Sabemos que la música existe desde que existe el Hombre. Pero en algún momento comenzaron a fijarse los sonidos para dejar por escrito cómo debía cantarse una canción.
El Epitafio de Seikilos (en griego Ἐπιτάφιος τοῦ Σεικίλου) es la melodía escrita más antigua que se conoce. Aparece recogida como parte de una inscripción griega escrita en una columna de mármol que data del siglo I aproximadamente. Es, por lo tanto, la primera partitura que se conserva, y pertenece a la civilización Griega.
Un Epitafio es una frase que recuerda a un difunto y que suele inscribirse en las lápidas; este epitafio es un bonita inscripción puesta sobre la tumba que había hecho construir un tal Sícilo (o Seikilos) para su esposa en la actual ciudad de Aydın (en Turquía).
¿Tiene notas como las conocemos nosotros? Pues todavía no, pero ya emplea un sistema de signos alfabéticos colocados sobre el texto cantado que le indica o recuerda al músico la altura y la duración aproximada de los sonidos.
No aparecen indicaciones de compás ni matices. Una transcripción a notación actual podría ser así:
Este vídeo cuenta la historia del Epitafio de Seikilos, y escucharéis el texto narrado y la melodía:
Versión a cargo de Luis Paniagua :
Ahora, es hora de tocar!