El siglo XXI. Comentario analítico realizado por los alumnos de Análisis y Fundamentos de composición, del Conservatorio Profesional de Música de León “José Castro Ovejero” (Mayo de 2013)
El nivel técnico e interpretativo del alumno en 5º y 6º de E.P., le permite trabajar un repertorio de obras, cuyas dimensiones formales, complejidad armónica, polifónica y de elaboración temática, y variedad estilística y estética, hacen necesario profundizar en el conocimiento de los principales elementos y procedimientos del lenguaje musical, y su relación con las distintas técnicas compositivas, con el fin de avanzar cada vez más en una comprensión de dichas obras que posibilite su interpretación adecuada.
Con este propósito, se ha pretendido dar un paso más allá, intentado enriquecer a los alumnos a través del análisis musical de obras “vivas”, obras de compositores españoles e hispanoamericanos del siglo XXI. Todo ello a través de una estrategia de indagación, motivadora para que el alumno realice él mismo su propia aproximación a la comprensión musical, siendo protagonistas de su aprendizaje por descubrimiento.
Mediante sistemas de análisis, se reseña como pautas de actuación, reconstruir el mundo sonoro imaginado por el compositor, desarrollar un sentido crítico en cuanto a la estética sonora y, valorar la riqueza expresiva de las distintas formas de expresión musical.
Es el desarrollo de la personalidad y la sensibilidad propias del alumno el fin último que se persigue, de manera tanto más acusada cuanto que la música es, ante todo, vehículo de expresión de emociones.
Asimismo se intenta fomentar la curiosidad por conocer las creencias, actitudes y valores básicos de la música actual; el gusto por el trabajo bien hecho, y una actitud de superación y mejora.
El análisis se ha centrado en el estudio de un reducido número de obras de diferentes compositores:
- “Grazyna”. Jordi Cervelló
- “Sonatina” para violín solo. Jordi Cervelló
- “Nuances para saxo”. Agapito Galán
- “Entre la realidad y el deseo”. Alberto Carretero
- “Apparuit”. Alejandro Yagüe
- “Santísimo Cristo de la Salud”. Antonio Moreno
- “Angustiarum Plena”. Antonio Moreno
- “Poética”. Jesús Torres
- “Noche Oscura”. Jesús Torres
- “Evanescencia”. Fernando Lópéz Blanco
- “Visiones·. Joan Magrané
- “Fósiles”. José Minguillón
- “Cococha nº 2″ para piano. José MInguillón
- ”En tu cara dormida”. Manuel Comesaña
- “Dúo para piano- violín”. Manuel Comesaña
- “Haiku del aire”. Mario Carro
- “Alcazar de Elda”. Rafael Mullor
- “… Es particular”. Sonia Megías
- ”Triangle”. Sonia Megías
- “Ritmos de vidrios rotos”. Eduardo Polonio
Se expone las concusiones de los alumnos que han participado en cada uno de los comentarios analíticos propuestos.
En nombre de todos ellos y, como profesora de las asignaturas de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición, deseo mostrar mi agradecimiento a cada uno de los compositores, que amablemente han regalado su tiempo al alumnado con una ayuda directa y, aportaciones muy valiosas. Desde el conservatorio de León “José Castro Ovejero”,
El siglo XXI. Comentario analítico realizado por los alumnos de Análisis y Fundamentos de composición, del Conservatorio Profesional de Música de León “José Castro Ovejero” (Mayo de 2013)
El nivel técnico e interpretativo del alumno en 5º y 6º de E.P., le permite trabajar un repertorio de obras, cuyas dimensiones formales, complejidad armónica, polifónica y de elaboración temática, y variedad estilística y estética, hacen necesario profundizar en el conocimiento de los principales elementos y procedimientos del lenguaje musical, y su relación con las distintas técnicas compositivas, con el fin de avanzar cada vez más en una comprensión de dichas obras que posibilite su interpretación adecuada.
Con este propósito, se ha pretendido dar un paso más allá, intentado enriquecer a los alumnos a través del análisis musical de obras “vivas”, obras de compositores españoles e hispanoamericanos del siglo XXI. Todo ello a través de una estrategia de indagación, motivadora para que el alumno realice él mismo su propia aproximación a la comprensión musical, siendo protagonistas de su aprendizaje por descubrimiento.
Mediante sistemas de análisis, se reseña como pautas de actuación, reconstruir el mundo sonoro imaginado por el compositor, desarrollar un sentido crítico en cuanto a la estética sonora y, valorar la riqueza expresiva de las distintas formas de expresión musical.
Es el desarrollo de la personalidad y la sensibilidad propias del alumno el fin último que se persigue, de manera tanto más acusada cuanto que la música es, ante todo, vehículo de expresión de emociones.
Asimismo se intenta fomentar la curiosidad por conocer las creencias, actitudes y valores básicos de la música actual; el gusto por el trabajo bien hecho, y una actitud de superación y mejora.
El análisis se ha centrado en el estudio de un reducido número de obras de diferentes compositores:
- “Grazyna”. Jordi Cervelló
- “Sonatina” para piano. Jordi Cervelló
- “Nuances para saxo”. Agapito Galán
- “Entre la realidad y el deseo”. Alberto Carretero
- “Apparuit”. Alejandro Yagüe
- “Santísimo Cristo de la Salud”. Antonio Moreno
- “Angustiarum Plena”. Antonio Moreno
- “Poética”. Jesús Torres
- “Noche Oscura”. Jesús Torres
- “Evanescencia”. Fernando Lópéz Blanco
- “Visiones·. Joan Magrané
- “Fósiles”. José Minguillón
- “Cococha nº 2″ para piano. José MInguillón
- ”En tu cara dormida”. Manuel Comesaña
- “Dúo para piano- violín”. Manuel Comesaña
- “Haiku del aire”. Mario Carro
- “Alcazar de Elda”. Rafael Mullor
- “… Es particular”. Sonia Megías
- ”Triangle”. Sonia Megías
- “Ritmos de vidrios rotos”. Eduardo Polonio
Se expone las concusiones de los alumnos que han participado en cada uno de los comentarios analíticos propuestos.
En nombre de todos ellos y, como profesora de las asignaturas de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición, deseo mostrar mi agradecimiento a cada uno de los compositores, que amablemente han regalado su tiempo al alumnado con una ayuda directa y, aportaciones muy valiosas. Desde el conservatorio de León “José Castro Ovejero”,
GRACIAS!
Jordi Cervelló (18 de octubre de 1935. Barcelona), compositor español
1956-60. Perfeccionamiento de violín en Milán con Franco Tufari y en Salzburg con Eugen Prokop. Con este último participa en un curso de interpretación en el Mozarteum de Salzburgo (1959). Un accidente automovilístico sufrido en Roma el año 1960 le impide proseguir su carrera violinística y decide dedicarse a la composición.
Su principal profesor será el maestro Josep Maria Roma, conocido organista y compositor. Con él, además de completar los estudios de armonía y contrapunto, realiza los de análisis orquestal e instrumentación.
1965. Compone la obra Dos movimientos para cuarteto u orquesta de Cuerda, que determinará su trayectoria como compositor.
1970. Participa en la Década de Compositores Catalanes del VIII Festival Internacional de Música de Barcelona (1970) con su obra Fantasia concertante (1969) para violín y orquesta.
1972. La orquesta de cuerda Young Israel Strings dirigida por Shalom Ronli-Rikliss estrena Anna Frank, un símbol (1971) en Barcelona (X Festival Internacional de Música) y Madrid (segundo ciclo Ibermúsica).
1973. Recibe el Premio Ciutat de Barcelona por su obra sinfónica Seqüencies sobre una mort (1970) y escribe Balada como encargo del Festival Internacional de Israel para el pianista Arthur Rubinstein.
1974. la Orquestra Ciutat de Barcelona dirigida por Heinz Fricke estrena Seqüencies sobre una mort y poco después es editada discograficamente por RCA con la Royal Philharmonic Orchestra de Londres dirigida por Antoni Ros Marbà.
1975. Compone Alliberament para coro mixto sobre texto de su madre Maria Concepció Garriga, encargo de la Comisaría General de la Música
1976. Recibe el Primer Premio del Concurso Permanente del Ministerio de Educación y Ciencia por la obra Biogénesis escrita en colaboración con el físico Jorge Wagensberg.
1976- 77. Escribe dos obras para instrumento solista de gran importancia: Sonata in cinque tempi para violín solo y Sonata a la memoria de Pau Casals para violonchelo solo, digitada y grabada por Radu Aldulescu. Ambas obras tienen cinco movimientos y su estructura formal es similar.
1977. Se presenta en Madrid Seqüències sobre una mort con la Orquesta Sinfónica de RTVE dirigida por E. García Asensio.
1979. Su estrecha relación con la cultura musical de Israel hace que sea nombrado Presidente de la Asociación de Relaciones Culturales España-Israel a petición del profesor y poeta Jaime Vándor.
1981. Su colaboración como crítico musical de El País se prolongará hasta 1989.
1982. Compone Studio-Fantasía, su tercera obra para piano solo.
1982- 83. Escribe el poema sinfónico Vers l’infinit (inspirado en la poesía L’infinito de Giacomo Leopardi) como encargo del Ayuntamiento de Barcelona.
1983. Se estrena en Madrid Fantasia concertante dentro del ciclo de la Orquesta Sinfónica de RTVE con Gonçal Comellas como solista. Concluye un tratado sobre técnica violinística titulado Principios fundamentales sobre la técnica general del violín. A partir de este momento su música será objeto de difusión continua: destaca el estreno de Anna Frank, un símbol en Nueva York con excelente crítica de Bernard Holland en el New York Times, la incorporación de Dos movimientos (1965) en el repertorio de los Virtuosos de Moscú, la gira de conciertos en Catalunya de la Camerata Lysy Gstaad con Concerto grosso (1973).
1984-85. Estreno de Lux et umbra versión definitiva de Biogénesis a cargo de la English Chamber Orchestra en Barcelona y Granada. Vers l’infinit se estrena en Barcelona (OCB) en enero de 1985 con Ros Marbà como director. En 1986 se presenta en Madrid (Orquesta Nacional de España) y en Bogotá (Orquesta Filarmónica de Bogotá).
1988. Recibe la invitación de la Unión de Compositores de la URSS para participar en el III Festival Internacional de Música Contemporánea en la entonces Leningrado. El violinista Vladimir Spivakov dirige los Virtuosos de Moscú e interpreta Dos movimientos en la Sala Glinka.
1990. La prestigiosa revista inglesa especializada en instrumentos de arco The Strad le dedica un amplio artículo firmado por el crítico y musicólogo Edward Sainati sobre su persona y obra en el número de diciembre. Este mismo año compone Cant nocturn para viola y orquesta, encargo del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea.
1991. Compone Un cant a Pau Casals que se estrena en la Sala Oval de Montjuïc durante los Juegos Olímpicos de 1992 con Lluís Claret como solista. La misma obra se interpreta en el cementerio del Vendrell con motivo del 20 aniversario de la muerte de Pau Casals en 1993.
1993. Una nueva etapa compositiva se inicia con Concertino para violín y cuerdas, escrito y dedicado al violinista Gerard Claret y a la Orquestra Nacional de Cambra d’Andorra. Le seguirán una serie de obras de matiz espontáneo que Cervelló enmarca en lo que él define como técnica natural: un virtuosismo de fácil ejecución.
1994- 98. Con la nueva manera nacerán partituras como Sonatina para violín solo dos Divertimenti para dos violines (1996), Petita suite para piano solo (1996), Gemini para violín y violonchelo solistas con orquesta de cuerda (1997-98) y 4 Capricci para violín solo (1998).
1999. El Museo de la Ciencia de la Fundación “la Caixa” le encarga una composición para ilustrar la exposición “Y después fue la forma…”, escrita en colaboración con Jorge Wagensberg y que después se convertiría en la obra sinfónica Formas para una exposición.
2000. Se centra en la viola y para este instrumento compone Sonata para viola, Souvenir y Leggenda. Ese mismo año aparece un libro patrocinado por el departamento de Cultura de la Generalitat de Catalunya – serie Col.lecció Compositors Catalans – en el que se encuentra lo esencial de su obra. Son sus autores: Xavier Casanoves Danés, Emilio Moreno y Pedro Alcalde.
2001. Se estrena el cuarteto de cuerda Remembrances (1987-1999) en la Schubertiada del Auditori Winterthur con el conjunto italiano David Quartet.
2002. Se estrena en Madrid La sexta noche para guitarra y orquesta (1983-1996) dentro del ciclo de la Orquesta Sinfónica de RTVE con Jaume Torrent como solista. Este mismo año inicia una muy importante relación musical con San Petersburgo. Se grabarán 17 partituras con distintas formaciones y solistas que culminarán en 4 CDs. El 15 de abril de 2002 se celebró un concierto monográfico en el Teatro del Hermitage con la Hermitage Orchestra-Camerata St. Petersburgo dirigida por Alexis Soriano. La mencionada orquesta grabó en la iglesia de Santa Caterina seis obras para orquesta de cuerda mientras que la The Academic Symphony Orchestra dirigida de nuevo por Alexis Soriano grabará en la Sala Grande de la Filarmónica Formas para una exposición. Seis partituras para violín solo, dos violines y violonchelo solo, fueron grabadas por los violinistas Ilia Ioff, Ilia Tepliakov y el violonchelista Sergei Slovachevski. Es invitado por el prestigioso compositor Boris Tischenko, catedrático del Conservatorio Estatal de San Petersburgo a realizar una clase-conferencia sobre algunas de sus obras.
2003. Se estrena en el Auditori de BarcelonaDivertimento 2002 para orquesta bajo la dirección de Hans Graf, obra encargo de la OBC y en 2004 es invitado por Alicia de Larrocha en la Academia Marshall de Barcelona para dar a conocer sus últimas creaciones. Para ella compone y dedica Preludiando para piano solo.
2005. Se interpreta Lux et umbra en el Teatro del Hermitage de San Petersburgo dentro del ciclo Tardes de España y este mismo año se produce un estreno de gran importancia: el 23 de septiembre se da a conocer el Concierto para violín y orquesta (2002-2003) en el Teatro Monumental de Madrid dentro del Concierto de galardonados de Juventudes Musicales de España. Uwe Mund dirige la Orquesta Sinfónica de RTVE con el violinista Markus Placci como solista. Jordi Cervelló cumple 70 años.
2006. Otro estreno en Madrid en enero, fue el poema dramático Ybris (2004-2005) dentro del ciclo Música y mito de la Orquesta Nacional de España (ONE) que dirigió Josep Pons. La misma obra fue ofrecida poco después en el Palau de la Música de Barcelona (Diumenges al Palau) con la Orquesta Filarmónica de Novosibirsk dirigida por Thomas Sanderling.
Homenaje en La Pedrera dentro del ciclo Celebracions 2006 de la Fundació Caixa Catalunya con el Cuarteto Prometeo de Italia (mayo 2006) y presentación en el Auditorio de Cosmocaixa de Barcelona (junio de 2006) del CD monográfico que le dedica Fundación Autor con las siguientes obras: Madrid 11 de marzo, Lux et umbra y Formas para una exposición. En septiembre del mismo año se estrena el cuarteto Etüden nach Kreutzer (obra encargo del Auditori de Barcelona) a cargo del Quartet Casals. Primero en la Mozartsaal de Hamburgo y en octubre para la inauguración de la nueva Sala de Cámara del Auditori de Barcelona.
El 25 de septiembre de 2006, recibe la Creu de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya. En 2008 Jordi Cervelló realiza la donación de su fondo-archivo musical a la Biblioteca de Catalunya coincidiendo con la presentación de un CD de Columna Música con la obra para piano a cargo del pianista José Enrique Bagaría.
2007. Recibe el encargo de la Banda Municipal de Barcelona para componer una obra para piano con instrumentos de viento y percusión (125 aniversario de la Banda) y al mismo tiempo realiza una versión para piano y orquesta sinfónica, Concierto para piano y orquesta.
2009.Se graban sus cuatro cuartetos de cuerda en San Petersburgo a cargo del Atrium String Quartet (Remembrances, Dos moviments, Etüden nach Kreutzer y A Bach. La grabación tiene lugar en los estudios de Melodya de San Petersburgo.
2010. Recibe el Premio Nacional de Música de la Generalitat de Catalunya. También en este año es nombrado compositor-residente de la Orquestra Simfònica del Vallès y se interpretan cuatro obras de su catálogo: Divertimento 2002, Concertino para violín y cuerdas (solista Gilles Apap), Anna Frank, un símbol y una fanfara que lleva por título Els tres tambors (obra encargo). Compone la Cantata Vergine Madre para barítono, coro y orquesta.
2010- 2011. Compone un buen número de obras de varios géneros: Natura-Contranatura para orquesta sinfónica; Duo-Sonata; Ka-din e Il diavolo, las tres para violín y piano; Entre deux para viola y violonchelo; Trumpet Sonata; 4 Intermezzi para piano y el Cuarteto San Petersburgo.
2011. se estrena Il Diavolo en la Sala Weill del Carnegie Hall de Nueva York.
Análisis estructurado a partir de la tripartición: Sintáctica, semántica y pragmática.
El análisis realizado de la obra “Tornado” de Zulema de la Cruz nos permite establecer la existencia de los códigos que debemos hacer converger para comprender su discurso. Códigos referidos al lenguaje musical propiamente dicho y que nos da acceso a la estructura interna del texto y códigos que aluden a lo simbólico e inserta el texto en el contexto musical.
En la estructuración interna del texto, el “clímax” de la obra se genera a partir de la oposición de elementos musicales y procedimientos o recursos estilísticos emanados de las técnicas de composición representativas del siglo XX.
“De la Cruz pertenece a ese escaso grupo de artistas que tienen rigor y tirón. Su música gusta, porque se entiende. En la orquesta, o en la mesa de mezclas, emplea colores netos y ritmos claros y los compone por yuxtaposición: primero unos y luego otros. En un género tan dado a la complejidad a ultranza, se agradecen ráfagas de sencillez.” [1]
La genuina sensibilidad artística de Zulema de la Cruz se ve en su trayectoria compositiva, un tránsito desde el cálculo hacia la sensación. La conjunción de esto nos permite determinar que las transformaciones y las simbiosis producidas en y entre lo simbólico y lo estilístico, confieren al discurso el natural expresionismo del arte, y si la música es arte debe crear sensaciones, lo que se manifiesta en esta magnífica composición cuyo título es profético, lujoso en creatividad.
Zulema ha sido y es una compositora intensamente preocupada por la concepción y configuración del material sonoro de la obra y de todo lo que ello lleva consigo para convertirse en obra de arte.
… el compositor debe ser un intelectual, que la intuición sola no basta y que es preciso un compromiso real con su momento, en lo que éste tenga de más rico y contradictorio… lo que la perspectiva nunca hará será añadir a una obra valores que no posea – a lo más, encontrará una traducción de los mismos más acorde a su sensibilidad – …” [2]
Algunas de las músicas de nuestra era parten de postulados que se han descrito y hecho públicos. Pero esto no significa intelectualismo, sino comunicación. A Rameau, padre de la armonía tonal, se le hicieron parecidos reproches por escribir un libro de armonía.
En cualquier caso, si el arte es significativo para la humanidad, debe recoger el espectro completo de lo que significa ser persona, incluyendo, sin ningún genero de duda, los aspectos intelectivos así como cualquier otro.
La presunta intelectualidad de ciertas músicas en perjuicio de sus posibles contenidos expresivos es muy semejante a pensar que la poesía, para tener contenidos debe ser necesariamente incorrecta gramatical y ortográficamente.
En demasiadas ocasiones se cae en la banalidad de pretender que una composición pueda realizarse sin planificación alguna o que únicamente pueda concebirse desde el contrario, mediante una hiperplanificación. Lo primero resulta difícil de concebir, sobre todo cuando se trata de un lenguaje y un modelo expresivo que difieren del idioma de comunicación cotidiano, a pesar que el lenguaje hablado y musical son dos aspectos de un mismo fenómeno de comunicación con bases psicológicas y semánticas comunes.
La capacidad de construir mediante un determinado lenguaje, no depende únicamente de la capacidad de desarrollar, sino de la capacidad de retener un modelo formal que de coherencia al discurso final.
Esto es especialmente importante en cuanto que una obra difícilmente es terminada en una sola sesión de trabajo, lo que supone un cambio anímico constante que puede desfigurar la direccionalidad y coherencia de la composición.
Pensar la música lleva implícito la palabra “pensar” que conecta con la tradición filosófica occidental en cuyo ámbito la música ha sido pensada desde Platón y la palabra “música” precedida de la palabra “pensar” que relaciona a la música como objeto de ese pensamiento.
La relación entre música y pensamiento genera una especie de simbiosis, de tal modo que las categorías con las que la música es pensada y la música que es objeto de pensamiento forman un todo de inextricable complejidad, donde a veces es difícil distinguir qué partes del proceso de creación o de reflexión pertenecen a cada una de ellas.
En la entrevista concedida el 22 de Septiembre del año 2005 para el diario de Sevilla, la compositora nos responde a la pregunta,
¿Qué es lo más novedoso de su obra?
“Las características de la tímbrica, que hacen que el público se meta de lleno en la obra.”
Zulema en su búsqueda de nuevas dimensiones de la música, nos demuestra en este trabajo que la música del siglo XX puede ser amena para todos. Con la exploración de los sonidos del saxo tenor, crea espacios sonoros de gran belleza y realiza una descripción muy informada de un tornado, que da por resultado una obra redonda en concepción.
Es toda una delicia observar las posibilidades que ofrece este instrumento en la recreación de una obra concisa, emotiva, virtuosa, profundamente musical que mantiene el interés bien alto durante los minutos que dura la composición.
Según Stravinsky, hay música buena, música mala y música maestra, pero no me interesa juzgar una obra por su calidad de realización. Me interesa juzgarla por su resultado y por su capacidad de crear estados psicológicos diversos que resulten, en mi limitada capacidad de entendimiento, sugerentes y positivos.
En el trabajo compositivo de la autora se percibe con claridad la preferencia por una música que se pueda entender y disfrutar sin necesidad de superar enormes dificultades en la audición.
Para oír esta música tenemos que reeducar nuestro oído, nuestra memoria y centrarnos en el desarrollo del pensamiento tal como se va exponiendo entre los elementos sonoros. La posibilidad de escuchar “otras músicas” es hallar otros modos de pensar la experiencia musical.
Zulema de la Cruz lleva ya tiempo escribiendo música clara y comprensible, es una de las actuales compositoras que representan la pujanza de un país cuya vida musical lleva ya décadas despertando.
En la misma entrevista citada anteriormente para el diario de Sevilla, encontramos la siguiente declaración de la propia compositora:
¿Cree que hay poco hueco para los compositores españoles?
“El tema del tanto por ciento de representación es una lucha que viene de largo. Pero, si no lo hacemos nosotros, ¿quién lo hará? Y no hablo sólo de los de mi generación, mejor o peor establecidos, sino de los más jóvenes.”
Una de las características de nuestros compositores actuales es, sin duda, su universalidad, lejos del encasillamiento en una típica clasificación de la Historia de la Música. Según explicaba Álvaro Zaldívar[3] en un curso titulado “Evolución de la música”, celebrado en el Conservatorio de Torrent en septiembre de 2003, cabe plantearse de nuevo la necesidad de las múltiples clasificaciones que se realizan en la Historia de la música y si la cantidad de ‘etiquetas’ que tan a menudo se usan con los compositores y con sus obras son correctas o no.
Si por un lado la catalogación de la Historia de la Música por épocas y estilos nos facilita tareas de búsqueda de material y nos posibilita poder situar una determinada pieza o autor, en un segmento de la amplia Historia, no es menos cierto que los adjetivos son siempre relativos y que no siempre pueden encajar para la descripción o temporalización de una persona o su creación y nos pueden llevar a equívocos y malos entendidos.
Nuestros compositores actuales están en magnífica disposición para colonizar el siglo XXI. Tienen ante sí el desafío de abrir su música a la sociedad, de perfilar su arte de manera tal que lo disfrute la gente. Un compositor es, por definición, alguien que tiene algo que decir y que necesita comunicarse con los demás.
Rafael Banús en su entrevista realizada a Zulema de la Cruz, “La música tiene que salir del geto”, publicada el 28 de Febrero del año 1999 en “La Hemeroteca”, nos proporciona el siguiente comentario:
¿Por qué existe aún ese rechazo hacia la música contemporánea?
“No toda la música contemporánea produce ese rechazo. Hay que programarla regularmente, que la gente la escuche y se familiarice con ella. Tiene que salir del gueto.”
Es demostrable que gran parte de las técnicas más representativas de nuestra época existen sin provocar rechazo alguno de parte del público.[4] Reducir la eficacia de una música al número de consumidores que tiene equivale a aplicar al arte criterios más propios de la venta de cualquier producto.
Por otra parte el escaso acceso a las obras es la dificultad más difícil de vencer, aunque en nuestra época, tenemos la posibilidad de escuchar las obras por medio de grabaciones, lo que sin ser la solución más deseada, es mejor que la ignorancia.
Hay una falta de estudios sobre la música española actual, especialmente en lo que concierne a la estética y el lenguaje de nuestros creadores. Probablemente esto se debe a la dificultad que existe de abordar su obra desde una perspectiva más allá de lo biográfico.
Precisamente mi propósito en este análisis ha sido el de ahondar en los aspectos del lenguaje y la creatividad a través de una compositora que en este año 2006 cumple 48 años, siendo consciente de que carecemos de una perspectiva histórica sobre nuestro propio tiempo y de que poseo muy poca información bibliográfica sobre la autora que me pueda arrojar cierta luz sobre la manera de articular su discurso creativo.
La bibliografía española, se halla escasa de documentos teóricos relacionados con la contemporaneidad musical. Es posible suponer que historiadores y musicólogos de épocas futuras encontraran relaciones entre fenómenos que hoy nos parecen alejados entre sí.
Para terminar, no se puede decir de forma definitiva, este es el modo de escribir de Zulema de la Cruz, sino, este es el modo en que probablemente escribió la obra “Tornado”, ya que la evolución es inherente a la tarea compositiva de un creador nato. Posiblemente esta sea la magia de la creación musical, y lo que la hace en realidad, tan bella e inesperada.
BIBLIOGRAFÍA
Banús, R. 1999: “La música contemporánea tiene que salir del gueto”. En: La Hemeroteca.
Broves Naves, Mª. 1989: “La semiología”. Síntesis, Madrid. 167 p.
De Pablo, L: Aproximación a una estética de la música contemporánea.
Dinnen, J.1995: Desastres naturales, huracanes y tifones. Aladdin Books Ltda., España. 16 p.
Duteurtre, B.1995: Rèquiem pour une avant-garde. Robert Laffont. París.
Eco, U. 1990: “Los límites de la interpretación”. En: Palabra en el tiempo. Lumen, Barcelona. 393 p.
Fallas S. Juan C. y Oviedo, R. 1993: “Fenómenos Atmosféricos y Cambio Climático. Guía para el Docente”. Editorial Jiménez y Tanzi. Costa Rica.
García Laborda, J. M. 2004: La Música Moderna y Contemporánea a través de los escritos de sus protagonistas (Una antología de textos comentados). Editorial Doble J. Sevilla. 352 p.
Llauge, F. 1971-1976: La Meteorología. Marcombo S. A. España. 128-134 p.
Ogas, J. 2002: “Las sonatas para piano de Alberto Ginastera como textos neomitológicos”. En: Resonancias, n. 10. Instituto de Música. Facultad de Artes. Pontificia Universidad Católica de Chile. 35-74 p.
Sobrino R. 1994: Colección Catálogo de Compositores Españoles, Fernando J. Cabañas Alamán. (ed.). Mediateca Fundació La Caixa. Madrid.
Partitura: De la Cruz, Zulema. 2000: “Tornado” 8 pág.
CD: Blasco Juan (saxo) y Mariné Sebastián (piano). 2004: “Saxofonía, ocho compositores españoles”. Grabado en el Auditorio Ciudad de León.
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[1] Guibert, Álvaro. Publicado el 2002 en La Hemeroteca y editado por El Cultural Electrónico, S.L. en http://www.elcultural.es
[2] De Pablo, Luis: Aproximación a una estética de la música contemporánea. Pág. 34, 37 y 25.
[3] Nacido en Zaragoza en 1959. Catedrático de Estética e Historia de la Música del Conservatorio Superior de Música de Zaragoza y de Murcia. Desde el año 2005 ocupa el puesto de Subdirector General de Personal Docente e Investigación del M.E.C.
[4] Es recomendable la lectura del artículo “La condición de músico contemporáneo” de Jean-Marc Chouvel en: Doce notas preliminares, nº 16. Invierno/Primavera 2005.
Ángel Barja Iglesias (5 Octubre de 1938- 12 Febrero de 1987), compositor español.
El Conservatorio de Música de León “José Castro Ovejero” acogió el martes 18 de Diciembre del 2012, un concierto-homenaje a la figura del compositor Ángel Barja, conmemorando el 25 aniversario de su prematura muerte en 1987.
Lugar: Auditorio “Ángel Barja” del Conservatorio de Música “José Castro Ovejero” (Calle de Santa Nonia, s/n).
Fecha: Martes 18 de diciembre de 2012, 19:30 horas.
Entrada: libre hasta completar el aforo.
La imagen pertenece a la obra que el artista Juan Carlos Uriarte dedica al compositor Ángel Barja, y que se encuentra a la entrada del auditorio “Ángel Barja” del Conservatorio de Música de León “José Castro Ovejero”.
La Diputación de León (ILC) organiza un Homenaje a Ángel Barja en el 25 aniversario de su fallecimiento. Para ello cuenta con la colaboración de distintos coros de León y personas vinculadas al compositor orensano afincado en León. También participa en este homenaje el Conservatorio de León de la Junta de Castilla y León.
[Profesora de Armonía, análisis y Fundamentos de composición
del Conservatorio Profesional de Música de León “José Castro Ovejero”]
ÁNGEL BARJA, PROFESOR Y COMPAÑERO
Hace tiempo que mantenía la esperanza de que ocurriera un acto como éste y fundamentalmente que ocurriera aquí, y de que yo pudiera participar en él, como profesora de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición.
Hablo en nombre del conservatorio de León “José Castro Ovejero” pero también pretendo representar con mis palabras, aquí y ahora, a todos aquellos músicos que se encuentran ausentes, pero que -me consta- desearían estar presentes en este acto.
Espero que mi tentativa desde la perspectiva de una alumna y colega sea capaz de reflejar afecto, respeto y profunda admiración. [...]
Ángel Barja fue enviado a Roma a finales de 1967, a fin de ampliar sus estudios musicales en el Instituto Pontificio de Música Sacra. El musicólogo y organista español, Samuel Rubio, que coincidió en Roma con él, declara en el Diario de León, el 15 de febrero de 1987, que “…en él encontró al maestro que buscaba: racional y liberal, genio y artista, loco y cuerdo, distante y humano…”
En aquella tierra, Barja redescubrió a Bach y Mozart y conoció a Webern. Asistía a 3 o 4 conciertos por semana, de los cuales muchos iban acompañados de coloquios, con presencia de sus protagonistas, como Cage, Berio, Nono, Petrassi, Bussotti, Maderna, Boulez, y muchos más.
Es el momento en que el compositor siente la música como algo vivo y cercano a su mundo interior, entrando en contacto con las nuevas tendencias. Pero su falta de ambición y timidez, hicieron que su actividad creativa estuviera durante años al margen de toda publicidad.
A su vuelta a España es nombrado Director de la Capilla Clásica de León, sucediendo a Adolfo Gutiérrez Viejo, su director-fundador. Y aunque en su querida Capilla encontró el mejor cauce posible para enriquecer su vida personal, según las propias palabras del compositor “pasar de Roma a León fue un golpe terrible, un aterrizaje en el desierto…tuve tentaciones de escaparme”.
Un año más tarde comenzó a dar clases en el conservatorio de música de León y, es entonces cuando conocí personalmente a Ángel Barja; en el año 1972, en una de las aulas, donde iba a clase de conjunto coral. Recuerdo aún la impresión que nos causara a todos los alumnos, el contacto con una personalidad de naturaleza tan sencilla como la suya.
El maestro impregnó su huella en nuestra adolescencia, desarrollando nuestra propia capacidad creativa y una gran sensibilidad para valorar la calidad de la música.
Fue como una inyección renovadora para los músicos, que se formaban en las aulas del viejo edificio del conservatorio, entonces bajo la dirección del maestro, y pianista José Castro Ovejero.
Barja siempre fue fiel a su forma de ser y a lo que predicaba, y quizás por ello la figura más polémica del conservatorio de aquellos tiempos.
A pesar de que su afincamiento en León, condiciona en gran medida las posibilidades de su carrera musical, aporta su talento y profesionalidad y lleva a cabo una gran actividad, con el fin de proyectar la institución hacia la comunidad, participando en diversas iniciativas de la vida musical de la ciudad.
Conquistó el aplauso de públicos diversos con aquel carisma sin par que le distinguía y la magia de sus melodías. Siempre me ha seducido su música, en géneros que van desde lo folklórico hasta algunas obras, mucho más elaboradas, con tonos sinfónicos, en donde su mensaje está presente y adquiere a través del tiempo una mayor dimensión. Una expresión de su vena de creador y un canto de amor a la vida.
Por otro lado, el compositor y ensayista español, Tomás Marco (n. 1942) lo enmarca en la llamada generación del 51 y los más jóvenes. Afirma que, de los primeros recibió ejemplo y estímulo; a los más jóvenes les marcó caminos y enseñanza.
Un acercamiento a la obra musical de Ángel Barja es un ejemplo inapelable de su capacidad excepcional, ahuyentando las grandilocuencias temáticas y armónicas, que convierten sus composiciones en obra de orfebre, sin sobrecargar nunca la esencia musical.
El compositor hizo realidad esa frase que dice: “Cuando la música se hace esencia, incluso los sonidos se ocultan”.
Podemos afirmar que Barja es un compositor de síntesis. El humanismo de su condición individual se refleja en una obra tan diversificada en lo estético como unificada en lo ético.
Para el compositor, la verdad nunca es ruidosa, la voz baja le basta. Habla y compone “en voz baja”, ausente de tentaciones vanidosas, dando lo mejor que tiene en su alma limpia y transparente.
Practica la creación al modo fallesco, y esconde con pudor, tras unos pentagramas serenos, los sufrimientos -junto a las horas felices- que la vida proporciona.
Importa transmitir por medio de la música, la sensibilidad del artista; Importa las sensaciones que pueda producir en el oyente su sentir, sus anhelos, sus sueños y el mejor mensaje de nuestra tierra, nuestra música, cargada de historias y sentimientos revelados en las mismas, describiendo parajes y paisajes muy nuestros…
El interés del compositor por la música popular lleva a nuestro querido músico, a realizar una labor de campo centrada en el folclore leonés. Junto al etnomusicólogo, Miguel Manzano, en el año 1985 recopila canciones populares leonesas, que dan lugar a la edición de las partituras y el disco de las Canciones del Reino de León.
Y quien mejor que este gran músico Zamorano, Miguel Manzano, para hacernos llegar los recuerdos de aquellos años.
Pero antes, deseo expresarle mi gratitud por su amabilidad, al haber puesto sus palabras a mi disposición, que paso a citar textualmente:
“De Ángel Barja recuerdo su inspiración pronta, dispuesta a acudir en cuanto la llamaba; su sabiduría musical, que alcanzaba a toda música (desde la complicada estructura de una obra sinfónica hasta la necesaria sencillez de una polifonía para niños); su dominio de las formas musicales; su vocación de pedagogo adaptado a cualquier nivel; su facilidad para pensar y escribir la música más abstracta mientras andaba sumergido entre ruidos; su decidida aceptación de los últimos procedimientos y géneros y estilos, que siempre dejaba a la vez vinculados al pasado; su conversación apasionada y amena sobre cualquier tema de música…
Y también, en otro nivel más hondo, su delicadeza en el trato humano; su amistad sincera y franca, que a menudo se echa en falta entre los colegas músicos, ocupados cada uno en su afán de ascender o simplemente de sobrevivir; su generosidad en repartir las riquezas que era capaz de crear…
El día que me llamó para decirme que se había convocado una beca de trabajo para la recopilación del cancionero leonés, y que si quería compartir con él el trabajo, ya que iba a ser extenso y largo y él solo no iba a tener tiempo de acometerlo, acepté su propuesta sin dudarlo.
El interés de la empresa era para nosotros evidente, ya que ambos, cada uno por sus caminos y razones diferentes, habíamos llegado al campo de la canción popular en razón de nuestro oficio de músicos, haciendo en él incursiones del más variado signo.
Pero fue muy poco tiempo después de habernos repartido el terreno de búsqueda y comenzado a llevarla a cabo, cuando Ángel Barja comenzó a sentir los primeros síntomas del mal que en tan poco tiempo acabó con sus días.
En el curso de nuestros ilusionados encuentros de trabajo para examinar e intercambiar los frutos de nuestros trabajos para la confección del Cancionero Leonés, que ya veíamos como una obra espléndida, soltaba él a veces una discreta queja, afectado por “un dolor errático” que sentía en el pecho, en un punto indefinido, al que se le notaba sobreponerse, como dándose ánimo.
Bromeaba yo con él, no sin cierta alarma por mi parte, a causa de su aspecto un tanto agotado. Pero el avance del mal fue tan rápido que, en este y en otros muchos planes, lo atrapó con las manos en la masa, en este como en otros muchos trabajos, unos iniciados, otros casi terminados y otros en curso.
El recuerdo de su figura doliente en mi última visita se me ha quedado grabado para siempre. Pero a ello se sobrepone la admiración y el aprecio por la ingente, variada e imperecedera obra musical que dejó acabada, a disposición de todos”.
Y para concluir esta pequeña muestra de cariño, en homenaje a Ángel Barja, quisiera dejar constancia en el día de hoy, que es un orgullo para toda la comunidad de este conservatorio y la ciudad de León, haber contado con una de las figuras más relevantes que tan generosamente ha producido a través de su historia.
Es un orgullo que la trayectoria – del músico- se inserte en los fundamentos de nuestro conservatorio y su figura sea referencia artística, crítica y reflexiva para el campo musical de la ciudad.
En nombre del conservatorio, les dejo este esperado reconocimiento a uno de nuestros músicos, de nuestros profesores, desde la institución donde trabajó parte de su vida, impartiendo clases de conjunto coral, armonía, formas musicales…
Un homenaje que pretende recordar y resaltar a este polifacético músico, “hijo adoptivo de la ciudad de León”, que dedicó su vida a componer, enseñar, investigar y transmitir sus conocimientos musicales.
En este auditorio, que lleva su nombre, les dejo con la música de un grande que ahora está en algún lugar componiendo sus melodías junto a otros grandes…
Mi agradecimiento por haber sido invitada a este acto, y a todos ustedes muchas gracias por su atención.
El siglo XXI. Comentario analítico realizado por los alumnos de Análisis y Fundamentos de composición, del Conservatorio Profesional de Música de León “José Castro Ovejero” (Mayo de 2012)
El nivel técnico e interpretativo del alumno en 5º y 6º de E.P., le permite trabajar un repertorio de obras, cuyas dimensiones formales, complejidad armónica, polifónica y de elaboración temática, y variedad estilística y estética, hacen necesario profundizar en el conocimiento de los principales elementos y procedimientos del lenguaje musical, y su relación con las distintas técnicas compositivas, con el fin de avanzar cada vez más en una comprensión de dichas obras que posibilite su interpretación adecuada.
Con este propósito, se ha pretendido dar un paso más allá, intentado enriquecer a los alumnos a través del análisis musical de obras “vivas”, obras de compositores españoles e hispanoamericanos del siglo XXI. Todo ello a través de una estrategia de indagación, motivadora para que el alumno realice él mismo su propia aproximación a la comprensión musical, siendo protagonistas de su aprendizaje por descubrimiento.
Mediante sistemas de análisis, se reseña como pautas de actuación, reconstruir el mundo sonoro imaginado por el compositor, desarrollar un sentido crítico en cuanto a la estética sonora y, valorar la riqueza expresiva de las distintas formas de expresión musical.
Es el desarrollo de la personalidad y la sensibilidad propias del alumno el fin último que se persigue, de manera tanto más acusada cuanto que la música es, ante todo, vehículo de expresión de emociones.
Asimismo se intenta fomentar la curiosidad por conocer las creencias, actitudes y valores básicos de la música actual; el gusto por el trabajo bien hecho, y una actitud de superación y mejora.
El análisis se ha centrado en el estudio de un reducido número de obras de diferentes compositores:
- “Ertzak”. Gabriel Erkoreka
- “Maternitat”. Alberto García Demestres
- “Ludendo in Rythmis Modulatis. Miguel Manzano
- ”Tet- Vav”. Jacobo Durán- Loriga
- “Kaleena”. Eneko Vadillo
- “Nadir”. Consuelo Díez
- “Concierto para trompeta”. Fabián Panisello
- ”El sueño de la razón produce monstruos”. Ricardo de Armas
- “El esfuerzo”. María de Alvear
- “Karak dels Cavallers”. José Rafael Pascual- Vilaplana
- ”Tres imágenes de Francesca”. Alfredo Aracil
- “La memoria del tiempo”. Raúl Minsburg
Se expone las concusiones de los alumnos que han participado en cada uno de los comentarios analíticos propuestos.
En nombre de todos ellos y, como profesora de las asignaturas de Armonía, Análisis y Fundamentos de Composición, deseo mostrar mi agradecimiento a cada uno de los compositores, que amablemente han regalado su tiempo al alumnado con una ayuda directa y, aportaciones muy valiosas. Desde el conservatorio de León “José Castro Ovejero”,
Ha obtenido premios como, Mozarts Erben de la Ciudad de Salzburgo o el Premio Iberoamericano Rodolfo Halffter de Composición, así como becas de numerosas Fundaciones, incluyendo la beca del rector del Mozarteum de Salzburgo.
Fabián Panisello ha participado como codirector en dos estrenos absolutos de Karlheinz Stockhausen: Hoch-Zeiten y Mixtur-2003 con las orquestas WDR de Colonia y DSO de Berlín.
Este concierto ha sido realizado para un nuevo estilo o tipo de trompeta, la trompeta de doble pabellón que ha sido creada por el solista, Marco Blaauw, con la que logra efectos tímbricos notables y simplifica la ejecución de tantas partituras actuales que exigen, por ejemplo, la continua alternancia del toque con y sin sordina.
El trompeta holandés, Marco Blaauw, conecta una nueva campana a su trompeta original haciendo así una trompeta de doble sonido. Puesto que la longitud de la campana es la misma, a una le coloca una sordina para suprimir el sonido. La trompeta cuenta con unas llaves nuevas para poder asi cambiar entre la campana normal y la que tiene sordina. Asi mismo, la trompeta cuenta con otra llave para poder realizar cuartos de tono, lo que le confiere a esta trompeta una cantidad de sonidos nuevos para explorar.
Alrededor de 24 minutos es la duración del Concierto para trompeta, del compositor argentino, Fabián Panisello. Obra en la que podemos distinguir su lenguaje músical, y sobre todo la sensación de movimiento que se produce durante todo el concierto.
Como el propio compositor nos cuenta, intenta combinar tres propiedades esenciales: vuelo, rapidez y movimiento continuo. Propiedades que sentiremos desde el primer sonido de la obra. Nunca hay un momento en el que se produzca un silencio total; siempre hay algún instrumento sonando. Ya desde el comienzo del concierto, un violin mantiene una nota tenida, para que la trompeta vaya dando sonoridad a la obra con una pequeña melodía de notas tenidas.
Una obra gran parte de la obra se encuentra dedicada a la microtonalidad. La nueva trompeta utilizada en el concierto hace que se le confiera una nueva oportunidad de notación, realizando cuartos de tono en vez de semitonos. Denotamos la situación en toda la obra con notas estridentes, desconocidas para nuestro oído.
Hasta el núcleo central de la obra, se crea tensión, en donde se vislumbran unos de esos acordes que gracias a los diferentes timbres de la trompeta de doble campana, hará que cada uno de ellos sea apreciado de forma diferente.
En la parte final de la obra, volvemos a escuchar las primeras notas producidas por la trompeta, pero esta vez con más “cama sonora para que así vuele un poco más”.
El lenguaje musical que el compositor Fabián va a utilizar en casi la totalidad de sus obras, comprende los siguientes elementos:
En primer lugar, aparece una particular utilización de lo espectral. El compositor no utilizará una interpretación basada en el análisis armonico, lo que le difiere de esa denominación clara de lo espectral.
El acorde formado con los mismos sonidos, no sonará igual todas las veces, puesto que se producen cambios en las vibraciones, en el lugar, etc…. cada músico no interpreta fielmente lo escrito en la partitura, debido a que no ha sido instruido de igual manera desde niño, lo que va a obligar al compositor a reinventarse continuamente.
¿Cómo concibe la relación entre naturaleza y música?
Es una pregunta que tiene varios aspectos. Uno podría ser el tradicional aspecto de la naturaleza inspirando al músico casi en términos románticos, la naturaleza como fuente de imágenes y como fuente de inspiración directa: fenómenos como tormentas, la lluvia u otros, representados de modo más o menos naturalista a través de la música. Eso sin duda es una fuente y una vertiente de este tema quizá algo exterior a la música en si misma, o a la reflexión sobre la relación entre naturaleza y música.
Un aspecto que a mi me interesa más es el concebir la música o cualquier empresa que emprenda el hombre como una forma de lo natural, partiendo de la base de que el hombre es a su vez una expresión de la naturaleza. Si eso es así, la obra del hombre, musical o de cualquier otro tipo, lo es también. Y eso explicaría la sensación que tengo muy a menudo, cuando estudio una obra de otro compositor o compongo las mías propias, de que una obra lograda presenta siempre una organicidad muy fuerte, una estructura muy potente con ramificaciones, con una expresión de relaciones internas en el sentido que la puede tener un árbol o muchos fenómenos naturales con los que se me ocurre compararlo: un bosque, el mar, o una roca por ejemplo.
El proceso de componer es un proceso creativo de descubrimiento en el sentido más estricto de la palabra: descubrir algo que está sucediendo dentro de tu percepción de las cosas, que empieza a emerger en la medida que tú frecuentas ese estado al componer y te pones a su servicio.
Muy a menudo creo que la música, las obras que componemos, son obras que estaban ahí y que simplemente las hemos descubierto. Y si estaban ahí es porque pertenecen a la realidad, no te pertenecen a ti, pertenecen a la realidad como un árbol, un fenómeno atmosférico o estrellas que casi no vemos y que al agudizar la mirada comienzan a aparecer ante tus ojos y se vuelven casi tangibles, cobran realidad.
Eso cuestionaría o limitaría la idea que existe en la sociedad sobre la función del autor. Para el arte moderno parece que el autor es un creador en términos absolutos e individuales. Con esta concepción del descubrir o desvelar el mundo, el autor es otra cosa diferente al genio individualista…
Quizá el problema radique en que a menudo se quiere identificar al autor con una mercancía o un producto, como se suele decir ahora. Se compra la voluntad del autor incentivando su ego y al final, el resultado no es otra cosa que su cosificación, si se me permite el término.
Para mi, en cambio, los artistas son personas que agudizan su sensibilidad para poder percibir esas realidades latentes de las que hablábamos y que por otra parte son realidades muy necesarias para vivir. El mundo simbólico nos libera de tanta alienación, y por otra parte es un mundo de posibilidades inagotables. Quizá sólo en ese plano pueda existir la libertad.
¿Cree que realmente hay una relación estrecha y directa entre la ciencia como conocimiento de la realidad y la música contemporánea, un efecto de inspiración mutua?
Lo que mal llamamos música contemporánea es la que se empezó a gestar en torno a 1900, ¡hace ahora un siglo!. Los compositores de esa época encarnaron una profunda crisis histórica a través de su música. El lenguaje entonces imperante había llegado a un punto de saturación, tanto en el plano armónico, melódico, como en el orquestal, por lo que Schönberg, Debussy, Stravinsky, Bártok y otros creadores clave de aquel momento optaron por revisar al lenguaje en profundidad, renunciando en parte a gran cantidad de elementos superfluos que se habían ido acumulando como los sedimentos en un río, ya que ostensiblemente el propio tiempo en proceso produce una acumulación de cosas innecesarias.
Respecto a la relaciones entre la música y la ciencia, siempre las ha habido, pero no hay que exagerar su dimensión, o aclarar que se trata una vez más de analogías, ya que los medios y objetivos a que se aplican obedecen a formas de conocimiento muy diferentes: el conocimiento a través de la estética o el conocimiento en búsqueda de la verdad, aunque las barreras que los separan son a menudo difíciles de definir. Desde luego la investigación quasi científica del material musical ha permitido al compositor cruzar umbrales fascinantes…
Tengo la impresión de que la música que se hace ahora tiene un nivel de interiorización mayor que las músicas entendidas grosso modo como clásicas. Dice que es una consecuencia de que ha habido una inmersión o reflexión sonora sobre el lenguaje. Esa interiorización, de ser cierta, ¿nos acerca más a la naturaleza o nos aleja de ella? Por un lado hay una preocupación mayor en la cultura en general hacia la naturaleza, pero al mismo tiempo no ha habido una época más divorciada de la naturaleza y lo natural que la nuestra… ¿Se podría reflexionar sobre si realmente esta interiorización nos acerca o nos aleja a la naturaleza?
Si aceptamos que el artista y el hombre en general es una manifestación de la naturaleza, si su lenguaje se desarrolla de un modo orgánico, está más cerca de lo natural, filosóficamente hablando, ya que estaría trabajando desde la naturaleza.
Stockhausen, el gran compositor alemán, me decía este verano que él se considera un átomo de Dios, y que como átomo de Dios su función es crear obras en concordancia con ello: obras completas que tienen que tener sentido, una lógica interna y cumplir una función desde el punto de vista acústico, formal, etc. Esa sería una forma de manifestar la naturaleza a través del hombre y de la música.
Si nos acerca o no a la naturaleza yo creo que indirectamente las cosas análogas se acercan entre sí, y si una conciencia musical está cerca de estos elementos, su placer, pasión y amor por la belleza de la naturaleza es también mayor, porque la conciencia de la analogía está muy despierta.
Recientemente he estado en Japón, en el Festival de Takefu. Allí, debido a sus convicciones budistas, no matan las arañas ni quitan sus telas. Tanto los templos como cementerios y casas están llenos de telas de araña. Quedé fascinado contemplado esas construcciones y los miles de puntos que salen más allá de lo que uno imagina que es una tela de araña, sus enormes posibilidades cuando se las deja hacer. Esa fascinación ante una tela de araña o ante las nubes vistas desde un avión llega cuando uno tiene abierta la sensibilidad, la misma que permite que en tu propia obra y en la de otros músicos también estés descubriendo fenómenos parecidos.
Lo que explica la función simbólica de la música es la analogía. Esa tela de araña se puede transformar analógicamente en una partitura, y esto es lo que puede explicar la fascinación cuando suena la música, similar a la fascinación del que contempla un hecho natural, una tormenta, un arroyo, un amanecer o una caída de hoja. Parece que producen el mismo estado…
Sí, hay compositores como Ligeti, por ejemplo, que ha plasmado telas de arañas o atmósferas en partituras. Los compositores orientales también recurren a menudo a esta idea de plasmar en música imágenes estáticas provenientes de la contemplación y de la fijeza.
Occidente, en la segunda mitad del siglo XX y lo que llevamos del XXI, está dividido en las posturas frente a lo estático y lo dinámico. En la música actúa un principio vertical armónico que se puede volver estático en la medida en que uno repite los elementos con cierta frecuencia, mueve esos elementos sin cambiarlos o cambiándolos sutilmente, produciendo lo que llamamos campos estáticos armónicos, que tienen una belleza especial y se parecen mucho a lo que nos llega de Oriente como músicas tradicionales.
Pero también se puede trabajar con un elemento dinámico horizontal que es la línea, la melodía, el ritmo, ese elemento que se parece a la palabra y al pensamiento, que es evolutivo por antonomasia y va cambiando en la medida en que se pronuncia. Esa dialéctica es rica y Occidente la tiene en gran medida.
¿Es correcto concebir la música como un hecho de contemplación natural, como una capacidad para conectar con la potencialidad de contemplación que tiene el ser humano?
Es correcto decirlo así, aunque tiene un peligro porque mucha gente piensa que la música sólo es eso, un soporte para generar imágenes e inducir a la contemplación, pero en realidad la cosa no se agota ahí. Esta visión le choca un poco al músico, sobre todo porque la música tiene un entramado inteligible que se puede entender y cualquier persona puede percibir muchísimo más de ese lenguaje, lo que tampoco es tan difícil porque las claves de acceso no son tan remotas.
Desde el punto de vista del oyente hay algo fascinante en la música, en ese suceso en que en un mundo como el que vivimos uno se sienta a escuchar sin más. Aparte de sus cualidades plásticas y de lenguaje, ¿no tiene la música una bondad en si misma que posibilita al oyente el suceso de estar concentrado?
Desde luego. La vida está llena de regalos de esa naturaleza. Borges dice que el claro signo de que hemos sido arrojados del Paraíso es que creemos haber sido arrojados del Paraíso. En realidad estamos en el Paraíso, inmersos en un mundo pletórico de cosas valiosas que se nos regalan constantemente con total gratuidad. La música es una de ellas, como lo es una buena conversación, la comida, el aire que respiramos, el sol que da en la cara, la gente que nos quiere y que queremos, estar sanos… ¡Son tantas cosas! También es verdad lo contrario: el mismo Borges dice que no hay día en que el hombre no recorra la dialéctica entre la felicidad y el dolor: también estamos en el infierno, pero lo uno no excluye a lo otro.
Parece que la naturaleza y sus problemas tienen poco que ver con la cultura. Para la intelectualidad y los creadores culturales el hecho natural es algo percibido como remoto, algo que no va con ellos.
A mi eso me parece absurdo. En primer lugar, cultura viene de cultivar, cultivar se relaciona con la agricultura y el cultivo en general de disciplinas y el dominio de una técnica. Si los agentes culturales suponen que son cosas que no tienen que ver y los contemplan como ámbitos excluyentes, esa postura está relacionada quizá con la tendencia a convertir en compartimientos estancos los distintos aspectos de la realidad.
Cuando nos referimos a naturaleza, ¿aludimos a su estado natural como una selva o un mar, o a algo trabajado por la mano del hombre, a qué naturaleza nos referimos, a lo crudo o lo cocido? Los pájaros no hacen música, sino que tienen un canto recurrente que posee sin embargo sentido; si están escapando o emigrando tienen un canto, y si están enamorados otro; hay, por lo tanto, ciertos elementos semánticos en juego, pero son mucho menos intensos que la carga semántica que el hombre plantea. Hay infinitas vinculaciones entre naturaleza y cultura y ambas se retroalimentan.
Con la visión que plantea queda deslindada cualquier frontera, y al mismo tiempo nos podría permitir encontrar un sentido mucho más profundo, sereno y verdadero de lo que es el hombre como ser natural, porque hay una dimensión de interiorización que contempla la naturaleza en semejanza y diálogo con el hombre.
Es ineluctable que seamos naturaleza. Simplemente tomar un vaso con agua y mirarlo te permite maravillarte de que algo infinito como el agua esté en ese vaso, y luego al beberla pasa a circular por ti y sigue siendo infinita. Estos elementos están al alcance de cualquiera. Lo que guardamos en el frigorífico como naturalezas muertas también te remite a lo mismo, o abrir la ventana y mirar el color del sol.
Todas las mañanas entro en mi estudio muy temprano, y cuando comienza a amanecer la luz empieza a aparecer primero reflejándose azul, luego se torna más clara y termina tomando el color claro de las paredes del patio. Ese pasaje de la oscuridad a la claridad siempre me maravilla y me hace pensar en esa frase del pensamiento judío que dice que el día viene de la noche, igual que la obra también viene de la noche, de es ese momento previo y caótico del cual emerge algo a lo que tú ayudas a dar forma.
¿A qué achacaría la debacle natural en la que estamos viviendo? ¿No piensa que el hombre en su afán de compartimentar las cosas, de exteriorizarlas y vaciarlas de un lenguaje simbólico más profundo, está provocando que nos encontremos ante una naturaleza amenazada que nos está avisando seriamente?
Igual que cuando hablábamos del ego del compositor y el compositor como mercancía y la obra como producto, a mi juicio se puede aplicar este mismo razonamiento a la situación que comenta. Yo no soy especialista en este tema, pero me parece que simplemente la concepción del mundo como “lo otro” es lo que ha hecho que se manipule el mundo en vez de vivirlo y habitarlo, y que se transforme en producto.
Y esa transformación en producto limita, frena y coarta, tiende a lo que divide. “Divide y reinarás” se ha aplicado a rajatabla en la civilización o al menos dentro del grupo dominante, que tiene la necesidad de transformarlo todo en cosas para poseerlas, fraccionarlas, acumularlas, venderlas…
Ese tipo humano es el que ha producido esto, y tampoco creo que represente a la totalidad de la humanidad, pero en ese ámbito es el que domina. Siempre habrá un perfil humano que genera este tipo de realidad, y con los medios tecnológicos actuales, que son muy potentes, pueden pensar y actuar en términos globales y llegar mucho más lejos, tener bajo control el planeta en todos los sentidos.
De todas las categorías de los elementos naturales, usted tiene una afinidad especial a la hora de componer con la atmósfera o con el aire. ¿Nos puede explicar en qué consiste esa relación de su música con el aire?
En mi manera de concebir el tiempo en la música predominan los elementos aéreos que la “separan del suelo”. A través de ciertas técnicas y del trabajo con los elementos del tiempo tales como la pulsación, la micropulsación, la acentuación, el metro, la polimetría, el ritmo, la polirritmia, etc., puedes volver la experiencia musical más aérea, situarla en un estado de continuo movimiento.
Aún aquellas músicas de aspecto externo más estático están compuestas de movimiento: el movimiento de los armónicos, el movimiento del arco o del tubo de aire según los instrumentos. Todo es movimiento en la música.
En el plano de la forma siempre he percibido el factor desencadenante a nivel temporal de los elementos no simétricos, los elementos que escapan a las caídas previsibles como un juego esencial en la música. Me gusta imaginar la música como algo que se está moviendo delante de mí, la veo como si fuera un cuadro cuyo contenido es una superficie en movimiento.
La comparo a menudo con las alfombras armenias con su simetría aparente, que tan bien reflejó Paul Klee, formas casi simétricas que en realidad son representaciones del infinito en un espacio limitado. Lo que ofreces al que escucha es una experiencia dinámica, una experiencia que está en el aire: pones un momento del infinito fluir de la música en escena.
La música entendida de una manera más cabal, ¿nos puede hacer mejores?
Creo sinceramente que la música puede hacer mejor a la gente porque nos remite a una experiencia original de lo que somos. Es como cuando nace un niño; su cercanía te hace mejor al ser una experiencia de lo que hemos sido originalmente, no contaminada todavía por ningún elemento negativo: es un todo potencial. La música en ese sentido nos puede hacer mejores, nos puede sensibilizar con la belleza y la maravillosa gratuidad de la vida.
¿Y qué piensa de la música que se escucha popularmente por ahí? ¿Es eso música?
Hay dos tipos de música popular. Por un lado tenemos la música de autor, que yo respeto mucho y que es la música en la que hay un poeta detrás que comunica lo que escribe poniéndole una música normalmente muy sencilla y basada en armonías que se inventaron en el Renacimiento, porque la música popular actual se acompaña de modo general con armonías que tienen cinco o seis siglos de antigüedad.Son los trovadores de hoy y yo valoro ese tipo de música popular que a menudo tiene gran belleza. Como es una música sencilla, tiene la capacidad de llegar a más gente.
Lo que sí creo que es perjudicial es la música comercial que se produce en laboratorio, músicas que son como una adicción más de tantas que hay en nuestra sociedad; son músicas muy parecidas entre sí, que reproducen un patrón conocido de antemano y que están acompañadas de otros elementos que no son musicales para promocionarlas. En el fondo lo que hacen es banalizar y arrinconar la verdadera música en un lugar completamente marginal ya que, en virtud de sus mensajes extramusicales, absorben la atención del público joven, que aún no está educado ni musical ni intelectualmente.
“La música nos sensibiliza con la belleza y la maravillosa gratuidad de la vida”.
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