Cuando nos planteamos el estudio “serio” de un instrumento, deberíamos pensar qué es lo esencial del mismo.
Hay muchas cosas que son importantes, y cada vez que vamos adentrándonos y avanzando en el conocimiento del instrumento, aumentan los parámetros a ser estudiados: al principio, por ejemplo, es más importante conocer las digitaciones de cada una de las notas que, quizá, querer afinar con total precisión; aún así, más adelante, estudiar con esmero la afinación será una tarea obligatoria.
Pero, ¿qué es con lo que estamos trantando constantemente, ya seamos principiantes, amateurs o profesionales?
El sonido. La sonoridad. Su calidad, su emisión, su duración, su volumen, su afinación, su articulación… en resumen: SU FLEXIBILIDAD.
Así se titula el libro editado recientemente por BOILEAU, del clarinetista y profesor de clarinete JOSEP FUSTER: “Ejercicios técnicos de flexibilidad”.
La flexibilidad puede aplicarse a todos los parámetros del sonido: a su calidad y su afinación (en relación con la capacidad de escucharse), a su buena emisión y matización (en relación con una buena embocadura y un buen asentamiento del aire en el cuerpo), a su buena articulación (en relación con la inteligibilidad del texto musical).
Quizá pueda parecer algo muy complicado, pero los que conocemos a Josep Fuster y hemos tenido el privilegio de estudiar con él, sabemos que es posible hablar de todos estos términos y trabajarlos con mucha simplicidad y con resultados fehacientes.
En el III CURSO DE REPERTORIO ORQUESTAL PARA CLARINETE (mayo 2015) tuvimos la oportunidad de ver y escuchar a Josep Fuster, con los alumnos activos del curso, presentando, tocando y explicando los ejercicios de este libro fundamental para los clarinetistas.
¡Gracias por leer!
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