Esquivo e imprevisible, Dylan hace historia al ser el primer músico que consigue el premio Nobel de Literatura. Ya en 1965, cuando la prensa norteamericana le calificaba del gran poeta de su tiempo, el músico decía: “No me llamo poeta porque no me gusta la palabra. Soy un artista del trapecio”. Durante más de medio siglo, su paso por el trapecio ha sido un irrepetible ejemplo para otros muchos más artistas y personas de todo el mundo que reconocen una deuda con sus letras, con su visión del mundo. Bruce Springsteen dijo una vez: "Si Elvis Presley liberaba tu cuerpo, Bob Dylan liberaba tu mente". Esa capacidad, al alcance de los mejores creadores, es esencia misma de la mejor literatura, de la más trascendente y admirable obra artística.( text de la pàgina del diarai el País)
Masters of War.
Su canción protesta más desgarradora y atemporal: la dedicada a los señores de la guerra. "Ustedes ajustan los gatillos para que otros disparen, y luego retroceden y observan cómo el número de muertos asciende (...) Déjenme preguntarles algo: ¿el dinero que tienen comprará su perdón?". Es una adaptación de la canción de folk tradicional americana Nottamun Town que salió a la luz en 1963 y que se enfrenta a las palabras y las decisiones del expresidente -y militar- Eisenhower: "Es una canción pacifista. Es una canción en contra de lo que Eisenhower llamaba 'complejo industrial-militar' en su etapa final como presidente. Ese ambiente estaba ahí, y yo lo capté", confesó. "Espero que la muerte les llegue pronto / yo seguiré sus ataúdes en la pálida tarde". ( Text del diari "El Mundo")