La música de la época renacentista corresponde aproximadamente a un periodo de doscientos años, comprendido entre los siglo XV y XVI (de 1400 al 1600). Las características que la definen son su textura polifónica, el contrapunto y el sistema modal de tradición gregoriana.
La música religiosa tuvo una gran difusión gracias a la aparición de la imprenta, lo que posibilitó la unificación de un estilo común en las iglesias de todo Europa y en las nacientes colonias americanas. La misa y el motete fueron las formas litúrgicas más importantes.
De la música vocal religiosa y profana se han conservado muchas composiciones tanto impresas como manuscritas. La música profana está reunida en los llamados "Cancioneros" que son recopilaciones que se hicieron en distintos paises europeos, gracias a los cuales se conoce el repertorio y el tipo de canción propia de cada país: en España el villancicos y el romances; en Italia el madrigal y la villanela; en Francia la chanson. Hacia el final del período aparecen los primeros antecedentes dramáticos de la ópera como la comedia madrigal y el intermedio.
La música instrumental religiosa y profana, se interpretaba tanto en conjuntos de la misma familia (consorts) como en grupos de varias familias o también de instrumentos polifónicos como la vihuela, el laúd, el virginal o el órgano. Los instrumentos participaban junto con las voces en la ejecución de la música polifónica. A los instrumentistas se llamaban ministriles. La música instrumental también acompañaba a las danzas que normalmente estaban escritas a cuatro voces. Había distintos tipos de danzas con variedad de compás y tempo como la pavana, la alemanda, la gallarda o la courante.
EL CANCIONERO DE PALACIO
Contiene obras musicales del Renacimiento en España, recopiladas en la época de los Reyes Católicos, desde el último tercio del siglo XV hasta principios del siglo XVI. Constituye una antología de la música polifónica de la corte que era el centro de la actividad musical y en torno a la cual se reunían los mejores músicos y compositores. Está compuesto por 458 piezas escritas casi todas en castellano aunque hay algunas en catalán, euskera, latín, portugués y francés. El tema de las obras es muy variado: religioso, caballeresco, histórico, amoroso, pastoril, satírico, burlesco, etc. El tipo de composición también es variado desde algunas sencillas de carácter popular hasta obras bastante elaboradas.
Las formas musicales más importante son el villancico y el romance. Contiene obras para una voz con acompañamiento instrumental y obras polifónicas de dos a cuatro voces. Los compositores con más obras en el cancionero son Juan del Encina con 63 y Francisco Millán con 23.