Hay personas que tienen la tendencia a cantar y/o hablar con un exceso de nasalidad en el voz. Aquí tienes un ejemplo.
ARGUMENTACIÓN FISIOLÓGICA DE LA NASALIDAD:
En el acto de cantar el aire sale de los pulmones, atraviesa las cuerdas vocales y se dirige al espacio de resonancia.
En la parte superior de la laringe tenemos dos espacios de resonancia muy diferenciados: cavidad nasal y cavidad bucal. Estas dos cavidades están separadas por el paladar blando que es un cartílago elástico y movible.
Como podemos observar en la figura la lengua se haya en un lugar muy próximo al paladar , y como ya sabéis, es también un músculo muy elástico.
El exceso de nasalidad se produce en el momento que la lengua y el paladar se juntan lo suficiente como para obstruir el paso del aire hacia la cavidad bucal, provocando así, que la mayor parte del aire se dirija a la cavidad nasal.
Suponiendo que estamos hablando de un tracto vocal sin patologías ni deformaciones, diremos que la mayoría de los casos que tienen exceso de sonoridad nasal es debido a una posición de la laringe alta.
La laringe alta genera tensión en el origen de la lengua provocando su acercamiento al paladar y estrechando así el paso a el resonador bucal.
SOLUCIONES:
1) LEVANTAMIENTO DE PALADAR (NO RECOMENDADA):
Algunas técnicas proponen que se levante voluntariamente al paladar para des-obstruir el paso a la cavidad bucal. A mi personalmente no me parece una buena solución ya que estamos utilizando recursos que no solventan la raíz del problema. De esta manera estamos parcheando el defecto sin conseguir un sonido natural.
Por otro lado la modificación voluntaria del paladar dificultará el progreso en nuestro rango vocal. En las notas altas dicha modificación dificultará en un 200% su correcta emisión.
2) CANTAR Y/O HABLAR CON LA LARINGE EN POSICIÓN RELAJADA O REPOSO:
Como hemos explicado cantar con la laringe alta genera tensión en la lengua lo cual causa nasalidad en la voz. Teniendo en cuenta este hecho lo mejor es intentar conseguir cantar con la laringe en reposo o, lo que es lo mismo, cantar al nivel del habla.
Para conseguir esto podemos ayudarnos de ejercicios que asistan a bajar la la laringe de forma natural y a su vez que asistan a subir el paladar de también forma natural. La vocal “U” nos puede ayudar en esta tarea y la podemos acompañar con consonantes como la “b”, pero nunca con la “m” o la “n” ya que estas consonantes son nasales por excelencia.
Ejemplo:
Si al principio nos cuesta y vemos que la nasalidad no desaparece podemos provocar el descenso de la laringe para contrarrestar la subida de la misma, pero esto solo lo realizaremos temporalmente hasta que consigamos el equilibrio y logremos la ejecución de la nota con la laringe en reposo.
Ejemplo:
Si estos ejercicios no suenan nasales la idea es memorizar la sensación que nos causa en el tracto vocal para poder aplicarla a otro tipo de ejercicios y sonidos.
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