Para todos los músicos, tocar en orquesta requiere de unas habilidades y una manera de tocar distintas a las necesarias cuando se toca solo o en grupos de cámara. Lo primero, es que han de adaptarse al criterio de su director, al sonido de la orquesta y, mas concretamente, de su sección. Tocar en orquesta requiere un dominio del sonido propio, mucha adaptación, rapidez de mente y mimetización con el entorno.
Sin embargo, hay músicos que no se dedican a tiempo completo a la orquesta y compatibilizan varias actividades concertisticas. ¿Es cierto, como se dice, que el tiempo empleado en la orquesta puede influir negativamente en nuestro sonido fuera de ella?
Los músicos de cuerda tendrán una respuesta clara a esta pregunta: Si. Todos hemos sufrido la sensación de descontrol (especialmente en la afinación) tras unas semanas de encuentro orquestal. Cuando un músico de cuerda toca dentro de una sección oye con mucha menos intensidad su propio sonido, por lo que es lógico que la afinación se vea afectada cuando vuelve a su rutina diaria.
Durante un ensayo de orquesta, los músicos están expuestos a sonidos muy fuertes que, a demás de afectar a su oído, provocan que les cueste distinguir su sonido dentro del conjunto. Para los vientos, instrumentos mas potentes y solistas en la orquesta, esto no suene un problema tan grande. Sin embargo, en su caso, la orquesta les afecta en lo que al rendimiento se refiere. Especialmente a los vientos metales, cuyo labio se resiente después de varias horas de ensayo.
¿Qué hacer para evitar estos problemas?
- Para mantener nuestra afinación, debemos tocar alguna escala antes de empezar cada ensayo.
- Aprovechar las horas libres del día para tocar unos minutos de escalas y arpegios de forma relajada.
- Realizar ejercicios de calentamiento y calefacción para evitar el cansancio.
- No tocar demasiado fuerte o brusco dentro de la orquesta, para evitar ese sonido feo y descontrolado que nos puede salir cuando volvamos a nuestra rutina.
- Tener los pasajes estudiados antes de los encuentros para conocer la afinación y los matices, y así poder poner el oído en otras cosas antes de los ensayos.
Los músicos de orquesta son versátiles, flexibles y muy preparados frente a la presión de escena. Tienen la suerte de conocer y tocar repertorios muy variados. Sin embargo, no dejes que una forma incorrecta de trabajar en la orquesta estropee tu sonido o afinación. Con unas cuantas escalas y delicadeza al tocar conseguirás conservar tu sonido personal.