Study Checklist

¡¡Hola a todos/as!! 👋
 
En la entrada de hoy vamos a tratar sobre la rutina de estudio. Para obtener unos buenos resultados es imprescindible que tengas un hábito de estudio diario, de manera que haya cierta conexión entre un día y otro y puedas darte cuenta de los avances que vas haciendo. 
 
Vamos a ver un vídeo de la violinista Nicola Benedetti que trata sobre cómo estudiar. Ella propone una lista de estudio (Study Checklist) con una serie de puntos a tener en cuenta cuando te pongas a estudiar.
 
Para ver el vídeo, pincha sobre la imagen. A continuación he puesto una traducción.  


Estudiar cada día no demasiado tiempo pero con la mente concentrada es la decisión más inteligente que puedes tomar.

Con el objetivo de tener regularidad en el estudio no estudies demasido tiempo seguido. Si estudias durante más de una hora y media seguida la concentración comienza a bajar. Es recomendable hacer descansos

Es importante decidir lo que creas que puedes hacer como una rutina diaria. Intenta buscar una rutina en la que puedas abarcar los elementos fundamentales básicos. 

Ella recomienda hacer la siguiente lista que se puede realizar en tu rutina diaria. Tienes que intentar hacer todos estos puntos incluso si solamente estudias 15 minutos al día. Si tienes el tiempo muy limitado puedes hacer sólo 2 ó 3 puntos, aunque durante el transcurso de la semana deberías poder tocar todos: 
 

 Ahora vamos a tratar todos estos puntos por separado:
1. MENTE TRANQUILA Y ENFOCADA: Tómate tu tiempo para estar completamente en silencio y tranquilo con tu instrumento. Siente su peso, la textura, los materiales y piensa qué es lo que vas a hacer después durante la sesión de estudio.

     

2. SONIDO: El trabajo del sonido nunca es una perdida de tiempo, al revés. Recomienda pasar como mínimo un 10% del tiempo que estudies escuchando y trabajando el sonido. Puede ser a través de cuerdas al aire, melodías simples, nada complicado o demasiado ambicioso. Siente la vibración, intenta hacer el sonido más limpio, más bonito, más personal, más sincero, sintiéndote cómodo. 

3. PESO: Siente el peso de tus brazos y el de tu cuerpo entero. Ancla tus pies en el suelo como si estuvieran conectados con el suelo. Si puedes bota un poco el cuerpo hacia arriba y hacia abajo (ver el vídeo, min 3:45) e intenta respirar. Muy a menudo nos olvidamos de respirar. Siente con cada exhalación cómo se relajan tus hombros. 

4. CONFIANZA: Suena raro pero hay que dedicar aunque sea un minuto a pensar en confiar en uno mismo. No te pongas a estudiar con ansiedad. Intenta tener pensamientos más positivos.  

5. AFINACIÓN/ESCUCHA: Para tocar afinado te tienes que escuchar con mucha atención. Puedes practicar sólo una o dos notas increiblemente afinadas de manera que suenen muy brillantes. Una vez que sepas cómo se siente al tocar afinado querrás tocar así todo el rato. Céntrate en algunas notas de las obras que estés tocando y que sepas que sueles desafinar, por ejemplo después de algún cambio de posición. Busca que esas notas sean muy resonantes y tu oído querrá seguir escuchando más de lo mismo.  

6. ¿Dónde está tu CORAZÓN?: Hace referencia a cómo te sientes en tu práctica. Es increíble pero es algo que a menudo no hacemos. Si has estado tocando durante 40 minutos y no has pensado en esto, quizá es momento de  preguntarse de dónde viene la música, quién la escribió o qué está intentando decir y cómo se puede transmitir ese significado

Imagen de <a href="https://www.freepik.es/foto-gratis/disposicion-vista-superior-emociones_12558011.htm">Freepik</a>

7. REPERTORIO: Ya sea tu repertorio grande o pequeño tienes que fijar de antemano qué quieres alcanzar y planificar tu tiempo de manera que no se te pase la mitad de los puntos importantes. Tienes que saber cuánto dura el repertorio y tener la seguridad de que te dé tiempo a tocarlo si lo quieres tocar entero durante la sesión de estudio. Si no puedes tocarlo entero porque es muy extenso, tienes que calcular estudiar una obra diferente cada día. De manera que toques el repertorio entero en una semana. En tu día a día ten la seguridad de que haces los fragmentos que más te cuestan, lo tienes que priorizar y tocar lo primero cuando estudies. 



8. SEPARA Y SIMPLIFICA: Separa cualquier elemento de las obras que puedas practicar por separado. Pueden ser ritmos y notas, dificultades de la mano izquierda y de la mano derecha, sonido, afinación. Por ejemplo puede ser útil practicar la afinación dentro de un matiz piano. También practicar el sonido sólo con las cuerdas al aire o con una digitación más simple. Así que simplifica y separa tantos elementos como sea posible.  


9. ACTITUD TRANQUILA ANTE LOS PASAJES MÁS DIFÍCILES: Una vez que tengas identificadas las partes más difíciles, manten una actitud relajada cuando los toques. Intenta tocarlos diariamente de manera tranquila y con la confianza de tener buenos resultados al repetirlos. 



Esta violinista publicó una serie de vídeos que están muy interesantes y son muy entretenidos. Puedes ver la lista de reproducción en el siguiente enlace.

En entradas anteriores traté sobre cómo estudiar mejor. Si las quieres ver, pincha sobre la imagen correspondiente:   

 

Tips para estudiar violín en verano


Vuelta al estudio

 

10 consejos para mejorar la afinación

 Todas las imágenes que he usado en esta entrada son de la página Freepik.

🎻¡Feliz jueves y gracias por visitar mi blog! 🎻


 

 

Tu voz nace en tu mente

Llevo 3 años estudiando contigo, y al acabar una sesión nunca he sentido ninguna molestia en la voz. He estudiado con profesores muy buenos durante 12 años, y siempre terminaba con la voz cansada.

Esto me lo dijo Laura el pasado miércoles, y me hizo pensar en la de cosas que damos por hechas.

Que si las notas agudas tienen que costar esfuerzo, que si tengo que coger más aire para que no se me acabe, …

Que si después de una sesión es normal acabar con la garganta “trabajada”.

Pero va más allá de todo esto. Estoy hablando de cómo utilizas tu voz.

Literalmente.

Hablo de cada pensamiento que tienes para accionar la maquinaria que es tu voz.

Algo tiene que pasar por tu cabeza cuando cantas una nota grave, y algo distinto cuando cantas una nota aguda.

Eso también se puede cambiar. Eso se debe cambiar.

Tu voz nace en tu mente. Por eso es tan difícil aprender a controlarla de una forma diferente de la que ya conoces.

Es normal obsesionarse con que “este músculo hace esto” o “este hace esto otro”, e igual de normal es olvidarse de que el inicio de todo es ese primer pensamiento.

El interruptor de la máquina.

Si no cuestionas tu forma de cantar una nota grave, por ejemplo, no la vas a cambiar nunca.

Podemos ayudarte a cuestionar eso y muchas más cosas. Lo haremos gratis. Sólo tienes que suscribirte a nuestra lista de correo. Es gratis y lo puedes hacer un poquito más abajo.

Este artículo Tu voz nace en tu mente pertenece a VoKalo.

«Si no tienes oído, olvídate de cantar»

Es muy cansino cuando recibimos ESE correo/WhatsApp/etc: no todo el mundo puede cantar. El que no tiene oído no vale.

Esta gente que se cree que tienen un don especial me da vomitera. Son esas personas las que tienen que pisar a los demás para progresar en sus vidas.

Esas que si se hunden, tú te vas a hundir con ellas.

Hace años me ponía de los nervios cada vez que alguien me decía tonterías como esa.

Hoy en día lo que leo en sus mensajes es: tengo un miedo terrible de que lo que dices es verdad porque, si es verdad, significa que esta facilidad para el canto que tengo desde nacimiento no es algo único, algo que me hace especial.

La verdad es que cuando utilizo mi parte del cerebro que es más humana (no mucho más), me da un poco de pena (en el buen sentido). Me sigue encabronando, porque hunden a los demás, pero también me da pena.

Estas personas, cuando ven cantar a alguien que desafina, inmediatamente recurren al “no tiene oído para cantar”.

La realidad es que el oído de estas personas suele funcionar bien, como mucho necesitan acostumbrarse a la música (especialmente si son personas adultas que no han tenido mucho contacto con la música).

El problema no es el camino que va del oído al cerebro.

El problema es el camino que va del cerebro a la voz.

La gente que desafina al cantar, tiene el problema de que no sabe con su voz reproducir la música que tiene en la cabeza.

Es como ese capítulo de Futurama en el que Fry quiere tocar el Holofonor. Tiene una música increíble en su cabeza, pero sus manos son tan torpes que no pueden reproducirla. Es mi capítulo favorito.

Y creo firmemente que este es el principal motivo por el que la gente no canta, ya que para mejorar el camino del cerebro a la voz hay que cagarla mucho.

Hay que desafinar mucho, escuchar lo mal que suena tu voz una y otra vez, mientras intentas entender qué tienes que hacer para que tu voz suene bien.

Es un camino jodido. Lo conozco muy muy bien.

Aunque es perfectamente lógico, no ayuda que sólo se oiga cantar a gente que ya lo hace bien (si cantan mal no se suben a un escenario ni suben vídeos a Internet), porque nos hace pensar en binario: o lo haces bien o lo haces mal.

Y si eres cantante profesional, esto también te lo vas a encontrar cuando quieras entrenar zonas de tu voz que no hayas entrenado nunca.

El camino del cerebro a la voz para esa zona no está construido. La vas a cagar, vas a desafinar, y vas a sonar mal.

Pero al final, vale la pena.

También vale la pena que te apuntes a nuestra lista de correo. Un pelín más abajo lo puedes hacer. Es gratis.

Este artículo «Si no tienes oído, olvídate de cantar» pertenece a VoKalo.

La de tonterías que hice sólo porque me lo dijeron

Hay una frase de Jean Cocteau (poeta, novelista, dramaturgo y cineasta francés) que me gustaría que tengas en mente para todo lo que te voy a explicar:

No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría.

Una gran frase…

Yo siempre he cantado desde pequeña. Nunca estudié canto.

De hecho, les pedí a mis padres que me apuntaran a clases de canto, y no quisieron.

Así que nada, yo seguía cantando a medida que me hacía mayor.

Me ponía con mi ordenador a grabarme cantando canciones que me gustaban, y más o menos sonaba bien.

No sabía cómo mejorar nada de lo que hacía, pero bueno, yo estaba contenta porque estaba bien.

Estuve cantando con algunas bandas y esas cosas, e inevitablemente fui teniendo contacto con otros cantantes.

Recuerdo estar con mi banda en un concurso de bandas. La presentadora del concurso resultó ser cantante también.

Me habló de que ella se hacía con unos sprays con mentol o eucalipto, no me acuerdo, que iban muy bien para la voz.

Inmediatamente pensé “Tengo que hacerme con uno. Es lo que hacen los cantantes.”. Y ese pensamiento se reafirmaba cada vez que alguien me hablaba de los sprays de própolis o mil historias más.

Iba hablando con otros cantantes, y todos me decían que había que trabajar la respiración para cantar mejor. ¡Y yo quería mejorar!

Pero no sabía cómo trabajar eso, así que hice otra de las cosas que muchos otros cantantes hacían: ir a clases de canto.

“Es lo que hacen los cantantes”, pensé.

A esas alturas ya vi que lo de los sprays no me hacía cantar mejor, por cierto.

Total, empecé las clases con mucha ilusión, y encima hacía ejercicios de respiración. ¡Genial!

¿El problema? No estaba mejorando.

Un día le dije a mi profesor que lo que yo quería era tener más potencia, así que me dijo que para eso había que proyectar la voz, llevar la voz de pecho a las notas agudas.

“¡Aaaah! ¡Bien, bien! Yo quiero hacer eso. ¡Es lo que hacen los cantantes!”

Un año después dejé las clases. Estaba exactamente en el mismo punto en el que empecé.

Pasaron algunos años y encontré a un profesor de canto de renombre, al que los grandes cantantes acudían, y encima fui por recomendación.

“Eso sí que tiene que ser lo que hacen los cantantes, así que para allá que voy.”.

Empecé a notar cambios en mi voz. Cambios que yo creía que eran buenos, y además estaba consiguiendo lo que yo quería: más potencia.

Pero no era consciente de que lo estaba consiguiendo a costa de poner mi voz en riesgo.

Para no hacer la historia muy larga, resultó que no me estaba enseñando a utilizar la voz de la forma correcta.

¿Te acuerdas de la primera frase que te he dicho? No se debe confundir la verdad con la opinión de la mayoría.

Cada una de esas veces me dejé llevar por la mayoría, y erré en mi decisión.

Un año y medio después, empecé a estudiar con un vocal coach muy famoso a nivel mundial, y desde entonces ha sido y es mi mentor.

Cuando recibes la formación correcta, lo sabes.

Todo el mundo decía que ese vocal coach era uno de los mejores a nivel mundial… así que esta vez la opinión de la mayoría sí era la verdad.

¿Conclusión? No te creas a pies juntillas todos los inputs que recibas y no ignores a tu voz interna. No siempre tendrás razón, pero al menos tendrás un pensamiento crítico.

¿La opinión de la mayoría es la verdad? Buena pregunta…

¿Y qué opinas de apuntarte a nuestra newsletter? Creo que te gustará. Baja un poco más para hacerlo.

Este artículo La de tonterías que hice sólo porque me lo dijeron pertenece a VoKalo.

¿Tienes el suficiente oído como para llegar a cantar o eres un caso perdido?

Desafinar al cantar es el mayor miedo de un cantante, y con razón.

Lo mínimo que se le puede pedir a un cantante es afinar las notas que canta.

Pero si sufres un problema de desafinación, es difícil darte cuenta y aún más saber cómo arreglarlo.

Muchos te dirán que tienes que entrenar tu oído, pero la realidad es un poco más compleja que eso.

Hay más factores que afectan a la afinación de un cantante, y conocerlos todos te ayudará a allanar el camino.

En este episodio vas a descrubrir

  • Qué significa entrenar el oído.
  • Por qué la afinación no depende sólo del oído.
  • El proceso mental a seguir para cantar una nota, y dónde puede fallar.

Ahora también puedes seguir el podcast El Sensei del Cantante en Apple Podcasts, Google Podcasts, Spotify, Amazon Music y SoundCloud, desde tu navegador o smartphone.

Transcripción del episodio

No importa lo bonita que sea tu voz, ni lo amplio que sea tu rango vocal.

Tampoco importa lo potente que sea tu voz.

Nada importa si no cumples el objetivo principal de todo cantante: afinar.

Si piensas que no tienes oído musical y que no sirves para cantar, tengo que decirte que probablemente te estés equivocando.

Olvídate de una vez de que si no tienes el talento no vas a poder llegar a cantar.

Lo que necesitas sólo son dos cosas: saber qué tienes que hacer para mejorar, y hacerlo.

El éxito está detrás del trabajo y del sacrificio, y luego está el talento

Antonio Banderas

Quiero hablarte de la tríada de la afinación

Existen 3 componentes imprescindibles para que el proceso de afinación pueda existir.

A estos componentes los llamo La Tríada de la Afinación, y son:

  • Oído
  • Cerebro
  • Voz

El oído es el origen de todo

El proceso de afinación empieza en el oído, y no es el paso más importante.

De hecho es el MENOS importante.

Las ondas de sonido viajan a través del aire y hacen vibrar a tus tímpanos.

Estas vibraciones se transmiten en señales eléctricas que llegan hasta tu cerebro.

Y eso es todo.

Si tienes un problema de oído, directamente no puedes entender la música, y si estás leyendo esto es porque la música te gusta.

ENTIENDES la música.

Tu oído funciona.

Luego tenemos al cerebro como procesador de la información

El cerebro interpreta las señales eléctricas que llegan desde el oído y las decodifica en algo que entendemos: las notas.

El primer obstáculo que hay que superar para llegar a afinar al cantar está aquí.

No tienes que saber que esta nota es un Sol o esta otra un Re al escucharlas.

Esta es una habilidad rara que se llama oído absoluto, y no es necesaria para afinar.

De hecho hay gente con oído absoluto que no es capaz de afinar al cantar, y te hablaré de ello en unos momentos.

Pero sí tienes que ser capaz de diferenciar las notas entre sí, y reconocer ciertos casos, como por ejemplo cuándo una nota es más aguda que otra.

Cuando se dice que tienes que entrenar tu oído, en realidad significa que tienes que entrenar a tu cerebro a reconocer esas diferencias entre las notas.

También tenemos al cerebro como el ejecutor

Reconocer las diferencias entre las notas sólo es la mitad del trabajo que tiene que hacer el cerebro.

La otra mitad consiste en saber qué señales eléctricas emitir para decirle a tu voz qué nota debe cantar.

Es una tarea difícil de conseguir, a menos que conozcas el secreto.

Y el secreto no es otro que prestar atención antes de cantar.

Lo mejor que he visto que funciona en todos los años que llevo enseñando a cientos de cantantes es escuchar en tu mente la nota ANTES de cantarla.

Mucha gente se precipita y se lanza a cantar sin ejecutar este paso antes, y entonces es cuando desafinan.

Sólo cuando pones la atención necesaria y aplicas este secreto (por llamarlo de alguna forma), empiezas a automatizar el proceso hasta que puedes dejar de hacerlo.

Infravalorar este paso puede retrasar mucho tu avance vocal.

Y finalmente tenemos la voz como el instrumento

Tu voz es la que va a generar el sonido que tu cerebro le ha ordenado hacer.

Pero hay un “pero”.

A veces tienes muy clara qué nota tienes que cantar, pero cuando lo intentas, cantas otra nota.

Tu voz simplemente no responde.

Este es el problema de las personas que tienen oído absoluto y no son capaces de afinar al cantar.

La razón es muy sencilla: tus músculos vocales no están entrenados para cantar esas notas.

Te falta adquirir esa habilidad.

Tienes todo el equipamiento. Sólo tienes que aprender a utilizarlo.

Aquí es donde está el groso del entrenamiento vocal, y es donde dedicamos la gran parte del tiempo cuando entrenamos a cantantes y a personas que quieren cantar mejor.

Pero como decía el narrador de Conan, “eso ya es otra historia”.

Este artículo ¿Tienes el suficiente oído como para llegar a cantar o eres un caso perdido? pertenece a VoKalo.