Yoga para músicos, posturas fáciles para iniciarse

Como ya indicábamos en otro post, el Yoga es una de los mejores deportes que un músico puede practicar. Obliga a tener conciencia del cuerpo junto con la mente, relaja y fortalece nuestra musculatura, nos ayuda a controlar la respiración, libera tensiones, es difícil lesionarse practicándolo…

Sin embargo, el yoga más que un deporte es una disciplina física y mental que no debemos tomarnos a la ligera. Este post es sólo para que os entre el gusanillo, pues recomendamos que si realmente estáis interesados en practicarlo de manera asidua, acudáis a algún gimnasio con profesionales que lo impartan. El Yoga tiene beneficios de todo tipo, así que os animamos a probar.

Lo primero, unas pautas para realizar cualquier asana o postura:

  • Respira de manera conjunta con los movimientos que haces. No contengas la respiración en ningún momento.
  • Realiza los movimientos de manera fluida y lenta, para evitar que te dé algún tirón. Imagina que se trata de hacer un bonito ballet
  • Mantén los hombros y el cuello relajados, concéntrate en ello mientras realizas las posturas
  • ¡Aprieta el culo! aunque te suene a tontuna, es importante que las piernas y en especial los glúteos se mantengan firmes
  • Intenta realizar los ejercicios frente a un espejo, igual que cuando tocas el instrumento
  • Chequea tu cuerpo y observa si los músculos que no están trabajando durante la asana están tensos
  • Al final cada sesión de yoga, túmbate boca arriba, cierra los ojos y relájate
  • Realiza las asanas con ropa cómoda que permita el movimiento y descalzo
  • Utiliza una Esterilla, una alfombra o cualquier otra superficie blanda pero firme para estar más cómodo
  • Puedes aumentar el tiempo que mantienes la postura conforme se te vaya dando mejor.

Y ahora, 6 asanas facilitas, que te explicaremos paso a paso (pincha en la imágenes para verlas más grandes)

1

 

Sentado como observas en la primera figura (postura sentada básica), siéntate sobre tus talones y estira tus brazos al frente. Siente cómo se estira tu espalda. Mantén la postura (tercera figura) durante 40 segundos. Incorpórate lentamente vértebra a vértebra hasta que estés de nuevo sentado sobre tus talones. Vuelve a la postura básica sentada.

2

Desde la postura sentada básica, colócate sobre tus manos y rodillas. Las manos a la altura de los hombros y las rodillas a la de las caderas. Estira el brazo derecho desde el hombro. Estira el brazo y pásalo por debajo de tu cuerpo, apoyándo el hombro derecho en el suelo y cargando el peso de tu cuerpo sobre él. Estira el brazo izquierdo hacia delante a la vez que giras la cabeza hacia la izquierda (deberías quedar como se ve en la cuarta figura). Aguanta la postura durante 30 segundos. Vuelve a colocarte sobre tus manos y rodillas y realiza el mismo proceso pero esta vez con el brazo izquierdo. Vuelve a colocarte sobre tus manos y rodillas. Siéntate en la postura básica.

3

 

Colócate en la postura de pie básica, con los pies juntos, la espalda recta, hombros y cuello relajados y mirada al frente. Levanta lateralmente ambos brazos hasta que queden por encima de la cabeza. Bájalos y flexiona el tronco al máximo, llevando la cabeza a las rodillas. Manteniendo las manos en el suelo (si no eres suficientemente elástico, puede flexionar un poco las rodillas), levanta la cabeza y mira hacia delante. Mueve la pierna derecha hacia atrás y colócala en el suelo detrás de ti. Expande el tórax y extiende ambos brazos hacia delante por encima de la cabeza. Baja los brazos y apoya las palmas en el suelo, delante de ti. Con los brazos estirados, mueve la pierna derecha hacia atrás y mantén brazos y piernas rectos, eleve y baja el cóxis. Flexiona los brazos y estíralos, arqueando la espalda. Eleva el coxis y mantén la postura 30 segundos. Siente cómo se estiran espalda y hombros. Acerca la pierna derecha a las manos y apoya la rodilla izquierda en el suelo. Expande el tórax y extiende los brazos por encima de tu cabeza. Apoya las palmas en el suelo y alinea la pierna izquierda con la derecha, eleva y baja el cóxis. Flexiona los brazos y estíralos, arqueando la espalda. Flexiona los brazos y acerca tus piernas a tus manos, incorporándote lentamente. Con la cabeza entre las rodillas, mira hacia delante, alza los brazos a ambos lados mientras te incorporas. Levanta el torso, eleva los brazos sobre tu cabeza, bájalos y vuelve a tu postura básica.

4

 

Desde la postura básica de pie, abre las piernas lo máximo que puedas. Coloca las manos en las caderas. Rota los pies hacia tu derecha y coloca los brazos en cruz, con los hombros relajados. Expande el tórax y flexiona tu rodilla derecha. Dirige tu mirada a tu mano derecha. Mantén esta postura 30 segundos. Estira la pierna derecha y pon los pies de nuevo mirando al frente. Coloca tus manos en las caderas y repite la misma operación pero hacia la izquierda, mantén 30 segundos. Vuelve a la postura básica.

5

 

Desde la posición sentada básica, colócate boca abajo. Apoya los antebrazos en el suelo. Eleva el tronco manteniendo el cuello recto y los hombros relajados. Mantén la postura 20 segundos. Siéntate sobre tus talones y eleva tu tronco vértebra a vértebra. Siéntate en la posición básica.

7

 

Desde la posición sentada básica, dobla tus rodillas. Eleva los pies hasta que tus piernas estén en paralelo al suelo. Extiende los brazos delante de ti. Mantén la postura durante 20 segundos, concéntrate en el abdomen, mantén la espalda recta y los hombros relajados. Lleva los pies al suelo, baja los brazos y vuelve a la postura básica.

6

 

Desde la postura sentada básica, colócate sobre tus manos y rodillas. Las manos a la altura de los hombros y las rodillas a la de las caderas. Lleva las piernas atrás y mantén brazos y piernas estirados. Estira el brazo derecho hacia arriba, girando el cuerpo y depositando tu peso sobre la mano izquierda. Mira hacia arriba. Forma una línea recta desde la coronilla hasta los pies y desde ambos brazos hasta la punta de los pies. Mantén la postura 20 segundos. Baja el brazo derecho lentamente y haz el mismo proceso con el brazo izquierdo, sosteniéndote en la mano derecha. Colócate sobre tus manos y rodillas y regresa a la postura básica.

Esperamos que os haya servido para iniciaros y que os animéis a practicar esta magnífica y ancestral disciplina.

Para los que tenéis Wii o Nintendo Ds, hay unos juegos que os ayudarán con la práctica del yoga.

 

 


Cantantes del Siglo XXI, Fernanda Plinky, desde Brasil -english-

1. What is the first music experience you remember?

The first music experience I remember is my piano classes, when I was 6 years old. My teacher was always concerned about making me read the scores, so she gave me every type of exercises: from just read the name of the notes to complexes sight-singing or sight-playing execises. But in the end I never read the scores, because I could memorize the pieces and search for the correspondent keys on the piano by memory, without looking at the score. Of course in the end she always got very mad with me and started everything all over again, till make me play reading!

2. When have you decided you wanted to be a singer?

I decide every day to be a singer. Being a singer is making this decision all the time on our head, because it is a matter of experience (musical and technical) and time. Every new peace is a whole new decision. We are never prepared, although we are.

3. What musical personality have your career influenced?

My teachers influenced my career. When I say "my teachers" I'm not talking only about those who taught me playing instruments, singing and musical theory, but also the professors of theater and dancing. All of those encouraged me. Specialy my parents, that always supported me in my choices.

4. What are your favorite styles or/and musicians?

I'm very eclectic. I like R&B, jazz, funk, soul, rock music, specially from seventies, like Queen, Led Zeppeling. I like eletronic music, brasilian music, music for meditation. I like early, classic, romantic, modern and contemporary music.

5. What repertoire do you feel now more comfortable?

I'm in a period of changes so this question is very difficult! All I know is that our voice changes with time and we must pay attention in what is tiring our vocal folds and our muscles. Sometimes it is changing cause we don't want to abbandon what we have constructed in the past, but we must be honest with ourselves.

6. What are your next musical projects?

Like I said, I'm in a period of changes and I don't feel prepared to do projects. When I feel ready again I'll be very happy to tell you about my new projects! :-)

7. What advice would you give to those beginners in the  singing path?

Don't think about concorrence, don't think about the others, don't try to compare yourself, don't criticize colleagues. Music is like yoga, and you must look at yourself and understand yourself, your body, your thoughts.
Singing to a public is not about self propaganda, it is a way to take people out of this reality and show them other realities they don't know yet. Singing is a away to develop souls, not only your soul, but the souls of those that are listen to you. So when you sing with love, the audience will feel love. Our world needs love and that's our job.

La salud emocional del cantante. Parte I: La inteligencia intrapersonal


Tan importante como la formación musical y vocal, es la educación emocional de un cantante. Es fundamental que los cantantes conozcan y experimenten el rico y diverso mundo emocional y sepan establecer mecanismos para equilibrar las emociones que experimente. 

Howard Gardner, en su teoría de las inteligencias múltiples, nos habla de una inteligencia intrapersonal que es aquella que se refiere a la autocomprensión, al acceso a la propia vida emocional, a la propia gama de sentimientos, la capacidad de efectuar discriminaciones de estas emociones y finalmente ponerles nombre y recurrir a ellas como medio de interpretar y orientar la propia conducta.

Las personas que poseen una inteligencia intrapersonal notable, poseen modelos viables y eficaces de sí mismos. Pero al ser esta forma de inteligencia la más privada de todas, requiere otras formas expresivas para que pueda ser observada en funcionamiento.

Por otro lado tenemos la inteligencia interpersonal de la que hablaremos en un siguiente post, que permite comprender y trabajar con los demás, la intrapersonal permite comprenderse mejor y trabajar con uno mismo.  El sentido de uno mismo es una de las más notables invenciones humanas: simboliza toda la información posible respecto a una persona y qué es. Se trata de una invención que todos los individuos construyen para sí mismos.

En la medida en que una persona es capaz de identificar qué emoción experimenta tiene la capacidad de reaccionar de una manera controlada y adecuada. Si no es así las emociones pueden generar obsesiones, cambios en el carácter, etc.  Como personas y como cantantes debemos identificar y manejar nuestras emociones y saber gestionarlas para mantener nuestra psique y nuestra relación con nosotros mismos en perfecto estado.

Me gustaría hablar de algunas emociones que estoy segura que todo cantante ha experimentado:

En primer lugar, la envidia, muy común y que se traduce pensamientos del tipo "esa persona canta porque es un enchufado", " yo lo hago mejor que X persona", etc. Esta emoción hay que saber manejarla desde muy pronto porque de lo contrario las personas se vuelven desconfiadas, recelosas, ariscas, individualistas y egocéntricas. Sólo el humilde aprende y siempre hay personas mejores que nosotros y también peores... Cada cual tiene sus circunstancias y si envidiamos a alguien deberíamos desear también aquellas cosas malas que le han hecho ser como es y conseguir lo que tiene. Particularmente he vivido situaciones en las que en trasfondo de inseguridad, miedo y desconfianza y soberbia ha arruinado relaciones con otros cantantes. Por ejemplo, todos nos hemos visto en la tesitura de dar información sobre un curso, concurso, audición, etc. a algún colega. Particularmente con mis amigos nunca he dudado en informarles, porque siempre he creído que ganaría el mejor y si lo conseguía mi amigo yo me alegraría. En mi caso la persona siempre está primero, sé que en otros no y por ello deberíamos ver con qué tipo de personas tratamos y si son dignas de nuestra confianza. 

En segundo lugar la soberbia que es la creencia de que todo lo que uno hace es superior y que se es capaz de superar todo lo que hagan o digan los demás. Se traduce en pensamientos del tipo  "soy el mejor y los demás no valen nada" y en la incapacidad de reconocer y apreciar la valía de otros. Yo la percibo cuando al asistir a un concierto excepcional me encuentro con la típica persona que es incapaz de decir nada positivo y rendirse a la evidencia. Está claro que todo cantante necesita del reconocimiento de un público pero me gusta decir que lo que hay que buscar no es reconocimiento sino un mejor conocimiento y sobre todo reconocer cuando algo está bien.

En tercer lugar mencionaré la vanidad que se puede considerar una variante de la soberbia. Todos los cantantes tenemos un punto de vanidad que nos hace subirnos a un escenario y ponernos delante de un público pero debemos saber equilibrar nuestras emociones y saber en qué momento nos son de utilidad y en qué momentos no. Esa fuerza que nos permite enfrentarnos con el reto del escenario no es tan útil fuera de él y puede obstaculizar las relaciones con los colegas, la familia o los amigos por pretender acaparar un exceso de protagonismo. 

Hace un tiempo leí en un libro que narra conversaciones con varias cantantes que todas ellas habían disfrutado de un clima emocional adecuado que les había permitido llevar una vida sana, equilibrada y normalizada. Muchas de ellas hablaban de la importancia de sus familias y de sus hijos en su desarrollo personal y profesional. Por tanto no descuidemos estos aspectos en nuestras vidas.

Deberíamos ocuparnos de encarnar nobles cualidades que nos ayuden a estar en este mundo inestable y cambiante y nos permitan relacionarnos con nosotros mismos y con los demás de una manera sana y equilibrada.

¿Qué podemos hacer para cultivar esta inteligencia intrapersonal?

Las cualidades implicadas en este tipo de inteligencia son: la capacidad de establecerse metas, evaluar habilidades y desventajas personales y controlar el pensamiento propio. Estas cualidades se relacionan con las habilidades de: meditar, ser disciplinado, conservar la compostura y dar lo mejor de uno mismo. 

Por tanto será importante, por un lado cultivar ciertos hábitos mentales como: hacer visualizaciones, escribir un diario, tener amigos con los que compartir tanto lo bueno como lo malo, cultivar los lazos personales con otras personas.

y por otro practicar disciplinas que nos ayuden a conocernos mejor como pueden ser:
la  meditación, el mindfullnes, el yoga, el taichi, etc.


Deportes recomedados para cantantes

Existe el el mito de que los cantantes son gordos o que hay que estar gordo para cantar bien. La realidad es que es posible que grandes cantantes de nuestro tiempo hayan padecido de sobrepeso pero comparativamente podemos decir que son menos que aquellos que tienen una complexión normal.

Se dice que un cantante puede perder en un concierto o en una representación hasta dos kilos de la exigencia física y mental que supone subirse a un escenario. Cantar ejercita todo el cuerpo y la mente y estar y permanecer en un contexto profesional requiere de una gran exigencia física. 

Soy de la opinión de que los cantantes que sufren de sobrepeso no es por la falta de ejercicio o tonicidad sino por el gusto por comer y/o por cuestiones metabólicas. Yo misma he podido comprobar la dureza y la fuerza muscular que posee la Señora Caballé en el vientre.


De hecho muchos problemas de los cantantes principiantes se encuentran en una falta de tonicidad muscular, una espalada o vientre débil es fuente de tensiones en otras partes del cuerpo. Para cantar no hace falta hace falta emplear una gran fuerza pero una buena condición física ayuda a un mejor gesto muscular flexible y armonioso. 


Los cantantes deben por tanto tener una buena condición física así como controlar su alimentación. Se aconseja para ello practicar entre media y una hora de ejercicio aeróbico (correr, caminar, bicicleta, etc.) y estiramientos tres veces a la semana. También son recomendables los ejercicios de fortalecimiento de la musculatura implicada en la respiración, brazos, espalda y abdominales. Y es bueno practicar algún deporte por el efecto positivo que tiene en la salud y para el equilibrio físico. 



Pues bien, existen deportes aconsejados y desaconsejados para los cantantes.

Los desaconsejados son todos aquellos que requieren un esfuerzo muscular que cierra la garganta como pueden ser la halterofilia, el tenis y los deportes de impacto.

En cambio son muy buenos y altamente aconsejables:


- Natación: siempre que el cloro no afecte a las mucosa por la estimulación de todo el sistema respiratorio. 

- Pilates, yoga o taichi ya que se trabaja el cuerpo y la respiración.
- Bailes de salón o danza por trabajar físicamente y coordinadamente. 
- Bicicleta, remo, elíptica, etc. 
- Trekking o caminar a buen paso.

Los cantantes deben ser conscientes de que la actividad profesional es muy exigente y requiere de un buen mantenimiento del equipo, en este caso el propio cuerpo.