Cuando hayan terminado realizaremos una pequeña “exposición” proyectando los diferentes cuadros con su banda sonora en la PDI y, tras un rato observando y escuchando, debatiremos sobre si la música se adapta bien a la obra, qué habríamos hecho nosotros, etc.

Es una actividad que les suele resultar muy divertida, y es una forma de acercarlos al mundo pictórico, un poco (bastante) abandonado en la educación primaria. Aquí os pongo algunos ejemplos de los cuadros que yo suelo utilizar, pero cualquier otro es perfectamente válido:

"La persistencia de la memoria", de Salvador Dalí.
"La noche estrellada" de Van Gogh.

"Composición VIII", de Wassily Kandinsky.



2. Esculturas y dibujos musicales.

Es una actividad muy sencilla que también tiene varias vertientes. Consiste en crear una escultura o dibujo inspirados en una obra musical propuesta por el docente.

-     En cuanto a las esculturas: las podemos realizar con plastelina, arcilla o cualquier otro material moldeable. Personalmente a mí me gusta que realicen la actividad con los ojos vendados, para así centrarse más en la música y no tener distracciones visuales.

Respecto a los dibujos, podemos hacerlos individualmente o en grupo (a la vez o rotando), e incluso podemos hacer dos de obras musicales muy contrastantes para ver cómo han cambiado el trazo, las formas y los colores, intentando que nuestros compañeros/as adivinen qué dibujo corresponde a cada obra.

Una vez finalizada la actividad, podemos crear una pequeña exposición en un rincón de aula o en los pasillos, explicando qué obra musical tratan de representar las esculturas y/o dibujos y adjuntando información sobre la misma (autor, época, estilo, un código QR para poder escucharla en nuestros dispositivos…).

Es sin duda una actividad muy asequible para todos los cursos, incluso para nuestros renacuajos de infantil. Los resultados serán muy abstractos... ¡pero interesantes!


3. Construyendo una orquesta.

Una actividad de cortaypega pura y dura que nos puede servir para repasar los instrumentos de la orquesta, su clasificación y su colocación. Se trata de construir nuestra propia agrupación en papel o cartulina con la ayuda del fantabuloso descargable de la Orquesta Sinfónica de St. Louis que podéis descargar haciendo clic aquí o aquí. La idea es crear una base para cada sección con cartulinas de diferentes colores e ir pegando los músicos donde correspondan.

Imagen de la web "Color in my piano"


4. Audición: Cuadros de una exposición.

Tenía que aparecer esta suite sí o sí, ¿no? Y vamos a proponer varias actividades alrededor de ella.

- El ballet de los polluelos: hace un tiempo encontré por casualidad un recurso que me encanta y he utilizado repetidas veces en muchos cursos de primaria. Se trata de un videomusicograma para acompañar la pieza con percusión corporal creado y compartido por el profe Enrique Cerezo del blog Musygaunas (¡gracias!). El vídeo ya se explica por sí solo, únicamente puntualizar que podemos regular la velocidad para practicar o para utilizarlo con alumnado menos experimentado.



Como extra de la actividad, podemos proponer otra sección de la obra y que el alumnado de cursos superiores elabore un acompañamiento con percusión corporal, lo más sencillo en este caso sería dividir la pieza en partes (A, B, C…) y que compongan por equipos, juntando así toda la obra.


Promenade: sin duda una de las partes clave de la suite. En este caso la utilizo para trabajar el pulso y diferenciar los timbres de las familias instrumentales. Entrego a cada alumno una tarjeta con un instrumento, o bien de cuerda, o bien de viento (madera y metal). Cuando suenen instrumentos de metal, los alumnos/as que tengan las tarjetas correspondientes comenzarán a caminar al pulso, y lo mismo sucederá con los de cuerda y los de viento madera. Cuando suenen al unísono, todos/as caminarán a pulso, y cuando no esté sonando un instrumento de nuestra familia, nos paramos. No suelo apoyarme en recursos visuales para esta actividad, pero de todos modos aquí comparto un musicograma de la pieza (desconozco su autoría) por si resulta de utidad:

                                                                



- La cabaña sobre patas de gallina: esta parte es sencillamente fantástica para utilizar como inspiración a la hora de hacer una historia ilustrada inspirada en la obra, creando tanto el texto como las imágenes.



Y hasta aquí las primeras propuestas para “La música y… las artes plásticas”, próximamente iré incluyendo algunas más para esta y otras disciplinas. Espero que tengáis un fantástico inicio de curso y, como siempre, ¡que la música os acompañe!



Los comentarios están cerrados.