SÉ QUE ME MUERO Y LES DEUX BAPTISTE


Sé que me muero,
me muero de amor
y solicito el dolor.
Aún muriendo de querer
de tan buen ayre adolezco
que es más de lo que padezco
lo que quiero  padecer.
Y no pudiendo exceder
a mi deseo el rigor
se que me muero,
me muero de amor
y solicito el dolor.
Lisonxéame la suerte
con piedad tan advertida,
que me assegura la vida
en el riesgo de la muerte.
Vivir de su golpe fuerte
es de mi salud primor.
Sé que me muero...

La literatura, el arte, la mitología o la historia están repletas de amores imposibles e incluso mortales. Pareciera que el tema, en principio tan dramático, fuera a inundar este espacio nuestro de melancolía o de tristeza, pero comprobará el visitante si sigue leyendo que no va a ser exactamente así por más que el título pueda sugerirlo.

Hoy viajamos al barroco francés; a la Francia de Luis XIV.

Sé que me muero, me muero de amor... Así comienza esta canción que forma parte de la famosa comedia titulada El burgues gentilhombre  y que fue fruto de una espléndida y poco conocida colaboración entre dos grandes figuras del barroco: Juan Bautista Lully y Juan Bautista Poquelin  (Molière). El primero, compositor nacido en Florencia y el segundo, dramaturgo nacido en París. Compartieron curiosamente el mismo nombre de pila además del trabajo en la corte de Luis XIV.


"Les deux Baptiste" trabajaron en la corte del rey sol - de cuya devoción por la música ya tenemos alguna idea-. Durante más de una década Lully, nacionalizado francés, se encargó de poner música a las comedias de Molière y juntos fueron artífices de la llamada comedia-ballet, género mixto en el que la música se inserta en el desarrollo de la acción en forma de cantos, coros y, sobre todo, de danzas. Ejemplos de ello fueron El matrimonio forzadoEl amor médico, George Dandin, El señor de Pourceugnac y, por supuesto, El burgués gentilhombre

La obra, estrenada en 1670,  cuenta la historia de un  rico burgués - Monsieur Jourdain -  que no escatima  medios en su afán por parecerse a los nobles; ello lo  conducirá a las más ridículas situaciones. Se trata pues de una sátira social de carácter cómico y amable. En el último de sus cinco actos  el protagonista recibe a varios  grupos de músicos, franceses,  italianos y españoles que amenizarán la velada. Es ahí donde encontramos la canción que nos ocupa; y decimos "canción" porque no se trata de un aria al estilo barroco como podría pensarse; mas bien se aproxima a la forma del villancico que tan de moda estuvo en España desde el siglo XV.

Lo mejor y más curioso de la cuestión es que, aunque el texto de la obra de Molière está  escrito en francés, la parte  correspondiente  a los personajes italianos está escrita en italiano y  la de los españoles lo está  en castellano;  esto es  algo muy poco  habitual  y nos permite,  afortunadamente, entenderlo y disfrutarlo  sin necesidad de traducciones. 

Tampoco deja de sorprender el contraste entre el devenir jocoso de la comedia y este pequeñísimo ejemplo de profundo dramatismo español tan dulce, lírico y sentido. Sin embargo poco durará la tristeza; a continuación los compañeros del cantor le harán una réplica en toda regla rebatiendo sus pesares y llamando a la alegría en un tono festivo y danzable, eso sí,  muy "español" musicalmente también.

  

Ay, qué locura
Con tanto rigor
Quexarse de amor
Del niño bonito
Que todo es dulçura
Ay, qué locura,
Ay, qué locura.
El dolor solicita
El que al dolor se da
Y nadie de amor muere
Sino quien no save amar.
Dulce muerte es el amor
Con correspondencia ygual,
Y si esta gozamos oy,
¿Por qué la quieres turbar?
Alégrese Enamorado
Y tome mi parecer
Que en esto de querer
Todo es allar el vado.
Vaya, vaya de fiestas,
Vaya de vayle,
Alegría, alegría, alegría,
Questo de dolor es fantasía.

Pero volvamos a nuestra canción. 

La belleza  melódica  y el dulce dramatismo de esta pequeña pieza han hecho  que se interprete y se grabe  independientemente de la obra teatral en más de una  ocasión. Ese el caso de la versión que incluimos para cerrar y que debemos a los magníficos  Raquel Andueza y  La Galanía.  

 

Para quien pueda interesar dejamos la partitura y el texto completo de la obra:

Partitura de la canción

El burgués gentilhombre

Continuará...

BACH, EL BOSQUE Y UN POEMA

Hoy, aniversario del nacimiento de J. S. Bach, se celebra también el  día internacional de la poesía y  de  los bosques. Para celebrarlo traemos una bella curiosidad y un poema de Ángel González. 

Adivina, adivinanza....



Bosque

de Ángel González

Cruzas por el crepúsculo.
El aire
tienes que separarlo casi con las manos
de tan denso, de tan impenetrable.
Andas. No dejan huellas
tus pies. Cientos de árboles
contienen el aliento sobre tu
cabeza. Un pájaro no sabe
que estás allí, y lanza su silbido
largo al otro lado del paisaje.
El mundo cambia de color: es como el eco
del mundo. Eco distante
que tú estremeces, traspasando
las últimas fronteras de la tarde.

ERLKÖNIG

Ilustración de Ernst Kutzer

"En los artistas que tuvieron una existencia muy breve, se encuentran, a veces,  esas riquezas terribles - casi excesivas para los débiles hombros del ser humano - que ya pertenecen al mañana."
(Alejo Carpentier.  Shubert: leyenda y realidad, 1953)

Esta lúcida sentencia de Carpentier  adquiere todo su sentido cuando entramos en el universo liederístico de Franz Schubert: un mundo vasto, multicolor, sutil y novedoso en el que, entre otras maravillas, el compositor abre la puerta a un nuevo concepto del acompañamiento pianístico.
Un claro y famoso ejemplo de ello es este trágico e intenso lied titulado Erlkönig que hoy vamos a escuchar y que es perfecto para recibir a Noviembre, con sus Santos y sus Difuntos.

En 1815  Schubert puso música al poema de Goethe de 1782 titulado Der Erlkönig (El rey de los Alisos, que también se ha traducido, al parecer erróneamente, como El rey de los Elfos). Este poema formaba parte de un libreto operístico (Die Fischerin) y describe la enloquecida carrera a caballo de un padre con su hijo en la noche fría y ventosa a través de un siniestro bosque.

 


Leamos el texto:


¿Quién cabalga a través de la noche y el viento? 
es un padre con su hijo; 
tiene al pequeño en sus brazos, 
lo lleva seguro, le da calor.
- Hijo mío ¿por qué escondes tu rostro asustado?
- ¿No ves, padre, al Rey Elfo?
¿el Rey de los Elfos con corona y manto?
- Hijo mío es el rastro de la neblina.

- ¡Dulce niño ven conmigo!
Jugaré maravillosos juegos contigo;
Muchas encantadoras flores están en la orilla,
mi madre tiene muchas prendas doradas.

- Padre mío, padre mío ¿no oyes
lo que el Rey de los Elfos me promete?
- Calma, mantén la calma hijo mío;
el viento mueve las hojas secas. 

- ¿No vienes conmigo buen niño?
mis hijas te atenderán bien;
mis hijas hacen su danza nocturna
y ellas te arrullarán y bailarán para que duermas.

- Padre mío, padre mío ¿no ves acaso ahí,
a las hijas del Rey de los Elfos en ese lugar oscuro?
- Hijo mío, hijo mío, claro que lo veo:
son los árboles de sauce grises.

- Te amo; me encanta tu hermosa figura;
y si no haces caso usaré la fuerza.
- ¡Padre mío, padre mío, ahora me toca!
¡el Rey de los Elfos me ha herido!


El padre tiembla y cabalga más aprisa,
lleva al niño que gime en sus brazos,
llega a la casa exhausto;
en sus brazos el niño está muerto.


Aunque se trata de un lied (por lo tanto una obra breve) , en él intervienen cuatro personajes: el padre, el hijo, el Rey de los Elfos y el narrador, que inicia y termina la canción. Habitualmente una sola voz (masculina o femenina) canta todo el texto, pero, en ocasiones, también se interpreta con cuatro cantantes diferentes, uno por cada personaje.
Si la sencilla línea melódica en las voces facilita la comprensión del texto intensificando el dramatismo de las palabras y logrando un maravilloso equilibrio entre música y poesía, el acompañamiento pianístico aporta un contexto angustioso y siniestro representado por el que podemos considerar el quinto personaje de este lied: el caballo.
Como en Margarita en la rueca,  Schubert utiliza un ritmo ostinato en el acompañamiento, transmitiendo con él la sensación de continuo movimiento. Emula el galope del caballo en el constante martilleo de los tresillos (de notas repetidas)  en la mano derecha, pero  también la lluvia y el viento en los motivos melódicos ascendentes y descendentes de la mano izquierda; así, crea toda una atmósfera que contribuye a una mayor fuerza y  expresividad de las palabras. La tensión va en aumento hasta terminar en una rotunda y dramática cadencia perfecta que da fin a la obra y que deja  al oyente absolutamente sobrecogido.
El equilibrio entre música y poesía es perfecto.


Vamos a escucharla ahora en diferentes versiones.
- La primera, interpretada por un tenor (Daniel Norman) que canta el texto íntegro dando voz a los diferentes personajes - que es lo más habitual y difícil. por cierto - y que está ilustrada por una preciosa animación.
- La segunda, interpretada por cuatro cantantes diferentes que dan voz a cada uno de los cuatro personajes
- La tercera incluye la partitura para poder observar detalladamente todo lo dicho.



 Aquí, interpretada por los cuatro personajes:


Aquí con partitura y texto:


Este lied de Schubert fue orquestado por Héctor Berlioz en 1860. Puede escucharse pinchando el enlace.

“Todo depende del poema; si es bueno, la inspiración viene enseguida. Las melodías afluyen que da gusto. Si es malo no hay nada que hacer" (Franz Schubert)


Enlaces de interés
      El rey de los Elfos, en el blog de  María Quintanilla

     Versión metal del texto de Goethe por el grupo Leichenwetter 


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     HILANDERAS

EL CONDE OLINOS


Imagen: Ab música y más

Como ya muchos sabéis, algunas de las obras  que estudiáis en Lengua y Literatura se escribieron para ser cantadas; tal es el caso de los romances, esos poemas épicos y líricos cuyo origen podría encontrarse en los antiguos cantares de gesta.
El Romance del Conde Olinos - también llamado Romance del Conde niño - es uno de los más difundidos y aunque muchos lo habréis conocido en el colegio vamos a ampliar un poco la información sobre él.

Como todos los romances está formado por una serie  de versos octosílabos; la rima es asonante en los versos pares; los impares quedan libres. En lo que al texto se refiere, existen diferentes versiones de esta canción que podéis consultar en el siguiente enlace: El Conde Olinos. También hay al menos dos versiones musicales  (con diferente melodía)

En cuanto a la forma musical, como hemos visto en clase, la melodía se va repitiendo cada cuatro versos y tiene un carácter silábico.

A continuación podéis escuchar ambas  versiones:

  • Esta es  la primera, interpretada por el músico y especialista en folclore Joaquín Díaz (aquí también con el grupo Nuevo Mester de Juglaría.)



  • Esta es la segunda, más larga y con diferente melodía, está interpretada también por Joaquín Díaz; prestad mucha atención a la breve explicación  que nos da al principio.

PARTITURA  (aunque todos la tenéis ya, la enlazo por si acaso)

El texto más difundido es este:


Madrugaba el Conde Olinos,
mañanita de San Juan,
a dar agua a su caballo
a las orillas del mar.
Mientras el caballo bebe
canta un hermoso cantar,
las aves que iban volando,
se paraban a escuchar.
Bebe mi caballo, bebe, 
Dios te me libre del mal
de los vientos de la tierra
y de las furias del mar.
La reina, desde la torre,
escuchaba este cantar;
mira hija como cantar
la sirena de la mar.
No es la sirenita, madre, 
que esa tiene otro cantar;
es la voz del Conde Olinos,
que por mí penando está.
Si es la voz del Conde Olinos
yo le mandaré matar;
que para casar contigo
le falta la sangre real.
No le mande matar, madre,
no le mande usted matar;
que si mata al Conde Olinos
a mí la muerte me da.
Guardias mandaba la reina
al Conde Olinos buscar;
que le maten a lanzadas
y echen su cuerpo a la mar.
La infantina, con gran pena,
no cesaba de llorar.
El murió a la media noche 
y ella a los gallos cantar. 


LA CIUDAD DE LAS DAMAS: FEMINISMO MEDIEVAL


Miniatura perteneciente al la edición de Jean Berry (1340-1416)
"Me preguntaba cuáles podían ser las razones que llevan a tantos hombres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de  palabra bien en escritos y tratados. No es que sea cosa de un hombre o dos [...] no podía entender ni admitir como bien fundado el juicio de los hombres sobre la naturaleza y conducta de las mujeres [...] me era casi imposible encontrar un texto moralizante, cualquiera que fuera el autor, sin toparme antes de llegar al final con algún párrafo o capítulo que acusara o despreciara a las mujeres."

 La ciudad de las damas. Christine de Pisan. Capitulo I

La ciudad de las damas es el título de una novela escrita en 1405 por Christine de Pisan - la primera mujer escritora de profesión - en la que relata la construcción  por parte de las mujeres, de una ciudad solo para ellas: una utopía, un ideal de cordura, respeto y colaboración que la propia autora construye con la ayuda de la Rectitud, la Razón, y la Justicia (damas que aparecen junto a ella en la ilustración).  Mujeres reales e irreales, míticas o históricas,  todas tienen cabida en ese lugar simbólico  ideado como respuesta a las afrentas y desconsideraciones habituales, repetidas e incomprensibles - como ella misma explica en el primer capítulo - de  una sociedad injustamente jerarquizada que minusvaloraba a la mujer por el mero hecho de serlo.

"Una ciudad levantada y edificada para todas la mujeres de mérito, las de ayer, hoy y mañana" 
(capítulo IV)

Entre todas esas mujeres de mérito no pueden faltar aquellas que se dedicaron al arte de los sonidos, y precisamente sobre este particular vengo a mostraros  el disco La ciudad de las damas: música y mujeres en la Edad Media que fue grabado y publicado en 2013 por el conjunto valenciano de música antigua Capella de Ministrers. En él se quiere recrear esa ciudad de las mujeres desde un punto de vista musical interpretando obras de compositoras como Kassia, Hildegarda de Bingen, Herrada de Landsberg, Beatriz de Día, Héloïse, Margarita de Austria, Ana de Bolena, María González de Agüero y Blanca de Castilla.

Escuchemos esas músicas y veamos estos vídeos sobre el disco,  tan ilustrativos como hermosos.




En aquel marco todavía medieval se desarrollaría la llamada "Querella de las mujeres" iniciada  a raíz de las publicaciones de Christine: una disputa entre escritoras y escritores sobre la dignidad de las mujeres que se prolongaría el siglo siguiente

Seis siglos después nos seguimos haciendo las mismas preguntas; el problema sigue sin resolverse, sigue presente,  y por eso es necesario construir una nueva sociedad en la que podamos convivir en igualdad real, ni aparente ni utópica. 
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RAE
feminismo


Del fr. féminisme, y este del lat. femĭna 'mujer' e -isme '-ismo'.
1. m. Principio de igualdad de derechos de la mujer y el hombre.
2. m. Movimiento que lucha por la realización efectiva en todos los órdenes del feminismo.
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Puede leerse el libro de Christine de Pisán en el siguiente enlace: La ciudad de las damas

Puede contemplarse el libro de Christine de Pisán en el siguiente enlace: La ciudad de las damas 

Para saber más:

Ainhoa Agós Díaz: Christine de Pizán, un nuevo modelo de mujer medieval a través de las imágenes miniadas
Mujeres en la historia

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