La imitación vocal es un gran recurso de aprendizaje que no debemos despreciar. Escuchando a otros cantantes podemos fijarnos en qué recursos emplean, cómo los utilizan, dónde, aspectos estilísticos, maneras de improvisar, de ornamentar, y un larguísimo etcétera.
Aún así hay que tener cuidado sobre a quién imitamos, porque si no escogemos un buen ejemplo o buenos ejemplos, mejor dicho, podemos incluso perjudicarnos. Muchos cantantes emplean efectos que ni ellos mismos saben que son dañinos para su voz en un uso frecuente.
Sin embargo, escuchar a buenos cantantes nos puede ayudar a comparar, en el caso de que nos grabemos, si el resultado es parecido o se aleja... y nos puede coadyuvar, también, a explorar, junto con nuestro profesor aquellos aspectos que queremos mejorar.
Imitar tampoco debe hacernos limitar nuestra voz a un estilo o a una única manera de cantar, deberíamos buscar muchos ejemplos. No es bueno para tu creatividad y tu desarrollo profesional cantar sólo "a la manera de" un cantante... Nino Bravo, Rocío Jurado, F. Mercuri, Madonna, etc... por citar algunos. La vida musical real no es un concurso tipo karaoke televisivo sino que saldrás adelante con tu propia personalidad vocal y la cualidad tímbrica exclusiva tuya.
De la nada, nada viene, como decían los griegos antiguos, y escuchar a los demás siempre enriquece, pero preocúpate de elegir buenos ejemplos, ya que tus neuronas espejo están preparadas para imitar bastante bien.