El método definitivo para el violinista rítmico

Si nos pidieran que pensáramos en un instrumento para llevar una base rítmica en un grupo, nunca pensaríamos en un instrumento de cuerda frotada. Lo “frotado” es, de alguna manera, lo contrario a lo “percutido”. Imaginamos los violines como instrumentos especialistas en ligar notas infinitamente, de un modo suave y sin cortes, llevado por un pulso interior propio y romántico.

Pero a contracorriente de esta concepción hace ya bastante tiempo que han comenzado a ser bastante populares muchas técnicas alternativas de violín de carácter rítmico y percusivo, surgidas en gran parte de estilos de música no clásicos como el bluegrass o el jazz, de tal manera que es probable que cualquier intérprete con un mínimo interés por estilos populares o contemporáneos conozca o haya explorado estas técnicas.

Sin embargo, hasta ahora no había un enfoque global que unificara esta dimensión del violín (y del la viola y el chelo) como herramienta rítmica, un método que englobara y enseñara de forma unificada y sencilla todas las metodologías que de forma algo dispersa se venían aplicando. Y ha sido el gran violinista Tracy Silverman quien este mismo año ha llevado a término esa labor en un exhaustivo y amplísimo trabajo en el que recoge y simplifica de forma brillante las distintas aproximaciones a este problema que se venían haciendo, de manera que resulta muy sencillo convertirse en un “violinista rítmico” de primera siguiendo unos principios y conceptos básicos.

La ambiciosa publicación de Tracy Silverman se denomina “The Strum Bowing Method, y resume su experiencia y descubrimientos de muchos años enseñando a otros violinistas a hacer “grooving” con sus instrumentos.

Strum Bowing es un método para enseñar a los instrumentistas de cuerda cómo tocar auténticamente ritmos de la música popular contemporánea. Su concepto es simple y puede explicarse en una frase: usa el arco como si tocaras una guitarra rítmica”

Tracy Silverman

Pero ¿en qué consiste exactamente este método?

Tracy parte de los siguientes conceptos para llegar realizar cualquier groove de forma efectiva.

  • El groovon
  • La matriz (the grid)
  • Las notas fantasma o de posición (ghost notes or placekeepers notes)
  • El chop (movimiento de arco vertical)
  • La percusión 3D (arco horizontal y vertical combinados)

El groovon

Tracy Silverman ha acuñado una ocurrencia feliz: el groovon, que sería el elemento más pequeño de un ritmo. El nombre está inspirado en los protones, neutrones y electrones, que son los elementos más pequeños que forman un átomo (vale, los que sabéis física me diréis que no es así, pero tomadlo como una metáfora), así el groovon es la subdivisión más pequeña en un groove o patrón rítmico. Aunque no se escuche constantemente en un tema, siempre hay fragmentos que definen esa fracción más pequeña.

Por ejemplo, en este tema el groovon sería la semicorchea:

En cambio en el siguiente sería la fusa:

El uso rítmico del groovon nos lleva a la creación de la matriz (the grid).

La matriz

El patrón rítmico del movimiento del arco al tocar el groovon crea una rejilla. En el diagrama inferior, representando una matriz de golpes de arco, cada línea representa un groovon.

Pero ¿cómo utilizaríamos esa matriz con un ritmo por ejemplo así?

Pues tocaríamos las notas marcadas en línea más gruesa según este esquema:

Anotado de la forma tradicional, el ritmo quedaría de esta manera (las x son notas fantasma, que ahora explicaremos):

Así, se tocarían sólo las semicorcheas con notación normal, mientras que las marcadas con x no sonarían, sólo se marcaría el tempo ¿marcar el tempo sin que suene? ¿y cómo se hace eso? pues con las notas fantasma, las notas que no suenan y que probablemente nadie te ha enseñado nunca a hacer.

Notas fantasma o “ghost notes”

Desde el punto de vista clásico las notas fantasma son algo excéntrico. En rigor, es mover el brazo derecho y que no suene nada. Sin embargo, son importantes para mantener el ritmo y el swing perfectamente ajustados, e imprescindibles para un violinista que desee participar en la sección rítmica de un grupo.

Las notas fantasmas se realizan con la ayuda de las dos manos.

  • La mano derecha realiza movimientos de arco muy cortos con la presión de arco mínima.
  • La mano izquierda silencia las cuerdas mediante uno de estos dos métodos:
    • Posar el meñique dedo sobre la cuerda
    • Aplicar con el dedo que está en la nota una presión muy ligera.

La elección de uno u otro método dependerá del lugar del diapasón en el que estemos, para evitar el peligro de que al posar el dedo ligeramente se produzca un armónico. Al realizar este tipo de golpe de arco, puede que suene ligeramente el rozamiento del arco, y es algo que podemos graduar según nuestro gusto y habilidad, desde intentar el sonido cero hasta producir un sonido casi normal, pero lo importante es que no suene ninguna nota.

Aquí tenemos a Tracy Silverman con un ejemplo de su web, tocando el ritmo del pentagrama anterior:

Así, las “notas fantasma” se convierten en  “notas de posición” que nos mantienen ajustados a la matriz rítmica sin perdernos. Manteniendo el motor del ritmo encendido todo el tiempo y dentro de nuestra matriz rítmica, podremos sentirnos seguros y libres de explorar, ajustarnos al swing del estilo, improvisar, etc.

Y este concepto de la matriz rítmica lo podemos utilizar para todo tipo de música, incluso probarlo con melodías clásicas, adaptándolas a diferentes tempos y medidas.

Consejos

En este punto Tracy aporta varios consejos con los pasos para interiorizar un ritmo, que resume en el concepto GPS (Groove Proficiency System) y que serían:

  1. Vocaliza el groove. Haz el ritmo con tu voz antes de hacerlo con el arco.
  2. Rasguéalo (Strum it). Siéntelo en tu cuerpo. Encuentra el groovon.
  3. Vocalízalo. Vocaliza el sentido del golpe de arco que estás haciendo (up o down) al tocar las notas.
  4. Tócalo. Apréndelo con el instrumento.

Aquí tenemos de nuevo a Tracy enseñándonos un ejemplo sencillo del proceso:

El chop

Y bueno, llegó el golpe de arco que está en boca de todo el mundo. El movimiento vertical del arco que, combinado con el horizontal que conocemos y hemos estado viendo nos llevará a tener unos sólidos fundamentos rítmicos.

Cuenta Tracy que el chop lo crearon los fiddlers del bluegrass. Estas bandas no tienen un percusionista propiamente dicho así que diversos instrumentos realizaban sonidos percusivos. Los violinistas al principio no hacían nada de eso pero terminaron contagiándose y empezaron a hacer sus chasquidos contra las cuerdas en el centro del arco. Fue Richard Greene quien modificó esta técnica, llevándola hasta la zona del talón del arco. Green le enseñó su técnica a Darol Anger, quien desarrolló su propio vocabulario y estilo técnico y se convirtió en uno de sus grandes difusores, que ha llegado hasta extremos de espectacular virtuosismo y sofisticación en violinistas como Casey Driesen o nuestro querido Oriol Saña.

Sobre el chop ya escribí un artículo hablando de un DVD publicado por el propio Casey Driesen, pero aquí os dejo los consejos de Tracy Silverman

Las 5 reglas del Chop serían:

  1. En la zona del talón. Lo más cerca posible con cuidado de no rozar las cuerdas con la nuez.
  2. Cerdas hacia fuera. Al contrario de lo que se suele hacer al tocar clásico, las cerdas conviene orientarlas hacia el diapasón.
  3. Mano derecha suelta. La muñeca debe estar relajada.
  4. Cuerdas silenciadas con la mano izquierda.
  5. Dejar el arco sobre las cuerdas. Una vez realizado el golpe de arco, este se mantiene pegado a las cuerdas (hasta el próximo chop).

Aquí Tracy nos da un claro ejemplo de chops básicos sencillos:

Pero este artículo no va de enseñar a hacer los chops, sino de explicar los contenidos exhaustivos del libro de Tracy Silverman en todos los aspectos concernientes con el ritmo al violín.

Así, encontraremos cómo realizar el Back Beat (un acento más fuerte en las partes segunda y cuarta del compás) las diferencias técnicas de los chops en el chelo, y cómo realizar los diferentes ritmos previos “chopeados”.

Y una vez visitados las diferentes técnicas rítmicas básicas llega el momento de unificarlas todas.

El sistema percusivo 3D

La combinación de los movimientos vertical y horizontal

El siguiente capítulo afronta el reto de combinar los movimientos horizontales de los golpes de arco horizontales (notas fantasma incluidas) con el movimiento vertical de los chops. Hay que hacer algunas adaptaciones: mientras los ritmos en horizontal las hacíamos más a la mitad a la punta del arco (para tener mayor control de las notas fantasma), la inclusión de los chops nos lleva a utilizar el arco en la parte inferior del arco junto al talón.

La combinación de ambos golpes de arco y el uso de dobles cuerdas nos permite realizar ritmos enriquecidos con melodía y armonía, algo que ningún batería podrá soñar hacer.

Las posibilidades son infinitas, tantas como acordes diferentes y ritmos posibles, y las variaciones e improvisaciones también de modo que podemos vernos abrumados. Conviene ir poco a poco desde lo más sencillo, introduciendo lentamente pequeñas alteraciones, añadidos e improvisaciones hasta que vayamos encontrado nuestro propio camino.

Conclusión

Este artículo sólo es un mínimo extracto de todos los ejemplos y contenidos que The Strum Bowing Method incluye. Además de infinidad de detalles y ejercicios veremos consejos sobre improvisación, mini-artículos de grandes violinistas, tanto clásicos como modernos, la aplicación del método a la música clásica, etc. Adicionalmente, muchos de los ejercicios están ilustrados con decenas de vídeos demostrativos, de libre acceso, realizados por el propio Tracy ejecutando y explicando cada ejercicio.

Pero si esta vasta publicación te llega a parecer poco, aun puedes adquirir su anexo: 22 estudios rítmicos (22 grooves studies), otro libraco con un montón de pequeñas piezas que te permitirán perfeccionar todo lo aprendido.

Este manual es un hito pedagógico en el mundo de la cuerda frotada. Porque, aunque ya existían publicaciones y métodos que abordaban de forma puntual diversos aspectos del violín como instrumento rítmico (como los chops, ritmos de estilos contemporáneos concretos, golpes de arco especiales, etc), ninguno abordaba la cuestión de un modo global, con una filosofía aplicable a cualquier tipo de o estilo de música. Plantea una base y unos conceptos muy sencillos a partir de los cuales podremos desarrollar nuestras capacidades para dominar el tempo sin liarnos dándole vueltas a donde y cómo realizar cada movimiento de arco. Es una herramienta que trabaja con módulos técnicos separados que se combinan conformando una visión global de la cuestión rítmica, un aspecto demasiadas veces ignorado por los instrumentistas de cuerda.

Creo que es imprescindible para todo músico de estilos contemporáneos y populares, para estudiantes medios o estudiantes avanzados que no hayan abordado nunca la cuestión del violín desde la sección rítmica, así como para aquellos que desarrollen una labor didáctica, profesores, estudiosos, especialmente en violín moderno pero también muy recomendable para aquellos orientados al clásico, porque puede enriquecer y refrescar mucho su visión del repertorio histórico.

La parte negativa no está relacionada con la obra en sí, que es impecable, sino con el método de comercialización, que implica unos costes muy altos, sobre todo si lo encargamos desde Europa.

A día de hoy, el método con el envío incluido desde EE.UU alcanza los 55$. Pero es que además lo más probable es que la aduana retenga el envío en exija el pago de tasas por importación que pasan de los 20€, de modo que se te puede poner la compra en casi 70€. Si incluyes los 22 Estudios (versión violín) tendrías que sumar unos 10$ más, alcanzando casi los 80€.

De modo que, si conocéis a alguien que vaya a realizar un viaje a EE.UU intentad aprovecharlo porque allí el método se vende por unos 35$, y sin problemas de tasas en aduanas.

Este es un problema que ya hemos comunicado a Tracy Silverman varias personas, sugiriéndole que en algún momento incluya la opción de venta por descarga de PDF. Esta es una solución peligrosa porque ya sabemos que este sistema puede favorecer la piratería, pero es evidente que un método descargable permitiría muchas más ventas a nivel internacional.

Obviamente el libro está en inglés encuadernado en espiral y está ilustrado con pinturas muy vistosas de Rachel Kice. Incluye colaboraciones, con consejos y opiniones de grandes violinistas como Darol Anger, Martin Hayes, David “Doc” Wallace, Bob Phillips, Richard Greene, Mimi Rabson, mark Wood, Casey Driessen, Danny Seidenberg, Julie Lieberman, Christian Howes, Rachel Barton Pine, etc.

En definitiva, para mí un imprescindible para todo apasionado del violín, con la pega del elevado coste de comercialización, que esperemos se arregle en algún momento.


Fuentes:

Tracy Silverman

Tracy Silverman

Violinista

Al redefinir el papel del violín en la música contemporánea, Tracy Silverman ha contribuido significativamente al repertorio y al desarrollo del violín eléctrico de 6 cuerdas y lo que él llama “tocar el violín postclásico”.

Aclamado por BBC Radio como “el mayor exponente vivo del violín eléctrico”, el innovador trabajo de Silverman desafía las fronteras musicales. Anteriormente primer violinista con el innovador Turtle Island String Quartet, Silverman fue nombrado uno de los 100 alumnos distinguidos por a prestigiosa The Juilliard School. Como violinista eléctrico de concierto, Silverman es el tema de varios conciertos para violín eléctrico compuestos específicamente para él por el ganador del premio Pulitzer John Adams, “Padre del minimalismo” Terry Riley, Nico Muhly y Kenji Bunch, así como el compositor de 3 conciertos propios para violín eléctrico.

Realmente eclécticas, las composiciones y actuaciones de Silverman han sido grabadas por Nonesuch Records, Naxos Records y Windham Hill Records; ha grabado con The Nashville Symphony bajo Giancarlo Guerrero, The BBC Symphony con John Adams, The Detroit Symphony con Neeme Jarvi, con el compositor / pianista Terry Riley, la banda de rock Guster , la banda de música contemporánea Paul Dresher Ensemble, la leyenda del jazz Billy Taylor, el percusionista ganador del Grammy Roy “Futureman” Wooten, y el Cuarteto de cuerdas Calder, entre muchos otros. Silverman ha actuado como solista con la Filarmónica de Los Ángeles bajo la batuta de los directores Esa-Pekka Salonen y Gustavo Dudamel, la Orquesta del Festival de Cabrillo con Marin Alsop, Carl St. Clair y The Pacific Symphony, The Montreal Symphony, The Stuttgart Staatsorchester y muchos otros. Ha actuado como solista en el Carnegie Hall, el Walt Disney Concert Hall, el Royal Albert Hall, el Avery Fisher Hall, el Adelaide’s Festival Theatre, el Auditorio Ibirapuera de Sao Paulo, el Hollywood Bowl, el Brucknerhaus de Linz y el Musikverein de Viena, e hizo su debut con The Chicago Symphony a la edad de 13 años. Las orquestas y los grupos de música de cámara han realizado las obras originales de Silverman a nivel internacional.

En televisión / internet y radio se encuentran una actuación en solitario en los conciertos de Tiny Desk de NPR, un perfil en CBS News Sunday Morning con Charles Osgood, Performance Today de NPR , Sunday de St. Paul y varias apariciones en A Prairie Home Companion de Garrison Keillor .

En las notas de “The Dharma at Big Sur”, John Adams escribe: “Tracy ha desarrollado su propio estilo único de tocar el violín, una maravilla de expresividad”. Mark Swed, de LA Times, se mostró entusiasmado con “Inspiring. Silverman pertenece a una clase propia. “El John von Rhein del Chicago Tribune se entusiasmó: “Un virtuosismo deslumbrante. Te sorprenderás de que alguien pueda tocar un violín de esa manera” y Anthony Tommasini, del New York Times, escribió: “Agilidad en el flow y expresividad con insinuaciones de Jimi Hendrix”.

Silverman, un viejo defensor de la educación musical, es el autor de The Strum Bowing Method, un método de gran demanda y es profesor de cuerdas en la Universidad de Belmont en Nashville, TN.

El método definitivo para el violinista rítmico

Si nos pidieran que pensáramos en un instrumento para llevar una base rítmica en un grupo, nunca pensaríamos en un instrumento de cuerda frotada. Lo “frotado” es, de alguna manera, lo contrario a lo “percutido”. Imaginamos los violines como instrumentos especialistas en ligar notas infinitamente, de un modo suave y sin cortes, llevado por un pulso interior propio y romántico.

Pero a contracorriente de esta concepción hace ya bastante tiempo que han comenzado a ser bastante populares muchas técnicas alternativas de violín de carácter rítmico y percusivo, surgidas en gran parte de estilos de música no clásicos como el bluegrass o el jazz, de tal manera que es probable que cualquier intérprete con un mínimo interés por estilos populares o contemporáneos conozca o haya explorado estas técnicas.

Sin embargo, hasta ahora no había un enfoque global que unificara esta dimensión del violín (y del la viola y el chelo) como herramienta rítmica, un método que englobara y enseñara de forma unificada y sencilla todas las metodologías que de forma algo dispersa se venían aplicando. Y ha sido el gran violinista Tracy Silverman quien este mismo año ha llevado a término esa labor en un exhaustivo y amplísimo trabajo en el que recoge y simplifica de forma brillante las distintas aproximaciones a este problema que se venían haciendo, de manera que resulta muy sencillo convertirse en un “violinista rítmico” de primera siguiendo unos principios y conceptos básicos.

La ambiciosa publicación de Tracy Silverman se denomina “The Strum Bowing Method, y resume su experiencia y descubrimientos de muchos años enseñando a otros violinistas a hacer “grooving” con sus instrumentos.

Strum Bowing es un método para enseñar a los instrumentistas de cuerda cómo tocar auténticamente ritmos de la música popular contemporánea. Su concepto es simple y puede explicarse en una frase: usa el arco como si tocaras una guitarra rítmica”

Tracy Silverman

Pero ¿en qué consiste exactamente este método?

Tracy parte de los siguientes conceptos para llegar realizar cualquier groove de forma efectiva.

  • El groovon
  • La matriz (the grid)
  • Las notas fantasma o de posición (ghost notes or placekeepers notes)
  • El chop (movimiento de arco vertical)
  • La percusión 3D (arco horizontal y vertical combinados)

El groovon

Tracy Silverman ha acuñado una ocurrencia feliz: el groovon, que sería el elemento más pequeño de un ritmo. El nombre está inspirado en los protones, neutrones y electrones, que son los elementos más pequeños que forman un átomo (vale, los que sabéis física me diréis que no es así, pero tomadlo como una metáfora), así el groovon es la subdivisión más pequeña en un groove o patrón rítmico. Aunque no se escuche constantemente en un tema, siempre hay fragmentos que definen esa fracción más pequeña.

Por ejemplo, en este tema el groovon sería la semicorchea:

En cambio en el siguiente sería la fusa:
El uso rítmico del groovon nos lleva a la creación de la matriz (the grid).

La matriz

El patrón rítmico del movimiento del arco al tocar el groovon crea una rejilla. En el diagrama inferior, representando una matriz de golpes de arco, cada línea representa un groovon.

Pero ¿cómo utilizaríamos esa matriz con un ritmo por ejemplo así?
Pues tocaríamos las notas marcadas en línea más gruesa según este esquema:

Anotado de la forma tradicional, el ritmo quedaría de esta manera (las x son notas fantasma, que ahora explicaremos):

Así, se tocarían sólo las semicorcheas con notación normal, mientras que las marcadas con x no sonarían, sólo se marcaría el tempo ¿marcar el tempo sin que suene? ¿y cómo se hace eso? pues con las notas fantasma, las notas que no suenan y que probablemente nadie te ha enseñado nunca a hacer.

Notas fantasma o “ghost notes”

Desde el punto de vista clásico las notas fantasma son algo excéntrico. En rigor, es mover el brazo derecho y que no suene nada. Sin embargo, son importantes para mantener el ritmo y el swing perfectamente ajustados, e imprescindibles para un violinista que desee participar en la sección rítmica de un grupo.

Las notas fantasmas se realizan con la ayuda de las dos manos.

  • La mano derecha realiza movimientos de arco muy cortos con la presión de arco mínima.
  • La mano izquierda silencia las cuerdas mediante uno de estos dos métodos:
    • Posar el meñique dedo sobre la cuerda
    • Aplicar con el dedo que está en la nota una presión muy ligera.

La elección de uno u otro método dependerá del lugar del diapasón en el que estemos, para evitar el peligro de que al posar el dedo ligeramente se produzca un armónico. Al realizar este tipo de golpe de arco, puede que suene ligeramente el rozamiento del arco, y es algo que podemos graduar según nuestro gusto y habilidad, desde intentar el sonido cero hasta producir un sonido casi normal, pero lo importante es que no suene ninguna nota.

Aquí tenemos a Tracy Silverman con un ejemplo de su web, tocando el ritmo del pentagrama anterior:

Así, las “notas fantasma” se convierten en  “notas de posición” que nos mantienen ajustados a la matriz rítmica sin perdernos. Manteniendo el motor del ritmo encendido todo el tiempo y dentro de nuestra matriz rítmica, podremos sentirnos seguros y libres de explorar, ajustarnos al swing del estilo, improvisar, etc.

Y este concepto de la matriz rítmica lo podemos utilizar para todo tipo de música, incluso probarlo con melodías clásicas, adaptándolas a diferentes tempos y medidas.

Consejos

En este punto Tracy aporta varios consejos con los pasos para interiorizar un ritmo, que resume en el concepto GPS (Groove Proficiency System) y que serían:

  1. Vocaliza el groove. Haz el ritmo con tu voz antes de hacerlo con el arco.
  2. Rasguéalo (Strum it). Siéntelo en tu cuerpo. Encuentra el groovon.
  3. Vocalízalo. Vocaliza el sentido del golpe de arco que estás haciendo (up o down) al tocar las notas.
  4. Tócalo. Apréndelo con el instrumento.

Aquí tenemos de nuevo a Tracy enseñándonos un ejemplo sencillo del proceso:

El chop

Y bueno, llegó el golpe de arco que está en boca de todo el mundo. El movimiento vertical del arco que, combinado con el horizontal que conocemos y hemos estado viendo nos llevará a tener unos sólidos fundamentos rítmicos.

Cuenta Tracy que el chop lo crearon los fiddlers del bluegrass. Estas bandas no tienen un percusionista propiamente dicho así que diversos instrumentos realizaban sonidos percusivos. Los violinistas al principio no hacían nada de eso pero terminaron contagiándose y empezaron a hacer sus chasquidos contra las cuerdas en el centro del arco. Fue Richard Greene quien modificó esta técnica, llevándola hasta la zona del talón del arco. Green le enseñó su técnica a Darol Anger, quien desarrolló su propio vocabulario y estilo técnico y se convirtió en uno de sus grandes difusores, que ha llegado hasta extremos de espectacular virtuosismo y sofisticación en violinistas como Casey Driesen o nuestro querido Oriol Saña.

Sobre el chop ya escribí un artículo hablando de un DVD publicado por el propio Casey Driesen, pero aquí os dejo los consejos de Tracy Silverman

Las 5 reglas del Chop serían:

  1. En la zona del talón. Lo más cerca posible con cuidado de no rozar las cuerdas con la nuez.
  2. Cerdas hacia fuera. Al contrario de lo que se suele hacer al tocar clásico, las cerdas conviene orientarlas hacia el diapasón.
  3. Mano derecha suelta. La muñeca debe estar relajada.
  4. Cuerdas silenciadas con la mano izquierda.
  5. Dejar el arco sobre las cuerdas. Una vez realizado el golpe de arco, este se mantiene pegado a las cuerdas (hasta el próximo chop).

Aquí Tracy nos da un claro ejemplo de chops básicos sencillos:

Pero este artículo no va de enseñar a hacer los chops, sino de explicar los contenidos exhaustivos del libro de Tracy Silverman en todos los aspectos concernientes con el ritmo al violín.

Así, encontraremos cómo realizar el Back Beat (un acento más fuerte en las partes segunda y cuarta del compás) las diferencias técnicas de los chops en el chelo, y cómo realizar los diferentes ritmos previos “chopeados”.

Y una vez visitados las diferentes técnicas rítmicas básicas llega el momento de unificarlas todas.

El sistema percusivo 3D

La combinación de los movimientos vertical y horizontal

El siguiente capítulo afronta el reto de combinar los movimientos horizontales de los golpes de arco horizontales (notas fantasma incluidas) con el movimiento vertical de los chops. Hay que hacer algunas adaptaciones: mientras los ritmos en horizontal las hacíamos más a la mitad a la punta del arco (para tener mayor control de las notas fantasma), la inclusión de los chops nos lleva a utilizar el arco en la parte inferior del arco junto al talón.

La combinación de ambos golpes de arco y el uso de dobles cuerdas nos permite realizar ritmos enriquecidos con melodía y armonía, algo que ningún batería podrá soñar hacer.

Las posibilidades son infinitas, tantas como acordes diferentes y ritmos posibles, y las variaciones e improvisaciones también de modo que podemos vernos abrumados. Conviene ir poco a poco desde lo más sencillo, introduciendo lentamente pequeñas alteraciones, añadidos e improvisaciones hasta que vayamos encontrado nuestro propio camino.

Conclusión

Este artículo sólo es un mínimo extracto de todos los ejemplos y contenidos que The Strum Bowing Method incluye. Además de infinidad de detalles y ejercicios veremos consejos sobre improvisación, mini-artículos de grandes violinistas, tanto clásicos como modernos, la aplicación del método a la música clásica, etc. Adicionalmente, muchos de los ejercicios están ilustrados con decenas de vídeos demostrativos, de libre acceso, realizados por el propio Tracy ejecutando y explicando cada ejercicio.

Pero si esta vasta publicación te llega a parecer poco, aun puedes adquirir su anexo: 22 estudios rítmicos (22 grooves studies), otro libraco con un montón de pequeñas piezas que te permitirán perfeccionar todo lo aprendido.

Este manual es un hito pedagógico en el mundo de la cuerda frotada. Porque, aunque ya existían publicaciones y métodos que abordaban de forma puntual diversos aspectos del violín como instrumento rítmico (como los chops, ritmos de estilos contemporáneos concretos, golpes de arco especiales, etc), ninguno abordaba la cuestión de un modo global, con una filosofía aplicable a cualquier tipo de o estilo de música. Plantea una base y unos conceptos muy sencillos a partir de los cuales podremos desarrollar nuestras capacidades para dominar el tempo sin liarnos dándole vueltas a donde y cómo realizar cada movimiento de arco. Es una herramienta que trabaja con módulos técnicos separados que se combinan conformando una visión global de la cuestión rítmica, un aspecto demasiadas veces ignorado por los instrumentistas de cuerda.

Creo que es imprescindible para todo músico de estilos contemporáneos y populares, para estudiantes medios o estudiantes avanzados que no hayan abordado nunca la cuestión del violín desde la sección rítmica, así como para aquellos que desarrollen una labor didáctica, profesores, estudiosos, especialmente en violín moderno pero también muy recomendable para aquellos orientados al clásico, porque puede enriquecer y refrescar mucho su visión del repertorio histórico.

La parte negativa no está relacionada con la obra en sí, que es impecable, sino con el método de comercialización, que implica unos costes muy altos, sobre todo si lo encargamos desde Europa.

A día de hoy, el método con el envío incluido desde EE.UU alcanza los 55$. Pero es que además lo más probable es que la aduana retenga el envío en exija el pago de tasas por importación que pasan de los 20€, de modo que se te puede poner la compra en casi 70€. Si incluyes los 22 Estudios (versión violín) tendrías que sumar unos 10$ más, alcanzando casi los 80€.

De modo que, si conocéis a alguien que vaya a realizar un viaje a EE.UU intentad aprovecharlo porque allí el método se vende por unos 35$, y sin problemas de tasas en aduanas.

Este es un problema que ya hemos comunicado a Tracy Silverman varias personas, sugiriéndole que en algún momento incluya la opción de venta por descarga de PDF. Esta es una solución peligrosa porque ya sabemos que este sistema puede favorecer la piratería, pero es evidente que un método descargable permitiría muchas más ventas a nivel internacional.

Obviamente el libro está en inglés encuadernado en espiral y está ilustrado con pinturas muy vistosas de Rachel Kice. Incluye colaboraciones, con consejos y opiniones de grandes violinistas como Darol Anger, Martin Hayes, David “Doc” Wallace, Bob Phillips, Richard Greene, Mimi Rabson, mark Wood, Casey Driessen, Danny Seidenberg, Julie Lieberman, Christian Howes, Rachel Barton Pine, etc.

En definitiva, para mí un imprescindible para todo apasionado del violín, con la pega del elevado coste de comercialización, que esperemos se arregle en algún momento.


Fuentes:

Tracy Silverman

Tracy Silverman

Violinista

Al redefinir el papel del violín en la música contemporánea, Tracy Silverman ha contribuido significativamente al repertorio y al desarrollo del violín eléctrico de 6 cuerdas y lo que él llama “tocar el violín postclásico”.

Aclamado por BBC Radio como “el mayor exponente vivo del violín eléctrico”, el innovador trabajo de Silverman desafía las fronteras musicales. Anteriormente primer violinista con el innovador Turtle Island String Quartet, Silverman fue nombrado uno de los 100 alumnos distinguidos por a prestigiosa The Juilliard School. Como violinista eléctrico de concierto, Silverman es el tema de varios conciertos para violín eléctrico compuestos específicamente para él por el ganador del premio Pulitzer John Adams, “Padre del minimalismo” Terry Riley, Nico Muhly y Kenji Bunch, así como el compositor de 3 conciertos propios para violín eléctrico.

Realmente eclécticas, las composiciones y actuaciones de Silverman han sido grabadas por Nonesuch Records, Naxos Records y Windham Hill Records; ha grabado con The Nashville Symphony bajo Giancarlo Guerrero, The BBC Symphony con John Adams, The Detroit Symphony con Neeme Jarvi, con el compositor / pianista Terry Riley, la banda de rock Guster , la banda de música contemporánea Paul Dresher Ensemble, la leyenda del jazz Billy Taylor, el percusionista ganador del Grammy Roy “Futureman” Wooten, y el Cuarteto de cuerdas Calder, entre muchos otros. Silverman ha actuado como solista con la Filarmónica de Los Ángeles bajo la batuta de los directores Esa-Pekka Salonen y Gustavo Dudamel, la Orquesta del Festival de Cabrillo con Marin Alsop, Carl St. Clair y The Pacific Symphony, The Montreal Symphony, The Stuttgart Staatsorchester y muchos otros. Ha actuado como solista en el Carnegie Hall, el Walt Disney Concert Hall, el Royal Albert Hall, el Avery Fisher Hall, el Adelaide’s Festival Theatre, el Auditorio Ibirapuera de Sao Paulo, el Hollywood Bowl, el Brucknerhaus de Linz y el Musikverein de Viena, e hizo su debut con The Chicago Symphony a la edad de 13 años. Las orquestas y los grupos de música de cámara han realizado las obras originales de Silverman a nivel internacional.

En televisión / internet y radio se encuentran una actuación en solitario en los conciertos de Tiny Desk de NPR, un perfil en CBS News Sunday Morning con Charles Osgood, Performance Today de NPR , Sunday de St. Paul y varias apariciones en A Prairie Home Companion de Garrison Keillor .

En las notas de “The Dharma at Big Sur”, John Adams escribe: “Tracy ha desarrollado su propio estilo único de tocar el violín, una maravilla de expresividad”. Mark Swed, de LA Times, se mostró entusiasmado con “Inspiring. Silverman pertenece a una clase propia. “El John von Rhein del Chicago Tribune se entusiasmó: “Un virtuosismo deslumbrante. Te sorprenderás de que alguien pueda tocar un violín de esa manera” y Anthony Tommasini, del New York Times, escribió: “Agilidad en el flow y expresividad con insinuaciones de Jimi Hendrix”.

Silverman, un viejo defensor de la educación musical, es el autor de The Strum Bowing Method, un método de gran demanda y es profesor de cuerdas en la Universidad de Belmont en Nashville, TN.

Cómo practicar la improvisación con violín: caso práctico

Aunque a los músicos clásicos se les enseña desde el principio a desarrollar una disciplina de práctica equilibrada, suelen sentirse perdidos a la hora de a enfrentarse estilos contemporáneos, improvisación y temas así.

¿Te suena no?

Porque dominar la improvisación requiere también de un régimen de trabajo equilibrado, igual que dominar un concierto, y es por eso que estoy desarrollando un enfoque, basado en el sentido común, para practicar la improvisación, y lo he grabado en una nueva lista de reproducción de 18 videos titulada “Anatomía de un ritmo”.

Antes de revisar el contenido (activa los subtítulos de los vídeos y la traducción automática al español), retrocedamos y pensemos en la visión general de la que se deriva.

La relación de la comunidad clásica con la improvisación y los estilos contemporáneos es conflictiva, y la razón principal es que a los músicos y educadores clásicos (la mayoría de los cuales solo han tenido introducciones superficiales a estas disciplinas), los árboles les impiden ver el bosque.

Pero mas que incidir en este problema, me gustaría que se desarrollara un consenso en torno a un plan de estudios, es decir, una extensa colección de lecciones / habilidades / conocimientos.

Los profesores de jazz de todo el mundo tienen desarrollado un modelo de plan de estudios, pero puede ser alienante para músicos de formación clásica que no buscan “participar” y convertirse en auténticos jazzmen. Los músicos clásicos necesitan un plan de estudios que haga espacio para el jazz pero que no dependa de él. Deben estar abiertos a nuevos ámbitos de la música en los que la búsqueda del jazz no es un requisito.

En ese sentido propongo tres pilares de un plan de estudios prospectivo para ampliar la formación musical de los músicos clásicos:

1) Creatividad musical: improvisación, composición y arreglos.

2) Armonía y ritmo:

a) interiorizar y comprender la armonía en términos de construcción de líneas de bajo, inner voices y melodías.

b) interiorizar patrones rítmicos o grooves.

3) Conocimiento de una gama asequible de estilos musicales contemporáneos.

En mis talleres creativos suelo aplicar esta gama de módulos pedagógicos:

  1. Improvisación tonal, arreglo, composición. Algo importante sobre esto es la interiorización del voice leading (un voice leading es conectar las notas de un acorde con las más cercanas del siguiente acorde) en estructuras armónicas básicas típicas de la música popular actual.
  2. Interiorización de escalas y modos: consejos prácticos basados en los modos/escalas para utilizar en improvisación y composición.
  3. Blues, incluyendo un análisis básico cultural, histórico, literario y musical.
  4. Improvisación no tonal, en formatos a solo, pequeño ensemble y gran ensemble.
  5. Amplificación y efectos de sonido.
  6. Técnicas de brazo derecho e izquierdo para estos géneros y usos.

La lista de reproducción del video anterior trata de muchos de estos temas mediante un caso práctico: un enfoque para aprender una nueva melodía. La canción del vídeo de cabecera se basa en un sencillo vamp de dos acordes. Constituye, podríamos decir,  “la anatomía de un ritmo (grooving)“.

Este vamp funky de dos acordes recuerda un poco al “Mr. Magic ”o“ Chameleon”de Herbie Hancock, y la pista de acompañamiento se hizo usando mi violín eléctrico Yamaha con efectos sencillos y un pedal de “looping” (bucle).

Cómo practicar arpegios

La estructura armónica del vamp es una progresión recurrente de dos acordes. Cómo practicar los arpegios se trata como uno de los muchos pasos para interiorizar la estructura de este vehículo de improvisación.

Cómo crear una línea de bajo

Aquí cubrimos el proceso de creación de una línea de bajo, así como algunas de las técnicas de la mano derecha disponibles para tocar dicha línea de bajo en violín, viola o violonchelo.

Cómo construir los intervalos de acorde.

  1. Identifica las notas 3ª y 7ª de cada acorde.
  2. Encuentra el “voicing” más cercano  para que te  muevas en la menor distancia posible entre ambas dobles cuerdas.
  3. Practicar variaciones rítmicas.

Cómo crear patrones de acompañamiento (desde un punto de vista técnico y rítmico)

  1. Notas fantasma con la punta del arco.
  2. Chops con el talón del arco.
  3. Tocar como una guitarra rítmica rasgando las cuerdas, en todas las subdivisiones rítmicas.
  4. Tocar como una guitarra rítmica sin rasgar las cuerdas en todas las subdivisiones rítmicas.

Cómo practicar escalas pentatónicas

Formas eficientes de practicar e interiorizar escalas pentatónicas en violín, viola o cello.

Cómo practicar escalas de blues

Formas eficientes de practicar e interiorizar escalas de blues en violín, viola o cello. La escala de blues es solo una de las herramientas posibles (de muchas) para crear improvisaciones efectivas en violín, viola o cello.

Cómo determinar los elementos de un buen solo

Aquí ya nos metemos en la segunda mitad de nuestra lista de reproducción explicando que, más allá de dejarnos guiar por el conocimiento de la línea de bajo, los voicings y la estructura rítmica, un buen solo es una combinación de diversidad y repetición y se hace más factible cuando tenemos un repertorio de trucos, basados en una serie de criterios.

Cómo hacer grooving con violín

Uno de los elementos de cualquier buena interpretación en solitario o musical tiene que ver con cómo efectuar un buen groove. Ya sea con violín, viola, cello o cualquier otro instrumento, realmente no hay diferencia. Al cdominar el ritmo cuando practicas la improvisación, puedes tocar ideas pequeñas o sencillas que aún así resulten convincentes.

Usando algoritmos de fraseo

Al igual que la armonía, el ritmo, el estilo y muchos otros elementos de la improvisación de un solo, el factor del fraseo es un buen elemento a usar para construir solos fuertes e improvisados. En este video hablo sobre cómo practicar el uso de “algoritmos de fraseo” para improvisar en violín, viola o cello.

Introduciendo un desarrollo de motivos

Aquí hablamos de las estrategias para usar el desarrollo de motivos en tus improvisaciones.

Criterios para dosificar tus improvisaciones

Aquí expongo la “disciplina de la moderación”, también conocida como la disciplina de improvisar mejor tocando menos. A menudo cometemos el error de afrontar riesgos innecesarios a expensas de la música. En otras palabras, podemos limitarnos a tocar solo cuando las ideas sean claras y definidas, tanto en las frases, en los groovings, en los cambios, etc.

Tocando licks chulos

En este video de recapitulación, te doy la oportunidad de ponerte a prueba e intentes tocar conmigo. Siéntate libre de rebobinar en este video que muestra cómo tocar canciones geniales de jazz con violín, viola y violonchelo, o cualquier otro instrumento 🙂

Espero que estéis de acuerdo conmigo en que esta materia merece un plan de estudios de gran envergadura. “Anatomía de un ritmo” es un estudio de caso práctico que analiza muchos enfoques para dominar un simple vamp de dos acordes. Es un pequeño vistazo al currículo que Creative Strings continúa desarrollando a través de sus publicacionesvideos instructivosprogramas pedagógicos alternativospodcasts y mucho más.


Fuentes:

 

7 reglas de Joseph Joachim para tocar el violín

Si quisiéramos hacer una lista de los violinistas más influyentes de todos los tiempos hay muchos famosos que nos vienen a la cabeza y estarían seguro: Vivaldi, Paganini, Sarasate, Oistrakh, Menuhin, Grappelli… también algunos menos conocidos como Corelli, Viotti, Tartini, Ole Bull, Kreysler, Ysaye… y por supuesto aquellos más implicados en la pedagogía del instrumento: Kreutzer, Galamian, Fiorillo, Wolfhart, Sevcik, Carl Flesch, Crickboom, Auer….pero en mi opinión, hay uno que debería estar en cualquier lista, no sólo por haber sido uno de los más grandes intérpretes del instrumento, sino por la labor profunda y decisiva que desarrolló, en colaboración con los compositores y músicos de su época, para desarrollar, perfeccionar y profundizar en la música de violín. Una música que lo llevó a ser uno de los intérpretes más queridos y respetados de Europa, con un aura de autoridad y prestigio que impregnó toda la cultura de su tiempo.

Joseph Joachim, aunque de nacionalidad húngara, nació en lo que hoy corresponde a la región austriaca de Burgenland, para más tarde estudiar violín en la ciudad de Pest. Alumno aventajado del influyente Joseph Böhm, su precocidad y destacada maestría lo llevó a convertirse en protegido de Felix Mendelssohn.

Aunque al comienzo de su carrera colaboró con otros jóvenes deseosos de romper con la tradición como Joseph Listz, terminó en el círculo de los Schumann, (Robert y Clara) y Johannes Brahms, con quienes desarrolló una intensa relación amistosa y creativa.

Su labor fue intensa tanto como solista como compositor, fundó un cuarteto de música de cámara bajo su nombre (que llegó a ser considerado el mejor de Europa), y una orquesta.

Auténtico ídolo como intérprete en Inglaterra, donde era denominado “the violin king”, otro de los pilares fundamentales de su influencia se debe a la recuperación para el repertorio de obras absolutamente fundamentales hasta entonces olvidadas como las Sonatas y Partitas para violín solo de J. S. Bach o el Concierto para violín en Re mayor de L. V. Beethoven.

“M. Joachim es el violinista vivo más grande; ningún hombre está tan cerca de la ejecución de la música como Beethoven lo fue en la composición. Hay algo masivo, completo e infalible sobre M. Joachim que lo saca de la lista de grandes intérpretes y lo coloca en un pedestal aparte. Otros hombres se especializan en alguna cosa; él no. Otros se elevan o caen por debajo de ellos mismos; él siempre es él mismo, ni menos ni más. Maneja el cetro de su arco con la realeza fácil de un nacido para reinar; toca el concierto de Beethoven con el poder infalible de un vidente que entrega su oráculo, y se inserta en un cuarteto de forma muy parecida a como Apolo entra en su carro para conducir a los caballos del sol”.

Hugh Reginald Haweis

Inspirados por él y para él compusieron legendarios conciertos de violín creadores contemporáneos suyos como Robert Schumann, Mendelssohn, Max Bruch y Antonin Dvořák. Para algunos de ellos (y para otros conciertos como el de Mozart) compuso cadencias de referencia que todavía hoy son interpretadas o sirven de modelo para muchos violinistas.

También se considera que es suya la primera grabación fonográfica de un disco por un violinista. Algunas de estas grabaciones son practicamente inaudibles, aunque aún se puede apreciar relativamente la realizada en 1903 de la Danza Húngara nº1 de Brahms.

Quizás nos parezca que esta interpretación es bastante mejorable para los estándares actuales. Pero es que las formas de interpretar han cambiado muchísimo, y además la plenitud de Joachim como violinista mermaría con los años. Su menguante energía y una cruel artritis (mirad el dedo de su mano izquierda en la foto que ilustra este artículo) impedían a sus dedos obedecer como antaño. “Soy feliz mientras pueda tocar música de cámara a mi gusto”, se consolaba.

Pero la verdad es que yo no pretendía hacer un artículo sobre la vida y obra completas de Joachim, sino mostrar un apunte de sus ideas pedagógicas resumidas en una carta personal.

Cuando Joachim contaba ya con 72 años, un reciente y nuevo niño prodigio tocó para él en Berlín. Se trataba de Franz von Vecsey, otro húngaro portentoso, alumno de Jenö Hubay, quien aprendió a su vez del propio Joachim. Tras escucharlo, impresionado, Joachim exclamó: “Tengo setenta y dos años de edad, pero nunca en mi vida he escuchado algo así; nunca habría creído esto posible”.

Y así fue como se entabló una breve relación en la que el bueno de Joachim ejerció de mentor y en la que le escribió los siguientes consejos.

  1. Escucha atentamente al practicar, de modo que ni una sola nota se te escape sin sentirla. ¡Sé tu propio profesor!

  2. En los cambios de posición, no deslices los dedos sobre las cuerdas, porque así maúllas.

  3. No levantes los dedos demasiado, pero incluso en los pasajes más rápidos haz que pisen firmemente sobre las cuerdas.

  4. No caigas en la costumbre de abusar del vibrato y del suave vaivén de los dedos en los pasajes cantabile. En realidad esa costumbre proviene de una pereza de los dedos, y me recuerda a los lamentos de las señoras mayores.

  5. Utiliza el vibrato solamente para dar especial énfasis a una nota, y te será sugerido por la emoción.

  6. Sé estricto en la observación de la afinación: tienes buen oído ¡úsalo!

  7. Tocar alto y tocar rápido no lo es todo; eso como mucho deslumbrará a los ignorantes de la audiencia. Todo el valor recae en una interpretación bella y distintiva.

Consejos sensatos y sencillos, con curiosas observaciones muy de su tiempo, como el ser comedido con el vibrato y evitar cualquier rastro de deslizamiento al cambiar de posición.

¿Qué opináis?


Imágenes:

Portada: Joseph Joachim and the young Franz von Vecsey. Note the strongly incurving, arthritic first finger of his left hand. The chair in which he is sitting was a special present to him. He willed it to Donald Tovey, and it is now owned by the University of Edinburgh Museum.[72]

Fuentes:

Otras cartas de Joachim:
 

Libro sobre Joachim:
 

Las 12 reglas para la vida de Jordan Peterson (versión para músicos)

Aclaremos una cosa antes que nada: no soporto los libros y guías de autoayuda. Son compendios de slogans sencillos y banales para enderezar nuestras decepcionantes vidas evitando esfuerzos, esfuerzos que supuestamente ya han realizado estos amables escritores que han navegado por la vida escudriñando los engranajes que abren las puertas del éxito.

Dicho esto, lo cierto es que, a menudo, estos consejos, cuya mayor virtud tienen es la de hacer ricos a sus autores, albergan ideas lógicas y sensatas que simplemente necesitábamos que nos recordaran, porque estamos demasiado liados con miles de estímulos exteriores, estímulos basura en su mayoría, como para darnos cuenta de que básicamente estamos haciendo algunas cosas mal, que quizás padres y abuelos tengan algo de razón en lo de abrigarte, ser educado, amable, estudiar, ordenar tu cuarto…

Ordenar tu cuarto, lo más tedioso que puede haber en la adolescencia. Llegabas a preferir el caos, el desorden, la suciedad, el azar. Ordena tu cuarto es la frase más famosa de un libro llamado “12 Reglas para la vida. Un antídoto contra el caos”, de Jordan Peterson, un profesor de psicología clínica de Toronto que se ha hecho muy famoso gracias a, además de por su libro, a un activismo social muy intenso en foros, redes sociales y plataformas de vídeo y podcasts en temas sociales, políticos y religiosos muy sensibles y controvertidos hoy en día, como el feminismo e ideologías de género, la corrección política o la censura. La fama de Peterson alcanzó una gran expansión internacional tras la aprobación una polémica ley en Canadá, que él y otros consideraban que limitaba la libertad de expresión en las universidades. El caso más mediático en el que se vio involucrado Peterson está relacionado con las avanzadas políticas de género en Canadá, que tuvieron su plasmación más relevante en la propia Universidad de Toronto de Peterson, en la que se conminaba a todo el profesorado y personal acatar la política según la cual es obligatorio dirigirse a los estudiantes transgénero con el pronombre que estos decidan (pronombres de género neutro habitualmente) .

Jordan Peterson consideró que esta imposición era una limitación a la libertad de expresión, y de este enfrentamiento y los subsiguientes encontronazos mediáticos con la comunidad de los llamados Social Justice Warriors, se fue definiendo la imagen de Peterson como la de un paladín de cierto liberalismo (económico y social), que algunos definen como pura y disimulada Alt-right (la nueva extrema derecha) y otros como resistencia y rebelión contra la opresión de la corrección política y las ideologías de género.

Esto es un lugar de música y no voy a pronunciarme sobre este tema, del cual tengo opiniones encontradas, pero quería que tuvierais en contexto al autor de las reglas que voy a subvertir porque, aunque no creo que una vida pueda sostenerse siguiendo una serie de reglas leídas (creo que cada vida debe encontrar las reglas particulares que dicha vida enseña), sí que me han parecido interesantes aplicadas al ejercicio de la música, a una vida que debería combinar orden y caos para ser creativa pero también efectiva y exitosa.

Estas son las 12 reglas para la vida de Jordan Peterson, reconvertidas y reinterpretadas por mí en 12 reglas para los músicos. Puede que os parezcan consejos un poco a la antigua usanza, muy de padre conservador (ordena tu cuarto…), pero yo tengo que reconocer que me parecen consejos sensatos.

 1. Ponte recto y echa tus hombros atrás.

Como si fuera en la mili vamos. Si eres violinista ya deberías saber la importancia de una postura erguida y correcta. Y no sólo para evitar problemas físicos, sino también para que nuestra postura influya positivamente en nuestra actitud. Porque igual que sabemos que nuestro estado psíquico influye en nuestro cuerpo, también se ha demostrado que la postura y actitud corporal influye en nuestro estado anímico. Un cuerpo a la defensiva y encogido nos predispondrá a la introversión y a la incomunicación. Elévate y ábrete. Sin exagerar, claro, tampoco se trata de ir andando por ahí de forma antinatural y ridícula.

2. Trátate a ti mismo como si fueras alguien del que fueras responsable de ayudar.

El viejo enemigo de la auto-compasión. “No me sale esto, me cuesta demasiado, no puedo hacer el vibrato, todo es patético…” Si tuvieras que ayudar a alguien que se queja así seguramente lo ayudarías y animarías ¿no es así? Pues igual o más importante es que seas amable, servicial y proactivo contigo mismo. Intenta solucionar los problemas propios como si ayudaras objetivamente a otro. Además, piensa que lo que hagas para mejorar tú mismo será también positivo para los que te rodean.

3. Hazte amigo de aquellos que quieren lo mejor para ti.

Ya sabemos que hay personas tóxicas o negativas, y en música eso puede afectar muchísimo. Mantente alejado de los que te apartan, deprecian o se ríen de tus tentativas, tus propósitos de crecer, de mejorar, de practicar, de conseguir tus objetivos, ya sea aprender, tomar iniciativas, aventurarte, trabajar duro en tu sueño musical. Cultiva la compañía de los que te apoyan en tus buenos proyectos.

4. No te compares con los demás músicos; compárate con quien eras ayer.

Siempre somos una mierda comparados con otras personas, pero nuestra única referencia debe ser quien fuimos. Sólo intenta mejorar día a día y pensar en el próximo objetivo y en lo enriquecedor que es el proceso.

 5. No permitas que tus hijos hagan cosas que causen que los detestes.

Vale, esto sí suena algo rancio pero creo que es un buen consejo para algunos padres actuales (de hijos que estudian violín, pongamos), que son por un lado sobreprotectores, por el otro pusilánimes y débiles a la hora de orientar a sus hijos: horas de uso del móvil u otros dispositivos electrónicos, comportamiento en sociedad, empujarles a practicar. Si no presionas en estos y otros aspectos sólo por no tener conflictos con tus hijos, terminarás educando a una persona con costumbres y actitudes negativas para sí mismo y los demás, y no le habrás hecho ningún favor. Por supuesto, no se trata de obligar a la fuerza, pero sí deben saber lo que consideras correcto, y hay un equilibrio entre el amor y la amabilidad con la rigidez. Se rebelarán a menudo (es lo que deben hacer) pero tus consejos terminarán calando en ellos.

6. Ordena tu casa antes de criticar el mundo

Todos somos propensos a infravalorar a otros, a menudo como un mecanismo de compensación para ocultar nuestros propios defectos. Ésta es una de las expresiones más frecuentes de Peterson. Con “tu casa” o “tu cuarto” Peterson está hablando en realidad de “tu vida”. Si quieres cambiar tu entorno primero intenta que tu vida sea digna de orgullo. Busca actividades, trabajos enriquecedores, repara tus relaciones rotas, pide disculpas a quienes hayas ofendido, haz amigos y contactos. Recuerda la regla 2: lo que hagas para mejorar será positivo para los demás, especialmente para tus seres cercanos.

7. Busca lo que es relevante, no lo que es fácil o conveniente.

No hay forma fácil de conseguir resultados en la música, el camino al éxito siempre es arduo y requiere esfuerzo y a veces renuncias. “Dejarse llevar por lo cómodo es fácil, pero recuerda que no hay viento a favor para las personas que no saben a dónde se dirigen”.

8. Di la verdad, o al menos no mientas.

Ser sincero, no hacer músicade forma impostada, debería ser un auténtico mandamiento para todo intérprete. “La mentira es como una droga; a corto plazo produce efectos que pueden parecer positivos, pero en el largo plazo te puede destruir y no te llevará más que a tener problemas, tapando una mentira con otra y haciendo que acabes siendo rechazado por todos.”

9. Asume que la persona que escuchas puede saber algo que tú no sabes.

Al tocar en grupo sé humilde y escucha a los demás. Dialoga con ellos. aporta tu verdad pero aprende del resto.

10. Se preciso al tocar.

No toques las cosas más o menos. Busca que suene lo que deseas que suene, no lo que sale. No pases por encima de los errores sin más.

11. No molestes a los niños cuando juegan.

Cuando los niños juegan o tontean con el instrumento, no trates de reprimirlos o encorsetarlos. No intentes modelar a los niños tratando de imponerles tus gustos o ideas. Déjales que se desenvuelvan libremente.

12. Si ves un gato en la calle, acarícialo.

Jordan Peterson termina relajando la tensión. Después de tantas reglas de comportamiento las dos últimas son todo lo contrario, una liberación y una invitación a la espontaneidad, la improvisación y el libre albedrío. Porque las reglas también están para saltártelas. “Aprende tus limitaciones. La vida humana es corta y frágil, aprecia la belleza y vive el momento. El destino es importante, pero no merece la pena si no disfrutas del viaje. Podríamos decir: no dejes que las reglas sean tu cárcel.


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