Según esta antigua leyenda, si construyes mil grullas de origami (papiroflexia en japonés) podrás hacer realidad cualquier deseo que tengas en el corazón. Si bien, no será hasta mediados del siglo XX cuando las grullas se convierta en símbolo de la paz a causa de la historia de Sadako Sasaki (1943-1955), una niña japonesa que deseó curarse de su enfermedad producida por la radiación de la bomba atómica que cayó sobre Hiroshima.
Animada por su amiga Chizuko quien le contó la leyenda de "Senbazuru", y mientras estaba en el hospital, decidió que haría 1.000 grullas de papel. Pensó que su deseo no sólo sería para curarse, sino también para que todo el mundo pudiera vivir en paz y no hubiera más guerras. Sadako no pudo superar su enfermedad, ni tampoco acabar todas las grullas (tuvo que detenerse en la 644). Pero Chizuko y muchos otros amigos continuaron su labor hasta llegar al millar de grullas, convirtiéndose así en un símbolo de la paz en todo el mundo.
Tradicionalmente, regalar grullas de papel se ha asociado con el hecho de querer desear salud, bienestar, felicidad y prosperidad. Se regalan, por ejemplo, cuando nace un bebé, cuando una pareja se casa o alguien está enfermo; o bien se pueden regalar a alguien que quieres o que es importante para ti. Para hacer tu grulla (tsuru) solo necesitas: una hoja de papel cuadrada, un poco de paciencia y un buen deseo que te brote del corazón.
En este otro vídeo puedes seguir todos los pasos fácilmente; recuerda que puedes pausar el vídeo para hacer los pliegues con tranquilidad y retroceder siempre que lo necesites. Si al final te animas a hacerla, me gustaría que me enviaras una foto para publicarla en el blog antes del 31 de enero al siguiente email: churrupipi1@gmail.com