Sé que me muero,me muero de amory solicito el dolor.Aún muriendo de quererde tan buen ayre adolezcoque es más de lo que padezcolo que quiero padecer.Y no pudiendo excedera mi deseo el rigorse que me muero,me muero de amory solicito el dolor.Lisonxéame la suertecon piedad tan advertida,que me assegura la vidaen el riesgo de la muerte.Vivir de su golpe fuertees de mi salud primor.Sé que me muero...
Hoy viajamos al barroco francés; a la Francia de Luis XIV.
La obra, estrenada en 1670, cuenta la historia de un rico burgués - Monsieur Jourdain - que no escatima medios en su afán por parecerse a los nobles; ello lo conducirá a las más ridículas situaciones. Se trata pues de una sátira social de carácter cómico y amable. En el último de sus cinco actos el protagonista recibe a varios grupos de músicos, franceses, italianos y españoles que amenizarán la velada. Es ahí donde encontramos la canción que nos ocupa; y decimos "canción" porque no se trata de un aria al estilo barroco como podría pensarse; mas bien se aproxima a la forma del villancico que tan de moda estuvo en España desde el siglo XV.
Lo mejor y más curioso de la cuestión es que, aunque el texto de la obra de Molière está escrito en francés, la parte correspondiente a los personajes italianos está escrita en italiano y la de los españoles lo está en castellano; esto es algo muy poco habitual y nos permite, afortunadamente, entenderlo y disfrutarlo sin necesidad de traducciones.
Tampoco deja de sorprender el contraste entre el devenir jocoso de la comedia y este pequeñísimo ejemplo de profundo dramatismo español tan dulce, lírico y sentido. Sin embargo poco durará la tristeza; a continuación los compañeros del cantor le harán una réplica en toda regla rebatiendo sus pesares y llamando a la alegría en un tono festivo y danzable, eso sí, muy "español" musicalmente también.
Ay, qué locuraCon tanto rigorQuexarse de amorDel niño bonitoQue todo es dulçuraAy, qué locura,Ay, qué locura.El dolor solicitaEl que al dolor se daY nadie de amor muereSino quien no save amar.Dulce muerte es el amorCon correspondencia ygual,Y si esta gozamos oy,¿Por qué la quieres turbar?Alégrese EnamoradoY tome mi parecerQue en esto de quererTodo es allar el vado.Vaya, vaya de fiestas,Vaya de vayle,Alegría, alegría, alegría,Questo de dolor es fantasía.
Pero volvamos a nuestra canción.
La belleza melódica y el dulce dramatismo de esta pequeña pieza han hecho que se interprete y se grabe independientemente de la obra teatral en más de una ocasión. Ese el caso de la versión que incluimos para cerrar y que debemos a los magníficos Raquel Andueza y La Galanía.
Para quien pueda interesar dejamos la partitura y el texto completo de la obra:
Continuará...